Efectivamente, las dos plantas que usted tiene
identificadas son de Moringa
y Morera. La primera, originaria de la
India, es el único vegetal que posee todos
los tipos de aminoácidos. Su producción de
hojas verdes por hectárea, con el marco de
siembra y el manejo adecuado, puede
sobrepasar 300 toneladas por hectárea en un año.
Se le conocen decenas de propiedades medicinales.
Sus efectos en el aparato digestivo son
muy buenos como todos los vegetales, aparte de
sus elevadas cualidades proteicas, pero no debe
consumirse en exceso, más de 30 gramos
diarios, lo cual dependerá de la
motilidad intestinal. Algunas personas admiten
cifras mayores. Conozco quienes la consumen en
cantidades mayores como té, en forma de polvo,
con resultados excelentes por sus
cualidades sedativas y favorables al descanso.
No hemos hecho todavía pruebas con té de hojas
secas, aunque supongo que estas darán
resultados positivos.
La literatura internacional ha publicado bastante sobre esta planta. En nuestro país le hemos suministrado muestras de semillas de diferentes variedades a los institutos de investigación agrícola. Pronto conoceremos más sobre sus potencialidades. Desde mi punto de vista, su mayor beneficio para la población radica en sus cualidades como consumo animal para la producción de carne, leche, huevos, e incluso el cultivo de peces.
La Morera complementa esta importante cualidad de la Moringa. Como usted con seguridad conoce, ha sido la base para la producción de seda mediante un proceso biológico que los chinos desarrollaron durante miles de años a través de los gusanos de seda. Las variedades principales que nosotros disponemos provienen de ese país, aunque en la actualidad en otras partes del mundo se han desarrollado diferentes variedades, algunas de las cuales hemos recibido en fechas recientes. Hasta en España se cultiva limitadamente esa planta. Su limitación en las regiones frías es la temperatura y la baja luminosidad que detienen su crecimiento varios meses al año. En nuestro clima crece todo el año. Varios países la dedican a la producción de leche de cabra, cuyos precios a veces alcanzan el doble de la leche de vaca para las personas alérgicas a la misma.
En Cuba había algunas plantas de Moringa, que los colonialistas ingleses llevaron desde la India al este de África y de ahí al Caribe inglés y Centroamérica, posiblemente a través de Belice, donde el estímulo de los altos precios que pagaron los yankis a los primeros agricultores fomentó su desarrollo por un brevísimo tiempo, y después no encontraron mercado ni dentro ni fuera del país. La forma de distribución de la tierra y la falta de escuelas e instrucción impidió su desarrollo. En eso, desgraciadamente, los pueblos del llamado Tercer Mundo han quedado rezagados.
En Brasil los centros de investigación han promovido el cultivo de esta planta, y su clima es excelente para el desarrollo agrícola.
Aprovecho su interés para comentarle otros dos temas:
América Latina y el Caribe, en su conjunto, disponen de tierra, agua y recursos energéticos sin necesidad de promover la producción de gas de esquisto mediante fractura hidráulica como hace Estados Unidos, con riesgos probados para la propia salud de los ciudadanos de ese país, como han comenzado a divulgar algunos medios de prensa serios.
Nos gustaría que éstos discutieran sobre el tema. Uno de ellos se refirió en la mañana de hoy al problema afirmando textualmente: “Las personas que viven en EE.UU. cerca de los sitios donde se extrae gas no convencional muestran un significativo deterioro de su salud…”
“La mitad de las personas que participó en el estudio informó que antes de la explotación no tenía problemas con la salud, pero ahora sufre de alergia, asma, artritis, cáncer, así como hipertensión y enfermedades de corazón, riñones, pulmones y tiroides. El 81% de las personas se queja del mal olor de los compuestos químicos, que a veces contienen amoníaco, cloro, azufre y propano, entre otros.”
En Estados Unidos ese gas se extrae a través de la fractura hidráulica: “Habitualmente el material inyectado es agua mezclada con arena y productos químicos.”
Es la tercera vez en los últimos meses que he visto advertir sobre ese peligro.
Al parecer, muy pocos conocen que Naciones Unidas está ya consciente de que sobre ella cae la responsabilidad de pagar cien mil dólares por cada una de las víctimas de la epidemia de cólera que provocó la muerte de más de 7 mil personas en Haití, contagiadas por el contingente militar nepalés que Naciones Unidas introdujo en ese país, que no padeció esa enfermedad durante un siglo. Después de exhaustivas investigaciones se confirmó que la cepa es exactamente la misma que la que existe en Nepal, y la suma a pagar a los familiares es la de cien mil dólares por cada víctima, lo cual parece justo, pero nadie menciona sin embargo la suma que debiera pagarse a la nación haitiana por el enorme daño ocasionado a ese país pobre y subdesarrollado.
Como usted, Handy, puede apreciar lo primero que hice hoy fue tratar de hacerle llegar una respuesta lo más breve posible de mis muy modestos conocimientos sobre la Moringa y la Morera.
Ahora comienzan a llegar noticias sobre un ciclón tropical que apunta directamente a la región oriental de nuestra isla. Actualmente el país dispone de mucha más experiencia y superará las dificultades
La literatura internacional ha publicado bastante sobre esta planta. En nuestro país le hemos suministrado muestras de semillas de diferentes variedades a los institutos de investigación agrícola. Pronto conoceremos más sobre sus potencialidades. Desde mi punto de vista, su mayor beneficio para la población radica en sus cualidades como consumo animal para la producción de carne, leche, huevos, e incluso el cultivo de peces.
La Morera complementa esta importante cualidad de la Moringa. Como usted con seguridad conoce, ha sido la base para la producción de seda mediante un proceso biológico que los chinos desarrollaron durante miles de años a través de los gusanos de seda. Las variedades principales que nosotros disponemos provienen de ese país, aunque en la actualidad en otras partes del mundo se han desarrollado diferentes variedades, algunas de las cuales hemos recibido en fechas recientes. Hasta en España se cultiva limitadamente esa planta. Su limitación en las regiones frías es la temperatura y la baja luminosidad que detienen su crecimiento varios meses al año. En nuestro clima crece todo el año. Varios países la dedican a la producción de leche de cabra, cuyos precios a veces alcanzan el doble de la leche de vaca para las personas alérgicas a la misma.
En Cuba había algunas plantas de Moringa, que los colonialistas ingleses llevaron desde la India al este de África y de ahí al Caribe inglés y Centroamérica, posiblemente a través de Belice, donde el estímulo de los altos precios que pagaron los yankis a los primeros agricultores fomentó su desarrollo por un brevísimo tiempo, y después no encontraron mercado ni dentro ni fuera del país. La forma de distribución de la tierra y la falta de escuelas e instrucción impidió su desarrollo. En eso, desgraciadamente, los pueblos del llamado Tercer Mundo han quedado rezagados.
En Brasil los centros de investigación han promovido el cultivo de esta planta, y su clima es excelente para el desarrollo agrícola.
Aprovecho su interés para comentarle otros dos temas:
América Latina y el Caribe, en su conjunto, disponen de tierra, agua y recursos energéticos sin necesidad de promover la producción de gas de esquisto mediante fractura hidráulica como hace Estados Unidos, con riesgos probados para la propia salud de los ciudadanos de ese país, como han comenzado a divulgar algunos medios de prensa serios.
Nos gustaría que éstos discutieran sobre el tema. Uno de ellos se refirió en la mañana de hoy al problema afirmando textualmente: “Las personas que viven en EE.UU. cerca de los sitios donde se extrae gas no convencional muestran un significativo deterioro de su salud…”
“La mitad de las personas que participó en el estudio informó que antes de la explotación no tenía problemas con la salud, pero ahora sufre de alergia, asma, artritis, cáncer, así como hipertensión y enfermedades de corazón, riñones, pulmones y tiroides. El 81% de las personas se queja del mal olor de los compuestos químicos, que a veces contienen amoníaco, cloro, azufre y propano, entre otros.”
En Estados Unidos ese gas se extrae a través de la fractura hidráulica: “Habitualmente el material inyectado es agua mezclada con arena y productos químicos.”
Es la tercera vez en los últimos meses que he visto advertir sobre ese peligro.
Al parecer, muy pocos conocen que Naciones Unidas está ya consciente de que sobre ella cae la responsabilidad de pagar cien mil dólares por cada una de las víctimas de la epidemia de cólera que provocó la muerte de más de 7 mil personas en Haití, contagiadas por el contingente militar nepalés que Naciones Unidas introdujo en ese país, que no padeció esa enfermedad durante un siglo. Después de exhaustivas investigaciones se confirmó que la cepa es exactamente la misma que la que existe en Nepal, y la suma a pagar a los familiares es la de cien mil dólares por cada víctima, lo cual parece justo, pero nadie menciona sin embargo la suma que debiera pagarse a la nación haitiana por el enorme daño ocasionado a ese país pobre y subdesarrollado.
Como usted, Handy, puede apreciar lo primero que hice hoy fue tratar de hacerle llegar una respuesta lo más breve posible de mis muy modestos conocimientos sobre la Moringa y la Morera.
Ahora comienzan a llegar noticias sobre un ciclón tropical que apunta directamente a la región oriental de nuestra isla. Actualmente el país dispone de mucha más experiencia y superará las dificultades
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