Hoy es muy fácil realizar un viaje al pasado para hacer una mirada a las ciudades más bellas de la URSS y Europa a través de los ojos de la pintora Antonina Romodanovskaya (1906-1985). En la galería moscovita Sovkom está expuesta al público una colección de esta maestra irrepetible del paisaje urbano.
En la exposición abierta, en la sala de exposiciones de la galería Sovkom, se pueden disfrutar de las acuarelas que Antonina Romodanovskaya realizó entre los años 1940 y 1970. En este período de tiempo, imperaba en el arte plástico el realismo socialista; pero a pesar de esto, los trabajos de la pintora dejan una impresión de “eternidad”. No se detecta la altisonancia que caracterizaba a la pintura soviética de la época y todos los logros y avances del régimen soviético quedaban fuera de los intereses de la pintora. Cada trabajo se diferencia por su gracia y por una maravillosa maestría.
Las sutilezas de la pintura de Romodanovskaya fueron adquiridas de los famosos artistas gráficos Vladímir Favorski y Nikolái Kupreiánov. Sin embargo, a diferencia de sus profesores, que se hicieron famosos gracias a sus grabados y aguafuertes, Romodanovskaya se sintió más atraída por las acuarelas y desde mediados de los años treinta, comenzó a desarrollar su propio estilo. Su vida estuvo llena de viajes, visitó la región del Altái, Asia central, la región del Volga, el lago Baikal, etc. En cada uno de estos viajes la pintora realizó múltiples bocetos, dibujos, esbozos. Pero igual el paisaje urbano se convirtió en el principal tema de su obra creativa. Durante muchos años, Antonina Romodanovskaya mostraba las distintas vistas de Moscú y San Petersburgo. También tuvo la suerte de visitar varias ciudades europeas. Precisamente, el paisaje urbano le ha deparado una bien merecida fama.
En el año 1947, al celebrarse el octavo centenario de la fundación de la ciudad de Moscú, creó la serie de paisajes “Alrededor de las antiguas murallas del Kremlin”, a finales de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, se editaban postales y sellos reflejando dibujos de la pintora, sus trabajos se reproducían en las revistasOgoniokSmena (Cambio), Literatura ExtranjeraLa Mujer Soviética y en el periódico Moscú Vespertino.
En los últimos tiempos, las acuarelas de Antonina Romodanovskaya se pueden encontrar frecuentemente en distintas casas de subastas, sus trabajos, cálidos y luminosos, gozan de un gran interés por parte de los coleccionistas. Pero la primera exposición que nos permitirá conocer relativamente toda su obra se lleva a cabo por primera vez en muchísimos años.
Cabe señalar que el trabajo de esta pintora no solo posee un valor artístico indudable, sino que también refleja el amplio espectro histórico cultural de la herencia de la plástica rusa. Estos apacibles y deletéreos paisajes nos regalan la posibilidad de adentrarnos en el pasado reciente y pasearnos junto a la pintora por las calles de Moscú y Leningrado de hace cincuenta años.
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