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miércoles, 10 de julio de 2013

Caso Bachellet: La justicia llega lenta pero segura

  http://spanish.ruvr.ru/2013_07_09/Caso-Bachelet-7600/
Fernando Matthei

A menos de una semana de cumplir los ochenta y nueve años de edad, Fernando Matthei, excomandante en jefe de la Fuerza Aérea y exmiembro de la Junta Militar de Gobierno de Pinochet, vive una compleja situación judicial. Este militar retirado fue llamado a careo con tres exprisioneros políticos de la Academia de Guerra Aérea de Chile (AGA) en un proceso que busca determinar a los responsables de la muerte del general Alberto Bachelet, acontecida en 1974 en la Cárcel Pública de Santiago. El general Bachelet era el padre de la actual candidata presidencial de la centroizquierda, Michelle Bachelet.

La diligencia fue decretada por el ministro en visita Mario Carroza, quien en junio pasado decidió reabrir el proceso del denominado caso Bachelet, para determinar así a todos los eventuales responsables de las torturas que recibió el alto oficial. Bachelet murió de un paro cardíaco en la Cárcel Pública de Santiago tras su paso por la Academia de Guerra Aérea, donde sus derechos fundamentales fueron sistemáticamente vulnerados y sufrió un trato altamente vejatorio por parte de sus exsubalternos.
Durante cerca de una hora, Matthei tuvo un careo con los oficiales Mario González y Jaime Donoso y con la ex prisionera política, Carmen Gloria Díaz, mientras que el exsubsecretario de aviación, Raúl Vergara, también torturado en la AGA, no asistió a la diligencia por encontrarse fuera del país.
Todos insistieron en la responsabilidad del alto uniformado dada su condición de director de la Academia de Guerra Aérea desde fines de 1973 al primer semestre de 1974, período en el que precisamente Bachelet sufrió las torturas que le llevaron a la muerte.
Por su parte, Matthei desestimó las imputaciones, tal como dio a conocer su abogado, Jorge Balmaceda.
“Él negó su participación absolutamente. Fue designado como director de la Academia de Guerra, pero no pudo cumplir sus funciones, porque la Academia estuvo ocupada por tribunales militares", indicó el profesional, en alusión a la judicatura uniformada que, efectivamente, funcionó en el recinto y llevó a cabo Consejos de Guerra en contra de los oficiales y civiles recluidos acusados de “traición a la Patria”.
El abogado añadió que Matthei no tuvo responsabilidad "ni en calidad de cómplice ni encubridor" en las torturas aplicadas al padre de Michelle Bachelet, debido a que “no estaba destinado a cumplir funciones en la Academia de Guerra en aquella época".
El abogado querellante, Eduardo Contreras, en representación de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile, rebatió estos argumentos, destacando la responsabilidad jerárquica del ex uniformado, quien luego pasó a integrar la Junta Militar de Gobierno encabezada por Augusto Pinochet, desempeñándose en este rol entre 1978 y 1990.
"El ha dicho que sí sabía lo que allí ocurría. Ha reconocido que ha almorzado con algunos torturadores y haber estado en la sala Independencia de la Academia. Creo que la declaración de tres personas muy importantes en lo judicial muestran fehacientemente que estamos en presencia de un hombre que ante la ley chilena no puede eludir su responsabilidad", dijo Contreras.
La diligencia decretada por el ministro Carroza se convierte en una arista esencial del proceso, luego que se conociera en junio del año pasado el informe del Servicio Médico Legal de Chile (SML) sobre el deceso del general Bachelet.
El documento establece que el alto uniformado había muerto producto de las torturas sufridas en la AGA, precisando que los interrogatorios a los que fue sometido terminaron agravando su situación coronaria y motivaron su fallecimiento posterior en la Cárcel Pública.
Así, el futuro judicial del general en retiro y padre de actual la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, se torna muy complejo, sobre todo considerando que quedan pocas diligencias relevantes para cerrar el caso, según reveló el magistrado Carroza. De esta manera, es probable que Matthei pueda ser procesado, y se sume a los coroneles retirados de Aviación Edgard Ceballos Jones y Ramón Cáceres Jorquera.
En tanto, la candidata presidencial por la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, se refirió recientemente a la reapertura del caso, destacando que no nació a partir de una solicitud personal, sino que fue solicitada por una agrupación de personas que estuvo en la misma situación que su padre. La abanderada de oposición reiteró su llamado a que la justicia esclarezca el caso: "Lo único que nosotros hemos pedido siempre es conocer la verdad de lo sucedido a mi padre", sostuvo.
La primera resolución de la justicia militar en la Academia de Guerra Aérea fue el proceso conocido como Aviación contra Bachelet y otros, dirigido a condenar a ex oficiales de la Fuerza Aérea que se negaron a apoyar el golpe militar de 1973 y que derivó en penas de muerte, cadenas perpetuas y reclusiones en los más altos grados de la legislación chilena. Posteriormente, se inició otra causa titulada como Bachelet II, en contra de la población civil opositora a Pinochet, en particular los miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y del Partido Comunista.
Cabe destacar que en el Informe de la Comisión Nacional Sobre Prisión Política y Tortura de Chile (Comisión Valech, 2004) se da cuenta del horror vivido por los prisioneros políticos de la AGA: "Los detenidos permanecían siempre vendados, encapuchados, de pie contra el muro sin moverse o sentados en una silla por largos períodos, sin alimento ni agua. La mayoría debía dormir en esa posición. (…) Algunos testimonios indican que eran esposados a un catre donde se les dejaba expuestos a música estridente y con alto volumen durante largos períodos. (…) Los ex prisioneros han señalado haber sido drogados frecuentemente con pentotal, soportado golpes, aplicación de electricidad y vejaciones sexuales, incluso mujeres embarazadas fueron sometidas a más de una violación sexual”.

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