Por ahora, los países en desarrollo mantienen el 62 % de su reserva monetaria en dólares, y solo el 24 % en euro. Para la moneda única europea, éste es el mínimo de los últimos diez años. Muchas naciones tratan de mitigar su dependencia del euro, convirtiendo su dinero a yenes japoneses, libras británicas y dólares australianos. El rublo también podría estar en esta lista, según expertos. Las autoridades rusas también estiman que el rublo puede llegar a ser una moneda de reserva en el espacio postsoviético y lo han dicho en más de una ocasión, señalando que para lograrlo es necesario que el rublo se utilice como unidad básica en el comercio entre los países de la región. Los expertos destacan que Rusia ha avanzado mucho en este sentido. Sobre todo, en el marco de la Unión Aduanera. El 90 % de las importaciones desde Bielorrusia y el 40 % de las exportaciones rusas a ese país vecino se pagan con rublos rusos. Para acelerar la internacionalización del rublo, Rusia debe aprovechar las ventajas de su sistema bancario, sostiene la directora del grupo de análisis de la CEI en el Centro de Desarrollo de la Escuela Superior de Economía, Oksana Osipóvskaya:
Hay posibilidad de transformar el rublo en una moneda de reserva a través de los ajustes interestatales. Porque el sistema bancario en Rusia es bastante estable y permite activar las operaciones en rublos. Creo que hay interés en los créditos, porque sus fuentes tradicionales son mucho más escasas en todos los países, incluidos los exsoviéticos. El sistema financiero de la CEI podría aprovechar esta coyuntura proponiendo el rublo como un instrumento de créditos internacionales.
El desarrollo de la economía rusa también es un factor relevante para la transformación del rublo en una moneda de reserva regional. El Gobierno del país ya ha logrado un crecimiento económico sostenible. Se ha creado un depositario único que facilita las operaciones de inversionistas extranjeros en el mercado de valores ruso. Por otro lado, por más que se esfuercen las autoridades rusas, la economía del país y la popularidad del rublo dependen mucho de la coyuntura mundial y especialmente la europea. He aquí lo que piensa al respecto el jefe del departamento de mercados internacionales de capitales en el Instituto de la Economía Mundial y las Relaciones Internacionales, Yákov Mirkin:
Aún es prematuro aventurar un pronóstico concreto sobre la futura ampliación del uso del rublo como una moneda de reserva para los expaíses soviéticos. Porque la dinámica del crecimiento económico de Rusia depende en gran medida de la producción y la demanda de materias primas en Europa. El 50 % del comercio externo de Rusia corresponde a Europa, o sea más que a los países del espacio postsoviético.
Cabe señalar que desde hace poco Bielorrusia y Kazajstán mantienen parte de sus reservas monetarias en rublos. Los países que pretenden tener el rublo entre sus monedas de reserva son cada año más. Ya han mostrado su interés en el asunto países como Ucrania y Turquía. 
nv/rl/er