A la Virgen María se le apareció ese día el ángel Gabriel anunciando que sería madre de Jesucristo, Salvador del mundo.
Hay diversas leyendas de cómo sucedió. Una dice que la Virgen María estaba hilando lana purpúrea para una cortina del templo. Otra reza que iba a sacar agua de la fuente. Otra más sostiene que estaba leyendo el Libro de Isaías. Pero todas tienen el mismo final, lo que es lo más importante. En el evangelio de Lucas leemos: “El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo. Bendita tu eres entre todas las mujeres...”. A la larga, éste es el momento en que comienza la vida terrenal de Jesús, lo cual es algo muy importante para el mundo ortodoxo, explica el sacerdote Maxim Óbujov: 
La fiesta de la Anunciación simboliza el episodio más relevante del Nuevo Testamento. El comienzo de la vida terrenal de Jesús. Es una de las principales festividades de la religión cristiana. La Iglesia Ortodoxa la incluye entre sus doce mayores celebraciones. La fiesta tiene que ver con la Madre de Dios y a menudo coincide con la Cuaresma. 
La fecha de la fiesta es la misma para los ritos occidental y oriental del cristianismo. Solo que la Iglesia Ortodoxa Rusa celebra la Anunciación de acuerdo al antiguo calendario juliano que se retrasa trece días del gregoriano aprobado universalmente, por lo que la festividad cae en el día 7 de abril. Este año, la fiesta también coincide con la Cuaresma, dice el sacerdote Alexánder Martunenko: 
A pesar de que la Cuaresma supone un ayuno estricto, en el día de la Anunciación se permite consumir pescado y algunos otros platos normalmente prohibidos. 
Desde antaño, existe una linda tradición de celebrar la Anunciación soltando pájaros cautivos. Este rito simboliza la emancipación y la renovación del hombre que debe estar libre para buscar el Reino de Dios. En Rusia, la tradición fue olvidada por muchos años y recuperada apenas a finales del siglo pasado. Desde aquel entonces, el patriarca y otros jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, rodeados de niños, sueltan palomas, después de la liturgia de la Anunciación en la Catedral de la Anunciación del Kremlin.
En Rusia hay muchas creencias populares relacionadas con esta fiesta que se asocia con la renovación primaveral de la naturaleza y el triunfo del sol y el calor. Si el día es lluvioso, la cosecha será buena. Si hace frío, toda la primavera va a ser fría. 
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