Recordó a la República Popular Democrática de Corea que si estalla una guerra, los pueblos de ambas partes de la península se enfrentarían a terribles sacrificios, sin ningún beneficio para ninguna de las partes. En este aspecto estamos de acuerdo.
Sus enjundiosas reflexiones en aras “de evitar la guerra en Corea”, concluyeron con un llamado al presidente Barack Obama: “Si allí estallara un conflicto de esa índole, el Gobierno de Obama en su segundo mandato quedaría sepultado por un diluvio de imágenes que lo presentarían como el más siniestro personaje de la historia de EEUU. El deber de evitarlo es también suyo y del pueblo de EEUU”.
No es ocioso recordarle al prominente intelectual y estadista Fidel Alejando Castro Ruz que el presidente Obama es el ejecutivo del Gobierno norteamericano y cualquier decisión, sobre un ataque preventivo o una respuesta militar a la escala que las circunstancias ameriten, será producto de la impronta creada por el líder norcoreano.
El Pentágono y Congreso Norteamericano inciden de marea determinante sobre la actitud que debería asumir el jefe de Estado de EEUU en un escenario bélico no creado por el pueblo norteamericano. El presidente tiene un gran peso en la toma de decisiones, aunque es importante puntualizar que las decisiones de los presidentes de los regímenes democráticos no se fundamentan solo en sus capacidades intuitivas, sino que dependen en gran medida de la voluntad del Congreso, que es el poder legislativo de EEUU.
"¡Ahí está el detalle!", como dijera en cierta ocasión Cantinflas, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, humorista de profundo contenido social en sus mensajes cinematográficos.
El año próximo se conmemora el centenario de la Primera Guerra Mundial, conflagración en la que participaron las potencias mundiales divididas en dos grandes bloques: los Aliados de la Triple Entente y las Potencias Centrales de la Triple Alianza. Hoy el panorama es distinto de los escenarios y realidades de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Es muy probable que las fuerzas internacionales aliadas de EEUU participen en un bloque compactado monolíticamente, y cuenten con el beneplácito de la ONU, mientras Corea del Norte no contará con los aliados que les acompañaron en la guerra de mediados del siglo pasado, como fueron la URSS, disuelta hace más de dos décadas. Los objetivos actuales de la Federación Rusa se enmarcan en su consolidación como potencia energética, tecnológica y el avance en la industria militar, a la vez que hace esfuerzos porque el BRICS tenga plena conciencia de la necesidad de constituir un bloque que garantice a los ciudadanos de esos países (quienes constituyen las poblaciones más numerosas) el estado del bienestar y prosperidad.
Las realidades y objetivos estratégicos de la República de China Continental son otros, aunque el Partido Comunista Chino continúe dirigiendo el país igual que en los aciagos días de la guerra entre las Coreas. China se enfoca en mantener el liderazgo del mercado mundial, y a la vez que avanza a pasos agigantados en tecnología, armamentos y nuevos proyectos de conquista del espacio, se señorea con fuerzas imperiales que le hacen líder del eje asiático.
Europa vive una de las más dramáticas crisis económicas, solo equiparable a los días en que su territorio era el teatro de las grandes conflagraciones mundiales.
Actualmente, la lucha cotidiana de la UE consiste en evitar que el euro zozobre como moneda única, siendo su tarea inmediata detener la crisis que abate a España, Grecia, Italia, Portugal y Chipre. El Banco Central Europeo y Bruselas realizan ingentes esfuerzos para detener el efecto de contagio y recuperar la confianza en los mercados, e intentar que las calificadoras de riesgos les quiten la espada de Damocles que pende sobre las economías de los países miembros de la Unión.
La recuperación del estado del bienestar, la disminución de la tasa de desempleo por medio de la creación de nuevas plazas, las labores de realineación de las viejas estructuras financieras a las realidades del mercado mundial, siendo una tarea que tiene ribetes de urgencia. Mientras la cotización del euro en el mercado de divisa siga pastoreando a las demás monedas del globo, las capacidades competitivas de sus productos estarán en franca desventaja con sus pares en el mercado global, quedándose algunos países miembros de la unión anclados en la crisis.
EEUU es el principal socio comercial de China y Rusia, pese a que estas tres potencias no tengan una agenda diplomática en común e inclusive no compartan sus visiones en los conflictos bélicos de Siria, Afganistán, Irán, Israel y la Autoridad Palestina. Ahora bien, tienen coordinaciones y posiciones consensuadas en materia comercial.
El emplazamiento de dos misiles de medio alcance y el llamamiento que hace Corea del Norte a todos los países para que retiren a sus embajadores acreditados en Pyongyang, hace que la tensión alcance niveles preocupantes, el secretario de Estado de EEUU ha subido el tono en la ONU y ha manifestado que su país se defenderá y también defenderá a su aliado Corea del Sur de cualquier iniciativa bélica por parte de Corea del Norte. Conociendo la forma de responder del Pentágono y la Casa Blanca, podrían llevar a cabo un ataque preventivo a Corea del Norte con la finalidad de inmovilizar las principales infraestructuras militares, y someter el envalentonado heredero del liderazgo supremo del Corea del Norte a la obediencia.
Las posiciones diplomáticas de Rusia y China han sido puntuales en el abordaje de las amenazas y escaramuzas militares realizadas por el líder norcoreano, Kim Jong-un. No están de acuerdo con una guerra en la península coreana. Lo que une, separa y enfrenta hasta los límites irracionales de la guerra a los pueblos son los intereses, y la guerra en la península coreana no constituye un tema de interés para los ejes del poder global que dominan al mundo.
Por lo que podemos afirmar que la decisión del Gobierno de Pyongyang, carece del sentido crítico de la oportunidad.
Todos los esfuerzos diplomáticos son plausibles, el mundo desea vivir en paz, por lo que las reflexiones del líder latinoamericano Fidel Castro son muy oportunas: comandante Fidel Castro, ¡a buena hora!
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