El llamamiento se hace cuando al cumplirse este año, en septiembre, los cuarenta años de su asesinato, asi como del Golpe de Estado del general Augusto Pinochet, en Chile.
Joan Jara nos dijo que tenía esperanzas de que por fin, después de cuatro décadas años, se hiciera justicia para Víctor Jara, se procesara a los culpables, se les castigara, y se estableciera toda la verdad.
Por Víctor, claro, dice ella, pero también por el resto de los asesinados, torturados, los miles hechos desaparecer y sobre los cuales aun sus familiares no saben la verdad ni han recibido justicia.
Joan Jara nos dijo: 
Llegamos por fin a este momento, con un cambio de juez, el Juez Miguel Vásquez, que no es un juez de Derechos Humanos, sino un juez criminalista.
Es posible que este caso empezó a tener un poco más de posibilidades de que se llegara a alguna solución en el momento en que se decidió hacer la exhumación de los restos de Víctor.
Aquí se produjo la prueba fehaciente de que, primero, que la persona que logré enterrar en esa tumba era Víctor, Y además la causa de muerte, que se comprobó de que toda la evidencia balística que había, en relación a su muerte, de que eran armas que usaban las Fuerzas Armadas, especialmente los oficiales.
La resolución del juez especial, Ministro en Visita, Miguel Vázquez, estableció que la muerte de Víctor Jara se produjo, a consecuencia de, al menos, cuarenta y cuatro impactos de bala, según se precisa en el respectivo informe de autopsia”: dos en la cabeza, dieciséis en el pecho, dos en el brazo derecho, seis en el abdomen y dieciocho en las piernas.
El juez estableció la identidad de ocho oficiales del ejército de Chile imputados como autores, cómplices o encubridores de este acto de barbarie. De ellos dos aún no han sido sometidos a prisión para ser procesados.
Uno, Roberto Souper Onfray, que encabezó una asonada sediciosa conocida comoel tanquetazo del 29 de junio de 1973, sublevación militar frustrada pero que formó parte de la preparación del Golpe, está hospitalizado y reside en una casa de reposo, enfermo, dicen.
Y el otro, sindicado como uno de los autores materiales del acribillamiento de Víctor Jara, el exoficial Pedro Pablo Barrientos Núñez, que se vanagloriaba en septiembre de 1973, de su apodo de El Príncipe hace años se fue del país y eligió adoptar la nacionalidad estadounidense y cuya última residencia conocida era el estado de Florida, donde encontró refugio y según parece, protección.
Hoy la máxima autoridad judicial chilena ha pedido oficialmente su extradición para que responda de sus actos,
Y en esta circunstancia, cuando se esta a un paso de hacerse justicia para Víctor, su viuda, Joan Jara, coreógrafa y bailarina, presidenta de la Fundación Víctor Jara, en Chile, demanda la solidaridad internacional en apoyo a su causa.
Dijo Joan Jara a La Voz de Rusia:
Nuestra tarea urgente, difícil, es ayudar, digamos, apoyar todo lo que es ese proceso de extradición, Ya se ha avanzado, el juez hizo la petición, la Corte Suprema lo ha reafirmado.
Y creo que nuestra tarea es apoyar eso, con una campaña por la justicia, después de casi cuarenta años, hay mucha gente que está con ganas de involucrarse,, de escribir cartas, firmar por internet o por papel. Pidiendo justicia para Víctor, después de todo este tiempo.
Soy Roberto Garcés, desde Santiago de Chile. 
rl