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© Foto: La Voz de Rusia
Para la Olimpíada en Sochi quedan menos de cien días, los organizadores de los Juegos “salen a la recta final”: se testan las instalaciones olímpicas, se ponen en servicio nuevas obras de transporte, se presta atención especial a la seguridad de los huéspedes de la futura Olimpíada.
Acoger
un gran número de huéspedes no es algo nuevo para Sochi, anualmente a
este balneario del Mar Negro llegan a descansar más de cinco millones de
personas. Les atraen: el clima único del lugar, paisajes pintorescos,
un mar cálido y la famosa hospitalidad caucasiana. Es la tarjeta de
presentación de todos los pueblos del Cáucaso. En los opíparos banquetes
la mayoría de los brindis se pronuncia justamente en honor del “querido
huésped”. Se le brinda una acogida especial: la mejor habitación de la
casa, los mejores manjares… Estas tradiciones existen ya centenas de
años. Uno de los proverbios caucásicos dice: “un huésped en casa es
huésped durante tres días, al cuarto es ya pariente”. Lamentablemente,
hoy pocos saben en el extranjero este aspecto de la vida del Cáucaso, se
quejan los habitantes locales. Aunque estas tradiciones no han cambiado
en absoluto, dice Ramazán Abdulatípov, jefe de la República de
Daguestán.
–Porque
el huésped aquí es como si viniera de Dios. Los huéspedes de los Juegos
Olímpicos son huéspedes de Rusia y huéspedes del Cáucaso.
Conforme
a las costumbres de los serranos, los anfitriones han de satisfacer
cualquier deseo del huésped. Y esto, a su vez, requiere de este último
“cierta moderación”. Calidad que a ciencia cierta falta a algunos
órganos de prensa occidentales. La prensa europea y norteamericana
durante todo el período de los preparativos para la Olimpíada prefieren
especular sobre la inestabilidad en el Cáucaso, deslizándose
frecuentemente a primitivas suposiciones y banales estereotipos, afirma
el presidente del Parlamento de la República de Chechenia Dukvaha
Abdurahmánov.
–El
deporte es la paz y donde hay paz, allí hay inversores y huéspedes. Es
una mejoría de la imagen del Cáucaso. Todo el mundo se dará cita en
Sochi, todos verán: no, es otro país, otra situación.
Desde
el punto de vista de la garantía de la seguridad de los huéspedes de la
Olimpíada Rusia estará a la altura. Los expertos rusos se interesaban
por la experiencia británica durante la Olimpíada de Londres, siguieron
la organización del campeonato mundial de fútbol en la RSA y en el
propio Sochi durante el año pasado se han disputado no pocos torneos
internacionales, desde la etapa de la copa mundial de biatlón hasta
carreras test de la Fórmula 1. No ha habido quejas. Cuarenta y dos mil
policías garantizarán la tranquilidad y el orden en los Juegos Olímpicos
y Paralímpicos, muchos de ellos tienen ya experiencia de trato con
extranjeros, dice Vladimir Kolokóltsev, jefe de la policía rusa:
–Contamos
ya con gran experiencia práctica. En particular, la adquirimos en el
Foro de la APEC en Vladivostok, y en la Universíada Mundial en Kazán.
Próximamente, en la región de Sochi comenzará el despliegue de unidades
del Ministerio del Interior, que garantizarán la seguridad de los
participantes y los espectadores en los Juegos.
Además
de la policía, miles de voluntarios ayudarán a los deportistas y los
hinchas. Y no solo ellos, cada habitante local atenderá con agrado las
peticiones de los huéspedes, muchos de ellos aprendieron especialmente
la lengua inglesa, porque el huésped en el Cáucaso viene de Dios.
radio/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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