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viernes, 27 de septiembre de 2013

Mis padres y mis hermanos

El Blog de Salvador - Nuevo post


Posted: 27 Sep 2013 06:30 AM PDT
blog
Quezaltepeque es la cuna de mi familia. Allí nacieron mis padres a principios del siglo pasado. Mi padre se llamaba Antonio y era un artesano de la madera, mi madre se llamaba Dolores y era ama de casa, aunque también vendía comida en el mercado. Tuvieron doce hijos, de los cuales yo soy el noveno. Para mí la familia es ese lugar, no necesariamente físico, al que siempre podemos regresar y sentirnos a gusto.
Imagino el dolor que mis padres sintieron por la muerte de tres de mis hermanos al nacer, así que a ellos no los pude conocer. A pesar de haber sido una familia muy numerosa éramos muy unidos. Conservo perfectamente recuerdos del buen trato entre mis hermanos y hermanas. Alfonso, Raúl, Gilberto, Rafael, José, Blanca, Angelita y Dolores, todos ellos, siempre fueron para mí una inspiración. Angelita y Blanca sembraron en mí el amor al magisterio, pues ellas también eran maestras. Alfonso y mis hermanos mayores trabajaron duro junto a mis padres para que los menores pudiéramos estudiar. Les estaré eternamente agradecido.
Debo decir que me siento muy orgulloso de mi familia. Mis padres siempre fueron responsables y laboriosos. Así que no nos faltó lo básico: el alimento de cada día, nuestra ropa y un techo seguro.
Mi papá tenía su taller de carpintería en la casa, en una habitación que al final del día limpiábamos y se convertía en la sala. Mis hermanos mayores a temprana edad aprendieron el oficio. Ellos y mi padre se volvieron muy reconocidos por la gente de los alrededores por sus buenos trabajos. Siempre he pensado que yo debí ser carpintero como ellos, y no lo fui precisamente porque ellos procuraron que mis hermanos, los menores, y yo nos mantuviéramos estudiando.
Mi madre tenía una venta de comida en el mercado del pueblo. Ella se levantaba muy temprano para llevar los productos y utensilios al negocio, y nosotros, al escuchar sus movimientos por la casa, abandonábamos la cama para ayudarle a trasladar todo. Luego regresábamos a casa a prepararnos para ir a la escuela. Así que mi niñez y juventud no estuvo relacionada sólo al ambiente hogareño sino también a ese escenario tan tradicional y único que son los mercados, pues sólo ahí podía pasar tiempo con mi madre.
En el trabajo, precisamente, fue donde mis padres nos enseñaron muchos valores como el respeto, la bondad y la dignidad, pues muchas veces les vi ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. De ellos aprendí que debo ser responsable en todo lo que hago.
Mis hermanos me han demostrado que aparte de ser familia también podemos ser amigos. A pesar del tiempo y la distancia siempre puedo contar con ellos. Sus palabras siempre me han devuelto la calma en los momentos difíciles.
Lamentablemente todo lo bueno que la vida nos da, también nos lo quita. Mi padre murió a los 81 años y mi madre a los 72. Cada vez que voy a Quezaltepeque mi mente se va volando a aquellos años cuando yo era niño y caminaba por aquellas calles junto a mis padres, viniendo del mercado o de la iglesia. Sus consejos vienen a mí a cada momento y he tratado de transmitirlos a mis hijos y a mis nietos. Una de las satisfacciones más grandes que puedo llegar a tener en la vida es acercarme un poco a lo buenos padres que ellos fueron.
Alfonso, Blanca y Rafael murieron en la década de los 80’s. Y el año pasado vi partir a mi hermano Raúl. Extraño visitar a Raúl en su casa, sentarnos en el patio y conversar. Angelita, Loly y Gilberto viven en Canadá. Sólo José y yo vivimos en el país. Así que cuando nuestros hermanos vienen de visita procuramos reunirnos. Ahora la familia es mucho más grande, hay hijos y nietos y todos quieren hablar. Así que en prolongados almuerzos vamos poniéndonos al tanto de lo que cada uno está viviendo, recordando aquellos años de infancia y juventud.
Sólo se vive una vez, por eso debemos valorar lo que tenemos. Veamos a nuestro alrededor y demos gracias a Dios por la vida y la familia. Envío un fuerte abrazo a mis hermanas y hermanos. Espero verles pronto.

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