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domingo, 21 de julio de 2013

Moscú quiere ser más cómoda para los peatones

http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130719/157582028.html
Moscú quiere ser más cómoda para los peatones
12:16 19/07/2013
Natalia Afanásieva, RIA Novosti
Las autoridades de Moscú pidieron que el famoso arquitecto danés Jan Gehl hiciera su aportación al Plan General de Desarrollo Urbanístico de Moscú.
Hace poco Jan Gehl valoró negativamente la situación en Moscú y propuso devolver la capital rusa a sus habitantes.
En Moscú reinan los automóviles y esta ciudad es incómoda para vivir: ésa es la conclusión que se puede sacar de la investigación llevada a cabo por Gehl por encargo de las autoridades capitalinas. Para crear un ambiente confortable en Moscú se propone cambiar esta situación y hacer las calles más cómodas para peatones y ciclistas.
Es posible que a día de hoy las ideas de Gehl respecto a Moscú parezcan utópicas, pero muchas ciudades del mundo ya transitaron el camino desde el colapso hasta darse cuenta de que no hay otro remedio que producir cambios radicales en el planeamiento urbanístico ¿Ha llegado Moscú hasta el punto más bajo? ¿Está dispuesta la capital rusa a corregir la situación?
Las calles de Moscú son malas para pasear
En junio del año pasado, el Instituto del Plan General de Moscú encargó a la empresa danesa Gehl Architects una investigación del estado del espacio público de la capital rusa. Tales estudios se llevaban a cabo en todo el mundo, desde Nueva York hasta Sidney, y las autoridades moscovitas decidieron también dirigirse a Jan Gehl para saber su opinión respecto a Moscú.
El arquitecto danés y sus colegas pasaron más de un año estudiando las calles, plazas, jardines y parques de Moscú. Por encargo de Gehl Architects, los voluntarios calcularon los peatones, coches, semáforos y pasos para peatones que hay para que los investigadores pudieran entender la estructura de la capital rusa.
No es necesario ser experto en arquitectura urbana para concluir que la planificación de Moscú es incómoda para los peatones. Los investigadores anunciaron las cifras que ponen de relieve que es así.
Pese que la ciudad está superpoblada, se puede encontrar a muchas menos personas en las calles de Moscú que en las capitales y megalópolis de otros países. Según los cálculos de los investigadores, unos 31.000 peatones pasan diariamente por la céntrica calle Tverskaya frente a 140.000 personas que pasean por Oxford Street en Londres.
Muy raramente se encuentran en las calles de Moscú personas de edad avanzada y niños que suelen avivar la ciudad en días laborales. La infraestructura urbana no está adaptada para ellos, sino que es peligrosa. El nivel de ruido es muy alto en Moscú, debido a los atascos permanentes. Es difícil oír lo que se dice a uno y esto no contribuye al deseo de pasear. Al contrario, irrita y provoca estrés. Quedó patente que los habitantes y huéspedes de Moscú salen a la calle sólo en caso de extrema urgencia, independientemente del tiempo, y que el número de peatones registrado en verano y en invierno es casi el mismo. Según Gehl, esto pone en evidencia que el espacio peatonal está en muy mal estado.
Lo mejor pertenece a los automóviles
El problema principal de Moscú consiste en que los automóviles circulan por la mayoría de las calles y plazas de Moscú, casi por un 80% del centro histórico de la ciudad. Y mientras, sólo un 13% del espacio en la céntrica avenida Anillo de los Jardines de Moscú está destinado a los peatones.
Además de coches aparcados en desorden, en las calles de Moscú hay muchas vallas publicitarias, tenderetes, pilares, etc. En varias secciones de la calle Tverskaya se registraron hasta 30 obstáculos en cada 100 metros. Esto complica el paso de peatones.
Uno puede utilizar unos 75 minutos recorriendo el Anillo de Bulevares en el centro de Moscú. La mayor parte de este tiempo se utiliza para cruzar las calzadas, pasando de un bulevar a otro.
Según Gehl, en Moscú es insuficiente el número de los pasos para los peatones, puentes, parques en los que la gente pudiera pasar su tiempo libre. Hay pocos árboles en las calles de Moscú. Por otro lado, hay mucha publicidad de mala calidad. Mientras, los paseos que corren paralelos a la orilla del  río, que en muchas ciudades son arterias principales de la actividad urbana, son inaccesibles para los moscovitas y huéspedes de la capital. Frente a un 93% de los paseos junto al río de Moscú circulan coches. En Londres, por ejemplo, casi un 80% de los malecones son zonas peatonales.
Moscú debe convertirse en Copenhague
Al analizar los datos recibidos, el arquitecto danés hizo una serie de propuestas sobre un posible saneamiento del espacio urbano. Entre otras cosas, se propuso realizar una reconstrucción completa de la calle Tverskaya que, según Gehl, debería convertirse en una zona para peatones y ciclistas. Mientras, el río Moscova, especialmente su orilla sur, debería transformarse en una zona de recreo para el descanso activo. Las plazas y jardines deben ser atractivos para los habitantes de la ciudad y los turistas.
Pero todo eso no mejorará mucho la vida a no ser que sea resuelto el problema principal de Moscú: el tráfico. Según Gehl, para resolverlo es necesario disminuir el tráfico de vehículos a motor en la ciudad mediante el empleo de la bicicleta, como fue hecho en Copenhague, por ejemplo.
La ciudad natal de Gehl necesitó varias decenas de años para convertirse de una megalópolis llena de automóviles en un oasis donde un 50% del tráfico urbano está formado por ciclistas y la calle principal de la ciudad se denomina Stroget, lo que quiere decir ‘pasear’. Es la zona peatonal más larga en Europa.
París, Londres, Nueva York y Sidney también se orientan hacia modelo de Copenhague. Jan Gehl considera que los inviernos fríos ni las distancias largas pueden impedir a Moscú convertirse en una ciudad de ciclistas.
Crece el número de moscovitas que eligen bicicletas
Vladimir Kúmov, autor del proyecto ‘Let’s bike it!’ que busca estudiar y promover el estilo de vida orientado al uso de bicicletas, opina que para realizar estas ideas que a día de hoy parecen utópicas es necesario que haya demanda pública. “Cuando una masa crítica de las personas desee ir en bicicletas, los funcionarios empezarán a trabajar en esta dirección”, destacó el experto.
A juzgar por las declaraciones de las autoridades de Moscú, han empezado a producirse cambios en este ámbito. Aleksei Mitiáev, asesor del jefe interino del Departamento de Transporte y Desarrollo de Infraestructuras de Moscú, anunció a RIA Novosti los planes de crear aproximadamente 51 kilómetros de carriles exclusivos para la circulación de ciclistas durante el año en curso.
“Además, hay varios proyectos que se encuentran en fase de desarrollo o realización. En particular, se trata de la reconstrucción de las avenidas principales en las que habrá un espacio exclusivo para el paso de ciclistas. Se prevé construir carriles para bicicletas en ocho o diez calles adyacentes a tales avenidas”, dijo Mitiáev.
10.000 pasos diarios
A día de hoy, cuando sólo los más atrevidos circulan en bicicletas por las calles de Moscú y la mayoría de los habitantes de la ciudad no siente deseo de salir de casa, es difícil pronosticar si los moscovitas darán la bienvenida a la propuesta del arquitecto danés de renunciar a los coches. Moscú no es Copenhague.
Para que estas ideas se hagan realidad, cada habitante de Moscú debe cambiar de costumbres y olvidarse de sus intereses personales, esforzarse. El sector de negocios también debe participar en la transformación de Moscú en un oasis, pero en este caso tendría que renunciar a las ganancias seguras por el bien público.
Según Jan Gehl, cada uno debe hacer 10.000 pasos diariamente para mantener un buen estado de salud.
Un largo camino espera a las autoridades de Moscú y los habitantes de esta ciudad si deciden cambiar la situación en serio. Mientras, todavía la mayoría prefiere pasar mucho tiempo en atascos y criticar, ahogándose en el tráfico moscovita.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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