Bajo la convocatoria de
la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) y la Asociación de
Combatientes de la Revolución Cubana en La Habana se inició en esta
capital la quinta edición del taller “Historia de la Revolución Cubana:
1959-2012”, con el propósito de incentivar el estudio y balance del
período más contemporáneo de la historia cubana. El D. Andrés
Zaldívar Di éguez, secretario científico de la UNHIC en la provincia,
inició la labor del día con la precisión de que los talleres tienen el
objetivo de contribuir a fortalecer los estudios, la investigación, el
balance y la promoción de la obra de la Revolución, y desde la mirada de
las ciencias históricas y afines, aportar al balance colectivo y a la
prospectiva político-social. Tal mirada incluye la evaluación crítica de
la propia historiografía cubana del período, para ello el taller se ha
convertido cada año en un estímulo a la presentación de los últimos
resultados de investigación alcanzados por los especialistas del país.
Así mismo afirmó Zaldívar Diéguez que el taller ha invitado al rescate y
reflexión sobre los testimonios inéditos nuestro pueblo y sus
combatientes.
Se refirió Zaldívar Diéguez al programa del taller y como el primer día estaría dedicado a los acontecimientos cincuentenarios que se conmemoran en el 2012, en particular los 50 aniversarios de la reforma universitaria, el inicio del plan de becas del Gobierno Revolucionario y de la Educación Obrera y Campesina, la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y la construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC). En el segundo día de sesiones el taller se dedicará al estudio de la actuación de nuestro pueblo y sus combatientes durante la Crisis de Octubre. Sobre el trascendental acontecimiento también se presentarán conferencias y mesas a cargo de reconocidos especialistas del tema. Felicitó la presencia entre los presentes de protagonistas de los acontecimientos que se van a tratar, investigadores y jóvenes maestros de historia, y los exhortó a lograr el enriquecedor intercambio de saberes a que aspira la presente convocatoria.
El evento comenzó con la presentación de la propuesta historiográfica del Taller a cargo del Dr. Felipe de J. Pérez Cruz, coordinador de este espacio. Precisó el ponente el objetivo historiográfico y docente que persiguen los organizadores, en tanto trabajan para sistematizar el conocimiento histórico del período revolucionario, aún muy poco tratado por los especialistas del país, y que tal avance impacte de manera rápida y directa en el ejercicio docente de nuestras aulas de la enseñanza general y universitaria. Se refirió al importante movimiento historiográfico que ha motivado la conmemoración de la Crisis de Octubre y a los eventos organizados por el Instituto de Historia de Cuba, la Academia de Historia de Cuba y las asociaciones de la UNHIC en varias provincias, lo que ha sido reflejado con particular atención por nuestros medios. Consideró que aún tal cobertura, no logra trascender la necesidad de romper el esquema de la conmemoración, para abrirse a al movimiento multidimensional del pueblo en Revolución, que es -como lo manifiestan los historiadores-, el hecho mayúsculo y definitivo que explica la resistencia y el apoyo al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en aquellos días que el Che Guevara calificara certeramente de luminosos.
Tratar la Crisis de Octubre en toda su compleja profundidad -ratificó Pérez Cruz- es lo que muy bien han hecho los historiadores convocados por las asociaciones e instituciones. La peculiaridad del presente Taller está en que enfoca más que la efeméride, el proceso histórico en su interacción dialéctica. Este es un valor historiográfico a subrayar, que además promueve el interés por su novedad y pertinencia para el trabajo docente. Así se abre el debate por el hecho cultural trascendental de las 50 mil becas que el Gobierno Revolucionario creó en 1962, que tuvo por antecedente los acontecimientos desenajenadores de la Guerra de Liberación, el triunfo de enero de 1959 y la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961. Interesa por tanto dibujar con la mayor exactitud posible, el crecimiento humano del sujeto popular en los primeros años del triunfo de la Revolución, su tránsito ideológico y político-cultural. Para ello el tema de la construcción de la unidad entre todos los patriotas y en tanto la fundación del Partido, constituye un nudo central de análisis que explica no solo el ayer, sino también la evolución posterior del proceso revolucionario, y los retos que hoy enfrentamos.
E n el panel El plan de becas del Gobierno Revolucionario. Visiones de sus protagonistas, Juan Miguel Pantaleón Fundora, un veterano dirigente juvenil, logró reunir a un representativo grupo de sus contemporáneos, junto con el Dr. Israel Montequín Cousin su maestro y directivo de entonces. La sola hoja de vida de los becarios convocados, todos y todas poseedores hoy de grados académicos, y un reconocido prestigio en las diversas ramas de la ciencia y la tecnología en que han desarrollado su vida profesional, resulta esclarecedor del papel histórico que desempeñó aquella decisión de universalizar junto con el acceso a la educación, la equidad y la posibilidad para los hijos e hijas de las más humildes familias cubanas. Recibimos los presentes el fuerte impacto de mujeres y hombres cultos que junto con la profundidad de su reflexión, expresaban el profundo sentimiento de aprecio al hecho definitivamente transformador, de su paso por el plan de becas. Esta comunión de historia y pasiones, se multiplicó con los testimonios y las reflexiones de no pocos protagonistas presentes en el auditorio.
Pedro A. Ross Leal y Rodolfo Puente Ferro, dos reconocidos fundadores del Partido Comunista de Cuba, expusieron sus testimonios sobre el proceso de construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), a partir de las críticas realizadas por Fidel a los métodos de trabajo de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). Conducido por el Dr. Lucilo Batlle Reyes, se realizó un interesante intercambio de los ponentes con varios protagonistas presentes en el taller. Para quienes no vivieron aquel momento, en particular para los jóvenes maestros de historia, el intercambio resultó enriquecedor, pues los libros de texto que tienen a su alcance no se detienen en desbrozar la complejidad de aquellos acontecimientos, y la obra historiográfica sobre el tema ha sido de muy reducida edición. La exposición de Ross Leal y Puente Ferro donde el testimonio fue seguido de maduras sistematizaciones, anuncia –aunque los ponentes no lo hicieron- que ambos ya integran el cada vez más nutrido destacamento de veteranos combatientes que escriben la historia que vivieron.
La MSc. Inocencia del Carmen Rodríguez Rodríguez, Jefa de la Cátedra de Pensamiento de la Escuela Nacional de la UJC “Julio Antonio Mella”, con una importante obra sobre la historia del movimiento juvenil cubano, enfocó la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) hace medio siglo. Inocencia del Carmen explicó como los retos de la UJC fueron enormes, teniendo en cuenta que tenía que comenzar por reconstruirse y organizarse, formar a sus propios militantes y buscar las vías de llegar a todos los jóvenes cubanos para atraerlos a las filas y a las tareas de la Revolución. Afirmó que estos objetivos fueron cumplidos y sobrecumplidos por una organización que logró situarse en la vanguardia de la juventud, para responder con eficacia a las más disímiles tareas de la superación cultural y científico técnica, la defensa del país y el desarrollo de sus fuerzas productivas.
Inocencia del Carmen que ha dedicado su vida profesional a la labor dentro de la UJC, explicó cómo los comienzos fueron difíciles: desorientación, desconfianza, contradicciones internas, exceso de teorías y profesionalismo político, posiciones sectarias y autosuficientes que terminaron por separar la dirección nacional de la base y crearon una crisis de autoridad que debilitó mucho el trabajo, situación que debió superarse con la intervención de la dirección del Partido en 1963. Así mismo demostró con suficientes elementos cómo aquellos problemas nutrieron la experiencia política de la organización juvenil del Partido, que más que desaciertos alcanzó en cincuenta años de ininterrumpida actividad revolucionaria incuestionables resultados. La investigadora se hizo acompañar por fundadores y dirigentes históricos de la UJC, quienes aportaron sus reflexiones al debate, que se generalizó con la activa participación de los historiadores y maestros participantes.
La Dr a. María Julia Peláez Groba, investigadora del Instituto de Historia de Cuba (IHC), como coordinadora de la multimedia: El Partido Comunista de Cuba, ideas, principios y fuerza de la Revolución, junto a las compañeras que integraron ese equipo, cerró la labor del día. La Multimedia como forma novedosa de introducción de resultados, propone un conjunto de materiales sobre la historia de Partido, los discursos e informes del Comandante en Jefe Fidel Castro Cruz, los documentos de los cinco primeros congresos del Partido, una cronología, videos y otras valiosas herramientas desarrolladas en el formato interactivo. Es sin dudas una obra de madurez de la colega Peláez Groba quien además, ha logrado cohesionar en el estudio del tema partidista a varias jóvenes de las últimas promociones universitarias.
Se refirió Zaldívar Diéguez al programa del taller y como el primer día estaría dedicado a los acontecimientos cincuentenarios que se conmemoran en el 2012, en particular los 50 aniversarios de la reforma universitaria, el inicio del plan de becas del Gobierno Revolucionario y de la Educación Obrera y Campesina, la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y la construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC). En el segundo día de sesiones el taller se dedicará al estudio de la actuación de nuestro pueblo y sus combatientes durante la Crisis de Octubre. Sobre el trascendental acontecimiento también se presentarán conferencias y mesas a cargo de reconocidos especialistas del tema. Felicitó la presencia entre los presentes de protagonistas de los acontecimientos que se van a tratar, investigadores y jóvenes maestros de historia, y los exhortó a lograr el enriquecedor intercambio de saberes a que aspira la presente convocatoria.
El evento comenzó con la presentación de la propuesta historiográfica del Taller a cargo del Dr. Felipe de J. Pérez Cruz, coordinador de este espacio. Precisó el ponente el objetivo historiográfico y docente que persiguen los organizadores, en tanto trabajan para sistematizar el conocimiento histórico del período revolucionario, aún muy poco tratado por los especialistas del país, y que tal avance impacte de manera rápida y directa en el ejercicio docente de nuestras aulas de la enseñanza general y universitaria. Se refirió al importante movimiento historiográfico que ha motivado la conmemoración de la Crisis de Octubre y a los eventos organizados por el Instituto de Historia de Cuba, la Academia de Historia de Cuba y las asociaciones de la UNHIC en varias provincias, lo que ha sido reflejado con particular atención por nuestros medios. Consideró que aún tal cobertura, no logra trascender la necesidad de romper el esquema de la conmemoración, para abrirse a al movimiento multidimensional del pueblo en Revolución, que es -como lo manifiestan los historiadores-, el hecho mayúsculo y definitivo que explica la resistencia y el apoyo al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en aquellos días que el Che Guevara calificara certeramente de luminosos.
Tratar la Crisis de Octubre en toda su compleja profundidad -ratificó Pérez Cruz- es lo que muy bien han hecho los historiadores convocados por las asociaciones e instituciones. La peculiaridad del presente Taller está en que enfoca más que la efeméride, el proceso histórico en su interacción dialéctica. Este es un valor historiográfico a subrayar, que además promueve el interés por su novedad y pertinencia para el trabajo docente. Así se abre el debate por el hecho cultural trascendental de las 50 mil becas que el Gobierno Revolucionario creó en 1962, que tuvo por antecedente los acontecimientos desenajenadores de la Guerra de Liberación, el triunfo de enero de 1959 y la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961. Interesa por tanto dibujar con la mayor exactitud posible, el crecimiento humano del sujeto popular en los primeros años del triunfo de la Revolución, su tránsito ideológico y político-cultural. Para ello el tema de la construcción de la unidad entre todos los patriotas y en tanto la fundación del Partido, constituye un nudo central de análisis que explica no solo el ayer, sino también la evolución posterior del proceso revolucionario, y los retos que hoy enfrentamos.
E n el panel El plan de becas del Gobierno Revolucionario. Visiones de sus protagonistas, Juan Miguel Pantaleón Fundora, un veterano dirigente juvenil, logró reunir a un representativo grupo de sus contemporáneos, junto con el Dr. Israel Montequín Cousin su maestro y directivo de entonces. La sola hoja de vida de los becarios convocados, todos y todas poseedores hoy de grados académicos, y un reconocido prestigio en las diversas ramas de la ciencia y la tecnología en que han desarrollado su vida profesional, resulta esclarecedor del papel histórico que desempeñó aquella decisión de universalizar junto con el acceso a la educación, la equidad y la posibilidad para los hijos e hijas de las más humildes familias cubanas. Recibimos los presentes el fuerte impacto de mujeres y hombres cultos que junto con la profundidad de su reflexión, expresaban el profundo sentimiento de aprecio al hecho definitivamente transformador, de su paso por el plan de becas. Esta comunión de historia y pasiones, se multiplicó con los testimonios y las reflexiones de no pocos protagonistas presentes en el auditorio.
Pedro A. Ross Leal y Rodolfo Puente Ferro, dos reconocidos fundadores del Partido Comunista de Cuba, expusieron sus testimonios sobre el proceso de construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), a partir de las críticas realizadas por Fidel a los métodos de trabajo de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). Conducido por el Dr. Lucilo Batlle Reyes, se realizó un interesante intercambio de los ponentes con varios protagonistas presentes en el taller. Para quienes no vivieron aquel momento, en particular para los jóvenes maestros de historia, el intercambio resultó enriquecedor, pues los libros de texto que tienen a su alcance no se detienen en desbrozar la complejidad de aquellos acontecimientos, y la obra historiográfica sobre el tema ha sido de muy reducida edición. La exposición de Ross Leal y Puente Ferro donde el testimonio fue seguido de maduras sistematizaciones, anuncia –aunque los ponentes no lo hicieron- que ambos ya integran el cada vez más nutrido destacamento de veteranos combatientes que escriben la historia que vivieron.
La MSc. Inocencia del Carmen Rodríguez Rodríguez, Jefa de la Cátedra de Pensamiento de la Escuela Nacional de la UJC “Julio Antonio Mella”, con una importante obra sobre la historia del movimiento juvenil cubano, enfocó la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) hace medio siglo. Inocencia del Carmen explicó como los retos de la UJC fueron enormes, teniendo en cuenta que tenía que comenzar por reconstruirse y organizarse, formar a sus propios militantes y buscar las vías de llegar a todos los jóvenes cubanos para atraerlos a las filas y a las tareas de la Revolución. Afirmó que estos objetivos fueron cumplidos y sobrecumplidos por una organización que logró situarse en la vanguardia de la juventud, para responder con eficacia a las más disímiles tareas de la superación cultural y científico técnica, la defensa del país y el desarrollo de sus fuerzas productivas.
Inocencia del Carmen que ha dedicado su vida profesional a la labor dentro de la UJC, explicó cómo los comienzos fueron difíciles: desorientación, desconfianza, contradicciones internas, exceso de teorías y profesionalismo político, posiciones sectarias y autosuficientes que terminaron por separar la dirección nacional de la base y crearon una crisis de autoridad que debilitó mucho el trabajo, situación que debió superarse con la intervención de la dirección del Partido en 1963. Así mismo demostró con suficientes elementos cómo aquellos problemas nutrieron la experiencia política de la organización juvenil del Partido, que más que desaciertos alcanzó en cincuenta años de ininterrumpida actividad revolucionaria incuestionables resultados. La investigadora se hizo acompañar por fundadores y dirigentes históricos de la UJC, quienes aportaron sus reflexiones al debate, que se generalizó con la activa participación de los historiadores y maestros participantes.
La Dr a. María Julia Peláez Groba, investigadora del Instituto de Historia de Cuba (IHC), como coordinadora de la multimedia: El Partido Comunista de Cuba, ideas, principios y fuerza de la Revolución, junto a las compañeras que integraron ese equipo, cerró la labor del día. La Multimedia como forma novedosa de introducción de resultados, propone un conjunto de materiales sobre la historia de Partido, los discursos e informes del Comandante en Jefe Fidel Castro Cruz, los documentos de los cinco primeros congresos del Partido, una cronología, videos y otras valiosas herramientas desarrolladas en el formato interactivo. Es sin dudas una obra de madurez de la colega Peláez Groba quien además, ha logrado cohesionar en el estudio del tema partidista a varias jóvenes de las últimas promociones universitarias.
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