Prensa Latina
Unos 52 policías norirlandeses resultaron heridos y 70 personas fueron arrestadas en Belfast durante las tres jornadas de disturbios iniciados el pasado viernes, informaron hoy las autoridades locales. La ola de disturbios responde a la decisión del ayuntamiento de la ciudad de reducir el número de días en que ondeará la bandera británica, lo que provocó la indignación de los unionistas -partidarios de que la región permanezca como parte del Reino Unido-.
Un comunicado de la Policía de Irlanda del Norte (PSNI) precisó que las últimas manifestaciones de violencia callejera comenzaron el sábado por la tarde, cuando un grupo de protestantes confrontó a las fuerzas del orden en la en la carretera de Newtownards.
Los agentes fueron atacados por una multitud de más de 100 personas, quienes lanzaron cócteles molotov, fuegos artificiales, botes de humo y ladrillos, mientras dirigieron punteros láser a los rostros de los oficiales, apuntó el texto.
Pueden estar seguros de que habrá recursos suficientes en caso de que continúe el desorden, seguiremos haciendo todo lo posible para mantener la ley y el orden y vamos a tratar con firmeza a los brotes de violencia, afirmó el jefe de la PSNI, Matt Baggott.
Mientras tanto, representantes de partidos políticos y líderes religiosos sostienen conversaciones en Belfast para buscar una solución a los acontecimientos de los últimos días.
Sin embargo, Robin Newton, del Partido Democrático Unionista (DUP) dijo hoy a medios británicos que la supuesta falta de implicación por parte de los organizadores de las manifestaciones hace difícil vislumbrar un final para los disturbios.
Por su parte, Michael Copeland, del Partido Unionista del Ulster, se mostró pesimista sobre la posibilidad de alcanzar un resultado positivo, ante la aparente falta de liderazgo de las manifestaciones violentas.
El pasado 3 de diciembre los concejales aprobaron una moción del partido multiconfesional Alianza que permitirá izar la llamada Union Jack solo en ciertos días del año, tal y como ocurre en otros edificios gubernamentales y en el castillo de Stormont, sede de la Asamblea autónoma.
Desde el anuncio de la medida, grupos de protestantes, fundamentalmente jóvenes, llevan a cabo una campaña de manifestaciones que suelen volverse violentas, y como parte de la cual algunos políticos han recibido amenazas de muerte y varios inmuebles y domicilios han sido dañados.
lac/mar
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=984161&Itemid=1
Un comunicado de la Policía de Irlanda del Norte (PSNI) precisó que las últimas manifestaciones de violencia callejera comenzaron el sábado por la tarde, cuando un grupo de protestantes confrontó a las fuerzas del orden en la en la carretera de Newtownards.
Los agentes fueron atacados por una multitud de más de 100 personas, quienes lanzaron cócteles molotov, fuegos artificiales, botes de humo y ladrillos, mientras dirigieron punteros láser a los rostros de los oficiales, apuntó el texto.
Pueden estar seguros de que habrá recursos suficientes en caso de que continúe el desorden, seguiremos haciendo todo lo posible para mantener la ley y el orden y vamos a tratar con firmeza a los brotes de violencia, afirmó el jefe de la PSNI, Matt Baggott.
Mientras tanto, representantes de partidos políticos y líderes religiosos sostienen conversaciones en Belfast para buscar una solución a los acontecimientos de los últimos días.
Sin embargo, Robin Newton, del Partido Democrático Unionista (DUP) dijo hoy a medios británicos que la supuesta falta de implicación por parte de los organizadores de las manifestaciones hace difícil vislumbrar un final para los disturbios.
Por su parte, Michael Copeland, del Partido Unionista del Ulster, se mostró pesimista sobre la posibilidad de alcanzar un resultado positivo, ante la aparente falta de liderazgo de las manifestaciones violentas.
El pasado 3 de diciembre los concejales aprobaron una moción del partido multiconfesional Alianza que permitirá izar la llamada Union Jack solo en ciertos días del año, tal y como ocurre en otros edificios gubernamentales y en el castillo de Stormont, sede de la Asamblea autónoma.
Desde el anuncio de la medida, grupos de protestantes, fundamentalmente jóvenes, llevan a cabo una campaña de manifestaciones que suelen volverse violentas, y como parte de la cual algunos políticos han recibido amenazas de muerte y varios inmuebles y domicilios han sido dañados.
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