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Santo Domingo, 23 de febrero de 2011
Compañeros Y Compañeras
Delegados a la Asamblea Nacional
Frente Nacional de Resistencia Popular
Pueblo Hondureño en Resistencia
A pocas horas de dar inicio al evento más importante en la historia política hondureña, desde la formación de los partidos políticos tradicionales, a todos los miembros del FNRP les llamo a impulsar un movimiento de liberación nacional, basado en principios e ideas revolucionarias, pro socialistas, para construir una nueva sociedad.
Es importante saber que mi presencia física sigue siendo obstaculizada por los planes estratégicos de expansión del imperio, que son los mismos que dictaron mi salida abrupta de la administración del estado, utilizando aquellos traidores de la patria, que en los últimos cincuenta años gobernaron sin decoro, sin ética y sin moral.
Cada día que pasa, si bien es cierto entramos en aguas más turbulentas, debemos tener confianza que la resistencia sigue consolidando la conciencia nacional, que se apoya en la unidad, en el conocimiento, las ideas y la construcción del pensamiento popular; estas son las armas para unir esta asamblea del pueblo que se libera.
Desde su nacimiento, el frente es una organización política, por definición, democrática incluyente y libre, esto se debe reafirmar; evitando la “terrible” posibilidad de que se convierta en esta asamblea en un “nuevo” partido tradicional, y que esta discusión nos orille a actuar exactamente como uno de ellos.
No debemos repetir la misma historia de viejos partidos "emergentes", que asumieron las prácticas viciosas de los partidos tradicionales, y terminaron actuando de peor forma que estos. Lo mismo podría ocurrir si aceptáramos irreflexivamente el planteamiento de buena fe de entrar ya en el ámbito electoral.
No considero extraña esta posición, pues como sociedad, tendemos a reproducir los patrones que sigue la clase dominante; lo complicado del reto es construir un proceso nuevo.
Los procesos electorales en cualquier sociedad latinoamericana son virtualmente ineludibles para los pueblos en vías de liberación; nosotros no somos la excepción, pero eso no debe tomarse como una obligación, sino como una misión más. Está claro que en este momento nuestra participación en elecciones tendría efectos más destructivos que positivos; no existen condiciones, y el control de los golpistas sobre todos los organismos de aplicación de justicia, hacen inviable por ahora esta posibilidad. Sin embargo, la realidad es dinámica, y las coyunturas pueden cambiar y estas nos obligan, a veces, de manera súbita, a tomar decisiones trascendentales. No estar listos no quiere decir que debemos estar inmóviles; al contrario, nos obliga a llevar nuestra lucha a niveles de acción organizada para exigir y presionar hasta que las condiciones sean las que requerimos.
El Frente Nacional de Resistencia Popular como una entidad Política, debe continuar la intensa tarea de organización, formación y movilización en todas las unidades geográficas del país; desde el caserío hasta el nivel nacional; necesitamos aproximadamente 25 mil directivas para estar listos: ningún cambio es posible si el pueblo no está organizado.
Hay que considerar que dentro del frente, existimos hombres y mujeres decididos a luchar con todo y a arriesgarlo todo; no perdamos la oportunidad abriendo desde este momento competencias estériles entre nosotros.
El avance implacable del neoliberalismo en nuestro país, las violaciones a los derechos humanos la mutilación de las conquistas sociales de maestros, obreros campesinos e indígenas; nos demuestran que en esa materia hemos retrocedido muchos años, especialmente con la reaparición de prácticas del crimen político que se remontan a los años ochenta. No podemos seguir esperando que alguien más haga justicia por nosotros; debemos exigir ahora mismo el desmantelamiento de todo el aparato que encubre los grupos paramilitares y el sistema administrador de justicia, no solo por su complicidad en el crimen del golpe de estado, sino por su complaciente actitud frente de los verdugos del pueblo. Esto solo lo lograremos con la acción permanente de presión popular.
A los grupos que actúan como un perro sediento de sangre e insaciable en sus deseos de torturar; así como la impunidad y la indefensión en que nos encontramos debemos denunciarlos en forma cotidiana, a nivel nacional e internacional, no podemos dejar esta inmensa carga a un grupo de defensores de derechos humanos que cada día tienen más trabajo, debido a la impunidad con que actúan los asesinos. Defendernos es una tarea de todos, y desafiar al sistema opresor de justicia es una forma legítima de protegernos.
La misión es fortalecernos y abrir tantos frentes de lucha, por nuestras demandas, como sea posible, no dar tregua; del mismo modo que ellos son implacables, nosotros debemos demostrar que somos invencibles.
La auto convocatoria constituyente es una propuesta que formulamos desde el mes de agosto del 2010, y debemos avanzar en ella hasta elaborar la nueva constitución donde estén todos nuestros derechos soberanos.
Es imperativo demandar que se haga uso trasparente de las figuras de referendo y plebiscito a la mayor brevedad posible; con ello movilizamos el pueblo, lo organizamos y acorralamos al enemigo en su propia trampa.
Queremos una sociedad libre que respete el derecho de propiedad pero que ese derecho particular no esté por encima del derecho colectivo. Queremos que los ciudadanos estén por encima del mercado, y el bienestar común sea el propósito de la sociedad. Honduras no es una propiedad privada, inscrita en el registro mercantil a nombre de unas pocas familias que se creen dueñas del patrimonio nacional.
Los que sienten en esta lucha que esto no corresponde a sus expectativas, deberían considerar seriamente la posibilidad de que están en el lado equivocado.
Compatriotas, tampoco es creyéndonos más revolucionarios que otros que construimos la nueva Honduras; es reconociendo el revolucionario que hay en cada resistente, de las diferentes fuerzas políticas y sociales en resistencia -liberales UD - que integramos el frente.
Exigir la restauración del Estado democrático, el fin de la impunidad por los crímenes de lesa humanidad, y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente amplia, incluyente, justa, soberana y originaria es una misión en la que no podemos retroceder.
Después de casi 2 dos años que fuimos expulsados violentamente de nuestra tierra Igual que cientos de compatriotas, confiamos que esta asamblea sea un acto de esperanza para la refundación de Honduras, y que cumpla su misión de abundar en posiciones de unidad y prácticas democráticas.
Resistimos y venceremos.
José Manuel Zelaya Rosales
Coordinador General
2.MICHAEL MOORE – Queridos estudiantes de secundaria:
¿Qué les parece eso de que cientos de estudiantes de secundaria de Wisconsin hayan abandonando las clases hace cuatro días y hayan ocupando ahora el edificio gubernamental del Capitolio y sus jardines en Madison para pedir que el gobernador detenga sus ataques a los profesores y a otros trabajadores estatales?
Yo tengo que decir que es una de las cosas más extraordinarias que he visto en años. Ahora estamos viviendo uno de los momentos más asombrosos de la historia. Y este momento ha llegado porque todos los jóvenes del mundo han decidido que ya han tenido bastante.
La juventud se ha rebelado – y sólo es cuestión de tiempo. Ustedes, los estudiantes y los jóvenes desde El Cairo, Egipto, hasta Madison, Wisconsin, están levantándose, ocupando las calles, organizando protestas y negándose a dispersarse hasta que sus voces sean escuchadas. ¡Bravo, asombroso! Les han dado un buen susto a los poderosos, a los adultos que estaban convencidos de que habían hecho un buen trabajo tratando de estupidizarlos y de distraerlos con tonterías inútiles hasta hacerlos sentir sin fuerzas, como otra pieza más del mecanismo, como un ladrillo más de una pared. Ustedes fueron alimentados con propaganda sobre “cómo funciona el sistema” y muchas otras mentiras sobre como se hace la historia, de modo que estoy sorprendido de que hayan podido liberarse de todo eso y de haber sido capaces de ver la verdad tal cual es.
Todo se hallaba programado con la esperanza de que ustedes mantendrían la boca cerrada, siguiendo la fila y obedeciendo órdenes. Y no se la jueguen, porque, si lo hacen, ¡podrían terminar sin tener un buen trabajo! Ustedes pueden terminar como algo accidental y nada más. Se les ha dicho que la política no es “cool” y que una persona no cambia nada. Y por una hermosa y desconocida razón, se negaron a escuchar. Puede ser porque han visto que nosotros, los adultos, les estamos dejando un mundo cada vez más vacío y miserable, con los polos deshelándose, los trabajos mal pagados, las incesantes máquinas bélicas y este plan para endeudarlos a los 18 años con la estafa que se conoce por el nombre de crédito estudiantil. Y lo que es más, ustedes han escuchado a los adultos decirles que no pueden casarse legalmente con la persona que aman, de que no son dueñas de su útero y que si un muchacho negro llega a la Casa Blanca es porque seguramente habrá entrado ilegalmente desde Kenia.
Ahora, por lo que he visto, la mayoría de ustedes han rechazado toda esa porquería. No se olviden nunca de que han sido ustedes, los jóvenes, los que llevaron a Obama a la presidencia. Primero armaron un ejército de voluntarios para lograr su nominación. Luego en Noviembre de 2008 concurrieron en cantidades record a las elecciones. ¿Saben ustedes que el único grupo de edad en el que Obama ganó el voto blanco fue el de los jóvenes de entre 18 y 29 años? La mayoría de los blancos mayores de 29 años votó por Mac Cain y, sin embargo ¡ganó Obama! ¿Cómo pudo ser? Con los votantes jóvenes de todas las razas, un record de concurrencia que superó a la gran cantidad de adultos blancos temerosos de ver en el salón Oval a alguien cuyo segundo nombre es Hussein. ¡Gracias jóvenes votantes por haber logrado que sucediera! Los jóvenes en otro lugar del mundo, más especialmente en Medio Oriente tomaron las calles y derrocaron a sus dictatoriales gobiernos sin disparar un tiro. Su coraje ha inspirado a otros a adoptar esa actitud.
Este es un gran momento, un brote de empuje juvenil que no se puede, y que no podrán, detener. Aunque yo haya dejado ya hace mucho tiempo vuestro grupo de edad, estoy tan conmocionado por los recientes sucesos que quiero poner mi granito de arena y tenderles una mano. He decidido dedicar una parte de mi página web a los estudiantes de secundaria, de manera que ellos –ustedes – tengan la oportunidad de poder dirigirles la palabra a millones de personas. Durante mucho tiempo me pregunté ¿porqué no escuchábamos las voces de los adolescentes en nuestros medios más importante? ¿Porqué vuestra voz vale menos que la de los adultos? En todas las escuelas secundarias de los EE.UU., los estudiantes tienen grandes ideas para mejorar las cosas o para cuestionar por qué las cosas van como van, pensamientos y opiniones que son ignorados o silenciados. ¿Cuán a menudo las inquietudes del conjunto de los estudiantes son ignoradas?
¿Cuántos estudiantes, hoy en día, tratan de hablar, o de defender algo importante o simplemente modificar algo incorrecto y son rápidamente silenciados por las autoridades o hasta por sus propios compañeros? He visto durante años a estudiantes que querían participar en procesos democráticos y se les ha dicho que la escuela secundaria no es una democracia y que no tienen derechos (hasta el Tribunal Supremo ha dicho que los estudiantes no pierden sus derechos “al cruzar el umbral del colegio”). Siempre me ha pasmado escuchar como los adultos sermoneamos a los jóvenes acerca de la gran “democracia” que tenemos pero que, cuando los estudiantes tratan de participar, se les recuerda que todavía no son ciudadanos plenos y que deben comportarse como simples criados. ¿Hay que asombrarse, entonces, cuando algunos, llegados adultos, no se sienten partícipes de nuestro sistema político porque se les lleva enseñando durante sus últimos doce años de vida que, por ejemplo, no tienen nada que decir sobre las decisiones que los afectan? Nos encanta decir que contamos con una “prensa independiente”, pero ahora ¿que tan libres son los periódicos escolares? ¿Qué tan libres son de escribir o de bloguear sobre lo que quieren? He escuchado historias de adolescentes que no pueden publicar en la escuela. ¿Por qué no? ¿Por qué debemos silenciar o quitar de la vista la voz de los adolescentes? Esto no sucede en otros países.
La edad de voto en Austria, Brasil o Nicaragua son los 16 años. En Francia, los estudiantes pueden parar el país saliendo simplemente de los colegios y ocupando las calles. Pero aquí, en los EE.UU., te dicen que obedezcas y que dejes a los adultos seguir conduciendo el show. ¡Vamos a cambiar esto! Estoy iniciando en mi página web algo llamado “Periódico de secundaria”. Aquí ustedes podrán escribir lo que quieran y yo lo publicaré. También lo haré con aquellos artículos que quisieron publicar en sus escuelas y no se lo permitieron. En mi sitio ustedes tendrán libertad y un foro abierto y la oportunidad de que vuestra voz llegue a millones. He pedido a mi nieta de 17 años, Molly, que se haga cargo de editar esta página durante los seis primeros meses.
Ella les pedirá que le manden sus historias e ideas y las mejores serán publicadas en MichaelMoore.com. Les brindaré la plataforma que merecen. Tendré el honor de tenerlos en mi página y los aliento a que lo aprovechen. A menudo les llaman “nuestro futuro”. Ese futuro es hoy, aquí y ahora. Han demostrado que pueden cambiar el mundo. Háganlo. Y me sentiré honrado de ayudarlos. Vuestro Michael Moore MMFlint@aol.com MichaelMoore.com P.D. ¿Cuando pueden empezar? ¡Ya mismo! Vayan a la página y regístrense (pueden usar un seudónimo si quieren y no tienen que mencionar su colegio). Eso es todo. Ya podrán comenzar enviando blogs, música, videos y más. P.P.D. Si estas leyendo esto y no eres estudiante de secundaria, tómate un minuto y remítelo a los estudiantes de secundaria que conozcas.
Tomado de Contrainjerencia
Michael Moore, solidario de las protestas de Wisconsin, llama a la rebelión a los estudiantes
http://malcolmallison.lamula.pe/2011/02/23/3786/
Traducido por Mercedes Camps, editado por Gabriela Díaz Cortez y Democracy Now! en español. |
Cerca de ochenta mil personas marcharon el sábado al Capitolio del estado de Wisconsin en Madison, como parte de una creciente protesta contra el intento del flamante gobernador republicano Scott Walker, no solo de acosar a los sindicatos de los empleados públicos, sino de desarticularlos. El levantamiento popular de Madison sucede inmediatamente después de los de Medio Oriente. Un estudiante universitario veterano de la guerra de Irak, llevaba un cartel que decía “Fui a Irak y ¿volví a mi casa en Egipto?” Otro decía, “Walker: el Mubarak del Medio Oeste”. Del mismo modo, en Madison circuló una foto de un joven en una manifestación en El Cairo con un cartel que decía “Egipto apoya a los trabajadores de Wisconsin: el mismo mundo, el mismo dolor”. Mientras tanto, en un intento de derrocar al eterno dictador Muammar Gadafi, los libios siguen desafiando la violenta ofensiva del gobierno, al tiempo que más de 10.000 personas marcharon el martes en Columbus, Ohio, para oponerse al intento del gobernador republicano John Kasich de dar un golpe de Estado legislativo contra los sindicatos.
Hace apenas unas semanas, la solidaridad entre jóvenes egipcios y policías de Wisconsin, o entre trabajadores libios y empleados públicos de Ohio, habría parecido increíble.
El levantamiento de Túnez fue provocado por el suicidio de un joven llamado Mohamed Bouazizi, egresado universitario de 26 años, que no podía encontrar trabajo en su profesión. Mientras vendía frutas y verduras en el mercado, en repetidas oportunidades fue víctima de maltrato por parte de las autoridades tunecinas que en un momento le terminaron confiscando la carretilla. Completamente frustrado se prendió fuego, chispa que encendió las protestas que se convirtieron en una ola revolucionaria en Medio Oriente y el Norte de África. Durante décadas, la gente de la región ha vivido bajo dictaduras –muchas de las cuales reciben ayuda militar de Estados Unidos-, ha sufrido violaciones de los derechos humanos, además de tener bajos ingresos, altas tasas de desempleo y prácticamente ninguna libertad de expresión. Todo esto mientras las élites amasaban fortunas.
En los conflictos que vemos hoy en Wisconsin y Ohio hay un trasfondo semejante. La “Gran Recesión” de 2008, según el economista Dean Baker, ingresó en su trigésimo séptimo mes sin señales de mejoría. En un documento reciente, Baker dice que debido a la crisis financiera “muchos políticos argumentan que es necesario reducir drásticamente las generosas jubilaciones del sector público, y a ser posible, no cumplir con las obligaciones de jubilaciones ya asumidas. Gran parte del déficit en el sistema de jubilaciones se debe a la caída de la bolsa de valores en los años 2007-2009”.
En otras palabras, los mercachifles de Wall Street que vendían las complejas acciones respaldadas por hipotecas que provocaron el colapso financiero, son quienes causaron el déficit en las pensiones. El periodista ganador del premio Pulitzer David Cay Johnston dijo recientemente: “El empleado estatal promedio de Wisconsin gana 24.500 dólares al año. No se trata de una gran jubilación; el 15 por ciento del dinero destinado a esta jubilación anualmente es lo que se paga a Wall Street por administrarlo. Es realmente un porcentaje demasiado alto para pagar a Wall Street por administrar el dinero”.
Entonces, mientras la banca de inversión recorta un enorme porcentaje de los fondos de jubilaciones, se sataniza a los trabajadores y se les pide que hagan sacrificios. Los que provocaron el problema, en cambio, luego obtuvieron rescates generosos, ahora reciben altísimos salarios y bonificaciones y nadie les pide responsabilidades. Si rastreamos el origen del dinero, resulta que la campaña de Walker fue financiada por los tristemente célebres hermanos Koch, grandes patrocinadores de las organizaciones que forman el movimiento conservador Tea Party. Además donaron un millón de dólares a la Asociación de Gobernadores Republicanos, que otorgó un apoyo significativo a la campaña de Walker. Entonces, ¿acaso resulta sorprendente que Walker apoye a las empresas al otorgarles exenciones impositivas y que haya lanzando una gran campaña contra los empleados del sector público sindicados?
Uno de los sindicatos que Walter y Kasich en Ohio tienen en la mira es la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, de Condados y Municipales (AFSCME, por sus siglas en inglés). El sindicato se fundó en 1932, en medio de la Gran Depresión, en Madison. Tiene 1,6 millones de afiliados, entre los que hay enfermeros, personal penitenciario, personal de guarderías, técnicos de emergencias médicas y trabajadores de la salud. Vale la pena recordar, en este Mes de la Historia Negra, que la lucha de los trabajadores de la salud del local Nº 1733 de AFSCME hizo que Martin Luther King Jr. fuera a Memphis, Tennessee, en abril de 1968. Como me dijo el Reverendo Jesse Jackson cuando marchaba junto a los estudiantes y sus profesores sindicados en Madison el martes pasado: “El último acto del Dr. King sobre la tierra, su viaje a Memphis, Tennessee, fue por el derecho de los trabajadores a negociar convenios colectivos de trabajo y el derecho al descuento de la cuota sindical de su salario. No es posible beneficiar a los ricos, mientras se deja a los pobres sin nada”.
Los trabajadores de Egipto, formando una coalición extraordinaria con los jóvenes, tuvieron un papel decisivo en el derrocamiento del régimen de ese país. En las calles de Madison, bajo la cúpula del Capitolio, se está produciendo otra muestra de solidaridad. Los trabajadores de Wisconsin hicieron concesiones en sus salarios y jubilaciones, pero no renunciarán al derecho a negociar convenios colectivos de trabajo. En este momento sería inteligente que Walker negociara. No es una buena época para los tiranos.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Traducido por S. Seguí |
El reciente fallecimiento de uno de los sociólogos estadounidenses más destacados, el profesor de Harvard Daniel Bell, y los grandes elogios expresados en las necrológicas que le han dedicado ponen de relieve la importancia de la utilidad ideológica por encima del rigor científico. Ejemplo típico de los medios de comunicación de masas y sus hagiografías es la necrológica que publicó el Financial Times (1), en la que afirmaba que "pocos hombres tienen el don de mirar hacia el futuro, pero Daniel Bell (...) era uno de ellos (...) con una precisión asombrosa". Más adelante, el mismo artículo laudatorio anunciaba que "pocos pensadores de la segunda mitad del siglo XX lograron captar los cambios sociales y culturales de la época con tanta amplitud y tanto detalle como Bell." Sin duda hay algunas razones importantes para que Bell reciba tan efusivas alabanzas, pero ciertamente ninguna de ellas es su comprensión de los cambios políticos, económicos e ideológicos que tuvieron lugar en Estados Unidos durante su vida intelectual.
El examen y el análisis de sus principales escritos revelan una “asombrosa” tendencia al error de base en sus análisis de la evolución ideológica y los rasgos fundamentales de la economía de EE.UU., su estructura de clases y su propensión a la guerra permanente y la profundización de la crisis económica.
Uno de los primeros y más influyentes libros de Bell, The End of Ideology (1960) (2), afirmaba que EE.UU. estaba entrando en un período en el que la ideología estaba desapareciendo como fuerza motriz de la acción política. Según su análisis, el pragmatismo, el consenso y el declive del conflicto social y de clases caracterizarían el futuro de la política estadounidense. The End of Ideology se publicó en una década en que la sociedad norteamericana se vio desgarrada por los movimientos antibelicistas y antiimperialistas, contempló la salida anticipada de un presidente de EE.UU. (Johnson) y tuvo a decenas de miles de sus soldados paralizados e inmovilizados en Indochina, lo que condujo a una movilización popular masiva en el país y erosionó cualquier idea de consenso político. Durante esta misma década, en cientos de ciudades del país estallaron importantes levantamientos urbanos y movimientos sociales afroamericanos, que produjeron en muchos casos enfrentamientos violentos y una fuerte represión por la Guardia Nacional y la policía, lejos de la construcción de cualquier tipo de "consenso". Las ideologías florecieron, entre otras el Black Power, el marxismo en muchas de sus formas, las diversas variantes de democracia participativa de la Nueva Izquierda, el feminismo y el ecologismo. En lugar de reflexionar sobre estas realidades de la década y replantearse sus equivocadas profecías, Bell, refugiado en las universidades de Columbia y más tarde (1969) Harvard, simplemente se burló de los protagonistas de las nuevas ideologías y los nuevos movimientos sociales. El renacimiento de la ideología como guía o justificación de la acción política no se limitó en absoluto a la izquierda y los movimientos ambientalistas: la estridente derecha de Ronald Reagan, con su ideológica neoliberal y neoconservadora, surgió hasta llegar a dominar la política en la década de 1980, redefiniendo el papel del Estado, protagonizando un asalto a gran escala sobre el estado del bienestar y la regulación empresarial, y justificando un resurgimiento masivo del militarismo.
Nunca un científico social ha interpretado tan erróneamente su momento histórico, ni ha hecho predicciones tan miopes que hayan sido refutadas en un plazo tan breve. Esta colosal desconexión con la realidad no impidió a Bell publicar un nuevo título con nuevas profecías: The Coming of Post Industrial Society (3). En él, Bell sostuvo que la lucha de clases y la actividad industrial estaban siendo reemplazadas por una nueva economía de servicios basada en los sistemas de información y en nuevos principios innovadores, nuevos modos de organización social y una nueva clase social. Llegó a argumentar que la lucha de clases estaba siendo reemplazada por una meritocracia basada en la educación y por políticas basadas en el interés individual.
Un vistazo siquiera superficial a la época nos revela que fue un momento de intensificación de la lucha de clases –esta vez desde arriba en vez de desde abajo– que supuso un violento y exitoso ataque de carácter político de los gobiernos de Reagan y las grandes corporaciones contra los derechos de los trabajadores, con despidos masivos y encarcelamiento de los controladores aéreos en huelga, además del inicio de una campaña nacional para hacer retroceder los salarios y la protección del empleo en las industrias del automóvil, el acero y otras industrias claves.
En segundo lugar, el relativo declive de la manufactura industrial y el surgimiento de la industria de servicios no se tradujo en el crecimiento de empleos de cuello blanco mejor pagados para los hijos de los obreros industriales desplazados: la gran mayoría de los nuevos trabajadores de servicios estaban mal pagados (con ingresos 60% inferiores a los de los trabajadores industriales sindicalizados) y encuadrados en trabajos manuales de baja categoría.
Lo que Bell calificó de sociedad postindustrial del conocimiento fue, de hecho, el predominio cada vez mayor del capitalismo financiero, que pudo definir cada vez más la utilización y las funciones principales de los sistemas de información: el desarrollo de nuevos softwares diseñados para los instrumentos financieros especulativos. En lugar del mérito como base de la movilidad social, especialmente en la franja social superior, es la conexión con los grandes bancos de inversión lo que ha venido sirviendo como principal vehículo hacia el éxito. Esta relación ha socavado la economía industrial y el empleo estable del país.
Las contribuciones conceptuales de Bell reflejan una asombrosa habilidad para acuñar eufemismos destinados a oscurecer el predominio de una clase financiera parasitaria y el etiquetado como meritocracia de sus abusivas prácticas.
Es difícil de creer que Bell, que fue redactor encargado de la sección de empleo de Fortune, la gran publicación de los negocios, no estuviera al tanto del desplazamiento masivo de capitales de la industria a las actividades financieras. Pero lo que hizo fue perfeccionar sus habilidades como publicista para acuñar frases simples y conceptos pegadizos, útiles para formar parte de la narrativa de unos medios de comunicación ansiosos por desviar el debate público de las características profundamente negativas de la embestida capitalista sobre la clase obrera a partir de 1980.
El último gran libro de Bell, The Cultural Contradictions of Capitalism (4) ha sido a la vez la celebración del capitalismo como gran historia de éxito, que sin embargo lleva en su seno, según nos advirtió, la semilla de su propia destrucción desde el momento en que el valor puritano del trabajo bien hecho había sido erosionado y sustituido por la gratificación instantánea, el consumismo y la contracultura, todo lo cual conduce inevitablemente a la crisis moral.
Una vez más, Bell desvía la atención de las contradicciones estructurales más evidentes, para centrarse en patrones de comportamiento marginales, en sí mismos subproductos de un poder global e imperial creciente. Las más flagrantes contradicciones que Bell ignoró son, por una parte, la que se produce entre la tradición republicana estadounidense, en vías de desaparición, y el impulso dominante hacia la construcción del imperio; y por otra, la contradicción entre el declive de la economía del país y el crecimiento del militarismo de ámbito mundial. La retórica postindustrial de Bell no tuvo en cuenta que la pérdida de empleo en la industria estadounidense no se debió a la conversión de las empresas en una supuesta economía de la información, sino más bien a su reubicación en el extranjero, (Asia, Caribe y México), bien mediante subcontratación, bien mediante inversión extranjera. En otras palabras, Bell atribuye el descenso de la economía interna estadounidense a la moralidad de la clase media y los consumidores de bajos ingresos del país, en lugar de presentar un análisis objetivo de las características estructurales y el comportamiento del capital globalizado en su servicio a un imperio en expansión.
De un modo aún más perverso, este "pensador excepcional y paradigma de nuestro tiempo", fue incapaz de captar la esencial profundización de las contradicciones de clase de nuestra época. Algunos estudios estadísticos comparativos han demostrado que EE.UU. tiene ahora las peores desigualdades de cualquier país capitalista y el peor sistema de salud de los cincuenta principales países industrializados. Por otra parte, al igual que muchos de los intelectuales ricos de Nueva York, con sus salarios de seis cifras, Bell no registró el hecho ineludible de que las desigualdades en Manhattan eran tan acusadas o más que las de Guatemala, Calcuta o Sao Paulo: menos del 1% de los residentes controlan el 40% de la riqueza de Nueva York.
Así son las contradicciones “culturales" de Bell: el contraste entre las declaraciones de nuestro insigne académico y la realidad existente en los márgenes del vergel académico.
Como intelectual, la contribución de Bell, fue por consiguiente mediocre, en el mejor de los casos, y carente de una perspectiva interesante, sobre todo en sus pretensiones proféticas. La notoriedad de Bell y su reputación, sobre todo en los medios de comunicación y revistas de prestigio académico, se debió a su capacidad inagotable para poner de moda eufemismos pegadizos diseñados para desviar la atención de los devastadores efectos socioeconómicos del capitalismo de finales del siglo XX. Bell proporcionó útiles conceptos a los publicistas y escribas de los negocios y las finanzas para que pudieran embellecer sus narrativas. Su gran reputación entre muchos académicos de escritor deseoso de abordar los grandes temas de nuestro tiempo para debatir y polemizar con los críticos situados a la izquierda, es una virtud menor dada su mediocridad básica y su mendaz defensa de lo indefendible.
- 2/12-13/1, p. 5
- El fin de las ideologías, Tecnos 1964
- El advenimiento de la sociedad postindustrial, Alianza Editorial 2006
- Las contradicciones culturales del capitalismo, Alianza Editorial 2010
Convocan a reunión de emergencia de la OTAN sobre Libia
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha convocado para este viernes por la tarde una reunión de urgencia de la Alianza Atlántica. El único asunto sobre la mesa será la situación en Libia. En declaraciones desde Budapest, Rasmussen ha asegurado que antes de ese encuentro se reunirá con los ministros de Defensa de la UE y abordará con ellos “la manera que tenemos de ayudar a aquellos con necesidades y para limitar las consecuencias de los acontecimientos”.El máximo responsable de la OTAN ha dicho que la prioridad en estos momentos es la evacuación y la asistencia humanitaria a la población libia. Ayer descartó que la Alianza tuviera “planes de intervención” en el país árabe. “Es un poco prematuro hablar de los detalles, pero la OTAN puede actuar como coordinador de las iniciativas que cada estado miembro quiera llevar a cabo”.
La ministra española de Defensa, Carme Chacón, dijo a la prensa que pedirá hoy a la OTAN el despliegue de aviones de vigilancia AWACS de alerta temprana y la concentración de buques para intensificar la vigilancia en aguas del Mediterráneo central, frente a la costa Libia.
Fuentes del Ministerio de Defensa informaron hoy a EFE de que Chacón hará esta petición a través del embajador permanente de España ante la Alianza Atlántica, Carlos Miranda, en la reunión extraordinaria convocada para esta tarde por la OTAN.
Esta petición, en línea con lo demandado por otros países, tiene como objetivo intensificar la vigilancia sobre Libia.
Asimismo, la medida pretende que haya una preparación previa ante la eventualidad de evacuar a ciudadanos de los países miembros de la OTAN que necesiten salir de Libia.
Este es un grupo de correos de amigos de la Organizacion Politica Los Necios. Creemos en el debate, en el ejercicio de opinar y difundir pensamiento revolucionario, sentimiento humano. Tambien para hacer acopio de ideas, observaciones, criticas y pensamientos que contribuyan con la construccion de una nueva sociedad hondureña y centro americana, que a la vez nuestra luz crezca y se comparta con el mundo.
¡Venceremos!
¡Necedad!
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