—La humanidad en su intento de conseguir el volumen necesario de los hidrocarburos se fija en el espacio acuático. La plataforma continental y el fondo del océano Mundial son las futuras regiones de extracción de petróleo y gas. Y la salida de Rusia a la plataforma continental es asunto de un futuro inmediato, simplemente no tenemos otra opción. Porque Siberia Occidental que tanto petróleo y gas nos ha suministrado, está atravesando la reducción de los volúmenes de extracción.
La plataforma continental rusa ofrece, además de unos yacimientos de enorme potencial, unas dificultades colosales de su exploración. Condiciones climáticas extremas, difícil acceso y falta de experiencias son algunas de ellas. No en vano las empresas rusas Gazprom y Rosneft que tienen licencia para trabajar en la plataforma continental están buscando a socios extranjeros que les aporten su experiencia y tecnologías.
Borís Tumanián, catedrático de la Universidad Gubkin de petróleo y gas, opina que la explotación de la plataforma continental es un proyecto muy prometedor, subrayando, no obstante, que podría realizarse únicamente en un futuro lejano:
—La extracción de hidrocarburos en la plataforma continental es un proceso muy costoso y complicado. Deriva de él, además, una serie de complejos compromisos con el medio ambiente: deben tomarse medidas de protección y de seguridad industrial. Diría que a día de hoy hay más exigencias que posibilidades. Creo que una intensa explotación comercial solo sería posible dentro de algunas décadas, no antes.
Mientras tanto, subraya el experto, no se debería bajar los ritmos de la exploración del fondo marino, para no darle la ventaja a la competencia y seguir a los avances de las empresas extranjeras. Es una tarea de importancia estratégica. Sin embargo, el sector de la energía se enfrenta hoy a problemas más graves que precisan de solución inmediata:
—Nuestro objetivo es usar correctamente lo que nos ofrece la tierra, tenemos muchos yacimientos, sobre todo, de gas, y habría que aprovecharlos al máximo. Grandes volúmenes de gas simplemente se queman o se reciclan. Siberia Oriental es un enorme espacio para la prospección de nuevos yacimientos. Éste es el campo en el que nos tenemos que centrar, por ser una tarea más fácil, más simple y más inmediata.
Las experiencias demuestran que todos los intentos de explotar los yacimientos del fondo del mar se topaban con dificultades. Las empresas brasileñas aprendieron a perforar unos pozos extremadamente profundos, las noruegas construyeron en el mar de Bárents una isla artificial, para poder procesar el petróleo. No hay nada que hacer, el mundo está entrando en la época de los hidrocarburos caros, hace recordar Konstantín Símonov. Pero el desarrollo del sector de la energía daría un impulso a una serie de sectores afines, añade:
Lo más importante ahora es el problema del transporte. Si nos planteamos restaurar la ruta marítima del Norte, habría que recuperar la flota de rompehielos, y diseñar una nueva clase de metaneros. No descarto que haya que fusionar ambos buques. Desde este punto de vista existen unas condiciones inmejorables para la creatividad e innovaciones. De modo que el sector de gas y petróleo planteará objetos para otras esferas.
Las autoridades rusas en más de una ocasión han calificado el sector de energía como el principal consumidor de las innovaciones. Podría convertirse también en la locomotora de la economía rusa.
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