Para el centenario de la primera escenificación del ballet de Stravinski La Consagración de la Primavera en el principal escenario del país se celebrará un festival bajo el apígrafe “El siglo de la Consagración de la Primavera, siglo del modernismo”. Los espectadores verán todas las versiones del ballet de Stravinski, desde la primera, obra de Vaclav Nejinski creada a principios del siglo XX para las Temporadas Rusas en París hasta la presente, preparada especialmente para el festival.
La historia del ballet La Consagración de la Primavera comenzó con un subido escándalo. Cuando el 29 de mayo de 1913 en el teatro en los Campos Elíseos, donde se exhibían los espectáculos de las Temporadas Rusas en París el bailarín y coreógrafo Vaclav Nijinski presentó por primera vez La Consagración, el público, agitado, gritaba y lanzaba sillas. Con la circunstancia de que unos lo hacían de indignación y otros de admiración. El empresario Serguéi Diáguilev sonreía: estaba seguro que vendría el tiempo de La Consagración. Y tuvo razón. Hoy este ballet es una joya del “fondo de oro” de la coreografía mundial.
Más de medio siglo cuenta la puesta de La Consagración de la Primavera realizada por Maurice Bejart. La compañía del gran coreógrafo que trabaja en Lausana, Suiza, conserva con cuidado esta obra desde 1959. Los moscovitas lo verán, igual que el espectáculo creado en 1975 por la insigne maestra alemana del ballet moderno Pina Bausch en 1975.
La versión más reciente de La Consagración es obra del Teatro Bolshói. El estreno mundial lo debía montar el conocido coreógrafo británico Wayne McGregor, invitado por el director artístico de la compañía de ballet Serguéi Filin. Pero después del acto de agresión con ácido contra Filin, el inglés se negó a venir a Moscú. En estas circunstancias extremas, acudió en auxilio del Bolshói una “dama de provincia”, la conocida coreógrafa Tatiana Bagánova. En la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales, ella dirige el teatro de coreografía moderna “Danzas provinciales”. El estreno de La Consagración de la Primavera en Moscú fue preparado por ella en un plazo récord: un més y medio. “Esto coincide con el “nervio” de la propia obra”, asevera Tatiana Bagánova. 
¡La música es tan vigorosa, el ofrecimiento tan imprevisible y la situación tan dura! Hemos decidido no cambiar la historia tal y como fue escrita por Stravinski. Es decir, será una acción ritual, asociada con el resurgimiento, con el advenimiento de lo nuevo. Empero, para que todo salga bien, hay que hacer un super-esfuerzo. 
Los historiadores del ballet dicen que La Consagración de la Primavera es el espectáculo que trazó la linde simbólica entre las coreografías de los siglos XIX y XX. El público moscovita verá asimismo las vías que siguió el desarrollo del ballet. Cada una de las compañías de ballet que participan en el “desfile”, además de La Consagración, exhibe un espectáculo más, creado por maestros modernos. 
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