Las autoridades indias renunciaron a la compra de los helicópteros VIP de fabricación italiana y pueden optar por los rusos.
El escándalo con la adquisición para la Fuerza Aérea india de doce aparatos Agusta Westland puede traer a Rusia beneficios inesperados. En vez de convocar un nuevo concurso público de hasta siete años de duración los militares indios planean adquirir los helicópteros Mi-17B-5.
Particularidades del mercado nacional
No es la primera vez que casos de corrupción sacuden el mercado de armamentos. Los escándalos que han ocurrido por todo el mundo varían en intensidad, llegando a convertirse algunos en epopeyas que duran años, como por ejemplo, el famoso caso del acuerdo entre el Reino Unido y Arabia Saudí, Al Yamamah, donde los sobornos ascendieron a miles de millones de dólares. Ningún fabricante de armas importante desdeña estos métodos ni tampoco pierde la oportunidad de “pillar” a la competencia en alguna transacción poco transparente. Las actividades de los organismos públicos de los países compradores encargados de luchar contra la corrupción aportan todavía más animación al sector.
El principal problema a raíz del escándalo indio-italiano puede ser la larga duración de los concursos públicos indios. Incluso contratos por montos no demasiado altos puede durar entre seis y siete años, mientras que transacciones importantes a veces tienen un historial de más de diez años. La posible rescisión del contrato con los fabricantes italianos dejaría a las autoridades indias sin parque de helicópteros de alta gama.
Dadas las condiciones, la compra del modificado modelo Mi-171 sin previo concurso público ayudaría a Nueva Delhi a solucionar rápidamente el problema. La India ya firmó con Moscú un contrato para el suministro de los helicópteros en cuestión y una parte del encargo podría ser adaptado a las necesidades especiales, elevando en doce unidades el volumen de la compra.
La adaptación supone costos elevados, porque implica la instalación de diferentes medios de comunicación, sistemas de protección y decorado interior. Así, el monto del contrato para los doce Agusta Westland de categoría VIP superaron los quinientos cincuenta millones de euros, mientras que un modelo básico costaba cerca de veinte millones de euros. Los aparatos rusos serán más baratos, pero difícilmente costarán menos de treinta millones de euros la unidad.
Aparatos de esta clase suelen tener salones separados para altos cargos y para los acompañantes y estar dotados de los medios de comunicación más avanzados, incluido el equipo de la telefonía por satélite, sistemas del vídeo conferencia, etc., además de caracterizarse por un nivel más bajo de ruido y de vibración.
La empresa Helicópteros de Rusia tiene bastantes clientes y las ventas siguen creciendo. Al mismo tiempo, para los próximos diez años está planeada la renovación de la nomenclatura de productos, porque los Mi-8/Mi-17, desarrollados hace cincuenta años, a pesar de todas sus ventajas, han quedado ya bastante obsoletos. El lanzamiento de los modelos Mi-38 y en un futuro del Mi-46 y de un modelo de tamaño medio que se está desarrollando en el marco del  programa RACHEL, para sustituir el Mi-8/Mi-17 garantizaría al fabricante éxito comercial a lo largo de décadas.
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