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Presidente Chávez pide estar vigilantes para detener planes golpistas Insurrección de 2002 intentó frenar la vanguardia contra la hegemonía unipolar Decisión de ir a Fuerte Tiuna marcó el ocaso del golpe de 2002

El presidente Hugo Chávez Frías exhortó al pueblo venezolano y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a estar alertas y unidos para detener nuevos planes golpistas que pretenden frenar el desarrollo integral de Venezuela y la independencia nacional. El Jefe de Estado reiteró desde el Palacio de Miraflores que no hay que descuidarse ni un instante para poder garantizar la paz, pues la batalla no es solamente contra los apátridas sino contra el imperio y toda su capacidad de maniobra. Al respecto, el periodista y ex vicepresidente ejecutivo, José Vicente Rangel, dijo: “La recomendación es estar alerta. Hemos triunfado y vamos a seguir triunfando pero hay que estar alerta. Los planos en que se mueve la política hay que visualizarlos perfectamente (…). El plan no ha terminado. La victoria sigue de nuestro lado, pero hay que estar mosca”. El Mandatario nacional indicó que es el momento de fortalecer la unidad, para que la Revolución Bolivariana continúe el camino hacia la consolidación de la patria libre y soberana y poder salvar a la humanidad del fascismo. La conducta fascista está representada en la burguesía y en las elites que han manifestado su desesperación rumbo a las elecciones presidenciales de octubre, dijo durante un conversatorio realizado en el Palacio de Miraflores tras la llegada del Presidente de La Habana, Cuba, donde cumple un tratamiento médico. Les recordó a quienes pretenden ejecutar sus planes mediáticos, violentos o fraudulentos que “esta no es una Revolución desarmada, y por más fuerza que ellos juntaron, por más fuerza que ellos junten hoy, las fuerzas bolivarianas, revolucionarias y patrióticas están elevadas a la enésima potencia, si las comparamos con la situación que vivimos hace diez años”. Origen del golpe de 2002 El golpe de Estado de hace una década es el resultado de los intentos fallidos de la burguesía apátrida y del sistema imperial para tratar de frenar el surgimiento de Venezuela como vanguardia del movimiento contra la hegemonía unipolar, y por sus ambiciones desenfrenadas por obtener el poder, ejecutando cualquier plan, indicó el presidente Chávez Frías. Así lo expresó al analizar la situación geopolítica de los años 2000 y 2001 y de los acontecimientos acaecidos en el país, antes y durante el golpe de Estado de abril de 2002. Rangel expresó que el golpe fue el segundo de los escenarios diseñados por la burguesía y el imperio: El primero era el asesinato del Presidente y el tercero el paro petrolero de 2002. Este análisis fue avalado por el Gobernante, quien mencionó algunos antecedentes del golpe de Estado, entre ellos el proceso constituyente de 1999, la gira por los países miembros de la OPEP, la visita de Fidel Castro,a Caracas en 2000 y la postura de Venezuela contra la Alianza de Libre Comercio para las Américas (ALCA) durante la Cumbre de las Américas celebrada en 2001. “Estas fueron señales en los radares de Washington y sus aliados”, quienes decidieron ejecutar el plan del golpe de Estado, aseveró, y se sumó al reconocimiento a los mártires que dieron su vida hace 10 años. Afirmó que luego de que el pueblo salió a la calle a exigir la restitución del derecho constitucional y su retorno a la Presidencia, “el 13de abril —consecuencia directa del 11— se conjugó la ecuación perfecta: La unión cívico-militar”, y por eso son tan importantes el pueblo y sus soldados, quienes han sido leales desde los acontecimientos del 4 de febrero de 1989. “Durante la rebelión popular del Caracazo (1989) salió un pueblo sin dirección, sin liderazgo, sin armas, sin soldados, sin vanguardia y sabemos lo que pasó: fue masacrado. Luego vino —tres años después— el 4 de febrero, una vanguardia que hasta ese momento era desconocida, una juventud de vanguardia pero armada: salimos sin pueblo”, indicó. A la oposición le recordó que “esta no es una Revolución desarmada”. Insistió en que el 6 de diciembre de 1998, día en el que fue elegido por primera vez a la Presidencia de la República, “uno pudiera decir que es como el día en el cual la rebelión cívico-militar del Caracazo consiguió rumbo, porque si no, se pierde, se dispersa”. Desenlace de la insurrección El periodista Rangel, quien en abril de 2002 era ministro de Defensa, hoy no tiene dudas en torno a que la decisión —que en su momento no compartió— del Presidente de aceptar ir a Fuerte Tiuna, ciudadela militar en el suroeste de Caracas, a dialogar con los golpistas, con los traidores, fue lo que determinó el fracaso del golpe. “Fue un momento decisivo: Creó la derrota porque generó confusión (…) Porque inició como una decantación, a ver quiénes eran leales o quiénes eran traidores”, rememoró, y añadió que recibió una llamada del hoy general Cliver Alcalá Cordones, quien se encontraba destacado en Maracaibo, capital del noroccidental estado Zulia,y reportaba tener el control de varias unidades mecanizadas, tanques y podía, con autorización del Comandante en Jefe, tomar la capital zuliana. La respuesta del presidente Chávez Frías fue contundente: ¡No! Esa serenidad y firmeza con la que el líder bolivariano tomó las últimas decisiones antes de salir del Palacio de Gobierno, son sin duda las que permitieron ir derrotando el golpe, y sobre todo “desenmascarar”; apuntó Rangel. Por su parte, la hoy ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela, quien en 2002 diputada por el suroccidental estado Táchira en la Asamblea Nacional, insistió en que al recordar qué ocurrió en esos días es clave retrotraerse a momentos como la constituyente y la aprobación de las 48 Leyes Habilitantes. Su voz se enternece cuando deja de hablar de la traición y comenta sobre el amor sublime del pueblo hacia Chávez. “El pueblo lo conoce (al presidente Chávez), ese hombre que asumió la responsabilidad el 4 de febrero, el que nos llevó a la convocatoria de una constituyente, que nos recuperó la dignidad, la soberanía… ¡y que ahora digan que renunció! Nadie se comió ese cuento (…), Allá afuera, cuando salimos luego de despedirnos de usted y de entonar el Himno Nacional, la gente pensaba que nos lo llevábamos escondido en la maleta del vehículo… El pueblo lloraba”, dijo. Ese episodio llevó al presidente Chávez Frías a comentar que un joven capitán que le fue asignado como custodio mientras estaba en la Comandancia de la Policía Militar en Fuerte Tiuna, no pudo contenerse y le preguntó: “¿Usted renunció?”. ¡No! Ustedes tienen preso al Presidente: No renuncié ni voy a renunciar. “¿De verdad?”, insistía el oficial. Un gesto no le dejó duda —narra el presidente Chávez Frías—; así que se paró firme y pidió a sus subalternos informar que ahí estaba el Presidente. “Hasta me dio una piedra de jade para que la frotara porque me daría fortaleza, porque afuera había mercenarios que querían matarme”, exclamó. De igual forma, el ministro de Defensa, G/J (EJNB) Henry Rangel, recordó la manipulación a la que fue sometida la Fuerza Armada, creando rumores para que se generara malestar. “Ya desde noviembre habíamos recibido instrucciones de usted (refiriéndose al Presidente) de visitar los cuarteles y sondear la situación... Al final se dieron los acontecimientos como resultado de una gran manipulación. El 11 de abril fue el día de tristezas, de devastación moral; pero el 12 y el 13 fueron los días en los que la Fuerza Armada entendió que su esencia es el pueblo”, señaló. El 11 de abril de 2002 se inició la batalla para romper con el esquema de lo militar y civil, y diez años después “tenemos una FANB bien clara, comprometida y entregada al trabajo, con esa fuerza moral que es su pueblo”. Finalmente, Elías Jaua, vicepresidente ejecutivo y quien en 2002 era directivo del Movimiento V República, relato que el 11 de abril estuvo en las afueras del Palacio de Miraflores, y hoy prefiere valorar lo ocurrido desde el plano simbólico-cultural: “La Revolución Bolivariana desafió los valores de dominación de la burguesía”. “Sólo los pobres llegaron hasta el final, el pueblo más pobre, y los soldados, siendo leales a su mandato, leales a su propia vida”, refirió. Además hubo una “visibilización de las fracturas sociales que evidenciaron que en Venezuela no había una democracia consensuada”. El presidente Chávez Frías concluyó que la Revolución de Abril de 2002 es inédita porque se conjugó la participación del pueblo y de la FANB, y es el acontecimiento que ha venido tomando espacios en el país producto de la conciencia que ha adquirido el pueblo sobre su significado.

Prensa Presidencial (Jueves 12/04/2012)

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