Los despilfarros que nos podríamos ahorrar (y III): las TVs autonómicas cuestan 5 millones de euros al día

Publicado el 13 abril, 2012

Las 13 corporaciones de radiotelevisión regional (algunas comunidades no cuentan con televisión propia) cuestan alrededor de 2.000 millones de euros. Es decir, más de 5 millones de euros diarios. Esta cantidad impacta claramente en la economía de los ciudadanos.

Estas cadenas afrontan una deuda acumulada que supera los 1.500 millones, a pesar de que cada año reciben unos 800 millones en subvenciones

Mientras se recorta en derechos básicos como la sanidad, la educación y la vivienda, el Gobierno de Mariano Rajoy mantiene aún el sistema de televisiones públicas de las diferentes Comunidades Autónomas. El coste anual bruto por hogar de las televisiones regionales es de alrededor de 122 euros, que varía. Los asturianos pagan 67 euros por la suya, mientras que los vascos pagan 253 por la ETB, la más cara de España, pese a su discutible calidad.

De 2007 a 2008, el coste anual bruto por hogar de la televisión pública, suma de las autonómicas y TVE, pasó de 179 a 186 euros. Es llamativo que TVE cueste 64 euros a cada hogar, frente a la media de 122 euros que cuestan las autonómicas.

Además, estas cadenas afrontan una deuda acumulada que supera los 1.500 millones, a pesar de que cada año reciben unos 800 millones en subvenciones. Entre todas las televisiones autonómicas, mantienen a unas 10.200 personas en plantilla, frente a las 1.000 que cuentan en privadas de ámbito nacional como Telecinco o Antena 3. Es más, La Sexta comenzó su andadura con una plantilla de apenas 100 personas. Además, todas las autonómicas juntas no superan el 12 por ciento de pantalla y el reparto de las audiencias es muy desigual.

Aunque se financien a través de la doble vía de los impuestos y los ingresos publicitarios, las cadenas de televisión regionales han ido acumulando deudas, incluso en los años de bonanza económica. Algunos de estos medios de comunicación se defienden señalando que cumplen un papel educativo e instrumental de cohesión cultural y diversidad lingüística, fomentando la lengua regional en las Comunidades Autónomas en las que existe una segunda lengua. Sin embargo, la audiencia que consiguen es ridícula, más aún teniendo en cuenta su coste.