La necesidad de una agenda liberal en Letonia (I)

Probablemente en pocas horas sabremos finalmente como acaba el culebrón para conformar el Gobierno letón. Hoy a la noche hablará el Presidente y si no hay un acuerdo de coalición pasará a hacer el encargo de formar gobierno a algún líder político o personalidad independiente. El siguiente paso será la sesión inaugural de la nueva legislatura en el Parlamento que se celebrará el 17 de octubre. Así las cosas, oficialmente quedan dos opciones: coalición entre Unidad (derecha), el Partido de la Reforma de Zatlers (ZRP, centro-derecha) y Alianza Nacional (ultranacionalistas y derecha extrema) o coalición entre ZRP y el Centro de la Concordia (socialdemócratas). Oficiosamente se podría añadir otra posibilidad, coalición de gobierno en minoría entre ZRP y Unidad tratando de lograr apoyos externos de geometría variable.

Independientemente de cuál sea la configuración final del gobierno, mucho me temo que las cosas cambiarán poco. Letonia seguirá siendo un enfermo económico, social, cultural y político. El desastre nacional lo tienen a la vuelta de la esquina y, novedad, la culpa no es de Rusia. Letonia ha perdido más del 25% de su población desde que se independizó y aún la política está dominada por la ortodoxia nacionalista y neoliberal del pasado que justifica la inacción en el presente y la exclusión social o/y política de una gran parte de la población. El futuro del país, de la nación y de su cultura y lengua es más que preocupante, pero, la gran mayoría de los políticos letones no lo quieren ver, a sabiendas de que centrar su discurso en el eje de conflicto étnico les ofrecerá la impunidad de la que han disfrutado durante veinte años para imponer políticas económicas que favorecen a los ricos y perjudican a la mayoría.

En este sentido es urgente que el país se dote de una agenda liberal, en el sentido estadounidense de la palabra (intervención estatal en el ámbito socioeconómico, defensa e impulso de la educación y sanidad pública, progresividad en los impuestos y defensa radical de las libertades individuales), y la ponga en marcha con decisión. ¿Qué debería de incluir una agenda de este tipo? En los siguientes post me atreveré a dar unas pocas ideas más o menos concretas/abstractas, algunas obvias y otras menos. Escribiré de economía; demografía; ordenamiento del territorio; y de ciudadanía republicana.

//////////////////////////

Letonia: habemus coalitionem

El día empezaba con el comunicado del Presidente letón en el que básicamente decía que pasaba de designar a un candidato para Primer Ministro. Vamos, algo que ya había adelantado aquí, que iba de farol y que no se iba a echar a la piscina sin que hubiera un acuerdo de coalición cerrado. Así que ante la falta de acuerdo entre partidos y el circo que había montado en las negociaciones para confeccionar el nuevo gobierno, pues decidía retrasar su designación para Primer Ministro hasta como máximo el lunes siguiente. Pero mientras esto pasaba, los acuerdos entre los partidos seguían gestionándose a toda velocidad. Un miembro del partido de Zatlers adelantaba que no habría coalición con el centro-izquierda, mientras, el líder de Alianza Nacional (ultranacionalistas), por si acaso había algún acomodo del centro-izquierda en el gobierno, ya se adelantaba y culpaba a Moscú (sic).

En la Letonia como hay costumbre de echar la culpa de absolutamente todo a los ‘rusos’ y ver conspiraciones rusas por todos los lados, todo sea dicho que es una táctica genial para que los letones étnicos no se sientan responsables de absolutamente nada, pues por si acaso la Alianza Nacional ya se estaba adelantando y anunciando que el partido de Zatlers estaba bajo la influencia de Moscú. Sería para morirse de risa sino fuera porque estas tonterías acaban creyéndoselas muchos letones… Gracias a ello, los políticos letones pueden desprenderse de cualquier responsabilidad: Accountability? ¿Rendición de cuentas? No, nada de eso, sabido es que la culpa siempre es de los rusos. Este mecanismo que está inserto en la cultura política letona ha quedado al descubierto a las pocas horas de las declaraciones realizadas por el líder de la Alianza Nacional. Y es que resulta a última hora de esta tarde se ha dado a conocer el acuerdo entre los tres partidos nacionalistas letones de la derecha.

Este ejemplo muestra con claridad el cáncer que coloniza la cultura política letona. Si por casualidad hubiera entrado el centro-izquierda en el Gobierno letón, quedaba sembrada la duda de que el partido de Zatlers estaba influenciado por Moscú, ergo la culpa era de los rusos. Esto era una mentira gorda, como una casa, pero lo peor, como decía es que tiene predicamento en la sociedad. Pero bueno, ya está, se acabo. Acertamos los que nos atrevimos en el blog a predecir la coalición. ¿Cosas buenas que tiene está coalición? Por una parte, no habrá ningún oligarca económico en el poder y, por otra parte, no se me ocurre ninguna forma por la que puedan seguir echando la culpa de la acción del gobierno a los rusos (aunque nada se puede descartar), es decir, se va a visualizar claramente la responsabilidad de los gobernantes (esto también fue así en otras ocasiones, pero bueno, esperemos que en esta ocasión quede, si cabe, más claro). ¿Lo negativo de esta coalición? En mi opinión y desde mi punto de vista ideológico es el peor escenario posible. Es una coalición muy escorada a la derecha, con dos partidos moderadamente conservadores y nacionalistas y uno que es ultranacionalista y de derecha extrema. Las políticas económicas, sociales y culturales serán una continuación y profundización de las habidas hasta la fecha, lo que entre otras cosas, significa que proseguirá la crisis demográfica. Pero, además, probablemente asistiremos a la promoción de ideas racistas, xenófobas, antisemitas y homófobas por parte de un socio de la coalición de gobierno (sin ir más lejos, así lo entendía también un sector del partido Unidad). En fin, ya era consciente que los post sobre la necesidad de una ‘agenda liberal’ en Letonia eran pura fantasía, ahora bien, por fantasear que no quede, así que seguiré en ello.