LA INDEPENDENCIA.
Yo, Don Ponciano aunque no le gustó al turco que me da lástima porque está bien curcu, me huevié una gran resma de tela colorada y me fabriqué la 
bandera más grande de la patria, no es la bandera de ningún partido político, que es más colorada que todas las banderas existentes ; me encasquete en el conacaste más alto del pueblo y con ayuda de unos cheros chicheros, la encaramamos por medio de una garrocha y la pueden ver hasta los muertos que están bajo diecio cuartas en el cementerio.
En medio o lleva la imagen de una diosa denuda c la leyenda: "ATEOLANDIA LIBERTAD PARA TOD@S POR IGUAL"
Aquí en Ateolandia, todos-as llevamos esa bandera metida en nuestras venas telúricas para no aceptar imposiciones en la vida interna de nuestra nación de libertad. Nuestras leyes, constitutivas aun cuando severas es la más sublime representación del pensamiento jurídico de nuestra población, contemplando todos los derechos y obligaciones ciudadanas las cuales se hacen cumplir sin ninguna duda y nadie que no las cumpla puede vivir para contarlo…
En Ateolandia, ninguna posición o puesto en el gobierno no tiene otra significación que la obligación de servir a toda a ciudadanía sin distinción de la misma forma que amamos a nuestra tierra que es el engendro de nuestra diosa Libertad.
Para la ciudadanía civismo representa la obligación y cumplimiento de la educación lo cual; unido a nuestro plan efectivo de salud y deportes acompañado de la alfabetización ideológica permanente es lo que nos ha convertido en la nación saludable que somos en la cual el trabajo no es más que una agradable extensión de nuestra filosofía y ética de la revolución la cual no da lugar a vagancias y desviaciones espejistas y violencia institucionalizadas de otras naciones.
Convirtiéndonos regionalmente en un ejemplo claro de que todo es posible si apartamos las teorías económicas finiseculares y las sustituimos por la filosofía de la libertad y la fraternidad por medio de la cual la productividad y el reparto de bienes son proporcionales al tiempo de trabajo invertido por cada uno.
Nuestro civismo, es la resultante de invertir el esfuerzo ciudadano en la productividad y de esta manera hacer el bien común para que los habitantes.
Hagamos patria… sembremos la semilla y conjuguemos la vida!!!
Prisciliano RPK
Ateolandia Libertad
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