Puta Ponciano, no andés escribiendo esas mierdas deprimentes como la política, la Agonía y la Economía, mejor cuénteme de sus andanzas en Ateolandia, que ello nos da vida.
Me dan gusto esas cosas como don Chente que tuvo una muerte dulce porque le cayó una gran carga de atados, o la de don chico que se murió apachando un mico bien enviagrado que decís que hasta un monumento chulón le van a levantar o la de aquel que pedía que el diablo lo hiciera rico y que el diablo le había dicho: Y que más rico querés que te haga? O del suceso del viernes santo cuando sacaron pelado al prelado don Chusito, del Palacio del Sexo, o cuando el Gobernador TUMA ordenó que la magistrada y las profesoras del instituto fueran al trabajo sólo en hilo dental, o cuando al rico tacaño Franciscano le volaron las patas para no gastar en una caja grande o cuando hiciste la rifa del ojo del cíclope para mandar a los chocos a Caracas o de las lunas de miel colectivas donde se intercambian esposas los primeros quince días de matrimonio que disfrutan en las playas del río Quezalapa lo cual produce que todos seamos familiares, o cuando las tres diputadas te pidieron un chivito para la campaña y les dijiste que les ibas a conseguir tres: uno para cada una, pero de 21 años, o cuando te excomulgaron por haberte zampado a la iglesia en un caballo chúcaro en propio viernes santo, o cuando hiciste la bulla que don Chusito era el padre de todos los bichos del Barrio El Tabanco, o cuando dijiste a tu hermano Bill Maker que habías amanecido convertido en un Ado y cómo es eso te preguntó, siempre acabado, contestaste o cuando llevaste al embajador del Orinoco y lo coronaron el Rey de la Koreanas y te dijo que no veía gente con ese tipología de ojos y le contestaste, porque no les has visto los de abajo, coreanas de a cora, le repetiste, o cuando le metiste a la gente que ya se iba terminar el mundo y ya frente al juzgado dijiste que si se iba a terminar; porque iban a cerrar el diario El Mundo, o sea el mundo de los dundos repetiste, o cuando dijiste que en Soya ya había llegado el Apocalipsis porque un Diablo había sido electo de alcalde, o cuando dijiste que iban a cerrar la Iglesia de los nueve melones y que la Yegua se iba a dedicar a vender nalgas reactivas y radioactivas o cuando te inventaste y difundiste que el alcalde se le había caído la mandíbula de tanto mamar la misma teta por medio siglo, o cuando dijiste que te oponías al casamiento de las mazurcudas de Ateolandia, pero que defendías la producción de armaños y su gratis distribución.
Nos gusta Poncianiticus, tu análisis económico de la Criselda, o se a que la inflación que es casi lo mismo con inflamación cuando un huevo cuesta un peso, la deflación, que no es lo mismo que te bajen el calzón, cuando cuesta un huevo conseguir un peso y la recesión que equivale a una receta de panteón cuando no conseguís ni el huevo ni el peso y tenés que hacerle huevos para no hartarte tus propios huevos o tener los huevos tibios como Mathies Hill para ponerle un rentón a tanto pendejo maricón cabrón.
De eso escribí Poncianito, algo para cagarse de la risa ya que en nojotros los jalvatruchos se cagaron hasta los próceres narigudos cuando agarraron el pasito mas chiquito en lugar de habérselo metido en el chiquito.
Vieras Ponciano quizá la criselda ya me está afectando extremadamente y mejor me voy compadre a ver a quien le doy en la madre.
Salú y recuerda no hay que temerle a quien temió
Chico Pachanga
Comunidad Tepezcoelhoyo.
San Salador.
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