Mucho se habla en estos tiempos sobre Pensamiento Crítico dándole tintes que no corresponden al mismo.
Cuando se lleva una Carga como la nuestra, por supuesto que lo hemos meditado, pensado, examinado, razonado, entonces nos preguntamos: Por qué pensamos, para qué pensamos, dónde pensamos, cuándo pensamos, qué pensamos, para quién pensamos? Si damos las respuestas objetivas a estas preguntas, entonces habremos arribado a una definición de Pensamiento Crítico que no es otra que razonar para hacer bien las cosas, para dilucidar el camino y llegar donde nos proponemos, no es cosa de ser extra inteligentes, sino de razonar lo que hacemos y buscar por medio de ese razonamiento crítico la solución de los problemas de cualquier tipo que sean.
Si el sol alumbra hay que ser feliz y si no alumbra no te quemará la piel, de todas formas la naturaleza lo tiene todo arreglado, preocúpate si se ausenta por largo tiempo, con ello se va la vida, preocúpate de los males que causa el no pensar, ello es la causa principal del caos.
Pensamos? Claro que pensamos, lo importante es qué pensamos. La humanidad debería pensar en volver la humanidad humana y no contribuir a la tesis personal que el hombre es el único animal capaz de auto destruirse, pensemos en hacer que la humanidad viva, se ame, se fraternice para resolver juntos nuestros problemas y recordar que detrás de cada millonario hay montones de cadáveres y que mientras exista el régimen explotador podemos llegar aun hasta la destrucción total de la especie.
La sociedad actual, dominada por el espejismo consumista neoliberalista, sólo consume sin producir y cuando algo se produce se hace sin tomar en cuenta el balance natural ecológico, para muchos países ricos en recursos naturales, éstos se convierten en las causas principales de las invasiones aventureristas imperialistas, en la muerte de millones de seres humanos y en la destrucción ecológica más terrible que conozca la historia.
El lecho marino se ha convertido en depósitos de desperdicios químicos de los países industrializados y los frecuentes derrames de millones de litros de petróleo han convertido las playas en un infierno para el eco sistema marítimo y en una desgracia para los pueblos. Por otro lado, el calentamiento de la tierra está causado que los glaciares de deshielen amenazando a lanzar trillones de toneladas cúbicas de agua a los litorales del mundo, lo cual repetirá la experiencia de Japón miles de veces. A diario se cierne la amenaza sobre la Amazonía y la Antártida mientras las mineras imperialistas asesinan pueblos y los desperdicios tóxicos exterminan el eco sistema del tercer mundo y causa de ello la humanidad muere de hambre sin esperanzas de una lejana solución al problema alimenticio.
El Salvador, mi patria momentánea, es el país más desforestado de Latinoamérica después de Haití y aun así siguen talando los últimos arboles, destruyendo parques ante los ojos llorosos del pueblo y la irresponsabilidad de los organismos encargados de evitarlo y si vamos creando monstruos de cemento que es la gran ayuda extranjera en nuestros pueblos.
El deber de cada ser racional debe ser luchar por la no destrucción del medio y la creación de biosistemas que sean compatibles con el balance natural y evitar desiertos donde antes existían junglas.
Ninguna planificación educativa que no eduque a la ciudadanía para la libertad está lejos de ser una verdadera educación.
La escuela debe preparar al estudiantado para el razonamiento, para saber tomar decisiones desde la infancia, para amar la tierra, para producir y ahorrar, para ser honestos y fraternos y tener una visión clara del medio que los rodea.
Se le tiene que enseñar a los niños que la perecuación de la tasa de ganancias no es otra cosa que el cambio de oro de los países pobres por lentejas de los países ricos. Acá en El Salvador las multinacionales se llevan mil millones de dólares anuales los cual nuestra economía no vuelve a ver, de tal manera que vienen, saquean y se van sin reinvertir donde han sacado sus ganancias..
El sistema neoliberalista sólo planea para la banca, para Wall St., y el Dow Jones y fabrican crisis de mercado
para desplumar la economía del mundo dejando sin hogares, por ejemplo; a miles de trabajadores estadounidenses y desestabilizando la economía internacional, después crear guerras y seguir subyugando a la humanidad.
Ningún país podrá progresar si no invierte en la educación y la salud del pueblo, si los currículos educativos no se actualizan a las necesidades objetivas del mundo actual. No se debe invertir en profesiones que de ninguna manera contribuyen al desarrollo socio político, educativo y cultural de la nación. Los países en desarrollo necesitan formar técnicos en agricultura, alimentación, medio ambiente, pequeña y mediana empresa a la par de la humanística que nos permita formar seres honestos, transparentes, fraternos que den ejemplo de su conducta en los campos de la vida productiva donde sean asignado de acuerdo a sus profesiones.
La infancia es la etapa más delicada que puede haber en la vida del ser humano y como tal se le debe tratar. Nuestros países siempre han cometido el error de poner a la primera infancia en manos de personas que no tienen la formación pedagógica adecuada de tal forma que desde la educación inicial venimos mal para terminar siendo el mal tipo de profesionales que se han formado a lo largo de la historia de nuestras naciones.
Las carteras encargadas de formar a los educadores deberían de hacer exámenes vocacionales y no preparar gente como tradicionalmente se ha hecho, ya sea porque no hay facilidades familiares o estatales, sino al contrario; se debe tener Institutos de Formación Magisterial dotados del equipo necesario y de un cuerpo selecto de profesionales en la educación, si es que queremos avanzar como nación.
Es obvio pensar que un pueblo educado es mejor para todo, un pueblo que tenga una mente clara con capacidad de razonar sobre la problemática, encontrará las soluciones posibles en el tiempo necesario y evitará atrasos en el desarrollo del proceso social hacia una verdadera democracia.
Nuestra escuela deja la enseñanza de la economía hasta que llegamos a grados superiores y no enseña lo básico del manejo monetario el cual es más que todo aprender a ahorrar y no gastar en cosas innecesarias de tal forma que a la infancia le des lo que le des siempre va a para en sosas inútiles para ellos mismos.
Los maestros tienen que ser críticos de ellos mismos y de lo que aprenden y enseñan. Los fines de la educación deben apuntar a formar sociedades libres de cualquier yugo y comprender y enseñar que solamente la educación nos puede auto realizar como seres humanos capaces de trabajar por la comunidad y por consiguiente por la sociedad y la nación a la cual pertenecen.
Si revisamos los fines de la educación actual, nos damos cuenta que es una educación productora de esclavos y de seres tímidos incapaces de liberarse hasta de sus fantasmas personales.
El hogar debe ser la primera escuela, de ahí la obligatoriedad de las escuelas de padre y madres que ayuden a preparar a la infancia para el paso siguiente que es el aula, de la misma forma se deberían formar grupos voluntarios de hermanos y hermanas mayores que ayuden en el proceso educativo y pensionados que sirvan de vigilantes voluntarios para la seguridad escolar.
La Carga es pesada, la llevaron Bolívar y José Martí, Sandino y Farabundo, El Che y Camilo y la siguen empujando Fidel, Chávez, Daniel, Correa, Evo, Mujica y todos los nuevos paladines de la Primavera Latinoamericana. Que vamos a llegar no hay ninguna duda, pero el camino reclama la obligatoriedad de la incondicionalidad de todos y todas, cargar en el bolsillo la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire y las enseñanzas de Elder Cámara, como el ejemplo de todos los héroes y mártires de la Revolución Latinoamericana., entre ellos Santoamérica Monseñor Romero.
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