Por ti los días de mi vida siguen siendo significativos
De ti sigo aprendiendo la constancia en la lucha
La infinitud del saber y el aprender
Que no se es hombre verdadero
Si no te entregas corazón y vida
A hacer la humanidad humana
En esta jungla cubierta de heridas
Y las cizañas muchas.
De ti he aprendido que el dolor biológico
Se cura con la templanza del espíritu
Y que el alma se torna más sublime
Si tu cuerpo está fuerte
He aprendido que no existe la muerte
Mientras exista la siembra y la cosecha
Que son nuestras manos las que siembran
Y que no hay tierra árida en la tierra.
Árida es la mente que hace el mal
Que crea adversidad
Peor que el bestiario que en la jungla
Mata por necesidad.
Ah Fidel filósofo del tiempo
Profeta en carne viva
En único que en la era nuclear
Ha encerrado a la hiena en su guarida.
El más grande líder de la tierra
El más lucido de estos nuestros tiempos
La carisma completa en verde olivo
Y el poeta que tiene de aposento
La universalidad del tiempo sin olvido.
Tú eres la patria compartida
La manigua y el llano productivo
La flor martiana en el pecho del niño
Que regresa del aula sabiendo por qué ha ido.
Eres el Moncada liberado
La Sierra encendida
Eres padre e hijo así emancipado
De una generación comprometida.
Yo que nunca pude estrechar tu mano
Por malditas pobrezas abismales
Me acojo a tu ejemplo incomparable
Y a diario cumplo también mis ideales.
Hombre como tú no nacen a menudo
Ni muchos en este mundo infiel
Dime tu Comandante cuántos son
Como tú y el Che?
Al contarlos sobran dedos de la mano
Y cuidadosos al contar
Algunos de ellos
Bien se podrían quebrar.
Ah Revolución!
Cuántos siglos esperará la tierra
Buscando hasta en el último dintel
Para dar a la humanidad a seres nobles
Como Martí, Camilo, Che y Fidel!
Mientras tanto sigo aprendiendo
Que no se es revolucionario por un día
Que debo entregarme a la lucha
Incondicionalmente de por vida!
Solo así al morir he de esfumarme
No como un ser arrepentido
Sino como combatiente orgulloso
De haber servido y de haberte cumplido!
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