EL ARTE DE VENDERSE

Una puerta espera. Quien se capaz de abrirla ganará los votos de los que viven detrás de ella.

No hay gente que tenga más necesidad de ello que los políticos. Los políticos tienen que saber venderse al pueblo para ser aceptados y elegidos y se venden al enemigo para llenar sus bolsillos para lo cual solamente necesitan traicionar los interese de la colectividad.

En tiempo de elecciones, el político debe preeditar y premeditar sus discursos y estudiarlos a fondo. Explorar y explotar las necesidades actuales del pueblo y endulzarle a éste los oídos ofreciéndoles lo que éste demanda, consciente de que ofrecer no es lo mismo que dar, aun en la conjugación difieren.

El carisma debe acompañar al político en todo momento, aun cuando ésto sólo sea una máscara. En política los fines justifican los medios y el fin de un candidato o candidata en momento electoral es ser elegido o elegida, lo que se haga después de ser elegidos obedecerá a la agenda del partido al cual representan.

En el momento actual cuando las comunicaciones de todo tipo dominan al mundo, el político debe saber por obligación que no son los pueblos los que eligen a sus gobernantes, sino aquellos votantes a quienes los medios de comunicación hayan condicionado psicológicamente para que voten por éste u otro candidato. En su cacería son silenciosos y cadentes felinos que escondidos esperan a que pase la presa y si la pierde la primera vez la seguirá perdiendo, ya que no ha aprendido bien las lecciones de la vida, son lo que en la jerga política llaman “pólvora quemada”.

La temporalidad de la política y de la vida debe recordarles que la gloria no es eterna. Que es hoy y no mañana y que es mejor ser cabeza de ratón que cola de león. Que se debe aspirar al fruto total y no a mendrugos, la gloria o nada y si sirves de escalera que no te extrañe cuantos van a subir por tus maderos hasta dejarte destrozado como astillero pudiendo haber sido el árbol.

En el caso de la izquierda, no por su misma naturaleza ideológica, sino por la ignorancia de los votantes debe tomar en cuenta la metodología electoral de la maquinaria de derecha a sabiendas, lógicamente; que en un país como El Salvador (el país con la mayor tasa de criminalidad y el último en inversión extranjera) no se pueden prometer si mentir ni hacer milagros sin ser potentados. En este país mientras la clase política no se ponga de acuerdo, la nación como tal no irá a ningún lado, lo cual no significa que no debemos de explicarle al pueblo las falacias del discurso de la derecha.

En política eleccionaria no vale siquiera lo que has hecho o vas a hacer, sino la capacidad de llegar hasta el último rincón del votante a quien deberás convencer de que vote por ti y que lo que has hecho, estás haciendo y vas a hacer está basado en las necesidades de las mayorías.

El político es frío para tomar decisiones, pero debe ser lo más convincente y sagaz para presentar su plataforma. De otra forma, mejor debería buscar otra manera de ganarse la vida, porque la política está llena de trampas y caminos quebrados, resbaladizos y orillados de precipicios en los cuales un mal paso es mortal.

Los viejos políticos que no es lo mismo que políticos viejos, lo saben bien: en política no hay amigos ni compañeros, sino simplemente un contrato político y para los que van comenzando el noviciado es muy recomendable que lean El Príncipe.