Siembra una semilla y reparte los frutos.
Si de algo me siento y me sentiré orgulloso toda mi vida, es que he dado lo que he podido por mis hermanos y hermanas del pueblo y he visto a lo largo del camino el resultado de mi pequeña obra.
No me asusta ni me extraña, sino que desagrada la indiferencia de gente que teniendo los medios para ayudar no ayuda a sus congéneres. Da tristeza sin embargo; verlos en las iglesias golpeándose el pecho para que la bolsa no se les rompa o yendo a comprar a la tienda que está a diez metros de distancia haciendo el gran ruido con bazucas excediento los decibeles permitidos y contaminando sutilmente con sus hammer.
No es ni siquiera de dudar que en un país con una micro economía en crisis permanente detrás de cada filántropo hay un crimen, como no es nada de dudar que detrás de esos 4x4 manejados por gente que ni siquiera terminó el sexto grado y nunca ha trabajado está el tráfico en vivo.
En los pequeños pueblos nos toca trabajar con lo que podemos conseguir con nuestro esfuerzo comunitario, pero es mil veces y definitivamente mejor no buscar ni aceptar dineros dudosos que a la larga condicionan y destruyen el desarrollo comunitario.
Recuerdo con tristeza y desdén las luchas intestinas por la Dirección de Se Cultura después de las elecciones. Las organizaciones fantasmas como pasadas de nube, jamás hablaron de la cultura de la violencia, del desorden, de la falta de dedicación al trabajo comunitario, nunca hablaron de producción artística colectiva, sino de elitismo e individualismo, jamás mencionaron la falta de fraternidad, la cultura de la traición, del trinqueterismo, del acuchillamiento y falta de fraternidad que aunque no lo queramos son parte de nuestra cultura aunque negativa, pero parte de ella ante lo cual siempre h expresado elevar la cultura a la enseñanza inicial, al desarrollo del pensamiento crítico, a la formación ideológica para que la obra de arte lleve inmersa el sentir y alma del pueblo.
En la vida, si queremos dejar huellas positivas, debemos de tener valores que nos diferencien de la generalidad y tratar de inculcarlos en nuestro pueblo para un presente y un futuro mejor. No hay mejor herencia que los valores culturales, Amor al trabajo colectivo, al desarrollo comunitario, al arte popular, al estudio tecno-científico y humanitario donde pondere la filosofía del amor hacia nuestros congéneres y a la naturaleza en general.
Cada quien debe aprender a hacer bien el trabajo que la sociedad demanda sea asalariado o no, cada cual recibirá de acuerdo a lo que haga y por mi parte es la satisfacción y la alegría comunitaria de saber que podemos trabajar unidos para la paz y el progreso con justicia social.
La felicidad no debe medirse por cosas materiales, sino por el uso comunitario de lo material y ello es lo que te dará tu felicidad que nadie te podrá arrebatar.
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