Los resultados de las recientes elecciones municipales y regionales en Grecia esbozan claramente la actual crisis social y política en el país. La principal característica que se destaca es el rechazo tanto al gobierno del PASOK como a Nueva Democracia, la oposición conservadora de derecha. Esto se expresó en un alto nivel de abstención, y también en el aumento de los votos hacia diversas fuerzas de izquierda, especialmente en los municipios más grandes de Grecia. En particular, el crecimiento del KKE [Partido Comunista] revela un giro a la izquierda en el electorado griego.
Alto nivel de abstención
La abstención ha alcanzado niveles sin precedentes, especialmente en las ciudades más grandes. En Atenas, el 57,74% del electorado se abstuvo, en El Pireo 57,38%, en Salónica 46,62% y en Patras el 39,81%. Este nivel de abstención constituye en realidad una protesta política confusa por parte de cientos de miles de personas, que se enfrentan a una crisis profunda del capitalismo y que han perdido la fe en la capacidad de las actuales instituciones del parlamentarismo burgués para ofrecer una mejora en sus vidas.
La abstención no representa la expresión de un punto de vista consciente fijado de una vez por todas. Es más bien un síntoma de la actual fase de transición en la psicología de las masas, que se caracteriza por una rabia política básica, frustración y escepticismo. Es la reacción a la conmoción sufrida por las masas como consecuencia de la violenta erupción de la crisis, y la constatación de que en este momento no existe una solución viable e inmediata a sus problemas.
El gobierno, por su parte, ha afirmado que la abstención en realidad expresaba la tolerancia hacia sus políticas. Pero esto es totalmente falso. El motivo de la abstención fue el enojo y la indignación contra el gobierno, ¡no la tolerancia hacia su política! Y esto quedó claro en todos los debates celebrados con los votantes que optaron por abstenerse.
Por otra parte, los líderes de los partidos tradicionales de izquierda [KKE y Synaspismos] no deberían acusar a los electores que se abstuvieron de "inmadurez política" como lo hicieron en las pasadas elecciones, sino que deberían encarar sus propias deficiencias. Si la izquierda tradicional hubiese defendido un claro programa de unidad y de clase por el socialismo, esas masas confusas les hubieran elegido antes que ir por la abstención.
Derrota del gobierno y su futuro
El gobierno del PASOK, de forma bastante arrogante, afirmó estar satisfecho con el hecho de que la mayoría de sus partidarios han preferido abstenerse en lugar de votar por otro partido. Sin embargo, las cifras muestran que la pérdida de seguidores, en comparación con las elecciones generales del pasado año, es importante.
En la región del Ática (la más grande circunscripción de Grecia, que incluye Atenas y sus suburbios y El Pireo), el PASOK perdió 400.000 votos, más de la mitad de su apoyo del año pasado. En el municipio de Atenas perdió 60.000 votos y en El Pireo casi el 50% de sus votantes. En Salónica y Patras perdió un tercio de sus votantes y a nivel nacional, el PASOK perdió 1.1 millones de votos.
Hace dos semanas el Primer Ministro G. Papandreu amenazó con celebrar elecciones legislativas anticipadas a nivel nacional si el gobierno perdía las municipales. Sin embargo, se comió sus palabras después de los resultados de las recientes elecciones locales, alegando que no se ira a elecciones anticipadas. Esto no era un farol, como afirman algunos. Era un medio decisivo de presionar a los votantes, y aterrorizarlos con el fin de mantener el mayor apoyo posible. Sin embargo, la profunda recesión y la quiebra que se acerca rápidamente, que muchos comentaristas capitalistas ya están comentando, necesita, desde el punto de vista de la clase dominante, de un gobierno con un consenso más amplio entre el electorado, lo que apunta a elecciones anticipadas con el fin de formar un gobierno de coalición. Si el índice de abstención hubiese sido menor y el PASOK hubiera perdido la primera posición en la región del Ática, la posibilidad de elecciones anticipadas hubiera sido mayor.
A pesar del aplazamiento de elecciones anticipadas, los resultados siguen apuntando a lo mismo: esto ha sido una gran derrota para el PASOK, lo que significa un debilitamiento importante del gobierno, teniendo en cuenta las duras medidas que se tienen que aplicar en los próximos meses. Los resultados también han desestabilizado la prensa burguesa sobre el futuro del gobierno.Kathimerini, el principal periódico de la burguesía, sólo le da a Papandreou unos meses más, mientras que al mismo tiempo expresa su preocupación por la inestabilidad, debido a la debilidad del gobierno. Por otra parte, otros medios de comunicación burgueses expresan su temor por "la pérdida de apoyo del gobierno y el fortalecimiento de la izquierda".
En realidad, este gobierno ya tiene una vida útil limitada. Ante la presión que representa la imposibilidad de pagar la deuda y la reacción de las masas contra las nuevas y duras medidas que está preparando, la perspectiva de unas elecciones anticipadas y un gobierno de coalición se acerca.
ND y LAOS: una confirmación de su debilidad
ND, el partido de derecha en la oposición, también sufrió una dura derrota. Sus objeciones demagógicas al gobierno y al FMI no produjeron ningún resultado significativo. Por el contrario, el principal partido burgués perdió 550.000 votos en comparación con las elecciones anteriores. En el Ática en su conjunto y en El Pireo, en particular, perdió más de la mitad de su apoyo, mientras que en los municipios de Atenas, Salónica y Patras perdió más de un tercio.
Estos resultados confirman que ND todavía no se ha recuperado de la debacle del año pasado. A pesar de haber cambiado su retórica por una más populista (en comparación con el neoliberalismo propio del gobierno Karamanlis), su apoyo está disminuyendo, lo que demuestra que incluso los sectores de la pequeña burguesía ya no lo apoyan.
A pesar de la crisis y las pérdidas sufridas por ND, LAOS, el partido de extrema derecha, ha demostrado su total impotencia. Aunque sus resultados nacionales no se han publicado todavía (porque, en muchos lugares, apoyaba a los candidatos de ND), no ha habido ninguna indicación de que lograra su objetivo, es decir, ganar al menos el 5,63% de los votos, el resultado que había obtenido en las últimas elecciones. En el Ática, perdió cerca de 56.000 votos, casi la mitad de su apoyo anterior, a pesar de que la crisis capitalista favorecía su retórica racista.
Desde las elecciones nacionales del año pasado, la suma de los votos de los dos partidos burgueses (ND y LAOS) ha ido disminuyendo progresivamente: tan solo en el municipio de Atenas, se ha reducido en más de 50.000 votos.
Estas cifras demuestran que, en realidad, no hay espacio para la formación de un nuevo partido burgués de masas. D. Bakoyanni, un ex ministro de ND, ha tratado de formar un nuevo partido burgués, pero este entraría en competencia con los otros dos que ya existen, especialmente durante un período en que la influencia de la burguesía está disminuyendo y, por lo tanto, no puede jugar un papel importante.
Los resultados del KKE
Uno de los elementos más importantes de estas últimas elecciones fue el aumento de la influencia del KKE. A nivel nacional, el Partido Comunista aumentó su porcentaje de votos hasta el 10,5%, 3% más que en las últimas elecciones. Por otra parte, fue el único partido tradicional cuyos votos aumentaron en 70.000 desde 2009. Sin lugar a dudas, esto ha creado una nueva esperanza y demuestra que las masas trabajadoras miran hacia la izquierda en búsqueda de una solución al callejón sin salida del capitalismo.
La pregunta es: ¿por qué fue el KKE en particular el que aumentó su influencia? Los dirigentes del KKE lo atribuyen a aquellas políticas del partido que en realidad son erróneas y perjudiciales para el movimiento. Sin embargo, esta no es la razón de su éxito. Al votar a los candidatos del KKE, miles de trabajadores y jóvenes no lo estaban haciendo para recompensar al partido por sus políticas sectarias en el movimiento obrero, ni su intento constante, antimarxista y anticomunista, de defender el estalinismo. Su motivo era claramente una cuestión de clase. Al votar a favor del KKE, expresaron una protesta de clase colectiva contra el propio capitalismo. Por supuesto, este es el caso de SYRIZA también, el frente electoral formado por Synaspismos, el otro partido de izquierda. Pero hoy en día la clase obrera ve SYRIZA desgarrado por disputas mezquinas de cualquier tipo menos políticas. Por el contrario, y a pesar de su dañina política sectaria, el KKE sigue ofreciendo la imagen de un partido organizado y fuerte. Así, miles de trabajadores pensaron que el mensaje que deseaban enviar a la burguesía sería más fuerte a través del KKE.
Este aumento de los votos al KKE no debe interpretarse como una recompensa por las políticas sectarias del partido. Por el contrario, son precisamente estas políticas las que constituyen los principales obstáculos que impiden que el partido logre un mayor aumento de su influencia. Y esto también se refleja en el patrón de votación en las elecciones: en las grandes ciudades, donde vive la mayoría de la clase obrera, el incremento del voto del KKE se ha mostrado anémico. En la región del Ática, el partido obtuvo 3.000 votos más que en 2009, mientras que en el municipio de Atenas y Salónica perdió un centenar de votos.
Si el KKE adoptara un programa marxista genuino, se disociara del estalinismo y sus políticas destructivas y adoptara la política de Lenin de un frente único del movimiento obrero, su influencia se incrementaría mucho más rápido, ganando a las masas para el socialismo.
Los resultados de SYRIZA
Estos resultados revelan su estancamiento y pérdida de apoyo: a nivel nacional, su porcentaje es de 4,5%, pero su número absoluto de votos ha disminuido significativamente.
En la región del Ática, SYRIZA apoyó a dos candidatos, pero ninguno de ellos logró un resultado satisfactorio para la izquierda. Diferentes organizaciones de entre las que conforman el frente SYRIZA han apoyado a candidatos distintos y esto creó una imagen de disolución del frente. Además, estos candidatos les fueron "impuestos" a las bases, ya que no hubo ningún debate previo sobre el programa, y no hubo ningún intento serio de encontrar una solución que pudiera unir al frente. El resultado era bastante previsible: durante este período de intenso ataque capitalista contra los trabajadores, cuando la unidad de clase se convierte en una necesidad absoluta, las bases de SYRIZA quedaron frustradas. Esta imagen de disolución, que no se basaba en ningún tema claramente político, desacreditó a SYRIZA ante los ojos de los trabajadores a escala nacional.
La suma de los votos de ambos candidatos bajó en unos 15.000 en comparación con las elecciones del año pasado. Este fracaso en alcanzar sus propias metas no se puede atribuir al hecho de que en el Ática había otro candidato, apoyado por la antigua ala derecha del Synaspismos (el principal partido que constituye SYRIZA), que abandonó el partido en el congreso del pasado mes de junio.
El primer candidato, A. Mitropoulos, fue elegido por los dirigentes de Synaspismos por considerarlo una persona que podría convertirse en un centro de atracción para las bases del PASOK, debido a su pasado socialdemócrata. Sin embargo, debido a la forma artificial y apresurada en que se forjó esta "alianza", la izquierda de las bases del PASOK prefirió votar por otros candidatos como G. Dimaras (candidato independiente y ex diputado del PASOK, que fue expulsado recientemente del partido) o abstenerse.
Los vínculos entre SYRIZA y las bases del PASOK, que se oponen a las políticas burguesas de su partido, debe forjarse en el movimiento obrero, en los sindicatos, en un contexto de discusión y acción común contra los ataques capitalistas. Desgraciadamente, este no era en absoluto el caso. En realidad, era una caricatura de alianza: una alianza incondicional de los dirigentes del Synaspismos con un grupo de cuadros del PASOK de alto rango, que no tenía ninguna influencia significativa sobre sus propias bases.
El otro candidato, A. Alavanos, era el ex secretario de Synaspismos y recibió el apoyo de algunos grupos pequeños dentro de SYRIZA. Obtuvo 30.000 votos (2%), en lo que era una especie de castigo por su intento obstinado de imponerse como el líder de la izquierda en estas elecciones.
Los resultados de las elecciones demuestran que hay una manera sencilla y clara de ayudar a la clase obrera y la juventud: presentar y defender un programa contra el desempleo y todas las demás pestes capitalistas y tomar la iniciativa de trabajar por la unidad de la izquierda. Este es el camino que debería haber tomado la dirección de SYRIZA.
Así, vemos cómo los resultados de SYRIZA fueron decepcionantes, sobre todo en las grandes ciudades. En el municipio de Atenas, su candidato obtuvo unos 11.000 votos, la mitad de los votos recibidos en las elecciones anteriores. En Salónica, los resultados fueron aún peores. Estos decepcionantes resultados sirven para subrayar los errores de los dirigentes de Synaspismos y SYRIZA. Demuestran la necesidad de un SYRIZA unido, donde las bases determinarán sus políticas, con fuertes raíces en la clase obrera y un programa que puede convencer a las masas de la necesidad de derrocar al capitalismo y luchar por el socialismo.
Los éxitos de los candidatos "independientes"
El alto nivel de votos por obtenidos por candidatos "independientes" también fue una característica sorprendente de los resultados electorales. Cabe destacar que 121 de los 221 candidatos que llegaron a la segunda vuelta, es decir, el 58,3% del total, no eran designados por los partidos. También vale la pena destacar el porcentaje de los "independientes" G. Dimaras en el Ática con el 15,9% y G. Amyras en la ciudad de Atenas con 7,37%.
El éxito de los candidatos "independientes" refleja la confusión política de cientos de miles de votantes que quieren romper con los dos principales partidos que dominan la política griega [PASOK y ND], pero al mismo tiempo, no confían en la política de la "izquierda tradicional"[KKE y Synaspismos].
En la Municipalidad de Atenas, el resultado notable de G. Amyras parece haber venido de un sector de descontentos entre los partidarios del PASOK y también de una capa de votantes de Nueva Democracia, un estrato de la pequeña burguesía, que no se ha politizado a través de la experiencia de participar en organizaciones de masas y mediante la acción colectiva de clase, por lo que tienen como único vínculo con la política a los medios de comunicación burgueses, y que son sensibles al lenguaje apolítico y desclasado de los programas de televisión supuestamente neutrales, que promueven a personas con “glamour”.
Sin embargo, el caso de G. Dimaras en la región de Ática es diferente, a pesar de su aceptación por parte de los medios de comunicación burgueses. Él tiene una larga historia política en el PASOK y DIKKI [o Dimokratiko Koinoniko Kinima, el Movimiento Social Demócrata, que fue fundado en 1995 por Dimitris Tsovolas y varios ex-miembros del PASOK]. El voto relativamente alto que obtuvo este candidato "independiente", que presentó una oposición débil y oscura hacia el gobierno, es en cierta medida una indicación de los inicios del desarrollo de fuertes corrientes de izquierda entre los partidarios del PASOK.
El crecimiento de ANTARSYA
ANTARSYA es la "Cooperación de la Izquierda Anti-Capitalista para la Revolución", que es una coalición de varios grupos pequeños de la izquierda extraparlamentaria, que se creó en 2009. El cambio global hacia la izquierda en el electorado se expresó también en los porcentajes ganados por ANTARSYA. En la región del Ática ANTARSYA ganó 22.000 votos más que en las elecciones nacionales de 2009, superando incluso a la formación de Alekos Alavanos con 2,29%. En la Municipalidad de Atenas subieron del 0,55% al 2,84%, en el municipio de El Pireo de 0,45 a 2,41%, en el Municipio de Salónica de 0,42% a 1,71% y en el Municipio de Patras de 0,52% a 4,48%.
La subida notable de ANTARSYA es un síntoma del creciente estado de ánimo revolucionario, sobre todo entre los jóvenes. Por desgracia, las tácticas políticas sectarias de los sindicatos y “partidos” que componen ANTARSYA desperdician este estado de ánimo mediante la construcción de un "partido revolucionario" experimental en los márgenes de las organizaciones de masas de la clase obrera, conduciendo a un callejón sin salida político.
El éxito de "Chrysi Augi" en Atenas
Es necesario hacer hincapié en los resultados de la organización neo-nazi "Chrysi Augi" (Amanecer Dorado) en el municipio de Atenas, donde ganó 5,26% y 10.000 votos y, en consecuencia, por primera vez obtuvo un concejal. Sin embargo, cabe señalar que a nivel nacional, la influencia de esta organización sigue siendo marginal, ya que sólo se atrevió a presentarse de forma independiente en dos ciudades y dos regiones en todo el país (Peloponeso y en Grecia occidental). Incluso en Salónica, la base principal de la extrema derecha en los últimos años, recibió sólo el 1%, y unos 1.000 votos. En la región del Peloponeso, obtuvo el 1,45% y en el oeste de Grecia el 1,88%.
Este resultado relativamente alto de "Chrysi Augi" en Atenas se centró en los barrios más desfavorecidos en el centro de la ciudad: Plaza de Ática y Victoria donde consiguieron el 14,72% y Plaza de San Panteleimon donde lograron el 12,27%. Estos resultados reflejan las actitudes xenófobas y racistas que se han ido alimentando como consecuencia de la crisis económica, con el generoso apoyo del Estado, volviendo a los elementos pequeño-burgueses y lúmpenes de las ciudades contra los miles de inmigrantes y refugiados que viven en condiciones miserables en los barrios del centro de Atenas.
La burguesía, que es la que tiene realmente la culpa, utilizando el aparato del Estado burgués, está tratando de desviar la atención de los trabajadores y de la pequeña burguesía que se ven arruinados por el empobrecimiento masivo que les espera. Está tratando de dirigir la ira de estas capas contra los inmigrantes que han llegado a Grecia en un intento de escapar de la brutalidad que prevalece en sus propios países. Con este objetivo en mente el grupo "Chrysi Augi" está actuando en coordinación con la Policía y está siendo utilizado como ariete contra los inmigrantes con el fin de alimentar a las capas pequeño burguesas y lúmpenes con veneno nacionalista y racista, y también infectar a los sectores más atrasados de la clase obrera.
A pesar de la aparición de estos neo-nazis en Atenas todavía no se ha extendido al resto de Grecia, sin duda es una señal de advertencia para el movimiento obrero y la juventud, y principalmente para la izquierda. En última instancia, sólo la lucha decidida de la izquierda sobre la base de un plan para derrocar al capitalismo y establecer una economía socialista planificada, puede finalmente resolver los problemas de las masas trabajadoras y así aislar completamente a la extrema derecha racista y a los neo-nazis.
El ascenso de "Chrysi Augi" por la extrema derecha junto con el fortalecimiento del Partido Comunista y ANTARSYA por la izquierda es una expresión característica de la polarización de clases que se desarrolla durante una crisis severa, una polarización de clase que se acentuará en el próximo período con la clase obrera y la juventud tratando de encontrar una solución en las organizaciones obreras de masas tradicionales, los sindicatos y en la "izquierda tradicional", sobre todo porque la dirección del PASOK está llevando a cabo las medidas antiobreras más duras de las últimas décadas.
La unidad de la izquierda: la tarea política más importante
La conclusión política más importante de los resultados de estas elecciones es el enorme potencial político de una izquierda unida. Si SYRIZA, el Partido Comunista, otras fuerzas de la izquierda en general y los miembros y cuadros de la izquierda del PASOK que se oponen al gobierno unieran sus fuerzas en las elecciones, los resultados serían completamente diferentes. La motivación de los trabajadores y los jóvenes para ejercer su derecho al voto sería muy poderosa, y el abstencionismo no constituiría la característica principal de las elecciones con lo que el gobierno no tendría ninguna excusa para permanecer en el poder y continuar con su política antiobrera.
Una Izquierda Unida de este tipo podría haber ganado un gran número de municipios en Grecia, y también varias regiones. La esperanza en estos tiempos de profunda crisis capitalista volvería a hacer su aparición en la psicología de la clase obrera y la juventud. Se podría fortalecer la confianza de los trabajadores, ya que por primera vez en muchos años existiría la sensación de que se les presentaba una solución política viable.
Los resultados electorales hablan por sí mismos. Si tuviéramos una amplia coalición de izquierda en la región de Atenas –incluso excluyendo la dinámica que esto pondría en marcha y la reducción significativa en el nivel de abstención que esto implica– la izquierda partiría con una base de 25,19% (la suma de SYRIZA, el KKE y ANTARSYA) y así pasaría a la segunda vuelta. En el municipio de Atenas también habría obtenido el 22,3%, en el municipio de El Pireo 25,06%, en el Municipio de Salónica el 14,45%, y en el Municipio de Patras partiría de un masivo 42,3%.
Cualquier persona pensante en la izquierda puede ver la magnitud de la pérdida de oportunidades, y cómo el movimiento obrero y la juventud en sus luchas contra la ofensiva del capitalismo podrían haberse visto fortalecidos si la izquierda hubiera logrado arrancarle al gobierno la región más grande de Grecia, los municipios de El Pireo y Patras, y alcanzar importantes cifras de dos dígitos en Atenas y Salónica. Desgraciadamente, los dirigentes de la izquierda se niegan a ver cuáles son sus tareas básicas. La principal responsabilidad de esto recae sobre los hombros de la dirección sectaria del Partido Comunista, que es el mayor obstáculo para la unidad de la izquierda.
No existe hoy mayor obstáculo para la unidad de la izquierda que la actitud de los dirigentes de la propia izquierda. Las diferencias políticas y programáticas de los distintos componentes de la izquierda no es un obstáculo en sí mismo, ya que un acuerdo sobre un conjunto mutuamente aceptable de políticas clave sería suficiente –medidas que tratarían de resolver los problemas más acuciantes de la clase obrera, como la pobreza, el desempleo y el aumento del costo de vida y hacer que los capitalistas paguen por ello–. Esto tendría que basarse en un debate rigurosamente democrático en el seno de la alianza.
Debemos subrayar que con el fin de tener contenido y efectividad, la unidad de la izquierda no debe ser ocasional, con fines electorales únicamente. En su lugar, tenemos que trabajar todos los días en el movimiento de la clase obrera y la juventud, en los sindicatos, las escuelas y barrios, para que el acuerdo electoral sea el reflejo y culminación de la acción de clase conjunta en defensa de las reivindicaciones más básicas de los trabajadores.
El fracaso de las dos facciones separadas de SYRIZA en la región de Atenas en obtener un apoyo importante, las dolorosas consecuencias de la abstención de los votantes de izquierda que resultó de la fragmentación de los partidos de izquierda, y la realización del enorme potencial para la unidad de la izquierda en las batallas políticas importantes, debe conducir a la creación de una fuerte corriente en la base de los partidos de izquierda tradicionales que empuje a los dirigentes a tomar finalmente el camino de la unidad.
Les corresponde a los líderes de Synaspismos y SYRIZA, junto con el Partido Comunista, vinculándose al ala izquierda del PASOK, que inevitablemente se va a desarrollar en el futuro inmediato, unirse y mostrar a todos los que están decepcionados y que se sienten traicionados por la dirección del PASOK que hay una manera de salir de esta crisis. Esa alternativa debe basarse en la unificación de todas las luchas en torno a la idea de una solución socialista, un gobierno de izquierda que habrá de nacionalizar los bancos y los sectores fundamentales de la economía. Esta es la única manera.
[Posdata:]
En la segunda vuelta de las recientes elecciones municipales y regionales el nivel de abstención fue aún mayor que en la primera. En Atenas, ¡el 67% del electorado no votó! También hubo un importante voto de los trabajadores contra los candidatos de derecha. Por primera vez en 28 años los candidatos a alcalde de Nueva Democracia no lograron ganar en Atenas y Salónica, donde fueron sustituidos por dos candidatos
Marxistiki Foni
Crisis mundial se transforma en una guerra a tres bandas.
El derrumbe financiero internacional alcanzó su punto más alto en septiembre de 2008, cuando el gobierno de Bush dejó caer al banco de inversión Lehman Brothers -con activos por 650 mil millones de dólares-. Esa decisión, una ofrenda a su rival Goldman Sachs y a la concentración del negocio bancario, paralizó el crédito mundial y congeló el comercio internacional.
El mismo monto suman, ahora, los vencimientos de los tres principales bancos de Irlanda -un país cuyo producto interno es de poco más de 180 mil millones de dólares. Estaríamos asistiendo, por lo tanto, al equivalente de un Lehman Brothers en Europa. Es obvio que quienes han dicho que la ‘recuperación’ está en pleno desarrollo estaban mirando otro planeta. Lo mismo cabe para quienes la bancarrota capitalista les suena como una caracterización un poco subida de tono. Pero a seis meses de la convocatoria de acreedores de Grecia, es claro que la quiebra de Irlanda vuelve a poner a la Unión Europea al borde de la bancarrota. Grecia misma no ha podido cumplir con las metas que le fueron impuestas en su rescate: su déficit fiscal ha crecido en relación con el PBI, que entretanto cayó un 5% y desencadenó una desocupación oficial del 12% y una real del 20%; o sea que el rescate agravó la crisis griega y la puso más cerca de la declaración de insolvencia. Portugal, por su lado, admite sin ambigüedades que su situación financiera está al límite y que podría pedir un retiro ‘transitorio’ del euro, o la emisión de una moneda local paralela. De acuerdo con el comentarista económico Ambrose Pritchard, la deuda total de Irlanda (pública y privada) es del 330% del PBI y su déficit de cuentas externas del 12% del PBI, mientras que los bancos portugueses dependen del financiamiento interno para el 40% de sus activos. En todo caso, los especuladores internacionales han llevado la sobretasa de interés que paga Portugal a los 800 puntos. Un retiro de Portugal del euro se llevaría puesta a España -su principal acreedor. Italia, a su vez, que se ufana de su política de rigor fiscal, no tiene condiciones de suscribir un rescate a Irlanda -la gota de agua que acabaría con las aventuras de Berlusconi, que es acusado por la gran industria por falta de socorro estatal. Irlanda, la víctima en esta ocasión, no podría de ninguna manera rescatar a sus grandes bancos, en los cuales ya metió 60 mil millones de euros, incurriendo, para 2010, en un déficit fiscal del 32% de su producto -un porcentaje jamás visto, salvo en guerras mundiales, y una deuda pública del 150%. El Tesoro irlandés se encuentra, por lo tanto, quebrado, precisamente en el momento en que debe honrar las garantías totales que estableció, a fines de aquel mismo 2008, para los grandes bancos locales; por eso la sobretasa de interés de su deuda se acerca a los mil puntos. El otro afectado es el Banco Central Europeo, que ha destinado a los bancos irlandeses la tercera parte de todos los euros emitidos para socorrer a la banca europea. A Irlanda se le acabó la cuerda; por eso la UE ha decidido forzarla a aceptar un rescate, que esta vez tendrá el aporte de una nación extra euro -Gran Bretaña, lo que no había ocurrido con Grecia. Las razones no son difíciles de imaginar: los bancos celtas le deben a los bancos británicos casi 200 mil millones de dólares, y aún más que eso a Alemania. La tinta de la cesación de pagos de Islandia, votada por un 90% de los electores en un referendo, aún está muy fresca como para que los ingleses miren para otro lado. Cuatrocientos años de rebelión contra los terratenientes anglo-escoceses, primero, y contra el capital financiero británico, después, constituyen, en el caso de Irlanda, una tradición de independencia que podría deparar sorpresas.
A Dios rogando
La crisis de las deudas pública y bancaria de Irlanda fue precipitada por una declaración Angela Merkel, la "cancillera" de Alemania (así llama Chávez a las ministras de exteriores), apoyada por el francés Sarkozy, a favor de que los rescates de deuda incorporen una quita de capital a los acreedores privados. Aunque el conjunto de la propuesta era prevenir los defaults -autorizando a los acreedores a imponer cambios a la política económica existente en caso de semejante riesgo-, fue interpretada, en el contexto de la crisis irlandesa, como una posible penalización a los acreedores. La intención de Merkel era clara: imponer un rescate en sus propios términos. La Comisión Europea le ha ofrecido a Irlanda un rescate de su deuda pública y de los bancos -en este último caso en forma directa, no a través del gobierno de Irlanda. Es claro que se pretende imponer un comité de vigilancia con mayores prerrogativas que el que opera en Grecia. Por lo pronto, Alemania exige que Irlanda abandone su condición de ‘paraíso fiscal’, o sea que los capitales operan con bajísimos impuestos en su competencia financiera. Es de suponer que el propósito es más amplio: quedarse con las hipotecas y, en su defecto, con las propiedades inmobiliarias cuyos impagos han provocado el derrumbe bancario irlandés, e incluso quedarse con los propios bancos. El gobierno irlandés ha resistido esta intervención, que supondría colocar la legislación financiera y el sistema financiero bajo la tutela de Estados extranjeros. La capitulación es, sin embargo, inminente. Como quiera que la condición de ‘paraíso fiscal’ fue impuesta, en Irlanda, para servir a la competencia de los fondos financieros anglo-norteamericanos en la Unión Europea y en la zona euro, el planteo tedesco-francés implica el desmontaje de esa zona de privilegio y una expresión de la guerra financiera de Alemania y Francia versus Estados Unidos e Inglaterra. El secretario del Tesoro norteamericano urgió a la Comisión Europea a rescatar a Irlanda, pero no avaló los términos del rescate dictados por Alemania.
Los movimientos políticos y financieros en torno a la bancarrota de Irlanda dejan al desnudo las tendencias que operan a la desintegración del euro. Es cierto que los llamados rescates son un negocio para los rescatistas, no para los rescatados, porque el dinero que prestan rinde tasas de interés elevadas, cuyo eventual retorno implica una transferencia de ingresos de los países rescatados a los rescatistas. Pero esto es un negocio para los Estados rescatistas dentro de ciertos límites; su extensión a otros países o prolongación en el tiempo sería fatal. Por otro lado, cada operación de rescate plantea una lucha de intereses que enfrenta a capitales e incluso a Estados, o sea a enfrentamientos políticos. Lo más significativo, sin embargo, es que la tendencia a imponer un protectorado germano a distintos Estados europeos es irrealizable a mediano plazo sin provocar rebeliones y hasta guerras -lo que, en su defecto, podría llevar a un desmantelamiento del euro por iniciativa alemana, lo cual devolvería a Alemania una libertad completa de acción, claro está que en alianza con una potencia extra europea-China (el principal mercado de Alemania) o Japón. La crisis de las últimas semanas pone en evidencia una guerra política, cuyo eje son Estados Unidos y China.
QE2
La sigla de arriba no es una fórmula química ni un ‘password’, sino la denominación del segundo plan de compra de títulos de la deuda pública de Estados Unidos por parte del Banco Central de ese país, que, todo sumado, alcanza a cerca del billón de dólares. La mayor parte de los comentaristas interpretó la medida como un intento, por un lado, de devaluar el dólar y ganar ventajas en el comercio exterior y, por el otro, de mejorar los precios de los bonos del Tesoro y bajar aún más su tasa de interés de mercado. Sin embargo, después del anuncio, el dólar se revalorizó, los precios de los títulos cayeron y las Bolsas se hundieron en otro martes negro. Es que en el medio había metido la cola la crisis de la deuda irlandesa, la correspondiente salida de capitales de Europa y la devaluación del euro. En este punto, se podría decir que la señora Merkel eligió un momento oportuno para detonar el derrumbe de Irlanda y desatar la depreciación del euro y la revalorización del dólar.
Pero más allá de esta ‘guerra de monedas’, lo cierto es que la deuda más explosiva es la norteamericana, catorce billones de dólares (más de un ciento por ciento del PBI) y que casi un 40% de ella se encuentra en manos de China, Japón y Alemania. Además, está la deuda de estados y municipios, por unos cinco billones de dólares, que en muchos casos ha debido ser rescatada para que no cayera en default. La compra de deuda pública por parte del Banco Central es, por eso, antes que nada, una operación de rescate, lo que se demuestra precisamente en el hecho de que no opera comprando títulos o bonos al gobierno, sino a los tenedores privados de ellos. Pero el rescate de la deuda con emisión perjudica al tenedor externo de esa deuda, porque ella desvaloriza al dólar ante otras monedas. El derrumbe del martes último en los mercados de acciones y de deuda pública marca los límites del Banco Central para defender la deuda norteamericana.
Esa emisión, asimismo, exporta la crisis norteamericana hacia el resto del mundo, porque sirve para la especulación en otros países con financiamiento de costo casi nulo. En consecuencia, países como Brasil, Corea del Sur o China han visto el desarrollo de una burbuja especulativa en el consumo, inmobiliaria o bancaria, que está atada por un hilo al ingreso de dólares. Si como ha ocurrido esta semana, el dólar, en lugar de debilitarse, sube y las tasas norteamericanas aumentan en lugar de caer, los especuladores se apurarán a deshacerse de sus inversiones financieras en el exterior y a provocar una fuga de capitales que podría derribar el edificio especulativo así montado.
En forma inversa, una crisis especulativa en los mercados receptores de dólares podría producir el mismo resultado, que es lo que ha ocurrido con la crisis irlandesa. Pero no sólo. El aumento de las tasas de interés en China en este período -también para frenar la especulación inmobiliaria y el alza de precios- provocó una fuga de los capitales que especulan con materias primas, de las cuales China es la mayor demandante. El derrumbe del precio de la soja, de mantenerse, pondrá fin a la ‘euforia’ económica de Brasil, Argentina y aun del sector agrícola norteamericano. En definitiva, la nueva emisión de dólares programada en Estados Unidos no tiene la capacidad para reactivar su economía, sino que responde a un intento de salvataje parcial de la deuda pública norteamericana y a un default de esa deuda en el caso de los tenedores extranjeros, por la víade la devaluación del dólar.
G20
En este contexto, el fracaso de la reunión del Grupo de los 20, en referencia a los países designados para supervisar la crisis mundial, ha sido la antesala de una guerra política. No ha habido acuerdo en ‘rebalancear’ la economía mundial, es decir en repartir los costos de los rescates del capital. Ese ‘reequilibrio’ deberá alcanzarse mediante pruebas de fuerza, incluso militares, como lo advierten las amenazas contra Irán o las disputas en el mar de China. Europa y China enfrentan, por ahora, más que el resto de los Estados, una tendencia a la rebelión popular -incluso en Irlanda, donde 25 mil estudiantes chocaron con la policía contra el aumento de las tarifas de las matrículas. Europa es una encrucijada de tendencias disolventes: la presión de Asia y Estados Unidos; el desequilibrio de la estructura política y económica de la UE y de la zona del euro; el ascenso de las luchas. La orientación política dominante -austeridad social, rescate del capital- es la línea de resistencia que ha encontrado para neutralizar esa presión especial de fuerzas y, en especial, la de la clase obrera. En el cuarto año de la crisis mundial, todos los Estados se encuentran lidiando con el tema del rescate del capital. Irlanda es ejemplar en este aspecto, porque el paquete de ‘ayuda’ que le ofrece la Comisión Europea viene a ocupar el lugar de los fondos que el BCE no puede seguir aportando. En Estados Unidos, desde antes del reciente triunfo electoral de los republicanos, se ha reforzado la presión hacia la austeridad fiscal, que tiene que ver, en definitiva, con el temor al derrumbe de la deuda pública y a la descalificación del dólar en el mercado mundial. La derrota de Obama, banalizada por muchos como algo frecuente en elecciones de medio término, señala la velocidad con que la crisis ha agotado la expectativa ‘reformista’ en menos de dos años. Los derrumbes financieros de la última semana, en especial el de las materias primas, pone de manifiesto la volatilidad de las economías de Sudamérica y desmiente su alegada fortaleza. A un plazo relativamente corto, Sudamérica volverá a ocupar un puesto destacado en la bancarrota mundial.
Jorge Altamira
Españoles, Franco no ha muerto (del todo)
Ha pasado 35 años de aquel 20-N de 1975, el día acabó muriendo Francisco Franco, una persona a la que la humanidad le ra completamente ajena. Su historia es una representación acabada de todas las miserias morales de este país, de hasta donde llegó el vertedero. Su muerte fue la más deseada de todas las muertes, y si los que la quisimos pudiéramos haber desfilado ante su féretro, de buen seguro que el desfile todavía seguiría.
Es verdad que ya estaba bastante muerto, y aunque tuvo mejor muerte de la que merecía, su agonía fue lenta, y la “movida” que rodeó su agonía, requeriría una pluma especialmente afilada y cruel para reconstruir lo sucedido. El evento ha pasado poco menos que desapercibido en los medios, que se han centrado en la figura del monarca enfatizando su papel de héroe glorioso en la película de la trama del 123-f. Tal como se enfoca la sucesión, podría hacer pensar que el rey pasó por el franquismo como la luz por el cristal, sin tocarlo ni mancharlo. De hecho, se nos dice que él nos salvó de los golpistas insertos en el ejército más temido por el pueblo. Se le temía tanto que se dio por bueno todo, y se permitió todo lo que transcurrió después.
La herencia de Franco permanece en el subconsciente, en el miedo del pueblo llano a los poderes establecidos. Después de una llamada guerra civil en la que el mando militar fusiló a centenares de miles de personas por asistencia a la “rebelión militar”, trascurrieron casi cuatro décadas de represión y terror. Su trayectoria, que comenzó su ascenso en la aplicación del terror colonial en Maruecos, concluyó con la firma de diversas penas de muerte. No se tiene la menor noticia de que le temblara la mano, y no parece creíble que en su confesión -¿semanal?- tuviera que arrepentirse de sus pecados. Y no sería que su confesor particular le recordara ni tan siquiera los veniales –esas cosas tan suyas de aliviarse en cualquier rincón de la Moncloa, o sus pase privados y con una sola mano de las películas con Sofía Loren-, y es que hasta el confesor era de las mismas hechuras. Se ha sabido que se mofaba de las personas que iban a verle para rogarle que incidiera por los suyos.
Es evidente que Franco no era el franquismo, y también lo es que no poca gente que en tal o cual momento “creyó” que todo aquello se hacía por Dios y por España, cambiaron. También fue cambiando el país, obviamente. Lo había hecho hasta Alemania y el Japón, aunque con atraso, llegó la fase del desarrollismo más la emigración del sur al norte, a Europa, llegó el turismo y la “balearización” (o sea la destrucción de las costas), y se movió todo, el cine, los libros, pero sobre todo, se movieron las generaciones. Desde los cincuenta las universidades se convirtieron en focos de resistencia, y desde la segunda mitad de los sesenta, las luchas obreras fueron aumentando hasta dar la siguiente vuelta: los empresarios aprendieron que había llegado un momento que llamar a los “grises” y recurrir al Vertical, era peor para ellos…
El franquismo fue pediendo su base social, era un corsé que “rebotaba” a cualquiera que aspirara a vivir de otra manera. Recuerdo que mis mayores me contaban que cuando fuese a la “mili” me iba enterar de las bofetadas que me darían, dando el hecho por lo más normal del mundo. Si embargo, en el tiempo que estuve vi muy pocas, y la última provocó que durante un día nadie comiera en el cuartel. Los franquistas de ayer comenzaron a llamarse demócratas. Hasta los torturadores gustaban de repetir que ellos hacían su trabajo, y que lo seguirían haciendo si todo cambiaba. El régimen estaba siendo asediado por dentro, y también por fuera, y la muerte del dictador coincidió con un tiempo postmayo del 68, de creciente ascenso de las luchas sociales, tanto fue así que el Estado español se pudo a la cabeza de Europa en cuanto al número de huelga….
No obstante, los cuerpos represivos mantenían una considerable “autonomía” de la sociedad, no en vano “habían salvado España”, y los rumores golpistas se hicieron pan nuestro de cada día, sobre todo porque nadie resultaba castigado. De hecho, la derecha ligada a los cuerpos represivos lo tenían tan claro lo de la impunidad –un rasgo que diferencia a este país de casi todos los demás-, que cuando amenazaban con sus pistolas a la gente, gustaban de de afirmar que si los mataban, “a ellos no les pasaría nada”…Salvaron a España y luego salvaron a la monarquía, es por eso que el ejército no se debe como en otros países, al gobierno. Deben obediencia al rey, para ellos, y cuando ellos me refiero a los “moderados” o sea, a los no golpistas (al menos abiertamente). Olvidar esto, no señalar que aquí existe déficit democrático, es engañar al personal. Es lo que hace Julián Casanova en una recién artículo (A los 35 años de la muerte de Franco) cuando dice: “El reto de los españoles del siglo XXI ya no consiste en crear una democracia plena con igualdad de derechos y libertades, caballo de batalla, a veces sangriento, de algunas de las generaciones que nos precedieron, sino en seguir cambiando para mejorarla y reforzar la sociedad civil y la participación ciudadana.”
Esos déficit no se han resolviendo, porque la idea de la izquierda institucional y mayoritaria no fue entonces decir “Bueno, cedemos ahora pero nos damos n plazo” para resolver problemas pendientes, ni mucho menos. De ahí que se haya podido decir aquello de “contra Franco vivíamos mejor”. Es una ironía de la historia, y no seré yo el que menosprecie la tranquilidad esa de que cuando llaman de madrigada a tu casa es el vecino que e ha dejado las llaves o el cuñado por una merge3ncia médica. Se lograron muchas libertades, se impusieron, pero en el segundo plazo se han ido recortando. El poder de los que apoyaban a Franco –la gran mayoría de los empresarios y por supuesto, los terratenientes-, no han disminuido su poder sino que, todo lo contrario. Se han vuelto más prepotentes.
Así que estábamos “mejor” en el sentido que era una época de expansión económica, que podías cambiar de puesto de trabajo y empeñarte en una vivienda. Porque cuando se daba un atropello o una injusticia –no olvidaré nunca la reacción solidaria en el bario de Pubilla Casas, en L´Hospitalet, el día en el que unos ancianos vinieron a la Asociación a decirnos que los querían “desahuciar”-, y sobre todo, era n tiempo en el que parecía que la pista de la historia estaba abierta, y que hasta señores tan conservadores como Jordi Pujol se reclamaba de la socialdemocracia de Olf Palme. Si alguien hubiera dicha a los militantes comunistas –o socialistas, que alguno había- que todo acabaría en una situación como la que se ha estado dando, seguramente lo habrían insultado.
El día 20 de noviembre de 1975, estaba yo trabajando en los lúgubres pasadizos de los archivos del edificio central de Seguridad Social en Barcelona, en la esquina de Balmes con Gran Vía. En aquel tiempo, el director tenía dos coches oficiales, uno diario, y otro para los fines de semana, y uno de ellos, un maño con ganas de vivir y amante del buen yantar, andaba por aquellos lugares y contaba con sorna, las anécdotas de días de cacería de animales, y de otras especies decía con una risotada. Anteriormente, había estado llevando lo que se llamaba la “valija”, y que comprendía unos documentos que en muchas ocasiones no podía volver sin que me lo firmaran. Me recibía un señor con pinta de funcionario de La Codorniz, cuya tarea era recortar en la prensa todo lo que se decía de la institución. Me decía que tal o cual subdirector o jefe de tal negociado, volvería pronto. No tardé en comprobar que lo de pronto no era cierto, y que la verdad era que estaba en otro lugar, cuando no en el bar-granja de enfrente, donde pasaban a veces parte de la jornada laboral charlando de esto o de lo otro.
El lugar estaba lleno de adictos, y eso que era público y notorio lo pudimos comprobar cuando al año siguiente flotaron algunos autocares, y en la lista estaban inscrito buena parte de los funcionarios conocidos, aunque la vedad es que nunca tuvimos ningún altercado, y eso que entre el sector más joven, el antifranquismo era moneda común, mi jefa ra del MCE, y había al menos un chico majo del PSUC. Aquel mismo día 20.-N, nos agenciamos unas cuantas botellas de champán, y con buen surtido de viandas, y nos montamos un desayuno que se prolongó mucho más de lo habitual, y que acabó con más de uno de nosotros beodo, algo que no dejaba de ser un riesgo, al menos conmigo, ya que, como pude comprobar en el servicio militar, el abuso del licor me llevaba a hablar más de la cuenta. No pasó nada, y eso que hubo alguna que otra risotada por lo que parecía la reacción a un chiste que nadie había contado. En los días siguientes, supe de casos parecidos, aunque también nos llegó la noticia de una corriente de pavor entre mucha gente que tenía algo malo e imprevisible. Al parecer, el miedo fue un sentimiento generalizado en las cárceles.
Posteriormente, la imagen del siniestro Arias Navarro, anunciando compungidamente por la TVE la noticia se instalaría como el cuadro de una liberación, y es que por más que la loza que le echan encima en el llamado Valle de los Caídos…Ha llovido mucho desde entonces, y seguro que todo ha cambiado. Ya no quedan caciques, funcionaos tétricos, y que todo es mucho más eficiente. Pero también es verdad es que ahora, el mismo lugar es un centro de operaciones favorables a los beneficios privados, que el precarizado está subiendo en detrimento del trabajo fijo, y que los señores que mandan no tienen dos chóferes, pero seguro que ganan mucho más con sus conexiones con los laboratorios y las empresas privadas.
Desde este punto de vista, de la continuidad de “los de siempre”, se puede decir que, en lo fundamental (quien manda, quien se lleva los beneficios), Franco no ha muerto.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
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