Una escuela participativa, una
escuela simbiótica, una escuela donde todos aprendemos y todos aprendemos a
aprender es lo que el Plan Educativo Salvadoreño está ofreciendo a la ciudadanía
salvadoreña.
Cambios curriculares, alfabetización que no sólo
enseñe a leer y escribir, sino a vivir, asistencia
gubernamental a las necesidades materiales del estudiantado y con ello del
hogar salvadoreño, una escuela plena donde la nación se convierta en escuela y
la escuela en nación, una escuela inclusiva que no deje a nadie fuera de su
abrigo, cambios profundos en la metodología de la enseñanza, nuevas
motivaciones escolares y la participación de la
ciudadanía en el acto educativo es lo que nos está llevando a mejorar el
sistema educativo en el país.
Toda planificación educativa que
no tome en cuenta la histórica lucha de clases por insolubles y no se ponga al servicio del pueblo, no estará
en nada, pues se seguirá planificando y educando para la esclavitud cuando paradójicamente
la educación lleva en sus entrañas la semilla de la liberación de ahí que la preparación curricular
de maestros debe incluir la ideología de la liberación como punto de partida y como meta final.
Es completamente falso decir que los
profesores no trabajan, otra cosa es preguntarse bajo que orientación trabajan,
como es falso hablar de poblaciones libres de analfabetismo cuando hay personas
que cuando los alfabetizadores les llaman a alfabetizarse les ofrecen el
machete o las balas mostrando de esta manera la necesidad de alfabetizar a la ciudadanía
para que no nieguen el agua aun cuando están muriendo de sed.
Comenzando el hogar a la escuela,
de la escuela a la comunidad, de la colectividad a la persona del 
estado al educando, del educando
al estado es nuestro deber ofrecer a la ciudadanía la mejor educación posible
que este acorde a las necesidades de nuestro tiempo.
estado al educando, del educando
al estado es nuestro deber ofrecer a la ciudadanía la mejor educación posible
que este acorde a las necesidades de nuestro tiempo.
Crear una cultura de lectura e investigación
es lo que reclama nuestro cambiante tiempo
y decir parafraseando a Correa: "No es sólo una época de cambio, sino
un cambio de época"
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