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domingo, 15 de enero de 2012

Transcripción palabras compañero Vicepresidente Salvador Sánchez Cerén

Transcripción palabras compañero Vicepresidente Salvador Sánchez Cerén, en ocasión de la Conmemoración de los Acuerdos de Paz, a 20 años de su firma. Alameda Juan Pablo II, San Salvador, 14 de enero de 2012
Compañeros y compañeras, compañero Secretario General del FMLN Medardo González, compañeros de la Comisión Política y candidatos a alcaldes y diputados, amigos de América Latina que nos acompañan, decirles a todos, que es impresionante desde esta tarima ver esta inmensa marea roja que desde hace 31 años viene transformando este país.
Pero lo más impresionante de esta concentración es ver caras de jovencitos y jovencitas, que viva la juventud, un fuerte aplauso para los jóvenes [APLAUSOS].
Ustedes son los llamados a construir este país, nosotros emprendimos una lucha heroica y murieron muchos jóvenes, ahora les toca a ustedes continuar esa obra.
También es impresionante ver cientos, miles, de mujeres, la mujer del FMLN y la mujer salvadoreña ha tomado la decisión de continuar con el cambio y seguirle apostando al FMLN [APLAUSOS].
Permítanme hacer un paréntesis antes de trasladarles mis reflexiones, hoy a 20 años de la firma de los Acuerdos de Paz. Es para mis amigos periodistas, sé que mis amigos periodistas se estarán preguntando que hace el Vicepresidente en un acto de proselitismo. [APLAUSOS]
Yo les quiero decir a los amigos periodistas, y ojala lo citen textualmente, nosotros somos respetuosos de las decisiones y medidas que toma el Presidente Mauricio Funes, nosotros respetamos y compartimos y aplicamos esas medidas, por eso muchos funcionarios del FMLN no están acá en este acto, porque el Presidente considera que debemos dedicarnos a hacer el cambio y a hacer las transformaciones.
Nuestro partido comparte que hay que cambiar esta sociedad, que hay que acompañar al Presidente Mauricio Funes y hay que darle continuidad a ese cambio [APLAUSOS].
Amigos periodistas estoy acá por dos razones: primero, este Vicepresidente es firmante de los Acuerdos de Paz [APLAUSOS] por ello estoy acá. Y segundo, y ojala, vuelvo a repetirlo, que lo citen textualmente, porque pertenezco al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN [APLAUSOS], que negoció la Paz y firmó la Paz en El Salvador [APLAUSOS].
Por ello permítanme reflexionar, porque sé que muchos jóvenes ahora que está en todos los medios el debate de los que firmamos los Acuerdos de Paz sobre los hechos que se dieron hace veinte años. Permítanme trasladarles algunas valoraciones para que ustedes las tomen y tomen su propio criterio y saquen su propia posición de la historia de nuestro país.
Este 16 de enero conmemoramos el vigésimo aniversario de los Acuerdos de Paz, firmados en el castillo de Chapultepec, México, por el FMLN y el gobierno salvadoreño.
El FMLN se honra en ser uno de los actores principales de este acuerdo que cerró una de las fases más horrendas de nuestra historia, causada por largos años de dictadura militar, que fueron el instrumento de la oligarquía salvadoreña para someter al pueblo y arrastrarlo a la desigualdad, a la pobreza, a la marginación y al sufrimiento.
Ellos, la oligarquía, crearon un régimen autoritario, que usó la represión, el asesinato, la tortura, violando los elementales derechos humanos de las personas.
Con el Acuerdo de Paz se inicia una nueva época de la historia, llena de esperanza, comprometida en construir una sociedad democrática, de convivencia pacífica y en paz, comprometida en la búsqueda de alcanzar mayor justicia social, inclusión, equidad y desarrollo, todo en función de alcanzar una vida mejor para los hombres y mujeres salvadoreñas.
Permítanme expresar, y sé que ustedes me van a acompañar con un aplauso, nuestro reconocimiento y homenaje al compañero Schafik Jorge Handal [APLAUSOS], líder indiscutible de la resistencia del pueblo salvadoreño en su lucha contra la dictadura, fundador de nuestro partido FMLN e innegable luchador que condujo con mucha habilidad e inteligencia las negociaciones, hasta concluir con la solución pacífica negociada diseñada en el Acuerdo de Paz.
Permítanme rendir también homenaje a la Dra. Mélida Anaya Montes, [APLAUSOS] sabia mujer cuya entrega, sacrificio e inteligencia contribuyó para hacer realidad el Acuerdo de Paz.
Rendimos homenaje a todos nuestros compañeros y compañeras que ofrendaron su vida por liberar a nuestro pueblo, en especial queremos reconocer a todas las madres salvadoreñas que perdieron a sus hijos, aquellas madres que todavía sufren porque desconocen, después de tantos años, donde están sus restos de sus familiares y de las víctimas desaparecidas. Nos solidarizarnos con ellas, con el derecho que tienen de conocer el verdadero destino de sus hijos.
Agradecemos a la iglesia católica y a todas las iglesias que no descansaron en su trabajo por alcanzar la paz, rendimos homenaje al arzobispo Arturo Rivera y Damas [APLAUSOS] que ejerció el papel de mediador entre el gobierno del presidente Napoleón Duarte en las reuniones de diálogo que se realizaron desde 1984 hasta 1987. Recordamos al Comité Permanente del Debate Nacional CPDN por su aporte a la paz.
Recordamos al Dr. Abelardo Torres, miembro de la delegación del gobierno, fallecido pero recordado por su esfuerzo para hacer realidad la paz en El Salvador.
Rendimos agradecimientos a la comunidad internacional, a los gobiernos amigos, a Naciones Unidas, que facilitaron llegar al Acuerdo de Paz.
Agradecemos al gobierno de Cuba [APLAUSOS] por toda su labor diplomática a favor de la paz realizada en el seno del Grupo de Contadora, en las Naciones Unidas, y en el movimiento de los países no alineados.
A todas las víctimas del conflicto armado: civiles y militares. A sus padres y a sus familias les reafirmamos nuestra solicitud de perdón.
Sabemos el dolor que les causa recordar esta fecha, siendo más grande aun el dolor de la madre y la familia de los desaparecidos.
Tenemos esta deuda ya que ellos tienen todo el derecho a conocer la verdad, a exigir justicia y que se les repare moralmente.
Quiero también responder a esa pregunta que quieren hacer ver que nosotros estábamos enamorados de las armas, que éramos guerreristas y que no queríamos firmar los Acuerdos de Paz.
Yo les digo a todos ellos que estos hombres y mujeres que están acá, empuñaron las armas, y a miles y miles que están con ustedes, que ellos era un pueblo de campesinos, descalzos, que no sabían leer y escribir, obreros, maestros, intelectuales, amas de casa, que decidieron armarse y decidieron construir el ejército guerrillero más poderoso de América Latina [APLAUSOS], que no solo combatió a la dictadura militar y su ejército sino que combatió la intervención de Estados Unidos en El Salvador [APLAUSOS], y ni con la ayuda de los norteamericanos pudieron derrotar a este pueblo que no estaba inspirado en las armas sino que estaba inspirado en la voluntad de terminar con este gobierno de dictadura militar y abrir un nuevo periodo democrático.
Es importante reconocer que demostramos al mundo nuestra capacidad de construir nuestro propio futuro, fuimos capaces de cerrar décadas de injusticia y represión, confiamos en nosotros mismos como país.
Aunque con la firma en México abrimos una nueva época de esperanza también teníamos incertidumbres y dudas de su certeza, y de qué forma enfrentar los nuevos problemas, pero supimos enfrentarlos con valentía.
Una nueva cultura está en marcha, democrática, pacífica y de nuevas oportunidades.
Abandonamos la confrontación armada y definimos resolver nuestros conflictos por la vía del diálogo, la negociación y el camino político electoral.
Creamos una nueva institucionalidad, una nueva visión de país, es decir estamos mejor preparados para enfrentar los nuevos desafíos como son la pobreza, la desigualdad, la inseguridad y la falta de reconciliación. Estamos mejor preparados para construir nuestro propio modelo de desarrollo y seguir avanzando a una sociedad con mayor justicia social.
Una sociedad democrática no significa ausencia de dificultades, injusticias y desigualdades, significa tener la capacidad, la inteligencia y la conciencia para resolver los problemas por vías racionales, inteligentes, participativas, respetuosas de los derechos fundamentales de las personas, teniendo siempre presente que nunca se debe perder la capacidad de encontrar, construir y viabilizar soluciones.
El FMLN es un partido que no surge con los Acuerdos de Paz. Tenemos treinta y un años de existencia, nos enorgullece y nos honra el aporte y contribución que hemos dado al país a lo largo de su historia, desde la década de 1930.
En esa época aconteció una de las barbaries que recuerda nuestra historia, alrededor de 30 mil campesinos, obreros, indígenas, fueron asesinados después de una jornada democrática de elecciones, donde los pueblos favorecieron con su voto a indígenas campesinos, triunfo que fue arrebatado con represión y fraude, lo que originó la insurrección campesina-indígena, que culminó con el asesinato del compañero Agustín Farabundo Martí, insigne líder de nuestro partido. [APLAUSOS].
¿Se preguntaran, por qué el pueblo conducido por el FMLN tomó las armas?
El FMLN a través de una de sus organizaciones, el partido comunista de El Salvador, levantó la larga lucha de resistencia democrática, ya para los años 1970s surgieron nuevas organizaciones políticas-militares que impulsaron la lucha armada como vía de resistencia a la dictadura.
Se abrió un nuevo ciclo histórico de lucha, surgió un movimiento popular combativo que se extendió a lo largo y ancho del país y que provocó una crisis de dimensión nacional que obligó a la oligarquía salvadoreña a retomar su instrumento de dominación que por algunos meses se le había escapado de su influencia y dominio, se trata del golpe de la juventud militar del 5 de octubre de 1979.
Concluida esta fase se levantó una mayor represión contra el pueblo, conmovió al mundo y a nuestro país el asesinato de nuestro mártir arzobispo Monseñor Oscar Arnulfo Romero, [APLAUSOS], el pueblo se reagrupó, se unió y surgió la unidad de las organizaciones populares que se amplió con las fuerzas democráticas y progresistas, se inició una nueva etapa de la historia, el enfrentamiento armado entre el FMLN y el ejército nacional, y los norteamericanos que intervinieron en El Salvador.
¿Otra pregunta que surge es si el FMLN fue obligado a sentarse en la mesa de negociación?
Es de reconocer que el FMLN desde el inicio del conflicto armado promovió el diálogo y negociación. En 1981, óigase bien, esto no se dice, en 1981 el FMLN-FDR propuso al gobierno de Estados Unidos comenzar con el diálogo para solucionar ese conflicto que comenzaba y que todavía no tenía las dimensiones que alcanzó después, a buscarle una solución política, esa iniciativa fue apoyada por el gobierno de México, y el gobierno de México fue el que intermedió y en ese momento estaba en la presidencia de Estados Unidos Ronald Reagan, acababa de perder la presidencia el Presidente Carter, y en un primer momento acordaron y le comunicaron al gobierno de México que sí se iba dar la reunión en la ciudad de México, nuestra delegación se preparaba para viajar cuando comunicaron que se suspendía la reunión. [1]
Lo que sucedió en los Estados Unidos en las esferas de poder es que en ese momento dominó una política de guerra, una política de los halcones que aspiraban enriquecerse a través de la industria militar y el único camino era llevar la guerra al mundo, y consideraban que el enfrentamiento era entre capitalismo y comunismo, y por ello Reagan decidió que en El Salvador el FMLN era un movimiento que surgía y que podía ser derrotado militarmente, se equivocaron los Estados Unidos, como siempre se equivocan con el pueblo de América Latina que aspira por su propia fuerza de construir su propio destino [APLAUSOS].
La historia ha demostrado que fue equivocada esa decisión, que esa decisión provocó miles y miles de muertos en este país, eso se hubiera evitado, Schafik lo relata en sus memorias. Yo desde la vez pasada les decía que deben leer a Schafik, que cantidad de obra hay de Schafik, él relata mucho de esto en su libro.
Para 1984 continuamos con las iniciativas de diálogo. En 1984 en pleno despliegue de la confrontación militar entre el ejército de El Salvador y el FMLN se iniciaron las reuniones con el gobierno de Napoleón Duarte que concluyeron en 1987. Tres años estuvimos en diálogo, tres reuniones hubo: en La Palma, en Ayagualo y aquí en San Salvador en la nunciatura, y no se alcanzaron acuerdos significativos en una negociación que pusiera fin al conflicto armado.
Estos diálogos fueron posibles a través de la mediación del entonces arzobispo de San Salvador, Arturo Rivera y Damas, que si no alcanzó poner fin al conflicto logró humanizar el conflicto, ya que en esos años nosotros teníamos cientos de prisioneros de guerra del ejército y de sus mandos, pero también teníamos una cantidad de compañeros heridos, y a partir de esa iniciativa de la iglesia comenzamos a darle libertad a los prisioneros, pero además se permitió que nuestros compañeros salieran a todos los países que habían decidido apoyarnos a tener curación. Yo quiero mencionar a Cuba nuevamente que recibió a más de 500 lisiados [APLAUSOS], y que ellos todo ese tiempo que estuvieron allá, no solamente recibieron asistencia médica sino también recibieron conocimientos y muchos de ellos son ahora compañeros que están aportando al desarrollo del país.
¿Pero por qué fracasó ese proceso de diálogo?
Fracasó porque la propuesta del gobierno de Napoleón Duarte era el desarme unilateral del FMLN. Se volvieron a equivocar, nosotros las armas las habíamos utilizado, habíamos aprendido a emplearlas, porque cerraron las elecciones, las elecciones se cerraron, la oposición ganó pero hubo fraudes, represión, hay testimonios en nuestra historia, cerraron la lucha social a las organizaciones populares que se manifestaban, las masacraban, no quedaba otro camino, ese camino lo emprendimos, pero nuevamente asesorados por los norteamericanos el gobierno de ese momento presidido por Napoleón Duarte se equivocó, creyó que nuestro fin era el arma, pero para nosotros no era el arma, si hubiera sido el arma hubiéramos dejado el arma y nos hubiéramos ido a lo que ellos nos ofrecían, nos ofrecían propiedades, nos ofrecían convertirnos en partidos políticos, pero no era esa la razón, la dictadura militar seguía intacta y para nosotros la derrota de la dictadura militar era el objetivo que movió a nuestro pueblo, no solo ha insurreccionarse sino a tomar las armas para derrotar esa dictadura militar [APLAUSOS].
Al fracasar ese esfuerzo se construyó un nuevo escenario, un nuevo escenario que ustedes acaban de conmemorar, porque fue quizás la operación más grande del FMLN, fue la ofensiva guerrillera del FMLN del 11 de noviembre de 1989. Fue una operación que los oligarcas de este país se quedaron sorprendidos, al día siguiente cerca de sus casas estaban nuestras unidades guerrilleras, en el centro de la capital estaban nuestras unidades guerrilleras [APLAUSOS]. Se había engañado que el FMLN era una fuerza derrotada y que no tenía posibilidad de alcanzar victorias militares, esa ofensiva generó un nuevo escenario y también fracasó la propuesta del gobierno del desarme unilateral del FMLN.
La ofensiva guerrillera del FMLN sobre San Salvador y las principales cabeceras del país, demostró su poderío militar y el debilitamiento moral y militar del ejército. Éste para contener la ofensiva, bombardeo barrios, asesinó dirigentes populares y el 16 de noviembre de 1989 se produce el asesinato de los padres jesuitas por parte del ejército y que nuevamente conmovió al mundo y movió al mundo para impedir que se siguiera apoyando a ese ejército asesino.
Ese era el nuevo escenario internacional. A nivel internacional se había levantado una gran efervescencia en el mundo contra la política guerrerista de Estados Unidos, y al interior de su congreso se generaron contradicciones de continuar la guerra. Ese escenario hizo de que Estados Unidos cambiara su política a El Salvador y se decidiera continuar con la guerra pero apoyando la negociación.
En diciembre de 1989, en ese escenario, el FMLN y el gobierno solicitaron por separado al Secretario General de las Naciones Unidas su mediación para poner fin al conflicto armado por la vía de la solución política, iniciándose desde 1990 la negociación con el auxilio del Secretario General de la ONU y sus representantes. La negociación se concluyó el 16 de enero de 1992 con la firma del Acuerdo.
En 1991 se inició la verificación de la ONU, a través de la misión de verificación de ONUSAL que se prolongó hasta 1995 y posteriormente como había acuerdos no cumplidos crearon una oficina de Naciones Unidas para darle seguimiento al cumplimiento de lo que faltaba por cumplir. [2]
¿Otra pregunta que ha estado en este debate en estos días, en el marco del XX Aniversario de los Acuerdos de Paz, es si se cumplieron todos los Acuerdos de Paz pactados?
Mi opinión es que esta fase de cumplimiento de los acuerdos se alargó, estaba proyectada para un año con tiempo prorrogable. El FMLN siempre exigió el cumplimiento certero y completo de los acuerdos, por lo cual se hicieron reprogramaciones, quedando pendientes por cumplir algunos y el compromiso de su cumplimiento, después de 1997, se tomó la decisión de que a partir de la nueva institucionalidad que había surgido de los Acuerdos de Paz, una nueva Asamblea Legislativa donde el FMLN tenia presencia, una reforma en el sistema electoral, una reforma del sistema de justicia, con la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, con esa nueva institucionalidad se tenía que seguir cumpliendo los acuerdos no ejecutados relacionados con el tema económico y social, los relacionados con las recomendaciones de la Comisión de la Verdad para terminar con la impunidad.
¿Por qué he hecho este relato, muy breve?, Si ustedes leen el libro de Schafik van a tener allí, Schafik tiene un libro como de 400 páginas, y allí esta toda la historia y es un deleite leer a Schafik y ver su sabiduría en ese relato de nuestra vida, nuestra vida como FMLN.
¿Por qué he hecho este relato? Para comprender que el FMLN, óigalo bien, ustedes que pertenecen al FMLN, hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes y jovencitas, deben de comprender que el FMLN es considerado por el pueblo como una fuerza representativa honesta, que defiende a los pobres y que cumple lo que promete. [APLAUSOS] El que defiende a los ricos es ARENA, el que defiende a los pobres es el FMLN y esto está muy claro en la conciencia del pueblo salvadoreño [APLAUSOS] ¿Y por qué? Esto es lo otro que ustedes tienen que reflexionar, por qué se le conoce, por la conducta a lo largo de la historia del FMLN, defensor de la justicia y del bienestar del pueblo.
Es importante destacar que el FMLN durante toda la lucha militar, política y diplomática, así como en los 20 años posteriores a la firma de los acuerdos, después que dejamos las armas, siempre actuamos con el principio ético de respetar la vida y de ser incorruptibles [APLAUSOS]. Eso es lo que nos hace diferentes de esa marea de partidos corruptos en El Salvador [APLAUSOS], eso debe entenderlo nuestra juventud.
Y con este tema del desprestigio de los partidos políticos, incluyen al FMLN, vean nuestra historia, nuestra historia es diferente a esos partidos tradicionales que buscan el gobierno para enriquecerse, nosotros buscamos el gobierno para seguir nuestros ideales de cambio y transformación, que lo iniciamos hace treinta y un años [APLAUSOS], por los que murió Schafik [APLAUSOS], por lo que murieron miles y miles de hombres y mujeres [APLAUSOS], por lo que murió Farabundo Martí y Melida Anaya Montes. [APLAUSOS]. El FMLN es una fuerza movida por principios revolucionarios claros, de amor y entrega por el pueblo, por la gente más necesitada.
La historia nos sitúa como actores importantes para iniciar y darle continuidad al cambio, hacer viable la esperanza del pueblo de construir una vida mejor y digna.
Con esa fe renovada, yo les pido a ustedes, a todos ustedes, que con esa fe renovada en el pueblo, como factor de las transformaciones, es que hoy nos encontramos frente a estas nuevas elecciones.
En estas nuevas elecciones debemos de reafirmar nuestro renovado amor y compromiso con el pueblo salvadoreño, eso es lo que identifica al FMLN.
En el 2009 el pueblo votó por el FMLN y ganamos el gobierno e iniciamos el proceso de cambios y transformaciones, nos guían grandes objetivos: la consolidación de la transición democrática iniciada a partir de los Acuerdos de Paz y la construcción de un nuevo modelo económico y social.
El modelo neoliberal fracasó, los que se empecinan en seguir aplicando el modelo neoliberal están contra la historia, El Salvador necesita un nuevo modelo productivo que le de bienestar a la mayoría de pobres de este país.
Por ello es que orientamos la inversión en este gobierno principalmente a mejorar la situación de los pobres.
También, yo creo que debemos de reconocer y debemos de poner en alto la actitud valiente del Presidente Funes que no dudó en cambiar la orientación de los gobiernos anteriores de ARENA que no cumplían los tratados internacionales y convenciones sobre derechos humanos.
Los gobiernos areneros fueron condenados y obligados a cumplir compromisos con las víctimas del conflicto armado.
El Presidente Funes al inicio de su gestión y a nombre del Estado salvadoreño pidió perdón a las víctimas y en especial a los familiares de los desaparecidos, realizó diferentes actividades en materia de reparación, es decir reconoció las graves violaciones en derechos humanos y abusos de poder durante el conflicto armado, por ello realizó un acto de desagravio y pedido de perdón a las víctimas.
Ha impulsado diferentes actos de reparación, reconociendo las recomendaciones y sentencias emitidas por el sistema interamericano de derechos humanos.
El 16 de enero de 2010 el señor Presidente anunció la creación de la comisión nacional de reparación a las víctimas de violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado interno, se ha promovido el diálogo con los familiares de los desaparecidos para cumplir con el deber de reparación.
Este 16 de enero en la comunidad del Mozote se anunciaran otras medidas de reparación a las víctimas y se pedirá perdón a nombre del Estado a las familias de las víctimas de esta masacre.
Existen acciones importantes en materia de reparación con el propósito de la reconciliación y lograr reunificar a la sociedad salvadoreña, pero hay deudas todavía, grandes deudas, debemos garantizar a las familias el reconocimiento del paradero de sus hijos y sus padres desaparecidos, avanzar en encontrar la verdad, la justicia y el perdón de todos los casos.
Para finalizar quiero expresarles que me uno al clamor de todos los sectores de la sociedad salvadoreña que claman por un nuevo Acuerdo de Paz con el cual se puedan construir soluciones para enfrentar la pobreza y la desigualdad, la inseguridad y el crimen que tienen atemorizado a nuestro pueblo.
Considero especial el esfuerzo iniciado por la Comisión Nacional de Educación de unir al país contra la violencia y la inseguridad, al igual que todas aquellas iniciativas encaminadas a construir un modelo económico que proporcione desarrollo, cree justicia social y contribuya a erradicar las desigualdades sociales.
Nuestra historia más reciente nos demuestra que cuando todos nos unimos podemos enfrentar de mejor forma las dificultades que impiden el progreso y la justicia social. Si nos lo proponemos saldremos adelante y victoriosos.
¡Honor y gloria a nuestros mártires!
¡Juntos: FMLN y pueblo venceremos!
¡Viva el FMLN!
¡Viva El Salvador!
[APLAUSOS]
NOTAS
[1] Al fracasar la reunión de 1981 para buscar una solución por la vía del diálogo, el gobierno de México, que se había involucrado directamente en esta iniciativa de paz, promovió junto con Francia la declaración franco mexicana, en agosto de 1981, que reconocía al FMLN como fuerza representativa de El Salvador y estableció que en todo diálogo y negociación debería tomar como parte al FMLN.
[2] La oficina de seguimiento de la ONU para los acuerdos pendientes concluyó en 1997.

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