La destrucción de Iraq, Afganistán, Libia y posiblemente Siria, dan un indicativo claro de la agenda del imperialismo para América Latina, lo cual llama a la unidad de nuestras fuerzas a prepararnos contra cualquier intervención.
Las elecciones sin opciones democráticas de Guatemala, la sangría constante contra el pueblo hondureño antes, durante y después del golpe de estado, la guerra mediática contra Venezuela, la historia reciente de Libia, los sucesos de Chile y México y el silencio sepulcral de los medios de comunicación al servicio del imperialismo nos hablan claramente del momento que estamos viviendo y nos anuncian que lo peor está por venir.
La manipulación de la economía internacional por medio de las burbujas económicas bursátiles de Wall ST. con las cuales desvaloran la producción internacional a su conveniencia, recogen las bienes del mundo a cambio de nada y hunden la economía de los países a su antojo, como las acusaciones del Departamento del Tesoro contra funcionarios de otras naciones que no están de acuerdo con sus políticas económicas, el robo o congelamiento como ellos le llaman de los depósitos financieros de otras naciones en bancos de propiedad imperialista llaman a la unidad de nuestros países para crear nuestra propia banca, un sólo ejército, nuestra propia moneda y nuestras propias organizaciones de representación internacional conociendo que la OEA y la ONU no son más que apéndices del imperialismo mismo.
El problema de nuestras jóvenes democracias es que se quieren construir desde arriba y ello no tiene ningún carácter democrático y las hace presa fácil de la intervención ya que no tienen bases sólidas y al convertirse en partidos políticos dejan de ser revolucionarios, ya que los viejos líderes políticos se convierten en burócratas al servicio del partido político que representan o del cual viven quienes a la vez sirven no a los intereses del pueblo, sino del imperialismo, de ahí la problemática de allá, aquí y acuyá, que todo mundo quiera ser candidato en partidos cuyas bases son vistas simplemente como medio electorero y quienes (candidatos)con seguridad se negarían si el partido les exigiera trabajo voluntario.
Entonces la pregunta: Es posible la revolución? Claro que es posible y no necesariamente con guerras, sino ideologizando al pueblo para que luche por sus propios intereses, construyendo democracia desde las bases de lo cual por orden dialéctico produciría líderes con proposiciones democráticas participativas para nuestra ciudadanía.
El internet se ha convertido peor que una bomba termonuclear contra nuestros pueblos, las redes sociales sustituyen al movimiento popular y crean la sociedad civil y el mediatismo comunicacional envenena a nuestra infancia desde la guardería y ni siquiera deja margen para preguntarnos: Hacia dónde vamos? Ello es más que todo la razón de la existencia de los Tanques Pensantes de la derecha internacional, mientras la izquierda aparta a los pocos pensadores capaces de 
cuestionar su metodología de trabajo y sugerir nuevas formas de Pensamiento Crítico.
No es nada fácil ni a corto tiempo, la aparición del hombre nuevo del Che esta aun en espera.
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