ETICA REVOLUCIONARIA

El pueblo salvadoreño como otros pueblos del mundo tiene siglos de estar luchando por la libertad y la justicia social.

En el fragor de la lucha se han formado seres dignos honestos, y transparentes a quienes con orgullo se les puede dar la sustantivación de revolucionarios, no es sólo el hecho de tomar un fusil y luchar temporalmente por la libertad del pueblo para poder llamarse revolucionarios. Ser revolucionario es tratar de convertirse en un ser ejemplar, digno, de empujar el tren de la historia social de los pueblos.

El revolucionario-a tiene que comprender que la revolución tiene filtros que se irán deshaciendo de todas las basuras que por razones no ideológicas se unieron a la lucha.

La ética revolucionaria no solamente significa ser humilde y fraterno con el pueblo, sino el primer lugar ser auto crítico-a del proceso si es que se desea que éste se mantenga y se desarrolle teniendo como meta final la implantación del sistema socialista, como única respuesta objetiva al sistema capitalista explotador.

Muchos que en un día se autodenominaron revolucionarios-as por conveniencias personales o aventurerismos juveniles cayeron y seguirán cayendo de hinojos ante las cantidades de dólares ofrecidas por los enemigos del pueblo para comprar a los endebles, quienes son históricamente los que se convierten en dirigentes activos de la contra revolución y como sabuesos sumisos hacen ciegamente lo que el enemigo de los pueblos los lleva a hacer convirtiéndose de esta forma en las peores lacras sociales de los pueblos oprimidos.

No se es revolucionario por un día ni se puede ser revolucionario -a si no se va a serlo toda la vida. Todo revolucionario tiene que tener presente la confrontación de la lucha de clases de la cual sólo saldremos triunfantes si somos revolucionarios reales. Se es revolucionario, cuando se trata de cumplir con el cerebro, el alma y el corazón los dictados de proceso mismo sin importar cuál sea la tarea o la trinchera donde éste mismo te ubica ya que en un verdadero proceso el líder es tan importante como el pueblo al cual lidera, y no hay tarea que no tenga importancia suma para el proceso mismo.

La revolución no triunfa únicamente con la lucha armada, triunfará cuando todas-os los militante del proceso tengamos una visión dialéctica y por lo tanto objetiva de ver la realidad , no como se nos presenta sino como es. La alfabetización ideológica la militancia le enseñará a ésta a tener esa visión para darse cuenta que un proceso revolucionario no puede triunfar sino se educa a la militancia y al pueblo en general.

La ética revolucionaria nos lleva a integrarnos y a desarrollarnos en el proceso como verdaderos aspirantes a revolucionarios jamás lo alcanzaremos, mientras pongamos los intereses personales por encima de los intereses de la colectividad.

La filosofía, capitalista y por supuesto imperialista lucha siempre y luchará toda la vida por destruir todo intento de los pueblos por liberarse , propondrá tesis económicas falásticas que llevan específicamente y de forma exterior o subyacente el propósito de engañar a los lideres y en consecuencia a los pueblos.

No se puede ser revolucionario si no ponemos nuestra esfuerzo máximo en educarnos y educar a nuestros pueblos, solamente cuando los pueblos se hayan educado será cuando encontrarán las razones dialécticas para luchar por la liberación en pro del establecimiento de una sociedad justa y participativa, en la cual se luche por el bien de la comunidad.

Los lideres que no se actualicen de manera permanente en las necesidades actuales del proceso revolucionario están condenados a vivir de glorias pasadas, sin comprender que la gloria no es eterna,, castigando a los pueblos con su irracionalidad y su ignorancia de las necesidades actuales de los pueblos en un mundo que cambia drásticamente en el cual la acumulación tradicional de bienes materiales se reduce a un pequeño porcentaje de población mientras la pobreza y la explotación golpea la vida de las mayorías.

Si se desea ser revolucionario no sólo tenemos que abandonar sino que luchar contra la acumulación material de bienes que nos permita ser ejemplos dignos de ser aspirantes de ella.

Quienes siguen creyendo que la revolución es una casa de caridad mejor que se alejen, la revolución en todos los momentos de su vida significa y significará dedicación y sacrificio que demandan en todo momento honestidad, dignidad, y sacrificio de parte de sus militantes.

En nombre de nuestr@s hermanas y hermanos caídos en la tierra a lo largo de la historia, luchemos por ser el nuevo ser humano con quien soñara, para quien luchara y por quien muriera el comandante mítico universal Ernesto Ché Guevara.