CANTO A LA UNIDAD

Llamo a la unidad porque si la derecha triunfa en cualquier país latinoamericano que sea, volveremos a los tiempos cavernarios.

A los tiempos cuando un par de guardias hincaban a todo un pueblo, tiempos en que les habían metido a las campesinas que los botones de los uniformes de los guardias eran de oro y a los hombres que eran invencibles.

Para que no se repitan los días de horror, dolor, sangre, angustia, luto nacional, crímenes descarados perpetrados por los sicariatos de la derecha genocida.

Tiempos cuando, la cacería de maestros y estudiantes, de religiosos y religiosas, de defensores de derechos humanos, de obreros y campesinos, de sindicalistas y del pueblo en general se hacía por decreto de los tres corruptos poderes del estado. No se les ha olvidado, la universidad se interviene de nuevo ante la incapacidad de las actuales autoridades para debatir con el estudiantado, se saca a garrotazos a los trabajadores del mercado, se implementan los sindicatos derechistas, desfilan descaradamente los tandónicos, hacen paradas militares las reservas de la guardia genocida y en su angustia quisieran manipular la Sala de lo Constitucional de la CSJ y el Tribunal Supremo Electoral y seguir ordeñando la Corte de Cuentas de la República.

Tiempos cuando las canchas de fut eran utilizadas para masacrar al pueblo y grandes residencias de los encumbrados eran centros de secuestro y de tortura.

No quiero que nadie regrese a esos tiempos cuando nuestras madres nos despedían antes de irnos a la escuela y nos decían: bésame y abrázame fuerte hijo de mi alma, por si ya no nos vemos.

Tiempos oscurantistas cuando el bestiario se levantaba con la agenda lista para decapitar a la juventud.

Tiempos de los que debe aprender la juventud que no los vivió para no vivirlos.

Por ello es hora de hacer un llamado en nombre del sufrimiento y del dolor vivido hacia la Unidad Nacional del Pueblo.

Un llamado para unirnos y mantener las trincheras ganadas y pelear por las que hay que ganar.

Tiempos en que no hay que ponderar los intereses personales o las subjetividades sobre los intereses de la colectividad.

Tiempos de entregarse absolutamente al trabajo de partido y no ver hacia atrás sino hacia el porvenir.

Tiempo de ver en Latinoamérica la Floración de la Revolución y la tumba del imperialismo y dar incondicionalmente lo que somos y tenemos para lograr y heredar a las presentes y futuras generaciones un mundo mejor.

Tiempo que no debemos perder en caer en trampas enemigas, sino en desarrollar la agenda partidista.

No volvamos a esos tiempos de esposas sin esposos, de Mirnitas, Miritas y todas las madres solitas con sus niños, de Violetas sin pétalos, de Loreanas heriodas, tiempos de mis primas sin sus hijos, de mis niñas Anabellita y Nadia sin sus padres, tiempos de orfandad y dolor nacional, tiempos del pueblo en exilio, en cuevas o en refugios, tiempo de mi hermana Mariposa sin su Juanita y Paquitos.

Desde la llanura veo el peligro. Al enemigo con sus fauces abiertas y sus garras sangrientas en posición de caza y por ello me entrego a la lucha permanente, a no esperar banderillazos, a ser firme y honesto, a seguir lineamientos, a hacer lo que se tenga que hacer por nuestro sueño, a ser ante todo un incondicional unido al pueblo.

Es tiempo de ayudar de forma máxima a nuestra representación en el actual gobierno, a publicitar su obra, a no desviarnos de nuestro objetivo común, a no esperar el 2014 para la toma del poder, es ahora y no mañana, es hoy cuando debemos de abrir puertas, derribar cercas, oír al pueblo y explicarle en lenguaje sencillo la situación actual, estamos a las puertas, no permitamos que se cierren, de nosotros depende.

Que no vuelvan los malditos tiempos cuando asesinaban a los maestros y a los niños en las aulas, a los religiosos en sus templos. Malditos amaneceres de los decapitados.

No quiero esos tiempos. Te pregunto a ti: los quieres Tu!

Tiempos de apoyara a Nuestros Magistrados, tanto en la Corte como en el Tribunal, a nuestra fracción en la asamblea, a nuestro alcaldes y alcaldesa, a nuestros candidatos y candidatas.

Que no te reconozcan nada. No importa, mientras el pueblo sea el receptor de tus esfuerzos.

UNÁMONOS EN LA ACCIÓN POR EL TRIUNFO Y LA RECONSTRUCCIÓN.

El tiempo perdido, lo sufrimos todos, los niños lo viven, los viejos lloran!