Hoy se cumplen 79 años del Martirio del 32. Casi nadie lo recuerda y las nuevas generaciones lo ignoran. Desde esa fecha nacimos medio muertos, apunta Roque Dalton, quizá no sea así, venimos heridos desde hace 517 octubres y las heridas se acicalaron en 1833, para ensangrentarnos más el 32, Orgia de Sangre que no ha parado hasta nuestra triste actualidad.
Me pregunto si los mendrugos de libertad, de democracia participativa, valen tanto dolor y sufrimiento de nuestro pueblo, si la ciudadanía alcanza a percibir y a concebir la libertad por el valor que tiene, por muy insignificante que sean los grados de libertad de nuestro pueblo, si el sistema educativo nacional lo está enseñando? Todo ésto aunque nos duela el alma, da vergüenza y lo peor, vergüenza histórica., hasta llegar al caso que unos guardias que dirigen el sistema escolar del departamento de la Libertad prohibieron el ano p
asado que se hablara del cuatrero Feliciano Ama, vaya que verborrea seudopedagógica!
Nuestros héroes son nuestros héroes, le pese a quien le pese. La derecha quiere borrarlos antojadizamente de nuestra historia, de tal forma que en la nación de los Izalcos aun existe un Izalco Arriba y un Izalco Abajo como señal discriminatoria de nuestro pueblo nativo.
Solamente el Co Latino mencionó a nuestros héroes y mártires del 32. Estando hoy viernes 21 en el Consejo Universitario en el lanzamiento de la Revista Universitaria cuya presente edición se dedica con justa razón al heroico Pueblo Cubano, a la Academia se le olvido mencionar el 10 de enero del 81, los 79 años de la masacre32 contra nuestros pueblos aborígenes o nativos, los cinco años de Shafik y aunque dudo que haya habido intencionalidad en el caso, sin embargo; es aberrante e imperdonable el descuido académico.
El discurso magistral del Dr. Pedro Prada vino a poner de pie y con los oídos abiertos a todo el auditorio. Un discurso medido donde prima el amor por la revolución, la responsabilidad incondicional por la misma y el profundo amor al socialismo, como al pueblo mismo. Un discurso que nos llama a debatir, a autocriticarnos, a ser objetivos en la praxis revolucionaria ya que sólo con esa integridad, inteligencia y dedicación incondicional se puede llegar donde Cuba está, en el pedestal donde sólo ha sabido llegar la única revolución verdadera de los tiempos modernos y de todos los tiempos.
NO olvidar a nuestros héroes y mártires,. Va para ti Shafik:
Ah SIMON, SAN SIMON NOS DEJASTE BIEN JODIDOS!
Ah Simón nos dejaste bien jodidos!
Son nuestros enormes ríos que lloran eternidades de abusos y sus hijos incapaces de salvarlos
Son nuestras montañas besando al cielo en descontento con sus hijos desnaturalizados
Son nuestras aguas prístinas confundidas con la herrumbre de otros lares
Es el cruce bestiario de una raza pura con otra raza innoble
Son nuestros cazadores comunales enfrentados al bestiario de piratas
Es el grito callado de Nuestros Códices Sagrados sustituidos por libretos iconoclastas
Nuestro Dios Maíz sustituido por santos de chaperno
Son nuestros sacerdotes sustituidos por buitres con sotana
Son nuestros bellos huipiles llorando soledades
Con quenas y tambores callados a punta de metralla
Es nuestro suelo telúrico expulsando el “Oro de la Muerte” y el Zinc de las mortajas
Ah Simón nos dejaste bien Jodidos!
Medio despertamos para seguir dormidos
Y la tal unidad es la mampara que ignoramos, el túnel oscuro que no vemos
Con estos cerebros tapizados de espejismos con mortajas
Ah Simón nos dejaste bien jodidos!
Somos incapaces de leer nuestra cultura para reír llorando con tarzanes y fantasmas
Somos incapaces de seguir a Martí, a nuestro Che, nuestro Fidel y a nuestros mártires
E ignoramos la Homilía Libertaria de San Romero de América, el Santo de los Pobres
Ah San Simón! Hemos olvidado nuestro génesis, pero hemos aprendido el éxodo de los cobardes
Ah Simón, San Simón, no hemos sacado la tarea
Desde aquí oigo el grito de Lautaro y el dolor de los Iquiques masacrados
La sangre mapuche y la sangre cuscatleca y la sangre de toda nuestra raza
y el llanto de la raza del Ártico al Antártico
Del Pacifico al Atlántico
Ah Simón, San Simón Unitario
Es tiempo que regreses a aporrearnos!
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