FARABUNTERRA

LA FALTA DE UNIDAD DEL PUEBLO

El enemigo no sólo la promueve, sino que la aplaude. Contrata especuladores y elucubradores para que siembren la desconfianza y algunos de los que debieran promoverla por el lado del pueblo, caen como moscas en el papel enmielado.

Éste no es un mal sólo nuestro, sino un mal social que abarca a la mayor parte de la humanidad, sin embargo; cada estrato social debe buscar solucionarlo, antes de que toda aspiración de cambio social sea destruida por las fuerzas enemigas del desarrollo.

Es obvio pensar que la unidad total es utópica, pero si se hace el esfuerzo se puede llegar a niveles superiores y el camino es más que todo la fraternidad y el consenso, sabiendo respetar las opiniones ajenas que aún cuando no sean las que X o B quieran, son opiniones y nada se pierde con saber escuchar para saber responder.


Se acercan las elecciones. Bello sería que en todas las estructuras partidistas y del movimiento social motiváramos la unidad, sabiendo disculpar y pedir disculpas por nuestros sobresaltos, tomando en cuenta para los viejos como su servidor, que no es mi futuro, sino el de las nuevas generaciones las que ponemos en peligro, si no luchamos por la unidad de las fuerzas del pueblo.


En medio de todo el movimiento, es lógico que haya diferentes intereses. Algunos luchan por un puesto, por un trabajo, por mejorar condiciones de vida y ello es correcto, pero es ante todo el interés de la colectividad lo que debe primar y será el tiempo y el pueblo quien compensará todo esfuerzo realizado.


No podemos seguir con egocentrismos malsanos, con arrogancias fuera de lugar, con discriminación para nadie, debemos ante todo tratar de sumar, sumar hasta que la suma totalice la mayoría del pueblo.

La vida debe enseñarnos que la unidad hace la fuerza, que nuestra unidad debe estar marcada por el heroísmo de nuestras hermanas y hermanos caídos a lo largo de la historia de nuestra patria ensangrentada y para quienes lo desconocen, hay que enseñárselos.


En toda agrupación siempre habrá gente mezquina, sanguijuelas que no hacen ni dejan hacer, gente que siempre quiere estar por encima de la colectividad, conozcámoslos, son los enemigos del pueblo, por más bonito que hablen y por más perfumados que anden, no podrán esconder por siempre la máscara de la traición y deshonra.


Los verdaderos luchadores sociales son los que se entregan sin esperar, sino el progreso de la colectividad, es el que piensa antes de hablar y actuar, el que no pone precio a su trabajo, ni espera prebendas a cambio de ello.

Un sueño liberador revolucionario recorre Latinoamérica, es como si los viejos comandantes se han levantado de sus tumbas desconocidas y han dado de nuevo la orden de combate. Las luchas guerrilleras de la última mitad del siglo XX son sustituidas por la voluntad de nuestros pueblos de dar traste a las viejas oligocracias por medio del voto popular y poco a poco nuestros pueblos se unen en búsqueda de mejores derroteros, es precisamente este momento cuando debemos impulsar y motivar la unidad de las fuerzas del pueblo para prepararlas para la
toma, mantenimiento y desarrollo del poder popular.


Las campañas mediáticas del enemigo están y estarán siempre presentes, aprovecharán y explotarán al máximo cualquier error que el pueblo y sus líderes cometan y aún cuando el pueblo esté haciendo el trabajo colectivo de forma excelente, siempre tratarán de destruirlo, lo hemos visto por más de medio siglo contra el Heroico Pueblo Cubano, lo estamos viendo en este momento contra ALBA y lo seguiremos viendo y viviendo contra todo intento de liberación nacional y latinoamericana.


Es indiscutible que la derecha vendrá tirando zarpazos como fiera herida. Hay información que habla de contratos millonarios con las telefónicas para jugar con la comunicación celular cuando se les antoje, han contratado hackers para penetrar nuestros servicios cibernéticos, han contratado plumíferos extranjeros, agentes vestidos de pastores, han pagado por adelantado a los becerros del demonio para atacarnos y todo ello sólo lo podremos contestar con la sólida unidad del pueblo y sus organismos revolucionarios.

El enemigo nos llamará a la confrontación física, evitémoslo, pero sin
ignorarlos, nos llamará al debate improductivo, dejémoslo que se desgate. Andan tirando canastadas de baratijas, agarrémoslas, infiltrémoslos, metamos nuestra propia gente en sus estructuras, sembremos la contradicción en sus fuerzas, destruyámoslos, no hay forma mejor de tratar al enemigo que destruyéndolo.

Como buenos comunicadores tenemos que sacar la mayor ventaja del trabajo de nuestros compañeros y compañeras en el gabinete de gobierno siendo Educación, Salud y Obras públicas nuestras puntas de lanza por ser esos ministerios los sobresalientes y los que más conexión tienen con la comunidad, tenemos que producir trifoliares periódicos, crear los carros sónicos para cada comunidad que se encarguen de pasar de forma permanente, cuñas bien estudiadas y afinadas
para el momento historico, crear los cines café móviles que proyecten en cualquier pared comunal, películas sobre lo que han hecho nuestros alcaldes y alcaldesas a lo largo de la nación y que sean producciones locales con artistas miembros de la comunidad quienes al verse en la pantalla no sólo se llenan de orgullo, sino que transmiten el mensaje partidario por todos lados, se tiene que dar líneas claras al movimiento social y empujarlo a la unidad y a la lucha proselitista ordenada y objetiva, se tiene que hacer montajes fotográficos de cómo nos entregaron las alcaldías, que hemos hecho, estamos haciendo y
proyectamos hacer. Tenemos que entregar al pueblo una campaña donde los valores, la cultura y la educación sean los principales ejes, dejando al enemigo lo soez tradicional, la falacia, el chantaje y el fraude que por supuesto trataran de hacer y que nosotros tenemos que contrarrestar aún antes de iniciar.

Tenemos que reimpulsar la alfabetización, educar al maestro en los bellos fines y objetivos del Plan Social Educativo que promueve una sociedad igualitaria, justa y pacífica, reorientar los comités de base y los concejos municipales hacia el trabajo voluntario y colectivo, objetivo y productivo, prohibir el chambre y la especulación, el alcohol y la drogadicción, promover la educación de género, la participación de la mujer en la campaña, de la iglesia histórica y no histórica, trabajar con la juventud, con la academia, con la policía y el
ejército, con los pequeños y medianos productores de todos los índices de la vida nacional, impulsar la lucha por los derechos humanos, impulsar las asociaciones ecológicas, las asociaciones contra el crimen y la violencia, impulsar el deporte y la construcción de canchas, las artes populares, tomar muy en cuenta a la juventud nacional, en fin. No dejar ningún estrato social fuera de nuestra campaña.

Recordemos que somos el partido en el poder y que de alguna forma estamos mejor que antes. Se deben erogar fondos para la campaña buscando siempre a personas probas en el manejo de los mismos y cuentas claras del uso asignado. No podemos desviarnos en ningún momento de nuestro propósito central: “Poner el rojo farabundista en el mayor número de alcaldías y aumentar los escaños legislativos, nada más, nada menos.

En la medida que lo hagamos, el partido se fortalecerá más y al final de
cuentas, el pueblo será el receptor de nuestro esfuerzo.