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sábado, 23 de enero de 2010

CONMEMORACION 28 ANIVERSARIO DE RADIO FARABUNDO MARTI

Un 22 de enero de 1982, en las montañas de Chalatenango,

nace la señal guerrillera de Radio Farabundo Marti.

¨Desde la profundidad de las zonas controladas por el pueblo..
junto a las fuerzas guerrilleras y las masas combativas que construyen la nueva patria,

Transmite... Radio Farabundo Marti¨



Esta es su historia
El origen de una radio clandestina se remonta al primer esfuerzo de las FPL, por tener un medio de comunicación que contrarrestara la desinformación y la censura y gubernamental existentes en la década de 1970.

Gerson Martínez, Valentín, responsable de la Comisión Nacional de Propaganda,
CONAPROP, recuerda que los combatientes tenían como primera fuente de información a la radio. Lo que les muestra “la necesidad imperativa de contar con mecanismos de comunicación que la gente pudiera escuchar sin correr riegos”.
Las FPL producían El Rebelde, un órgano informativo que de ser encontrado a alguien “podía perder la vida”. Para evitarlo, Gerson recuerda que invirtieron “muchas horas pensando, elucubrando, soñando. De 1976 a 1980 la idea de una radio guerrillera se convirtió casi en una utopía, en un sueño dorado, la creíamos factible pero muy difícil casi inalcanzable de lograr”. Se discute la idea en el seno de la Comisión Política y la Comisión Militar. Wilfredo Zepeda, Ricardo -uno de los fundadores de RFM- relata que Milton Méndez, de la CP, le pide un plan para instalar una radio. En ese trabajo conoce a Juan Carlos con quien coordina la construcción de un equipo. Las pruebas llevan como un año y ninguna fructifica, sólo sirven para estudiar la factibilidad de la radio, “al no tener mucho equipo disponible y un conocimiento limitado, buscan otras opciones en el exterior”.


El ensayo de Costa Rica
Miguel Huezo, Haroldo, también del equipo fundador, se encarga de concretar este esfuerzo en Costa Rica. Era “una idea loca”, que le plantean entre 1979 y 1980: montar una radio en onda corta que informara sobre El Salvador. Participa una pareja de colaboradores del Partido Socialista tico y los salvadoreños Haroldo, Juan Carlos y Adela. En ese país existía Radio La Víctor y al inicio “simulaban el estilo de esa radio para salir al aire sin quemarse”. Leían artículos de autores cristianos y de filósofos.
Tardan unos 8 meses en construir los equipos instalados en San José, “un transmisor muy grande, del tamaño de una puerta”, con el que logran montar una radio móvil con el nombre de RFM, en el “furgón fantasma” camuflado con forraje. La primera transmisión fue memorable, “significó un trabajo inmenso experimentando varias formas de salir al aire”. La hacen en el mar, inflan globos con helio para elevar la antena. Posteriormente transmiten en una finca en la zona de Guanacaste, nor-occidental de Costa Rica, colindante con Nicaragua.
Luego de un problema de seguridad y la capturan de los militantes ticos, reciben la orientación de Rafael de trasladarse a Nicaragua. Se reparten las tareas y empiezan a mover la radio desarmada, estaban “contra reloj” porque la decisión de la Comandancia General del FMLN, de lanzar “la ofensiva final” el 10 de enero de 1981 estaba tomada.

Surgimiento de Radio Liberación
Haroldo declara que “cuando se forma el FMLN, las FPL contribuyen al esfuerzo unitario con la radio de Costa Rica”. La Comandancia General instala así Radio Liberación y cada organización aporta cuadros especializados para contar con un medio que respondiera a las necesidades del momento. Participa Miguel Huezo, por las FPL, Luisa, Mercedes Letona y Mario César Martí por el ERP. Por el PCS Norma Guevara y Miguel Saénz y por el PRTC, Carmen Elena Echeverría.

Haroldo confiesa que era complicadísimo ponerse de acuerdo y las discusiones eran maratónicas, “toda la retórica de 4 ó 5 organizaciones, con algún nivel de desarrollo en su discurso se enfrentaban a la hora de hacer propaganda en el uso de la terminología”. Inauguran la señal el 10 de enero de 1981 y a los dos días se dan cuenta que “era una cosa fatal, además de que fue un fracaso, porque estábamos dando a conocer la información de la ofensiva en El Salvador a partir de los cables de Prensa Latina y de la Agencia Nueva Nicaragua”. En ese momento, el FMLN “no entendió el carácter de la radio como arma política,
se vio como una herramienta de propaganda, pero no se le otorgó el papel clave de estar al lado de la máxima dirección”, afirma Haroldo. La CG ordena desmontarla porque se corrió el rumor que los norteamericanos “sabían que la radio transmitía desde Nicaragua y la atacarían, eso les asustó. Se acabó Radio Liberación y comenzamos el proyecto de Radio Farabundo Martí a toda velocidad”.


Preparación de condiciones para iniciar las transmisiones de RFM
El FMLN se preparaba junto a la población organizada para “un momento estelar en la lucha revolucionaria: la construcción del ejército revolucionario y la ofensiva general de 1981”, recuerda Haroldo.
Mientras el FMLN avanza en su coordinación, el GOES reacciona con más represión. Los dirigentes del FDR son asesinados el 27 de noviembre de 1980, y el 2 de diciembre, la Guardia Nacional asesina a 4 religiosas estadounidenses.
En ese contexto, a Rafael Barrera, Sebastián de la CONAPROP, se le da la misión de
introducir los equipos de RFM a Chalatenango, a fines de 1980. Primero va al cerro de Guazapa a entrevistarse con Ricardo Gutiérrez, y Jesús Rojas, comandantes de las FPL y llegan a la conclusión de que era muy difícil meter los aparatos por ahí”.
El comandante Dimas Rodríguez le indica introducir los equipos por Chalatenango; “me puso un contacto cerca de Comalapa, me dio santo y seña y el lugar del encuentro, nos aventuramos a la entrega junto con Mónica, Ana Margarita Gasteazoro14 camuflajeamos los aparatos en su carro, encontramos el contacto, descargamos los aparatos y nos regresamos”, fue una operación de 5 minutos. Mientras tanto, el FMLN preparaban “la primera respuesta ofensiva de carácter estratégico. El FMLN tensionó todas sus fuerzas y conmovió al sistema”. El resultado de la “ofensiva final” fue la construcción de un ejército revolucionario que permitió “organizar la retaguardia de la revolución salvadoreña”.15 Con el surgimiento de los frentes de guerra, se deja de pensar en una radio urbana, porque se crean condiciones favorables en las zonas de control insurgente. Se abandona la idea de construir aparatos y se buscan en el exterior”, afirma Ricardo. La primera parte del equipo la consigue Haroldo. La represión crece y Sebastián, es capturado en su casa “cayó la Guardia Nacional a las 6 a.m. del 20 de mayo de 1981. Nos desaparecieron una semana y por la denuncia internacional -
Ana Margarita Gasteazoro era muy conocida en la Internacional Socialista-, pase al penal de Mariona y Margarita a cárcel de mujeres”.
Ricardo recuerda que luego de la captura de Sebastián un locutor y un redactor, listos para el frente de guerra son capturados. Israel el redactor fue desaparecido.

Entre octubre y diciembre de 1981, el personal técnico, de producción y equipos se concentran en el cantón El Jícaro.


Las primeras pruebas son el caserío El Caulote, de Las Vueltas, Chalatenango. Ricardo recuerda que en la primera transmisión de prueba se quemó el excitador, eso postergó las transmisiones. Fue hasta el 16 de enero que se hace otra prueba y se inaugura la señal de RFM el 22 de enero de 1982, en alusión a la insurrección de 1932 y la marcha convocada por la CRM en 1980. Gerson dice que “después de todo un calvario se corona el sueño de fundar RFM en Chalatenango y se le llama así por la mística de las FPL hacia Farabundo Martí”.


Primeros integrantes y emisiones de la radio
El primer equipo de RFM lo integran: Juan Carlos, Ricardo y Miguel Ángel en la parte técnica; Bety –responsable política de la radio-, Haroldo, Justo y Tania en la producción. Este equipo se concentra en la Montañona, entre octubre y diciembre de 1981. Forman la seguridad: Balta, Felícito, Salomón y Pedrito. Los correos: Armando y Esperanza. Chabelita era la cocinera y llega junto a sus hijos Esmeralda y Elías.
La modalidad operativa de transmisión era desde un tatú16 en medio de un gran bosque de Robles y Pinos de la Montaña. Contaba con un transmisor, un motor, un mixer, grabadoras, casetes y con un personal de seguridad resguardando la radio. Un equipo de monitoreo, captando información por radio de transistores y de comunicación militar, personal de redacción y producción, que elaboraba el material y la locución de un hombre y una mujer que leían el material.

Se transmitía de 5 a 6 a.m. y de 7 a 8 p.m. Armando Salazar, Justo confiesa que los primeros días hacían “unos grandes rollos y partes de guerra, los noticieros eran unas grandes sábanas. Ricardo se levantaba a las 4 a ordenar las pistas para los textos”. Agrega que tenían un esquema básico de programación con efemérides y un boletín con: el Noticiero Rebelde, partes de guerra, sección de denuncia e informaciones del movimiento popular. La sección Ventana al Mundo, Centroamérica en Lucha y el programa Juventud Rebelde.
La relación de la radio con el mando militar “era directa, pero éste no se metía mucho con el trabajo práctico, sólo daba orientaciones generales político-militares, y las grandes líneas de análisis de coyuntura”, dice Ricardo.
También “se diseña la corresponsalía desde antes de que la radio naciera en el frente”. En Chalatenango se solicitó a cada dirección zonal que nombrara una persona para la corresponsalía y en diciembre de 1981 se reúnen en Laguna Seca: el Papo, Neco Godínez, Carlos Minero y otra persona de la zona oriental del país.
Bajo esta modalidad y con este personal inicia el sueño largamente acariciado por las FPL de tener una radio al servicio de la insurgencia que informara a la población sobre la lucha revolucionaria.

LA GUERRA Y LA RADIO
Primer Periodo 1981-1984
ETAPA DE CONSOLIDACIÓN
En esta época se desalojan los puestos militares de las zonas rurales, lo que da paso a los territorios bajo control guerrillero. Son los años más duros de la guerra por las tácticas contrainsurgentes estadounidenses implementadas por la FAES. En 1981 los soldados reciben entrenamiento militar en Estados Unidos y forman el batallón Atlacatl que 9 meses después ejecuta la masacre de El Mozote en Morazán.
Rafael Menjívar, miembro del FDR denuncia el envío de 7.5 millones de dólares para movilización, tanques y tanquetas del ejército, la presencia de 36 asesores norteamericanos y la donación de 10 helicópteros artillados para que la Fuera Armada hondureña se moviera a la frontera salvadoreña. Dicha asistencia y la presión de otros países, “lo que hace es internacionalizar y vietnamizar el problema de El Salvador.17
En Chalatenango, la FAES estrena al batallón Belloso que junto al Atlacatl –10 mil efectivoslanzan el operativo de tierra arrasada en La Cañada, Chupamiel, Los Filos y El Portillo –cerros fronterizos con Honduras- habían unas 5 mil familias. Bajo la táctica de yunque y martillo con artillería y aviación y logran sacar a la gente.18
El país ameritaba hacer un esfuerzo alternativo de comunicación, ya que en 1980 lanzan 15 bombas a diferentes medios de comunicación, asesinan a ocho periodistas y desaparecen a un corresponsal extranjero.19 En 1981, diez periodistas nacionales y dos extranjeros son asesinados. Ocasionalmente los ataques los reconoce UGB y FALCA.
En este contexto, las organizaciones político-militares instalan dos radios guerrilleras: Radio Venceremos en Morazán y Radio Farabundo Martí en Chalatenango, ambas con la misión de “romper el cerco desinformativo” del régimen, elevar la moral de la guerrilla y respaldar el trabajo político-militar del FMLN.


El desalojo de los puestos militares
Los mensajes de RFM son de aliento a los combatientes que expulsaban al ejército y paramilitares de Chalatenango. Se transmitían en la banda de 40 metros en onda corta, en los 6.9 megahertz. En mayo, la FAES lanza el operativo “quitarle el agua al pez”, para exterminar a la población que apoyaba a la insurgencia. 14 mil efectivos del Atlacatl, Bracamonte y Belloso, arremeten contra 10 mil personas de la población.20
Desalojaron a las masas, estructuras militares, de apoyo y a la radio, dice Ricardo.
Abandonan la posición con el motor, transmisor, la piedra de moler y un enorme toldo. Justo rememora el tren de mulas: “Eran hasta 13 caballos cargados con los equipos transmisores, de audio, casetes y máquinas de escribir junto al maíz, fríjol y los cumbos para comer, además del combustible”. Ante los operativos militares “la primera actitud era preservar los equipos, para la sobrevivencia de la radio”. Ricardo reconoce que las lecciones de la primera guinda fueron: aligerar la carga, construir tatús alternativos y dotarlos del equipo necesario.
La guerrilla consolidaba el terreno y en noviembre de 1982 el FMLN anuncia el control de 28 municipios, de 33, en el departamento de Chalatenango.
En medio de ese accionar Arístides Figueroa Rafael recuerda que en noviembre caminaron de 20 ó 24 horas, el batallón Belloso los obliga a moverse de Chalatenango a Cabañas. En esa guinda muere Benjamín Valiente Álvarez Juan Angel.
También muere Rubencito, “un niño de 12 años que organiza los movimientos para meter los equipos de la radio al frente. Sin su participación, la instalación de la radio en la fecha prevista hubiera sido muy difícil”. Muere con 4 periodistas holandeses en un operativo de la IV Brigada de Infantería.21 En diciembre de 1982, cuando la guerrilla aniquila los puestos militares que rodeaban la Montaña, RFM retoma Los Picachos y se mantiene todo el 83. En esa estabilidad tienen TV, juegan fútbol y acuden a los bailes. RFM consolida su funcionamiento en correspondencia con la consolidación de las zonas de control guerrillero.


Mensaje de la radio de aliento a la población y a la tropa
Jesús Ávalos, Fredy, reconoce que la RFM permitía dar un lineamiento más general para todas las unidades en el cambio de táctica. La radio perfeccionó las formas de comunicación, “cuando había operativos grandes y funcionaba la radio, la llevabas en el lomo y oyendo música te sentías que no te iban a caer las balas, te motivaba la radio”. Además “rompía las barreras de la desinformación. Para la tropa era muy importante conocer lo que se estaba haciendo en los diferentes frentes. Tenías la visión de tu lugar y del país, jugaba un papel moralizador para la tropa, ibas a una batalla y sabías que estabas en campaña permanente y sino operabas, lo hacían otros, eso te daba una perspectiva más global de lo que pasaba”.


Fuentes de información
Las FPL crea el Sistema de Comunicaciones Farabundo Martí, bajo la conducción de la CONAPROP, cuyo responsable era Gerson Martínez, quien consideraba que la batalla informativa y propagandística era fundamental para ganar la revolución.
RFM se diseña como el medio más estratégico, de ahí los incansables intentos desde 1980 en Costa Rica y Managua, hasta instalarla en El Salvador. También se crea el ICSR y una revista internacional, además del CEDOC y el boletín Farabundo Martí.
Otra gran apuesta fue la agencia de prensa SALPRESS con sede en México y
corresponsalías en Managua, Canadá y otros países. En Managua, estaba el “Equipo de Apoyo de RFM”, que daba información a RFM en Chalatenango. También grababa los programas de onda corta para abastecer a SALPRESS y los demás medios de las FPL. Producía despachos informativos en español, inglés, francés y alemán, para una red de radios en Estados Unidos, Canadá, Alemania y Francia, entre otros.
Todo este sistema alternativo de comunicaciones, donde trabajó mucha gente salvadoreña y de otras nacionalidades, fue el que hizo posible informar a la población, a los medios de prensa y al mundo entero sobre la situación que vivía el país.


Segundo Periodo 1984-1989
LA GUERRA SE EXTIENDE A TODO EL PAÍS
Este periodo es de readecuación estratégica del gobierno y FAES. Les falla la idea de un triunfo militar rápido con el uso de los grandes batallones. A principios de 1984 el Informe Kissinger reconocía una “empate” y el mismo Gral. Blandón declaraba en 1985 que la guerra no tendría un fin militar, sino político, dado su mismo origen.22 Entre 1983 y 1984, la tropa crece de 30 a 45 mil hombres, se usan tropas móviles, la escalada aérea, la acción cívica y forman las unidades élites, bajo launa modalidad de lucha irregular. “Los gringos comienzan a desarrollar todo el nuevo esquema militar: la movilidad permanente, las pequeñas unidades”.23
Leonel González, comandante del FMLN, explica que mientras los gringos tratan de
convencer al Alto Mando –que aún tiene un pensamiento de guerra regular- aprovechan para “meterse, a través de sus asesores, en la conducción estratégica de la guerra”. Por ejemplo, en San Vicente implementan el Plan CONARA,24 “típica operación de pacificación al estilo de Vietnam” para exterminar las zonas guerrilleras.
También el FMLN readecua su estrategia: desgasta al ejército y expande su trabajo hacía los centros urbanos, “volcamos nuestro trabajo al sur, ya que ellos trataban de presionarnos al norte, a la zona fronteriza con Honduras”, dice González.


La corresponsalía de guerra
En este contexto, la difusión de la lucha popular en San Salvador y en las zonas controladas llega a ser una prioridad. De ahí que RFM proyecte el trabajo de los corresponsales de guerra que provenían de las unidades guerrilleras.
Carlos Minero, Guillermo Rivera, corresponsal del Frente Occidental, recuerda que al primer curso -marzo de 1984-. Llegaron: Neco Godínez, corresponsal del Frente Central, Imelda Alvarenga, Marianella corresponsal de Guazapa, Jaime Cáceres, corresponsal del Frente Norte y Lorena García, del Frente Paracentral. Nico y Alejandra capacitan a esta primera generación de corresponsales.

Los técnicos de la radio
Los Saltamontes eran los técnicos de RFM: Milton, Fredy y Elvis. Ellos reparaban las piezas dañadas de los equipos. Elvis, Antonio Rivera, era de un equipo de comunicaciones en Guazapa y fue electo para recibir el curso de electrónica impartido en la radio. Así pasa a ser encargado de una planta transmisora de RFM. Elvis describe la lucha contra la humedad, “Muchas veces el equipo mojado por la lluvia provocó la suspensión de transmisiones, Luego de asolearlo se ponían a trabajar de nuevo”.
Los traslados en caballo, de un lugar a otro, dañaban los equipos, a veces quebrando los tubos o resistencias. El trabajo colectivo les permitía analizar los problemas y soluciones para hacer funcionar los equipos.
El primer curso electrónico lo imparte Juan Carlos y Miguel Ángel, posteriormente se también se enseña, además de electrónica, mecánica automotriz y se incorporan como instructores Ricardo y Justiniano.

Ensayo de la FM
En 1985 a Rafael Barrera, Sebastián, -quien estuvo preso dos años luego de introducir uno de los equipos de RFM- se le delega la instalación de la estación de FM, en Guazapa, “para tener una señal mejor recibida por la población”.

En ese equipo participa Ernesto Zamora Dreyfus, de la RN, Silvia Cartagena, del PCS,
Amanda y Fredy “funcionábamos pegados al mando de las FAL25 en Guazapa y como los aparatos eran bien pequeños no necesitábamos de mucha gente”.
Para Sebastián la FM, que duró 6 meses, fue muy positiva, “le dimos una nueva dinámica a la radio ya que sabíamos que la señal caía nítida en San Salvador e hicimos una modalidad muy agitativa”. Haroldo sustituye a Sebastián en ese esfuerzo el segundo semestre de 1985 con Mati, Milton, Toño Cañenguez y Marianella.
Todo el trabajo se readecua por los bombardeos constantes. Transmiten en lugares
diferentes, con información fresca y cartas del movimiento de masas. El 24 de diciembre de 1985 una sobrecarga de energía quema los equipos. Esto sumado al operativo Fénix, del 10 de enero de 1986, termina con el primer ensayo de la FM.

Los mensajes de la Radio
Los mensajes a que el ejército se desertara son más constantes. Difundir la entrega de
prisioneros de guerra era una prioridad. En mayo de 1985 unos 20 soldados se rindieron en los combates de La Laguna. RFM estaba fuera del aire pero llegó la orden de transmitir la entrega de prisioneros, “así que 5 personas caminamos 14 horas de la Montaña a Los Filos, de Arcatao, a una de las plantas transmisoras”, recuerda Erandy.
Satisfactoriamente la señal de RFM y RV era retomada por corresponsales extranjeros y periodistas nacionales. René Contreras, corresponsal de ANSA, reconoce que muchas de la operaciones guerrilleras, anunciadas a través de su radio fueron utilizados casi de inmediato “porque a lo largo del conflicto la experiencia demostró que la mayoría de veces la información de las dos radiodifusoras, generalmente eran hechos verídicos”.26 Incluso el COPREFA usaba como fuente a las radios. El Mayor René Brenes, Jefe de Comunicaciones y Protocolo del Estado Mayor de la FFAA y ex reportero de COPREFA declaró que “debemos saber lo que dicen de nosotros o lo que dicen nuestros enemigos para poder reafirmarlo o rechazarlo”.
Para Felipe Vargas, ex jefe de redacción de SALPRESS en México, en 1985, la información que recibían de RFM era retomada por los periódicos: El Día, Excelsior, El Financiero, Uno más Uno y La Jornada, asegura que “las dos radios nos servían de fuente y servían de fuente a las agencias de prensa, eso sí fue lo más importante”.
La radio, además de informar, apoya cada nueva táctica guerrillera. Debido a que la
correlación militar del ejército era superior al de la guerrilla, ésta pasa a la etapa de desgastarlo, “buscamos vincularnos a las masas para descomponerlo o quitarle a la base social que tenía engañada”, asegura Leonel González.
Ante los grandes operativos con fuerzas de infantería, ataques aéreos y tropas
helitransportadas, la guerrilla se dispersa en todo el país en pequeñas unidades, con
francotiradores y prepara minas y emboscadas para ocasionar bajas al ejército.
RFM transmite las indicaciones para preparar bombas de contacto, minas quita pie y otros armamentos para instruir a los guerrilleros del campo y la ciudad, además emplea formas cómicas de burlarse del fracaso de la estrategia contrainsurgente y a crear un ambiente de guerra psicológica para también minar la moral de la tropa e invita a la tropa a desertarse para no quedar cuto, cojo o ciego.

El retorno de la población a sus lugares de origen
La Farabundo también acompaña el esfuerzo de la población y de las organizaciones que aglutinaban a los desplazados y refugiados para retornar a sus lugares de origen. El 6 de enero de 1986, Sebastián cubre la gira de Monseñor Rivera y Damas por las poblaciones de San José Las Flores y Arcatao en Chalatenango. Fredy iba como técnico y recuerda que “estaba con un radio y una antena dipolo a la hora de la misa que había que transmitir en directo, incluso con la RV, era una cadena nacional”.
Desde 1986, en que se da el primera retorno y repoblación en San José Las Flores, el 20 de junio, hasta el 26 de octubre de 1989, que ocurre la repoblación de Guancora en Chalatenango, la radio se pone en función de acompañar el esfuerzo por legitimar el regreso de los pobladores a sus lugares de origen.


Tercer Periodo 1989
LA OFENSIVA
El camino de la negociación se inicia con la ofensiva “Al Tope” lanzada por la guerrilla. “Para el FMLN significaba lanzar toda su capacidad para tratar de encontrar las vías de solución al conflicto armado en El Salvador y puso toda su determinación para que esta jornada tuviera los éxitos necesarios. En ese sentido RFM se plantea con total determinación acompañar esa gran jornada”, asegura Ricardo.27 En junio de 1989, ARENA asume el gobierno. Sus lideres amenazan abandonar la estrategia
norteamericana de Guerra de Baja Intensidad y utilizar una de “guerra total”. Igual efectivos del ejército dicen: “Esperen que ARENA gane, dijo un oficial en Teosinte, antes de las elecciones. Podremos bombardear a nuestro antojo toda esta población”.28
Los tambores de guerra empezaron a sonar más fuerte en la ciudad y el campo, a raíz del gane electoral de la derecha del 19 de marzo. Las Defensas Civiles Patrióticas, juramentadas por el coronel Orlando Zepeda, hieren a varios estudiantes universitarios al dispersar una manifestación el 17 de julio. En septiembre FENASTRAS sufre un atentado y cuerpos antimotines disuelven su marcha capturando a 61 manifestantes.29
También la prensa es atacada, sólo en marzo, el ejército asesina a Roberto Navas, fotógrafo de Reuter, Mauricio Pineda de canal 12 y Corneil Lagrouw, camarógrafo de IKON, TV holandesa, hiere de gravedad a Luis Rivera Galdámez, fotógrafo de Reuter y sufre un atentado explosivo, Carlos Ernesto Mendoza, periodista de ABC.30
Desde fines de 1988 el FMLN se plantea potenciar un cambio en la correlación de fuerzas político-militares y da instrucciones a su militancia de preparar el terreno para lanzar una ofensiva.
Los estadounidenses Tommie Montgomery, Agnes Scott en un interesante artículo atribuyen la ofensiva a tres sucesos: El rompimiento de las conversaciones de paz, que habían comenzado en septiembre. Al aumento de la represión contra los partidos políticos, activistas, organizaciones populares y sindicatos de centro izquierda, que culminó con la explosión de una bomba en la sede de FENASTRAS, el 31 de octubre. Atentado que dejó diez muertos y treinta heridos. Y a la publicitada opinión de los militares, gobierno y embajada estadounidense de que el FMLN estaba acabado militar y políticamente, llegaron a creerse su propaganda al punto de sugerir “que lo único que había que negociar era la rendición del FMLN y la opinión de la derecha, en el sentido de que podía hacer una limpieza general impunemente”.31


La RFM en la ofensiva “Al Tope”
Al momento de la ofensiva RFM contaba con la estación de onda corta que transmitía desde Chalatenango, otra estación de FM que transmitía desde Guazapa y 2 pequeños transmisores de FM para transmitir en movimiento en San Salvador.
Para lograr la más amplia cobertura informativa, se desplegaron corresponsales de guerra en las diferentes direcciones de ataque de las fuerzas del FMLN que ingresaron a San Salvador por el Norte (Apopa, Ayutuxtepeque, Mejicanos, Cuscatancingo), el Oriente (Soyapango, Ilopango) y por el sur-poniente (Ciudad Merliot, Santa Tecla). Para complementar este diseño, en el exterior se contaba con el equipo de apoyo que mediante despachos informativos difundía la información al mundo y alimentaba al equipo del interior con información de las reacciones internacionales.
Fue toda una odisea poner en función de la ofensiva a todos y cada uno de los elementos humanos de la radio en el esfuerzo central de estar en San Salvador. Se formaron dos equipos: Juan Carlos y Miguel, lanzaría la señal desde un pequeño transmisor en la zona de los combates. Otro, integrado por Justiniano y Erandy, que debía quedarse en San Salvador para retransmitir la señal de la FM de Guazapa.
La ciudad estaba militarizada, había Estado de Sitio y toque de queda. Al tercer día la fuerza aérea bombardea las colonias tomadas por la guerrilla, el gobierno llama a los medios a transmitir una cadena nacional donde son amenazados los padres de la UCA y el 16 de noviembre un comando del batallón Atlacatl asesina a 6 sacerdotes y sus dos colaboradoras.
Erandy reconoce que dejan de transmitir en la ciudad y realiza la función de corresponsal, trasladando la información de los combates a las dos radios.

La guerra llega a la colonia Escalón
Cuando el gobierno canta victoria anunciando que había acabado con la guerrilla, una
unidad de Fuerzas Especiales se toma el Hotel Sheraton y la colonia Escalón. En el Hotel se
encontraba el Secretario General de la OEA, Joao Baena Soares y un grupo de asesores norteamericanos.
“La Comandancia General, CG, del FMLN pactó con el alto mando del ejército una tregua de una hora, durante la cual, Baena Soares, los asesores militares y el personal civil que estaba en el Sheraton, son evacuados, mientras los combatientes de la guerrilla también se retiraban a otras posiciones inmediatas”.
La CG ordena el repliegue y la guerrilla se vuelve a concentrar en las retaguardias de
Chalatenango, Morazán, Guazapa, Cabañas y San Vicente. Las radios rinden homenaje a los 401 compañeros caídos en la lucha, y rápidamente la CP de las FPL convoca a la dirección de RFM para readecuar nuevamente su funcionamiento al nuevo periodo abierto por la ofensiva “Al
Tope”, en el cual la guerra se encamina a un proceso serio de negociación entre el gobierno y el FMLN .
La ofensiva abre el camino de la negociación, al demostrar “el fracaso total de la inteligencia salvadoreña y estadounidense. La habilidad del FMLN para definir los términos del combate y la incompetencia de la FAES. La ofensiva puso al descubierto el completo fracaso de los nueve años de la política estadounidense”.
Sin embargo, al iniciar la nueva década, existe cierta apreciación triunfalista entre personeros del gobierno y el alto mando del ejército, influenciados por el triunfo electoral de Violeta Chamorro y el colapso del bloque socialista en Europa oriental.

El viraje necesario
Después de la ofensiva, las acciones del FMLN se orientan más a potenciar los objetivos de la negociación. Para ambas fuerzas queda claro que la derrota militar no es posible a corto plazo. De ahí que la guerrilla intensifique sus ataques a la aviación, sabotajes a la energía eléctrica, en las carreteras y ciudades, mientras que el ejército incursiona a las zonas rurales con grandes operativos.
Juan Carlos reconoce que “aprendimos muchísimo con la experiencia de la ofensiva, fue la gota que nos dijo que había que hacer el esfuerzo concentrado en FM, porque el esfuerzo era la capital San Salvador y hacía ahí había que dedicar todo”.
El mismo Agustín reafirma que “ese viraje definitivo hacía la FM, estaba determinado por la dinámica militar, cuando hicimos eso fue porque ya la retaguardia estaba sólidamente construida, era inamovible y el desenlace de la guerra era inminente”.

De la Onda Corta a la FM
Luego que la dirección de RFM, discute la importancia de dirigir el trabajo político hacía San Salvador y la necesidad de tener una señal potente, limpia y con menos posibilidades de interferencia, se diseña el cambio gradual de la onda corta hacia la FM.
Ricardo y Juan Carlos se encargan de las averiguaciones técnicas para lanzar la señal
desde la retaguardia de Chalatenango hacia San Salvador. Es así que, a través de los canales logísticos de las FPL, se compra un transmisor italiano de mil watts de potencia y un potente motor y se construye una antena adecuada.
Una vez consolidada la estación piloto de FM, en el cerro La Cañada, que cubría San
Salvador y la zona central del país, se montan una estación repetidora en la Montaña dirigida a occidente y otra en el Volcán Chinchontepec de San Vicente, para cubrir la zona oriental y paracentral del país.

La producción radiofónica de los años 90-91
Después de la ofensiva se abre paso a un proceso de diálogo y negociación sostenido entre el GOES y FMLN. El Acuerdo de Ginebra del 4 de abril de 1990, señala los cuatro objetivos del proceso: a) Terminar con el conflicto armado por la vía política, b) Impulsar la democratización del país, c) Garantizar el irrestricto respeto a los derechos humanos, y d) Reunificar a la sociedad salvadoreña.32
La radio enfila su producción radiofónica hacía estos ejes de ataque, siendo los principales contenidos de los programas, donde se explica ampliamente los puntos tratados en cada una de las reuniones de diálogo. Era muy importante la creatividad utilizada para dar a conocer el espíritu de la lucha del Frente.
En 1990 y 1991 son los años en que el ejército pierde más medios aéreos durante la guerra, muchas de estas pérdidas fueron cubiertas por los corresponsales de RFM. En la campaña
Castigo a la Fuerza Armada, “me tocó estar cerca de las unidades guerrilleras cuando
combatían al batallón Atlacatl, Bracamonte y DM1, El 4 de diciembre de 1990, fue derribado el avión AC-47. Amparados en un palo vimos caer el avión, yo temblaba con el radio en la mano para trasladar la información y veía la alegría de los compañeros que estaban junto a mí, era la primera vez que bajábamos un AC-47 en Chalatenango, temblaba de alegría”, recuerda Carlos MInero.

Un día de trabajo en la radio
El día empezaba a las 5:30 a.m., se hacía una formación militar y 20 minutos de ejercicios, al terminar éstos cada quien se dirigía a sus tareas particulares. A la cocina, los patrullajes, las compras, revisión técnica de los equipos y el monitoreo de las radioemisoras nacionales e internacionales.
Se monitoreaba la KL, YSU, YSAX, Sonora, Cuscatlán, KT. Lo noticiarios de TV 6 y 12 y la VOA, Radio Francia Internacional, la BBC y Radio Habana. Se hacía un punteo global y posteriormente a las 8 se desayunaba y se tomaba el baño. A las 9 se instalaba la mesa de discusión. Se reportaba la fuente asignada y discutíamos las informaciones a transmitir con el respectivo enfoque. También se seleccionaba la información militar de los frentes de guerra desde un radio de comunicación militar -en la banda 40 metros de onda corta- para pedirla o cazarla cuando estaba siendo difundida al mando.
Paralelamente, ya se había transmitido el programa de 6 a 7 a.m. Básicamente era la
repetición del programa nocturno, con algunas ampliaciones o información del día.
Cada día había una sección especial: los lunes Minuto Cristiano, los martes Pueblo en
Marcha, los miércoles Arte Nuevo; los jueves Doña Cupe; los viernes Hechos de la Semana; los sábados Cruzando Fronteras y una Nota Musical. También se convocaba a concursos de cultura popular, como el “Tercer Concurso de Letras, Música y Poesía, en homenaje a los inolvidables héroes de noviembre de 1989”
Los horarios de las transmisiones variaron a lo largo de la guerra. Inicialmente se llegó a transmitir de 6 a 6:30 a.m., de 12 a 12:30 y de 7 a 8 p.m. En FM se transmitía de 6 a 7 a.m. y de 6 a 7 p.m. El funcionamiento de la radio dependía del combustible que se tuviera, de las condiciones del equipo y de la situación operativa en el terreno.
Por la noche la gente estaba en su champa o veía TV en el tatú. El día terminaba con el turno de posta, -vigilancia nocturna-. El tiempo de ésta dependía del número de personas, podía oscilar de 30 minutos a una hora u hora y media, además era rotativa.
Fue fundamental la labor de la población que vivía dentro y fuera de la retaguardia del
FMLN, pues gracias a ella, RFM podía abastecerse de gasolina, baterías, motores,
ventiladores, repuestos, lo necesario para su funcionamiento, sin su participación y la
salvaguarda del secreto de ubicación de la radio, ésta difícilmente hubiera sobrevivido.

X Aniversario de RFM en San José Las Flores
Al asesinato de Jesús Rojas y 13 compañeros emboscados por una unidad especial del batallón Atlacatl en 1991, la guerrilla continúa ocasionando numerosas bajas al ejército y destruyendo sus aeronaves. Un virtual empate militar y una dualidad de poderes reinaba en el país. La presión popular, la anuencia de Estados Unidos y la presión internacional recomendaba con más fuerza la salida negociada del conflicto.
Se firmó el Acuerdo de México, el 27 de abril de 1991, sobre las reformas constitucionales en los temas de Fuerza Armada, derechos humanos, sistema judicial y electoral. Y se crea la Comisión de la Verdad.
Tres meses más tarde, el 26 de julio de 1991, sin esperar el cese del enfrentamiento armado, se establece formalmente ONUSAL a lo largo y ancho del país, para verificar el respeto a los derechos humanos. Le sigue el Acuerdo de Nueva York, del 25 de septiembre de 1991, sobre la de COPAZ y otros puntos de Fuerza Armada, Policía Nacional Civil y el tema económico social.
Juan Carlos, asegura que “cuando se entra en un rumbo ya marcado y definido de la
negociación con Ricardo teníamos muchas conversaciones, porque la modalidad operativa era en mucho definida por lo técnico, aunque veíamos que la cosa iba gestándose y no queríamos quedar a la zaga, más bien queríamos ir adelante, aún sabiendo los riesgos que eso significaba.
Cuando la radio se mueve a San José Las Flores fue un paso muy audaz, dado con gran entusiasmo por todos los compañeros, dijimos aquí nos la jugamos y dimos el paso, celebramos nuestro X aniversario en el pueblo de San José las Flores”.
El personal de RFM se instala en Las Flores el 15 de diciembre de 1991, aún sin cese de fuego y con unidades del ejército en Guarjila. La directiva comunal destina una casa para la radio, que había sido sede de la Guardia Nacional. Esto abre un nuevo periodo para RFM, de contacto directo con la comunidad, de operación con energía eléctrica para transmitir, lo que permite ampliar la programación a 6 horas diarias.
En Las Flores la radio da a conocer la firma del Acta de Nueva York I y II, del 31 de
diciembre de 1991 y 13 de enero de 1992, respectivamente, donde las partes reconocen haber llegado a un acuerdo sobre todos los temas y se establece el cese del enfrentamiento armado a partir del 1º de febrero de 1992 y la firma de los Acuerdos de Paz en el Castillo de Chapultepec,
México, el 16 de enero de 1992.
Ese día RFM hace acto de presencia. Evelyn, Marina Manzanares, conocida como Mariposa en Radio Venceremos, representa a La Farabundo, -donde trabajaba desde 1990- y en un emotivo discurso, agradece públicamente a toda la población por su apoyo, colaboración y cariño para la emisora. Igualmente Santiago, Carlos Enrique Consalvi, hace lo propio por la RV.
Posteriormente, todo el personal se pone en función de preparar la fiesta del X Aniversario.
El 22 de enero a las 5:30 a.m. el grupo musical de Don Tito, nos levanta con las mañanitas. Desde las 8 de empiezan a llegar decenas de carros y buses. Esperábamos unas 300 personas
y se preparó carne para los invitados, pero los cálculos fallaron totalmente. Llegaron más de 3 mil personas, así que la mayoría del personal de la radio se quedó sin probar bocado, pero la celebración de la fiesta y el baile de la Farabundo en su décimo aniversario nos llenó más que nunca.

De la montaña a la ciudad
De la montaña a la ciudad se denomina la jornada de desmontaje simbólico de las antenas de RFM de las montañas chalatecas, la inauguración de los equipos en el Boquerón del Volcán de San Salvador y la inauguración de las oficinas de la radio en la ciudad capital. Ya el 1 de febrero o día D, el personal de RFM estuvo por primera vez en la Plaza Cívica.
Arriba de Catedral una enorme manta decía: “Radio Farabundo Martí ya está aquí”. En la tarima principal se montó la cabina de la radio que transmitía todos los discursos del FMLN, de las organizaciones sociales y los que estaban en la fiesta.
En medio de la euforia del fin de la guerra, la radio se preparaba para dar el siguiente paso: llegar a San Salvador, aun cuando no estaban todas las condiciones dadas, “fue un paso muy audaz en todo sentido, porque cuando la radio llega a San Salvador el problema no era simplemente técnico, yo creo que el factor fundamental del traslado de la radio hacía San Salvador fue el factor humano”, recuerda Juan Carlos.
Lo primero que tuvo que resolver la dirección de RFM fue la integración del personal en una nueva dinámica, donde los problemas de casa y de familia, “que antes eran algo lejano, pasaban a primer plano, así como el problema financiero y el problema del conocimiento para los compañeros que nunca habían estado en la ciudad”.
La radio fue la primera estructura política del FMLN en trasladarse a San Salvador, en una casa a tres cuadras del cuartel San Carlos. Aún no se autodestruían las armas del FMLN, por lo que la seguridad de la radio llegó con sus armas -fusiles AK-47, M-16 y pistolas-, pero con la supervisión y el acompañamiento de ONUSAL.
Para difundir la presencia de RFM en la capital y contar con el apoyo de la población, se convoca a la Jornada de la Montaña a la Ciudad, el 12 de abril. Se desmontan simbólicamente las antenas de la radio y el equipo de transmisión en La Montañona.33 Decenas de personas acompañan este acontecimiento y conocen el tatú de la Caracas, un baluarte de la radio, en la profundidad de la retaguardia estratégica del FMLN.
El 26 de abril se inauguran las antenas y equipos de transmisión de RFM y RV en el
Boquerón del Volcán de San Salvador. Otro mar de gente llega al corte de la cinta de la inauguración de los equipos, bendecidos por el S.J. Ricardo Salazar, quien dijo: “bendecir significa bien decir las cosas, por eso las radios se bendicen a si mismas”.
Finalmente, como parte de esta jornada, las oficinas de la radio en la colonia Layco, del barrio San Miguelito de San Salvador, son inauguradas el 3 de mayo, luego de la primera transmisión continua de 17 horas, el 1 de mayo.

Legalización de la radio
La presencia de RFM en San Salvador tuvo como objetivo garantizar el cumplimiento del acuerdo de legalización de la radio y readecuarse al nuevo contexto abierto por los Acuerdos de Paz, en términos comunicacionales, organizativos y administrativos. En otras palabras, organizar el proceso de reinserción. La primera gestión del proceso de legalización, se hizo mediante una reunión con el presidente de ANTEL, Saúl Suster, en mayo de 1992, a la que asistieron Wilfredo Zepeda, director de RFM y Carlos Enrique Consalvi, director de RV.
La posición de Suster fue legalizar las radios, como lo establecían los Acuerdos de Paz34 y lo que había que hacer era formalizarlo. Para dicho trámite, pidió una solicitud especificando todo lo solicitado. Luego, hubo una serie de reuniones con el jefe del Departamento Radioeléctrico para ver las cuestiones técnicas.
Ambas radios solicitaron una frecuencia nacional en FM, autorización de repetidoras, radio enlaces, frecuencias para sistema de radio comunicación y frecuencias en AM, onda corta y para TV, pero durante la negociación no accedieron.
En ese momento sólo habían dos frecuencias disponibles, así que dieron a escoger a
Ricardo y a Santiago, la frecuencia y el distintivo. Ricardo escogió la frecuencia 102.1, en medio de dos radios juveniles y el distintivo YSFF. Santiago, escogió la frecuencia 100.5 y el distintivo YSRV.
El 16 de junio de 1992, ANTEL emite la resolución que legaliza la operación de la radio en FM. “Dicha legalización fue emitida a nombre del director de la radio, Wilfredo Zepeda, en carácter provisional, hasta que el FMLN adquiera su personería jurídica, teniendo entonces que
hacer el traspaso a éste o a la forma de sociedad que RFM determine”.35
El proceso de legalización se prolongó hasta el 10 de diciembre de 1992 debido a la
recalendarización en la ejecución de los Acuerdos de Paz. En diciembre estaba programado un acto solemne con la presencia del Secretario General de la ONU para certificar el cumplimiento de los Acuerdos de Paz. Bajo la presión de esa actividad, fue necesario definir la persona jurídica a la cual ANTEL debía trasladar la concesión de la frecuencia. En una discusión interna se resolvió que mientras se tomaba una decisión definitiva acerca de la propiedad de la radio, la frecuencia fuera concedida -en concepto de mecanismo temporal- a una Sociedad Anónima, que formaron Ricardo y Justo, actuando el primero como el representante legal y “Administrador único” de la S.A., a nombre de quien se hizo la concesión. Lo que sigue... ya es otra historia....

Significado de la radio
A manera de resumen se mencionan algunas opiniones sobre el significado de el esfuerzo colectivo que significó la radio.
Para Gerson Martínez, “las dos radios fueron uno de los principales frentes de lucha, como la política-militar, diplomática y la de los medios de información”. Sin la radio “creo que no hubiéramos ganado tanto pueblo. Las radios generaron una comunicación y una empatía desde
el pueblo hacía nosotros muy grande, más allá de lo que pensamos. Para nosotros fueron instrumentos, pero para el pueblo era un poco más que instrumentos, fueron vistas casi como sujetos, con identidad propia, con personalidad, ligadas al frente y todo, pero así fueron identificadas la RV y RFM”.
Para Samuel Ramírez, Fredy, la radio “era una de las partes que pudo hacer más efectiva la guerra, sino hubiera sido más difícil, menos gente se hubiese incorporado”.
María Teresa Gutiérrez, Mati, opina que “la radio era un medio necesario. Contribuyó a que la gente, aunque no fuera organizada, se informara sobre lo qué estaba pasando”.
Arístides Figueroa, Rafael, dice: “Desarrolló un papel informativo importante como lo fue para la misma ofensiva. Fue un instrumento de lucha, lástima que no se logró coordinar con la RV en un criterio editorial unificado, pero jugaron un papel muy importante de la parte política de la guerra”.
Rafael Barrera, Sebastián, ubica “la importancia de la radio como el instrumento de
información más ágil y masivo que tenía la guerrilla, no sólo para la zona de control, sino para el resto del país”. Wilfredo Zepeda, Ricardo, asegura que “la radio como instrumento de lucha fue más allá de su función informativa, porque tenía un impacto que no tenía nada que ver con la información. La sola presencia en el dial era señal de que la guerrilla estaba presente, era señal de poder, desmentía lo que el ejército decía de que había limpiado la zona, también era un instrumento de captación de solidaridad de ayuda económica-financiera. Como instrumento de la estrategia del
Frente fue más allá del Frente mismo... La radio fue un instrumento de lucha para la guerra y jugó un papel destacado en ese marco. En la época de la paz no estaba concebida como un instrumento de lucha de la estrategia del Frente”.
Felipe Vargas, opina que “sin las radios guerrilleras la guerra hubiera sido mucho más difícil para el Frente, porque servía para que su propia gente estuviera informada de la línea política, recibiera estímulos a la moral, con los combates, los triunfos, las capturas... Sin las radios la cohesión que tenían los diferentes frentes se hubiera debilitado, eso es una posible consecuencia”.
Jesús Ávalos, Fredy, cree que “la radio jugaba un papel de cara a romper las barreras de la desinformación y de cara a la tropa era muy importante para conocer lo que se estaba haciendo en los diferentes frentes. Además jugaba un papel moralizador para la tropa, ibas a una batalla y sabías que estabas en campaña permanente y sino operabas, en otros lados sí lo estaban haciendo, te daba una perspectiva más global de lo que se estaba dando. La radio daba un lineamiento general para todas las unidades, por ejemplo ya cuando se cambia de táctica, tú oías el mensaje y a partir de ahí te ubicabas cuál era el mensaje. La radio vino a perfeccionar las formas de comunicación”.
Miguel Huezo, Haroldo, es más crítico, al recordar la ofensiva de 1981 “no teníamos acceso realmente al lugar donde estaba cocinándose la información –la comandancia- no entendió el carácter de la radio como arma política, se vio como una herramienta de propaganda pero no se le otorgó el papel clave que debía tener, de estar al lado de la máxima dirección... Es entre 1990-92 -cuando la Venceremos truena y tiene que salir de Managua- que nos convertimos en el punto de referencia y comenzamos nuevamente a ser escuchados por fin y tomados en consideración. Creo que el proyecto de la radio fue un proyecto muy hermoso -sin asomo de cinismo-, pero inútil o con una utilidad muy relativa, muy limitada... creo que la estatua que hemos levantado de la radio es una estatua donde hay mucho de leyenda”.
María Teresa Escalona, Erandy dice: “creo que la radio, además de ser un instrumento de lucha política del FMLN, fue un poderoso instrumento de enlace con la población, con las y los combatientes, con la gente de prensa y dio a conocer pesares y alegrías de esta guerra ingrata que fue impuesta con terror, con dinero y armas del gobierno estadounidense. Personalmente fue la más bella experiencia que tuve y una de las más intensas etapas de mi vida”.

Quienes ya no están
Quiero finalmente reconocer la participación y entrega de las y los compañeros que en
función de hacer posible el sueño de La Farabundo murieron o fueron desaparecidos.
Israel, redactor, desaparecido en San Salvador, en agosto de 1981. Murieron: Rubencito, logístico, el 17 de marzo de 1982, en las cercanías de Santa Rita, en San Francisco Morazán, Chalatenango, junto a los 4 periodistas holandeses. Benjamín Valiente, Juan Ángel, periodista, el 12 de noviembre de 1982, en las riberas del Río Lempa, entre Cabañas y Chalatenago, en las cercanías de la presa 5 de noviembre. Rogelio (Neco) Godínez, corresponsal, en 1983. Felícito, seguridad, en 1983. Amadeo, encargado de abastecimientos, en 1983, en las faldas del Cerro Talzate, la Laguna Seca, Chalatenango. Balta, jefe de la primera escuadra de seguridad de la radio, en 1983, en La Montañita, Chalatenango. Ana Patricia Ramos Surio, Mireya, monitora, enero de 1987, en Arcatao, Chalatenango. Pedro Mancía, José Roberto, locutor y redactor, en el municipio de Santa Rita, Chalatenango, en 1987. Menchita, radista, en 1987. Bernardino, seguridad y correo, en La Montañona, Chalatenango, en 1986. Guayito, seguridad de la radio, en el tercer ataque al cuartel El Paraíso, de Chalatenango, el 13 de septiembre de 1988. Tirso, seguridad, cerca del cantón El Zapotal, Chalatenango, en 1988. Robertillo, seguridad, en la ofensiva de 1989, San Salvador Ana Orlich, Raquel, 15 de octubre de 1993. María Isabel Alas, Chabelita, cocinera, quien murió de cáncer en el estómago, el 26 de
octubre 1994, a más de 60 años de edad.

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