Cuando llega un Nuevo gobierno siempre se tienen nuevas expectativas sobre el papel que éste va a desempeñar en la vida del pueblo y más que todo cundo éste es producto del sufrimiento y la decisión del pueblo por buscar nuevos horizontes.
El gobierno actual tiene la obligación moral con los familiares de los cien mil asesinados por el sicariato arernarco, tiene la obligación con todo nuestro pueblo y más que todo cuando se dijo que la “Opción de los Pobres de Monseñor Romero”, seria la opción de este gobierno.
En las condiciones económicas en que se encontraron las arcas nacionales después del Saqueo Histórico y la crisis económica internacional, los funcionarios tienen que ser sabios en la inversión, sobrios y transparentes en el manejo del dinero del pueblo. El gobierno debería de hacer una nivelación salarial para evitar diferencias abismales ya que en la mayoría de casos los que no trabajan son los que gozan de todas las prestaciones de las que el pueblo debería gozar.
Como se puede ver, no será fácil encontrar soluciones inmediatas a nuestros males centenarios, pero si nunca se comienza nunca se va a lograr nada. Por regla general, la ignorancia dirigencial va acompañada de atraso y sinvergüenzadas y es lo menos que puede permitir el actual gobierno, al contrario debe de rodearse de funcionarios pensantes cuyos méritos sean ésos, su preparación científica en cada campo ocupacional, así como su honestidad y transparencia en sus funciones. El compadrazgo político, el padrinaje y nepotismo tienen que hacerse desaparecer, si no; vamos estar lo mismo que antes y todo el esfuerzo del pueblo y del gobierno se verá diluido en la inoperancia, el robo burocrático y el atraso cultural, socio-económico y político.
El país necesita un sistema de educación y medicina pública que sea accesible a toda la población y de la misma manera oportunidades para todos y no sólo para los amigos o familiares de los funcionarios. Hay, a lo largo de la patria; una mala distribución de servicios, lugares con mayor densidad de población que no tienen los servicios que el estado provee y los existentes están en lugares de menor densidad poblacional, por lo cual es recomendable una redistribución de los mismos.
Los políticos debieran cambiar su discurso de los setenta, aquí ya no hay oligarquía, sino que uno u otro representante de ella, ya que se fueron para otros países después de haber sacado el dinero y vendido las empresas del pueblo saqueando de esta manera a nuestra nación. Aquí no tenemos banca nacional, la luz la cobra una empresa extranjera, el cemento CESSA es suizo, la banca es colombiana y así la derecha despojó al pueblo y al estado de todos sus bienes, además de las grandes cantidades de manzanas de tierra que se han robado.
Qué hacer? Educarnos con nuestro pueblo, alimentarnos con nuestro pueblo y luchar por una mejor salud con nuestro pueblo. Nuestra agricultura está en ruinas, hay que resembrar y diversificar, no tenemos turismo, hay que construir hoteles y servicios, la gran empresa no paga lo que debe pagar en términos fiscales, hay que exigirles, los programas educativos no son los mejores, hay que optimizarlos, hay que producir primeramente lo que el pueblo consume, hay que proteger nuestro medio ambiente y nuestros recursos naturales, si vamos a talar árboles debemos sembrar cinco con anterioridad por cada árbol que pensamos procesar para madera o medicina. Tenemos que mejorar nuestra ganadería, diversificar la agricultura y hacer todo de acuerdo a planes por el cambio y bienestar de nuestra patria. Indiscutiblemente, solamente educándonos podremos salir del atolladero. Tenemos que exigir a los medios de comunicación, al menos a los estatales; que cambien sus editoriales y que sea la ética y el profesionalismo comunicacional las bases del mismo. El actual presidente cuando se desempeñaba como periodista fue incorruptible, no solo puso en juego sus trabajos, sino su vida; de ahí deben de tomar ejemplo los que hacen del periodismo su profesión u oficio y no escatimar esfuerzos por producir un periodismo diferente.
A nivel de partido se tiene que reinstaurar las elecciones con padrones de la militancia que no dejen a nadie afuera, se tiene que trabajar con las bases y a nivel de dirigencia tienen que ser más accesibles si es que queremos desarrollarnos como partido. El día de ayer un compa que está en la escuela de cuadros como instructor permanente expresó en platica que tenían con otro compañero: “ustedes nos trataban a nosotros como revisionistas y para que más les duela, nosotros mandamos”. De suerte la plática no era conmigo y sencillamente me limité a decirle que no se es revolucionario si sólo se piensa en “Yo Mando y Estoy Mejor”, sino que la colectividad se desarrolle, ni tampoco se trata de ser revolucionario a sueldo, sino sencillamente en trabajar por la justicia y una mejor sociedad sin importar puestos o regalías económicas, la mayoría de veces inmerecidas y que no es nada positivo revivir problemáticas pasadas que en nada ayudan al proyecto.
Meditando me dije para sí: Tenemos que educarnos, quitarnos el lastre, si es que de verdad queremos contribuir al cambio. Tampoco se trata de estar criticando malsanamente, sino de sugerir y trabajar objetivamente por los cambios que nuestra patria necesita.
PAUL FORTIS
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