Posted: 28 Jul 2014 09:04 AM PDT
La reunión con el presidente Barack Obama
este viernes pasado fue totalmente enriquecedora. Nos permitió a los
gobernantes de El Salvador, Honduras y Guatemala, expresar nuestros
puntos de vista respecto a los derechos de las niñas, niños y
adolescentes migrantes que viajan sin acompañantes hacia los Estados
Unidos.
Más allá de significar un problema de
carácter migratorio, es para mí un doloroso tema de índole humanitaria.
Recordemos que los niños y sus padres están buscando un derecho humano
fundamental que es la unificación familiar. Me es imposible no hacer una
reflexión acerca de las motivaciones de las familias centroamericanas
que han tomado la difícil decisión de que sus hijos emprendan un viaje
tan arriesgado.
Reconozco a partir de esta reflexión los
retos que debemos enfrentar, no solamente en el despliegue de una
política exterior orientada hacia los grandes objetivos de paz y
cooperación para el desarrollo, sino en la continuidad del desarrollo
integral de nuestro país. Esa es la respuesta más efectiva ante la
crisis económica y social.
Estoy convencido que una de las
estrategias más efectivas para la transformación social es una educación
de calidad con inclusión y equidad. Parte de los esfuerzos y acciones
que se están realizando con Estados Unidos es la implementación de la
campaña “Mi Barrio”, como una estrategia para mejorar las condiciones de
la juventud en diversos municipios del país, ya que estoy convencido de
que la juventud es la fuerza motriz para construir una sociedad más
solidaria y justa.
Poco a poco el pueblo salvadoreño está
adquiriendo conciencia del peligro que significa enviar a niñas y niños
en condiciones de riesgo hacia Los Estados Unidos, al mismo tiempo la
población está encontrando en el país las oportunidades que antes no
tenía, lo cual le hace desistir de esa idea. Es motivo de alegría para
mí saber que el porcentaje de niños retenidos en la frontera se ha
reducido en un 50%. Esto quiere decir que las medidas que se han tomado
están dando buenos resultados, y que cada vez menos salvadoreños se
verán en la necesidad de migrar en busca de mejores condiciones de vida.
Continuaremos sumando esfuerzos para
prevenir que las familias y niños realicen este viaje peligroso.
Seguiremos trabajando para promover una migración segura, legal y
ordenada. Me llena de alegría y optimismo estar avanzando en la
profundización de los cambios y estar llevando a cabo medidas que
favorecen el desarrollo integral de nuestro pueblo, especialmente de los
niños, niñas y jóvenes, consolidando así las bases para una sociedad
más democrática, justa y equitativa.
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