AFTER THE STORM

Never is late when dawn comes.

Después de la tormenta no vendrá la calma, ésta vendrá hasta que nuestro país y su pueblo nos hayamos recuperado de los efectos del destre.

Debemos recordar que los muertos eran nuestros hermanos y hermanas, hijos e hijas del infortunio, de ese pueblo amado por Monseñor Romero, gente para la cual el único cambio que llegó fue el de clima y que la inmensa cantidad de afectados deben de ser la opción principal del actual gobierno ya que es la gente más sufrida y por otro lado, nuestra clase trabajadora y productora de alimentos.

Muchas son las lecciones que debemos de aprender después de la tormenta, siendo la primera que nuestro país está calificado en los primeros lugares de vulnerabilidad y que aún nos falta mucho como pueblo para comprender lo que ello significa.

Tenemos que quitarnos esa visión que las únicas personas que están en peligro son las que viven en zonas volcánica, nuestro país es todo volcánico y las zonas de vulnerabilidad se extienden por los cuatro puntos cardinales y que adolecemos de suficientes cuadros preparada como técnicos en desastres.

Ante todo esto, debemos de tomar como lección que si no nos hubiéramos volcado como gobierno, partido y pueblo, el número de muertes seria mayor y no se hubiera dado el tratamiento inmediato que se ha dado y que se debe seguir dando a nuestro pueblo.

Es aberrante la conducta deleznable de algunos alcaldes y personas particulares. Cuando se anda en la llanura se ve la gente que trabaja y así hemos podido ver a nuestra juventud volcada al trabajo, a nuestro gobierno y en especial al Señor Presidente y la Primera Dama, al Ministro de Obras Públicas, de Gobernación, al Secretario de Protección Civil, a Inclusión Social, al ISSS, al Magisterio Nacional, a la PNC y al Ejército, a Medio Ambiente, a los alcaldes y gobernadores, a la Asamblea Legislativa, al VMT, a la Secretaria de Comunicaciones que no ha dejado de informar por un momento y a su secretario David Rivas que no permitió información sesgosa y por ello peligrosa y contraria a los intereses de la ciudadanía.

El Ministerio de Salud y el ISSS tiene Brigadas de especialistas a lo largo de la patria atendiendo no sólo los albergues, sino a l toda la población. Hablaba con la Doctora Cecilia Cardoza de Psiquiatría del ISSS y me decía que habrá que dar tratamiento post traumático a la población para tratar de borrar las huellas de este terrible desastre, ayer estaban en el Bajo Lempa, ahora en la zona de Ateos, de esa manera hubiera sido hermoso ver a Brigadas del Movimiento Social, de las diferentes Universidades y del Sector Empresarial ayudando a nuestro pueblo. Tanto el Ministerio de Salud como el ISSS están cumpliendo con los cometidos hipocráticos de servir al pueblo de la mejor forma posible.

Hay algo que no podemos dejar de mencionar, Mauricio explicó ayer que a nivel internacional no se sabía la envergadura del desastre y bueno, es el cuerpo diplomático por medio de nuestra cancillería elo que debió haber hecho ese trabajo no solo para informar, sino para solicitar ayuda a a los gobiernos de países donde desarrollan su trabajo y a las agencias de cooperación internacional y no esperar a que el presidente llame al SIECA para el mismo objetivo.

La fracción legislativa del FMLN se desplazo ahora para evaluar daños en la región de Zapotitán y Arce y poder autorizar gastos presupuestarios de acuerdo a las necesidades de cada región afectada.

La tormenta ha pasado, debemos estar preparados para reparar los efectos negativos de la misma y educarnos en forma consciente para la prevención de desastres, habrá que organizar seminarios y quizá sería bueno que las universidades creara una cátedra sobre el caso, ello es más importante que algunas asignaturas no relevantes en la vida nacional y organizar un sistema de acuerdos marcos con otros países como el Japón para que nuestra juventud se forme científicamente en el campo científico ecológico.

La secuela anual de desastres Mitch, IDA, Agatha o como los llamen deberían de despertarnos para proteger nuestras cuencas fluviales, nuestra agricultura y ganadería, regresar a los ríos sus causes naturales, parar el robo de las tierras estatales, para evitar como lo dijo Nayda Medrano: “una crisis alimentaria combatiendo la especulación y acaparamiento de productos agrícolas.

De nuevo, gracias a quienes siguen empujando el tren de nuestra historia y condena para los oligarcas que nunca ven en el pueblo la fuente de sus riquezas y que por lo tanto debe obligatoriamente de ser tratado con justicia social.