Mi alma llora, mientras la noche calla
el viento gime las estrellas se opacan
Más sangre en la metralla
Creadores, vivamos, denunciemos
Aunque bien lo sabemos
Estamos a la espera
Y por ello cantamos!
La luz del cielo se apagó del todo
Creyeron darle muerte al cantor
Hoy aparecen millares de Facundos.
Se encendió la tierra los ruiseñores
Cantando, haciendo filigranas
Y el infinito entonando la cantata
Escrita en revolucionarios pentagramas.
Cuántos más tendremos que caer
Ni aun así jamás podrán callar
La insumisa palabra.
Ah caramba el bestiario está de fiesta
Festejando la sangre derramada
Ignorando que ya poco les queda
De su maldita orgia prolongada.
La hiena aun chilla y manosea
Sin embargo, temerosa y herida
Se encueva y lanza mil zarpazos
Sabiendo que rodeamos su guarida,
A todas las plumas rojas de la tierra
A todos los pinceles libertarios
A los cantores revolucionarios
A rodas mis hermanas creadoras
Os invito aristas de la tierra
A aceitar nuestras armas
Ni te digo adiós Facundo hermano
Ni puedo expresar todo el quebranto
Prometerte como otro hijo del pueblo
Continuar y elevar tu canto.
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