LOST PARADISE?

-Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: “Cierren los ojos y recen”. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la biblia. (Galeano) No, no podemos decir que sea el paraíso perdido. No estamos hablando de John Milton, hablo de Cuscatlán, nuestra amada tierra de pájaros y flores, de mujeres bellas y hombres fuertes, hablo de nuestros bellos campos, de nuestras acogedoras playas, de nuestros ríos y riachuelos, de nuestros lagos y lagunas, de nuestros campos floridos, de nuestros cafetales y maizales, arrozales y cañales, de nuestra insigne nación.
Mi patria de ojos negros y piel cobriza, mi patria llena de infanciay vida permanente, de brazos laboriosos y mentes encendidas, mi patria vida desafiando la muerte, de cabellos oscuros y miradas de aurora, la patria en mis entrañas, mi patria acogedora!

He construido mi patria! Va conmigo cantando en mis tejidos. He ido curando sus heridas con el canto permanente de mi vida, así la quiero, bonita, bien vestidita y perfumada por el tiempo y la alegría.
Con su pueblo original desafiando tempestades, con su infancia corriendo por las calles, pajaritos saltando entre las ramas, Con sus ranchitos campesinos y sus casas de piedra y maderos centenarios, todo lo original sin espejismos. Así la he construido y es mía y tuya, si la quieres!

Me podrías decir que esa no es la patria. No la tuya, pero si la mía. He arrancado el vejante grito y lo he sustituido por el canto de la tierra. He pintado las oscuras calles y las he sustituido por alegres caminos vecinales, la horrorosa explotación por el reparto comunitario del trabajo, la escuela blanca por la enseñanza milenaria de la raza.
He escondido los ríos y los mares en lo más profundo de mi alma y voy repartiendo litorales y montañas preñadas de rosales, de cedros y maquilishuats ancestrales.
Reparto el canto de las aves y la música que corre en las quebradas, las gotas de agua cristalina, sabia pura emanando de montañas. Voy siempre llenando mi matata con los frutos silvestres de la patria y a lo largo del camino los voy repartiendo a nuestra infancia.
Es mi patria, así la quiero, sin monstruos de cemento y sin religiones importadas, sin dictadores. Una patria que cante en la mañana, la cantata de eternas de alboradas.
No más, la bendición del abuelo volcán y del padre sol irradiando la luz de la mañana, las gotas de rocío en la semilla cubriendo todo el prado, el arco iris como rosa multicolor temprana. La he construido para mí y para ti, no la he soñado. Fauna y flora, agua y fuego, aire y tierra, todo manifiesto en la armonía de lo que siempre es la patria amada.
Una patria metida en un racho y un rancho metido en la patria, los dos metidos en mi alma.