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lunes, 27 de septiembre de 2010



1.
Lo que quieren es el petróleo de Venezuela

Ayer dije lo que haría si yo fuera venezolano, expliqué que los pobres eran los que más sufrían con las catástrofes naturales y razoné por qué. Más adelante añadí: “…donde el imperialismo domina y la oligarquía oportunista recibe una parte jugosa de los bienes y servicios nacionales, las masas no tienen nada que ganar o perder y, al imperio, no le preocupa un bledo las elecciones” y que “En Estados Unidos, ni siquiera las elecciones presidenciales movilizan más del 50% de los que tienen derecho a votar.”

Hoy añadiría que, aún cuando en las mismas se elige la totalidad de la Cámara de Representantes, una parte del Senado y otros importantes cargos, no logran superar esa proporción.

Preguntaba por qué, en cambio, emplean sus enormes recursos mediáticos para tratar de hundir al Gobierno Revolucionario Bolivariano en un mar de mentiras y calumnias. Lo que los yankis quieren es el petróleo de Venezuela.

Todos hemos visto en estos días electorales a un grupo de bastardos personajes que, en compañía de mercenarios de la prensa local escrita, radial y televisiva, llegan a negar incluso la libertad de prensa en Venezuela.

El enemigo logró una parte de sus propósitos: impedir que el Gobierno Bolivariano contara con el apoyo de las dos terceras partes del Parlamento.

El imperio tal vez crea que obtuvo una gran victoria.

Pienso exactamente lo contrario: los resultados del 26 de septiembre constituyen una victoria de la Revolución Bolivariana y su líder Hugo Chávez Frías.

En estas elecciones parlamentarias la participación de los electores se elevó al record de 66,45 por ciento. El imperio con sus inmensos recursos no pudo impedir que el P.S.U.V., faltando 6 por adjudicar, obtuviera 95 de los 165 miembros del Parlamento. Lo más importante es el ingreso en esa institución de un elevado número de jóvenes, mujeres y otros militantes combativos y probados.

La Revolución Bolivariana tiene hoy el Poder Ejecutivo, amplia mayoría en el Parlamento y un partido capaz de movilizar a millones de luchadores por el socialismo.

Estados Unidos no cuenta en Venezuela más que con fragmentos de Partidos, hilvanados por el miedo a la Revolución, y groseras apetencias materiales.

No podrán acudir al golpe de Estado en Venezuela como hicieron con Allende en Chile y otros países de Nuestra América.

Las Fuerzas Armadas de ese hermano país, educadas en el espíritu y el ejemplo del Libertador, que en su seno incubó los jefes que iniciaron el proceso, son promotoras y parte de la Revolución.

Tal conjunto de fuerzas es invencible. No lo vería con tanta claridad sin la experiencia vivida durante más de medio siglo.





Fidel Castro Ruz

Septiembre 27 de 2010

3 y 24 a.m.



ex-Ministro de la Presidencia Enrique Flores Lanza en
el gobierno del Presidente Manuel Zelaya

2.
Entrevista a Sonia Dubón, abogada y ex Magistrada de la Corte Suprema de Justicia de Honduras
“Ante el Informe del Tribunal Superior de Cuentas, esperamos una rectificación honrosa de la prensa”

Mario Casasús
Defensores en línea/Rebelión


En entrevista con Defensoresenlinea.com Sonia Marlina Dubón, ex-Magistrada de la Corte Suprema de Justicia y esposa del ex-Ministro de la Presidencia Enrique Flores Lanza, quien fuera injustamente acusado (por la prensa) de retirar del erario 40 millones de lempiras. La abogada Sonia Dubón apunta que el 12 de septiembre, el Tribunal Superior de Cuentas señaló como responsable de la malversación de fondos públicos a Jorge Rodas Gamero –Ministro de Seguridad Pública-, sin embargo el periódico El Heraldo todavía no desmiente la campaña mediática que emprendió en contra del Ministro de la Presidencia del gobierno de Zelaya.
En la opinión de Sonia Dubón: “Se dejó fuera de la Amnistía al delito de malversación de caudales públicos, esta cláusula tiene una dedicatoria expresa para el Presidente Zelaya y para Enrique Flores Lanza, porque a él lo acusan de haber ‘malversado 40 millones de lempiras’, yo me pregunto -y la respuesta la da el sentido común- ¿cómo se pueden malversar caudales públicos que no ingresan al presupuesto de tu oficina?, son respuestas de sentido común, la acusación nunca tuvo fundamentos”.
MC.- ¿Bajo qué contexto se entendería la campaña mediática en contra de Enrique Flores Lanza?

SD.- La persecución de la que es víctima mi esposo es producto de los acontecimientos que se dieron a partir del 28 de junio de 2009, cuando el país sufre un atentado en contra de su institucionalidad, el golpe de Estado marcó un retroceso en la incipiente historia democrática que venía viviendo Honduras, luego nos marca con una era de impunidad e inmunidad fortalecida para los sectores poderosos de este país. Usted recordará que se hizo la propuesta –desde el Ejecutivo- para una consulta popular, la idea era establecer una urna extra en las elecciones, llamada La Cuarta Urna, para hacer una consulta de opinión sobre si los hondureños queríamos o no con una instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, esto causó miedo y terror en los grupos oligarcas y es a partir de este momento que se fraguó el golpe de Estado. Después inició una persecución en contra de los funcionarios que acompañaron al Presidente Zelaya en su gabinete y en contra de todas las personas que se opusieron a este crimen de lesa Patria; ahí comienzan las acusaciones en contra del equipo del Presidente Zelaya –insisto que en ese momento seguían siendo funcionarios legítimos del gobierno-, se vuelven imputados varios Ministros y Ministras, el propio Presidente Zelaya, no hubo figura delictiva que no se contemplara dentro de los múltiples requerimientos que presentó el Ministerio Público de facto. Nosotros fuimos víctimas –como familia y hondureños- de infamias por parte del Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia –que se prestó no sólo para fraguar el golpe de Estado y para legitimar a los militares que fueron acusados de crímenes de lesa humanidad- sufrimos la persecución política, fuimos injustamente acusados con figuras de corte estrictamente políticas.

MC.- El 15 de septiembre, la Resistencia convocó a una multitudinaria marcha, me llamó la atención leer en cientos de hojas, un documento que retoma la información del Tribunal Superior de Cuentas, publicada el 13 de septiembre en La Tribuna, ¿qué impresión le causó leer dicho documento en la marcha?

SD.- Vimos con mucha satisfacción que en la marcha del 15 de septiembre se ha distribuido un documento con el título: “La verdad sale a la luz” y habla del Informe del Tribunal Superior de Cuentas que fue publicitado por el periódico La Tribuna en dos días consecutivos –lunes 13 y martes 14 de septiembre- una noticia en continuación de la otra, en la cual queda totalmente claro el responsable de retirar el dinero del “carretillazo” de las oficinas del Banco Central –no es el abogado Enrique Flores Lanza- es otra persona que aparece señalada: el entonces Ministro de Seguridad Pública Jorge Rodas Gamero; creo que nosotros como cristianos decimos: “La verdad nos hará libres”, quisiéramos que la noticia tuviera la misma connotación que tuvo en la denuncia inicial, pero lastimosamente sólo diario La Tribuna hace esta publicación –no así El Heraldo que dedicó portadas de primera plana para desprestigiar a Enrique Flores Lanza-, pero creo que el pueblo hondureño y todas las personas que conocen la situación del país a nivel internacional saben que lo que vivimos es una persecución política marcada por la represión y la impunidad.

MC.- ¿La mayor inconsistencia de la acusación sería que Enrique Flores Lanza nunca tuvo acceso a tal cantidad del presupuesto en su oficina?

SD.- El documento que publicó diario La Tribuna en sus ediciones del 13 y 14 de septiembre, son producto del Informe del Tribunal Superior de Cuentas, donde dice categóricamente qué Ministerio del Estado es responsable del retiro del dinero, da nombres, cargos, fechas, horas, lugares y montos; en ningún momento he leído el nombre de Enrique Flores Lanza en ese Informe que se encuentra en la página web del Tribunal Superior de Cuentas. El Heraldo publicó que Enrique Flores Lanza empujaba la carretilla con el dinero, eso es totalmente falso, Enrique no puede arrogarse funciones que corresponden a otros Ministerios del Estado, era un dinero para la Secretaría de Seguridad Pública. No se puede responsabilizar a otra Secretaría del Estado por los malos manejos de los fondos presupuestarios.

MC.- ¿Por qué Enrique Flores Lanza no se beneficia de la Amnistía, que el gobierno de Lobo publicita para victimarios y víctimas en su afán de la “reconciliación nacional”?

SD.- Usted recuerda que aquí a iniciativa del Congreso Nacional –sin que nadie lo pidiera, por lo menos no de las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos, ni de los perseguidos políticos- se dio una Amnistía para limpiar el rostro de los militares, mejor dicho para limpiar el expediente de los militares, porque su rostro lo tienen muy manchado, la mota de asesinos y corruptos, de asaltantes del erario público lo tienen institucionalizado en las Fuerzas Armadas. En estos decretos de Amnistía que de manera oficiosa el Congreso aprueba, se dejó fuera de la Amnistía al delito de malversación de caudales públicos, esta cláusula tiene una dedicatoria expresa para el Presidente Zelaya y para Enrique Flores Lanza, porque a él lo acusan de haber “malversado 40 millones de lempiras”, yo me pregunto -y la respuesta la da el sentido común- ¿cómo se pueden malversar caudales públicos que no ingresan al presupuesto de tu oficina?, son respuestas de sentido común, la acusación nunca tuvo fundamentos.

MC.- ¿Desde cuándo Enrique Flores Lanza vive el exilio en Nicaragua?

SD.- Enrique Flores Lanza está en Nicaragua desde el 11 de julio de 2009, con dificultades mayúsculas logró salir del país de manera clandestina, con la ayuda de amigos, nosotros como familia nos trasladamos a Nicaragua para apoyarlo, vivimos en Nicaragua modestamente.

MC.- ¿La fiscalía notificó formalmente a Enrique Flores Lanza de la acusación?

SD.- El periódico El Heraldo se encargó de ser tabla de notificación, con la misma saña con la que arremetió en contra del Presidente Zelaya y el resto de su gabinete, El Heraldo montó una campaña de desprestigio acusando a Enrique Flores Lanza de malversación de fondos públicos. En Honduras todo se maneja a través de la prensa, en ningún momento hemos tenido acceso a ninguna notificación, tampoco le han hecho saber a Enrique de la existencia de una orden de arresto en su contra, todo lo hemos visto y leído a través de los medios de comunicación.

MC.- Finalmente y ante el Informe del Tribunal Superior de Cuentas, ¿piensan desmentir al Heraldo?, ¿o escribirán una carta al director de La Tribuna para esclarecer algunas imprecisiones?

SD.-Creo que es lo correcto tratar de hacer precisiones a la publicación que hizo La Tribuna sobre el Informe del Tribunal Superior de Cuentas, lo vamos a intentar, ojalá tengamos apertura y se nos dé el espacio en los medios que corresponde –en otros países esto sería motivo para una demanda, pero no pretendemos enriquecernos demandando a un medio de comunicación- pero sí esperamos una rectificación honrosa.




3.
Comisión Internacional contra la Impunidad no puede funcionar con los golpistas en el Sistema de Justicia

COFADEH
Rebelión


Ante la publicitada Comisión Internacional contra la Impunidad, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras, COFADEH, fija su posición:

1.- Los antecedentes de las Comisiones Internacionales que han visitado Honduras después del golpe de Estado no son alentadores: la Organización de Estados Americanos (OEA) nombró a varios políticos de América – encabezados por el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos y la Secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís- para constituir la Comisión de Verificación de los Acuerdos San José-Guaymuras, a la fecha los argumentos de la OEA son letra muerta. Por otra parte, el régimen de Pepe Lobo Sosa convocó a una “Comisión de la Verdad y Reconciliación” presidida por el político guatemalteco Eduardo Stein y todavía no tienen límite de tiempo para presentar su Informe y el pueblo hondureño no tendrá acceso a conocer las investigaciones hasta dentro de 10 años.

2.- Es inadmisible que en la “Comisión de la Verdad y Reconciliación” participen los mismos golpistas, generando una gran desconfianza y decepción, en el país donde impera la injusticia.

El golpismo incluyó a sus defensores para conformar dicha comisión: Julieta Castellanos, actual rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, ha violentado reiteradamente los derechos humanos de los trabajadores contra quienes mantiene una férrea persecución política, al extremo de llamar a las fuerzas represivas para que controlen el accionar de los sindicalistas y estudiantes. Omar Casco ex rector universitario y político del Partido Nacional, es una pieza clave de los grupos de poder en Honduras. Su rol en la Junta Nominadora para seleccionar la actual Corte Suprema de Justicia fue vital para poner las piezas de la oligarquía en ese poder del Estado. El economista Sergio Membreño, quien camina de la mano con el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, a quien representa en diversos espacios claves.

Hay un estado de indefensión, el pueblo hondureño no tiene respuestas de instituciones que él mismo creó tal es el caso del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y el Ministerio Público, cuyos titulares, Ramón Custodio y Luís Alberto Rubí, son los principales protagonistas en la defensa del golpe de Estado.

3.- La creación de “Comisiones, Comisiones y ministerios” pretende controlar los derechos humanos en Honduras desde el Ejecutivo, acaparar recursos internacionales y fomentar el clientelismo político. Asimismo establecer la percepción ante la comunidad internacional de que en Honduras funciona la trasparencia y de que el actual gobierno cuenta con credibilidad en el exterior.

4.- Los crímenes políticos y las matanzas colectivas como parte de una política criminal del Estado contra el pueblo hondureño que lucha por refundar el país, son la agenda de cada día. Hay violaciones graves a los derechos humanos que se pueden investigar rápidamente, como las represiones masivas contra manifestaciones pacíficas, sobre las cuales no tenemos ningún requerimiento fiscal por parte del Ministerio Público.

5.- La única forma para que una Comisión Internacional contra la Impunidad pueda dar resultados en Honduras sería: suspendiendo las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público , comenzado con quitarles la potestad de investigación y la emisión de veredictos amañados con tintes de persecución política. Es urgente una transformación radical de estas instituciones a través de un proceso de depuración donde participe el pueblo hondureño para lograr que las manos peludas de los grupos de poder, salgan de allí, de lo contrario, paradójicamente estaríamos asistiendo a la utilización de recursos internacionales para fomentar la impunidad.

DE LOS HECHOS Y LOS HECHORES

NI OLVIDO NI PERDON

Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras

COFADEH

Tegucigalpa M.D.C. 24 de septiembre de 2010


4.
El Partido Socialista Unido de Venezuela gana las elecciones legislativas
Una nueva victoria

Rafael Rico Ríos
Rebelión


Con una histórica participación del 66,45%, el Partido Socialista Unido de Venezuela, en alianza con el Partido Comunista de Venezuela, PCV, vence en las elecciones legislativas venezolanas.
PSUV-PCV consigue 95 diputados, de los 165 que estaban en juego. La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, obtiene 59 diputados, Patria Para Todos, PPT, 2 diputados y 3 diputados para los movimientos indígenas . Faltarían, 7 diputados por adjudicar, después del primer boletín del Consejo Nacional Electoral, CNE.

La oposición venezolana, con la llamada Mesa de la Unidad Democrática, MUD, consolida su crecida de votos, evita que el PSUV-PCV consiga los dos tercios que necesitaba para gobernar con comodidad, evita así la mayoría calificada y se posiciona políticamente con vistas a las elecciones presidenciales del 2012. Su mayor número de votos los consigue en las grandes ciudades y gana con claridad en 4 de los 24 estados nacionales, aunque pierde el Distrito Capital.

El PPT esperaba conformarse como un nuevo actor político con el objetivo de desmarcarse de la polarización ideológica, recogiendo los votos de los llamados “ni-ni”. Sin embargo, sólo obtiene 2 diputados. Ni siquiera logró un diputado, de los 9 en disputa, en el estado Lara, donde el gobernador electo por el PSUV, Henry Falcón, abandonó el partido para integrar las filas del PPT.

¿Y el chavismo? algunos analistas pronosticaban un resultado ajustado que pudiera poner en aprietos el proyecto bolivariano. Después de 11 años de gobierno, el desgaste propio de años en el poder, la presión mediática, graves errores de gestión, ineficiencia, falta de planificación, improvisación, corrupción, graves problemas de inseguridad, cortes de luz por crisis eléctrica, las divisiones internas (entre ellas, la salida del PPT del bloque de chavista), en medio de la mayor crisis económica internacional de las últimas décadas, recesión económica, devaluación de la moneda y una alta inflación, la alianza chavista ha conseguido sobrevivir y volver a derrotar a la oposición.

Es difícil que la oposición encuentre una coyuntura tan favorable, habiendo gozado de todo el apoyo de los medios de comunicación privados comerciales, más de 600 emisoras de radios, más de 40 cadenas de televisión, con alrededor del 75% de la propaganda electoral y con financiación internacional a través de organizaciones como la norteamericana USAID.

Esta derrota, les obliga a replantear la estrategia para el 2012 y hace temer que tomen caminos no “democráticos” en un contexto internacional donde las reservas mundiales de petróleo empiezan a escasear.

Venezuela posee una de los mayores reservas mundiales de petróleo y de gas natural. Está previsto que para este año se eleven las reservas de crudo hasta los 314 mil millones de barriles, superando a Arabia Saudí y convirtiendo a Venezuela en el país con mayores reservas de crudo del mundo. Además, envía a China alrededor de 500.000 barriles diarios de petróleo y en los próximos años está previsto que superare el millón de barriles diarios, la cantidad que actualmente Venezuela exporta a Estados Unidos.

Por tanto, Como afirma Aram Aharonian “La Revolución Bolivariana es hoy el obstáculo real para los planes expansionistas e injerencistas de Washington, que incluyen transformar el Golfo de México, América Central y el norte de América del Sur en el nuevo Medio Oriente.”

Y los grandes derrotados de estas decisivas elecciones legislativas son los medios de comunicación. A pesar de la inmensa campaña internacional en contra del presidente Chávez, el apoyo al proceso bolivariano permanece intacto. En 11 años como Presidente, el “dictador” venezolano ha superado la presión mediática, la presión económica, la presión política, un golpe de estado, ha dado salud y educación para todos, ha disminuido la pobreza a la mitad y ha ganado 14 elecciones de 15 convocatorias.



5.
Imperialismo y barbarie imperialista

James Petras
Rebelion

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


El imperialismo, su carácter, medios y fines, han ido cambiando según la época y el lugar. Históricamente, el imperialismo occidental ha ido adoptando las modalidades tributaria, mercantil, industrial, financiera y, en el período contemporáneo, una forma única de construcción del imperio “brutalmente militarista”. Dentro de cada “período”, “coexisten” con el modo dominante elementos de pasadas y futuras formas de dominación y explotación imperialista. Por ejemplo, en los antiguos imperios griego y romano, los privilegios comerciales se complementaban con la extracción de pagos tributarios. El imperialismo mercantil se vio precedido y acompañado inicialmente por el saqueo de las riquezas y la extracción de impuestos, en ocasiones referido como “acumulación primitiva”, donde el poder político y militar diezmaba a las poblaciones locales y extraía la riqueza, transfiriéndola obligatoriamente a las capitales imperiales. Cuando el ascendiente comercial imperial se consolidó, empezó a aparecer cada vez más, como co-participante, el capital industrial, que se vio apoyado por las políticas estatales imperiales de manufacturación de productos que acabaron con los fabricantes nacionales locales consiguiendo controlar esos mercados locales. El imperialismo impulsó la industria moderna, combinó producción y comercio, ambos complementados y apoyados por el capital financiero y sus instrumentos auxiliares: los seguros, el transporte y otras fuentes de “ingresos invisibles”.
Bajo las presiones de los movimientos nacionalistas y antiimperialistas socialistas, los imperios coloniales estructurados tuvieron que dar paso a nuevos regímenes nacionalistas. Algunos de ellos reestructuraron sus economías, diversificando sus sistemas productivos y socios comerciales. En algunos casos impusieron barreras protectoras para promover la industrialización. El imperialismo basado en la industria se opuso primero a estos regímenes nacionalistas, colaborando con los sátrapas locales para deponer a los dirigentes nacionalistas que se orientaban hacia la industria. Su objetivo era conservar o restaurar la “división colonial del trabajo”, la producción de base que se intercambiaba por productos terminados. Sin embargo, en la tercera parte del siglo XX, la construcción del imperio industrial empezó un proceso de adaptación “saltando sobre las barreras tarifarias”, invirtiendo en formas elementales de “producción” y en el trabajo intensivo en productos de consumo. Los fabricantes imperiales contrataron plantas de ensamblaje organizadas alrededor de productos ligeros de consumo (textiles, zapatos, productos electrónicos).

Sin embargo, esos cambios básicos en las estructuras políticas, sociales y económicas, tanto del imperio como de los antiguos países coloniales, llevaron por caminos imperiales divergentes a la construcción del imperio, lo que motivó actuaciones opuestas de desarrollo en ambas regiones.

El capital financiero anglo-estadounidense consiguió aventajar al industrial, invirtiendo en tecnología altamente especulativa, biotecnología, sector inmobiliario e instrumentos financieros. Los constructores del imperio japonés y alemán decidieron modernizar las industrias de exportación para asegurarse los mercados exteriores. Como consecuencia, se aumentaron las cuotas de mercado, especialmente entre los países emergentes en la industria, como los del Sur de Europa, Asia y Latinoamérica. Algunos antiguos países coloniales y semicoloniales evolucionaron también hacia formas más elevadas de producción industrial, desarrollando industrias de alta tecnología, produciendo capital e intermediarios, así como productos de consumo, desafiando la hegemonía imperial de Occidente alrededor suyo.

En los primeros años de la década de 1990 se produjo un cambio básico en la naturaleza del poder imperial. Esto llevó a una profunda divergencia entre las políticas imperialistas pasadas y presentes y entre los regímenes expansionistas establecidos y los emergentes.

Pasado y presente del imperialismo económico

La construcción del imperio moderno de base industrial (IMI) se lleva a cabo asegurando las materias primas, explotando mano de obra barata y aumentando las cuotas de mercado. Esto se ha logrado en colaboración con gobernantes maleables, ofreciéndoles reconocimiento político y ayuda económica en términos que superaban a los de sus competidores imperiales. Esa es la senda seguida por China. El IMI se abstiene de cualquier intento de obtener posesiones territoriales, ya sea en forma de bases militares o de posiciones ocupantes “consultivas” en el núcleo de instituciones del aparato coercitivo. En su lugar, el IMI trata de maximizar el control a través de inversiones que consigan la propiedad directa o “asociación” con el estado y/o funcionarios privados en sectores económicos estratégicos. El IMI utiliza incentivos económicos en forma de subvenciones y préstamos concesionarios a bajo interés. Ofrece construir proyectos de infraestructuras de ferrocarriles, aeropuertos, puertos y autopistas a gran escala y largo plazo. Estos proyectos tienen el doble objetivo de facilitar la extracción de la riqueza y abrir mercados a las exportaciones. El IMI mejora también las redes de transporte para los productores locales a fin de conseguir aliados políticos. Es decir, que los IMI de China y la India dependen en gran medida del poder del mercado para ampliar o eliminar competidores. Su estrategia se basa en crear “dependencias económicas” para conseguir beneficios económicos a largo plazo.

En contraste, la barbarie imperial se desarrolla a partir de una fase anterior de imperialismo económico que combinó el uso inicial de la violencia para asegurar los privilegios económicos seguida del control económico sobre los recursos lucrativos.

Históricamente, el imperialismo económico (IE) recurrió a la intervención militar para derrocar a los regímenes antiimperialistas y asegurarse clientes políticos colaboradores. Posteriormente, el IE estableció bases militares frecuentemente y formó y envió misiones de asesoramiento para reprimir los movimientos de resistencia y asegurar una oficialía militar local receptiva al poder imperial. El objetivo era asegurar los recursos económicos y una dócil fuerza laboral dócil para maximizar las rentabilidades económicas.

Es decir, en esta vía “tradicional” de la construcción del imperio económico, el ejército quedaba subordinado a la necesidad de maximizar la explotación económica. La potencia imperial trataba de preservar el aparato estatal post-colonial y el equipo profesional, utilizándolos para el nuevo orden económico imperial. El IE busca preservar a las elites para mantener la ley y el orden como cimientos básicos de la reestructuración de la economía. El objetivo era asegurar una serie de políticas que se adaptaran a las necesidades económicas de las corporaciones y bancos privados del sistema imperial. La táctica principal de las instituciones imperiales era designar profesionales educados en Occidente para que diseñaran políticas que maximizaran las ganancias privadas. Esas políticas incluían la privatización de todos los sectores económicos estratégicos; la demolición de todas las medidas protectoras (“mercados iniciales”) que favorecían a los productores locales; la implantación de impuestos regresivos sobre los consumidores locales, trabajadores y empresas mientras reducían o eliminaban los impuestos y controles sobre las firmas imperiales; la eliminación de legislación laboral protectora y la ilegalización de las organizaciones independientes de clase.

En su apogeo, el imperialismo económico occidental llevó a la transferencia masiva de beneficios, intereses, royalties y riquezas espurias de las elites nativas de los países post-coloniales a los centros imperiales. En la medida en que el imperialismo post-colonial se adaptaba, los trabajadores, agricultores y empleados locales eran quienes soportaban los costes de administrar todas estas dependencias imperiales.

Aunque el imperialismo económico histórico y el contemporáneo tienen muchas similitudes, se aprecian varias diferencias importantes. Por ejemplo, tenemos el caso de China, el modelo principal de imperialismo económico contemporáneo, que no ha establecido sus “puestos de avanzada” mediante golpes o intervenciones militares, de ahí que no posea “bases militares” ni una casta militarista poderosa compitiendo con su clase empresarial a la hora de moldear la política exterior. A diferencia, el imperialismo económico occidental contenía las semillas para la aparición de una poderosa casta militarista capaz, en determinadas circunstancias, de afirmar su supremacía moldeando las políticas y prioridades de la construcción del imperio.

Esto es exactamente lo que se ha transpirado en los últimos veinte años, especialmente con respecto a la construcción del imperio estadounidense.

El surgimiento y consolidación de la barbarie imperial

El doble proceso de intervención militar y explotación económica que caracterizó al imperialismo occidental tradicional fue evolucionando gradualmente hacia una variante del imperialismo dominante intensamente militarizada. Los intereses económicos, tanto en términos de costes económicos, beneficios y cuotas de mercado global, fueron sacrificados en aras a la dominación militar.

La desaparición de la URSS y la reducción de Rusia al estatus de estado roto, debilitaron a los estados que eran sus aliados, “abriéndoles” a la penetración económica occidental, haciéndoles vulnerables al ataque militar occidental.

El Presidente Bush (padre) percibió la desaparición de la URSS como una “oportunidad histórica” para imponer unilateralmente un mundo unipolar. Según esta nueva doctrina, EEUU reinaría de forma suprema a nivel global y regional. Las proyecciones del poder militar estadounidense operarían ahora sin ningún estorbo de disuasión nuclear alguna. Sin embargo, Bush (padre) estaba profundamente incrustado en la industria petrolera estadounidense. Por tanto, trató de alcanzar un equilibrio entre la supremacía militar y la expansión económica. De ahí que la primera guerra de Iraq de 1990-91 provocara la destrucción militar el ejército de Sadam Husein, aunque sin ocupar todo el país ni destruir la sociedad civil, la infraestructura económica ni las refinerías de petróleo. Bush (padre) representó un difícil equilibrio entre dos series de intereses poderosos: por una parte, las corporaciones petrolíferas ansiosas de acceder a los campos petrolíferos de propiedad estatal y, por otra, la configuración militarista del poderoso poder sionista dentro y fuera de su régimen. El resultado fue una política imperial que perseguía debilitar a Sadam identificándole como amenaza para los estados clientelistas estadounidenses del Golfo, aunque sin derrocarle del poder. El hecho de que siguiera en su cargo y continuara apoyando la lucha palestina contra la ocupación colonial del estado judío irritó muchísimo a Israel y a sus agentes sionistas en Estados Unidos.

Con la elección de William Clinton, el “equilibrio” entre el imperialismo económico y militar cambió de forma espectacular a favor del segundo. Bajo Clinton, se nombró a varios fervientes sionistas para muchos de los puestos estratégicos de política exterior de su Administración. Esto aseguró el bombardeo continuo e inmisericorde de Iraq que destrozó su infraestructura. Este brutal giro se vio complementado con un boicot económico para destruir la economía del país y no sólo “debilitar” a Sadam. De igual importancia es que el régimen de Clinton adoptó completamente y promovió el ascendiente del capital financiero nombrando a bien conocidos elementos de Wall Street (Rubin, Summers, Greenspan y demás) para puestos clave, debilitando el poder relativo de las industrias petroleras y del gas como fuerzas motrices de la política exterior. Clinton puso en movimiento a los “agentes” políticos de un imperialismo altamente militarizado, totalmente comprometido con la destrucción de un país en aras a su dominación…

El ascenso de Bush (hijo) amplió y profundizó el papel del personal sionista-militarista en el gobierno. Las explosiones inducidas que derrumbaron las torres del World Trade Center en Nueva York sirvieron como pretexto para precipitar el lanzamiento de la barbarie imperial y auguraron el eclipse del imperialismo económico.

Mientras la construcción del imperio estadounidense se convertía en militarismo, China aceleraba su giro hacia el imperialismo económico. Su política exterior se encaminó a asegurar las materias primas a través del comercio, las inversiones directas y las empresas mixtas. Fue ganando influencia mediante fuertes inversiones en las infraestructuras, una especie de imperialismo del desarrollo, estimulando el propio crecimiento y el del país “anfitrión”. En este nuevo contexto histórico de competición global entre un mercado emergente, dirigido por un imperio, y un atávico estado militarista imperial, el primero obtuvo inmensos beneficios económicos sin coste administrativo o militar prácticamente alguno, mientras que el segundo vaciaba su tesoro para asegurar efímeras conquistas militares.

La conversión del imperialismo económico en militarista fue en gran medida la consecuencia de la omnipresente y “profunda” influencia de políticos de credo sionista. Los políticos sionistas combinaron habilidades técnicas modernas con lealtades tribales primitivas. Su singular búsqueda del dominio de Israel en Oriente Medio les llevó a orquestar una serie de guerras, operaciones clandestinas y boicots económicos que han paralizado la economía estadounidense, debilitando las bases económicas de la construcción imperial.

La deriva militarista de la construcción del imperio en el actual contexto global post-colonial fomentó inevitablemente las invasiones destructivas de estados-nación relativamente estables y funcionales, con fuertes lealtades nacionales. Destructivas guerras convirtieron la ocupación colonial en conflictos prolongados con movimientos de resistencia vinculados a la población general. De ahí que la lógica y práctica del imperialismo militarista llevara directamente a la barbarie y adaptación generalizada y a largo plazo del modelo israelí de terrorismo colonial contra toda una población. Esto no fue una mera coincidencia. Los fervientes defensores sionistas de Israel en Washington habían “bebido profundamente” en la fosa séptica de las prácticas totalitarias israelíes, incluyendo el terrorismo masivo, las demoliciones de casas, el saqueo de la tierra, los equipos de asesinas fuerzas especiales en el exterior, los arrestos masivos sistemáticos y las torturas. Estas y otras prácticas brutales, condenadas por las organizaciones de derechos humanos del mundo entero (incluidas las existentes en Israel), se convirtieron en prácticas rutinarias de la barbarie imperialista estadounidense.

Los medios y objetivos de la barbarie imperialista

El principio organizador de la barbarie imperialista es el concepto de guerra total. Total en el sentido de que 1) se aplican todas las armas de destrucción masiva; 2) toda la sociedad se convierte en objetivo; 3) se desmantelan, completamente, los aparatos civil y militar del estado y se reemplazan por funcionarios coloniales, mercenarios y sátrapas corruptos y sin escrúpulos. Se ataca a toda la clase moderna profesional por constituir una expresión del estado nacional moderno y se la reemplaza con bandas y clanes retrógrados de carácter étnico-religioso, bien dispuestos a los sobornos y a compartir cuotas del botín. Se pulverizan todas las organizaciones existentes de la sociedad civil y se las reemplaza con compinches del saqueo vinculados con el régimen colonial. Se desarticula la economía entera mientras se bombardean las infraestructuras elementales como las referidas al agua, electricidad, gas, carreteras y sistemas de saneamiento, junto con las fábricas, las oficinas, los lugares del patrimonio cultural, los campos cultivados y los mercados.

El argumento israelí de objetivos de “uso doble” sirve a los políticos militaristas como justificación para la destrucción de las bases de una civilización moderna. Desempleo masivo, desplazamientos de población y retorno a los intercambios primitivos característicos de las sociedades pre-modernas son los rasgos que definen la “estructura social”. Las condiciones sanitarias y educativas se deterioran y en algunos casos hasta desaparecen. La población se ve acosada por enfermedades que tendrían curación y las deformidades en los recién nacidos, como consecuencia del uso del uranio empobrecido, son las armas principales de la barbarie imperialista.

En resumen, el ascendiente del imperialismo brutal produce el eclipse de la explotación económica. El imperio agota su tesoro buscando la conquista, la destrucción y la ocupación. Incluso son “otros” los que explotan la economía residual: los comerciantes y fabricantes de estados colindantes no beligerantes. En el caso de Iraq y Afganistán, eso va referido a Irán, Turquía, China y la India.

El evanescente objetivo del imperialismo brutal es el control militar total, basado en la prevención de cualquier renacimiento económico y social que pudiera llevar a una recuperación del antiimperialismo laico enraizado en una república moderna. El objetivo de asegurar una colonia gobernada por compinches, sátrapas y señores de la guerra de carácter étnico-religioso –que proporcionan bases militares y permiso para intervenir- es fundamental en toda la concepción de la construcción del imperio de carácter militar. La eliminación de la memoria histórica de un estado-nación moderno, laico e independiente y de su correspondiente patrimonio nacional resulta de singular importancia para el imperio de la barbarie. Esa tarea se le asigna a los prostitutos académicos y publicistas afines que van y vienen entre Tel Aviv, el Pentágono, las universidades de la Ivy League y las fábricas de propaganda para Oriente Medio en Washington.

Consecuencias y perspectivas

De forma muy clara, la barbarie imperial (como sistema social) es el enemigo más retrógrado y destructivo de la vida civilizada moderna. A diferencia del imperialismo económico, no explota el trabajo y los recursos, destruye los medios de producción, asesina trabajadores, agricultores y socava la vida moderna.

El imperialismo económico es claramente más beneficioso para las corporaciones privadas pero también coloca potencialmente las bases para su transformación. Sus inversiones llevan a la creación de unas clases trabajadora y media capaces de asumir el control en los momentos culminantes de la economía a través de la lucha nacionalista o socialista. En cambio, el descontento de la población asolada y el pillaje de las economías bajo la barbarie imperial han provocado la aparición de movimientos de masas pre-modernos étnico-religiosos, con prácticas retrógradas (terrorismo de masas, violencia sectaria, etc.). La suya es una ideología adecuada para un estado teocrático.

El imperialismo económico, con su “división colonial del trabajo”, extracción de materias primas y exportación de productos terminados, llevará inevitablemente a nuevos movimientos nacionalistas y quizá, posteriormente, socialistas. Aunque el IE destruye a los productores locales y desplaza, mediante las exportaciones industriales baratas, a miles de trabajadores de la industria, hace que aparezcan una serie de movimientos. China puede tratar de evitar esto a través de los “transplantes de plantas”. En contraste, el imperialismo brutal no es sostenible porque lleva a guerras prolongadas que drenan el tesoro imperial e hieren y matan a miles de soldados estadounidenses cada año. La población interna no puede aceptar inacabables guerras imposibles de ganar.

Los “objetivos” de la conquista militar y del gobierno sátrapa son ilusorios. Una clase política estable, “arraigada”, capaz de gobernar mediante consentimiento tácito o manifiesto es incompatible con los supervisores coloniales. Los objetivos militares “extranjeros”, impuestos a los políticos imperiales mediante la influyente presencia de sionistas en los puestos clave, han asestado un golpe fortísima en contra de la búsqueda de oportunidades de las multinacionales estadounidenses mediante políticas de sanciones. El recurso a la barbarie, impulsado arriba y abajo por los altos gastos militares y por los poderosos agentes de una potencia extranjera, tiene poderosos efectos en perjuicio de la economía estadounidense.

Es mucho más probable que los países que buscan inversión extranjera acepten empresas mixtas con exportadores económicos de capital que arriesgarse a atraer a EEUU con todo su ejército y sus clandestinas fuerzas especiales y otros muchos equipajes violentos.

Actualmente, el panorama global se muestra sombrío para el futuro del imperialismo militarista. En Latinoamérica, África y especialmente en Asia, China ha desplazado a EEUU como principal socio comercial en Brasil, Sudáfrica y el Sureste Asiático. Mientras, EEUU se revuelca en guerras ideológicas imposibles de ganar en países marginales como Somalia, Yemen y Afganistán. EEUU organiza un golpe en la diminuta Honduras, mientras China firma empresas mixtas por miles de millones de dólares en proyectos alrededor del acero y del petróleo en Brasil y Venezuela y de producción de grano en Argentina. EEUU se especializa en apoyar estados rotos como Méjico y Colombia, mientras China invierte fuertemente en industrias extractivas en Angola, Nigeria, Sudáfrica e Irán. La relación simbiótica con Israel convierte a EEUU en el aliado ciego de la barbarie totalitaria y de inacabables guerras coloniales. En contraste, China profundiza sus vínculos con las dinámicas economías de Corea del Sur, Japón, Vietnam, Brasil y las riquezas petrolíferas de Rusia y las materias primas de África.



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