La situación socio-política de México es devastadoramente terrible. La violencia se manifiesta por todos lados y va a explotar cualquier momento en una sangría que bien puede cubrir desde el Rio Grande hasta el Usumacinta. México carga con el estigma de haber elegido y de haber permitido que le robaran el triunfo y es especialmente ahí cuando El Laberinto de Soledad de Octavio Paz se acendra hasta llegar a esta guerra interna que se tiene entre el gobierno y el narcotráfico, además de las pestes y la pobreza suma de gran parte de la población mexicana.
Cuando el narcotráfico asesinó al segundo en mando del presidente Calderón, fue para decirle que si no los dejaba operar, él; sería quien seguiría en línea, de ahí para acá hemos visto al Cartel de Sinaloa en guerra frontal contra el ejército mexicano y contra el pueblo mismo y en el Sur los Zeta operando junto al Cartel de Miami secuestrando migrantes, descuartizándolos para las ventas de órganos en el país del Norte y secuestrando mujeres para sus centros de prostitución. Caramba como México no hay dos, tan cerca del diablo y tan lejos de Dios!
En Guatemala, con sus propios carteles en Jutiapa, se decreta la Hambruna Nacional en un país eminentemente rico en tierras agrícolas, pero también rico en manipulaciones, crímenes de lesa humanidad y con una derecha que ha sido capaz de opacar a la izquierda y con una izquierda desorganizada y ausente de trabajo de base, lo cual propicia los desmanes de la derecha a diestra y siniestra y el desgaste del movimiento revolucionario.
Es en Honduras donde revienta el vórtice del plan imperialista contra Latinoamérica. Se da un golpe de estado y al mismo tiempo se justifica jurídica y legislativamente, forma que también pudo haber sido usada en El Salvador contra los “Comunista del FMLN”. Es en Honduras también donde se pone en práctica la nueva política intervencionista de los Estados Unidos: Se da el golpe de estado y tratan de aparecer como si lo ignoraran cuando soy ellos los que están detrás del mismo, embaucan al mandatario derrocado para una prefabricada emboscada en Costa Rica la cual condiciona su regreso, se pone al descubierto la inoperancia de la OEA y de otros organismos internacionales y queda al descubierto el plan intervencionista para toda América Latina: derrocar a la izquierda centroamericana y suramericana en el poder e implantar el continuismo neoliberalista fracasado, plan que contempla la imposición de la gorilocracia en Centro América, la
militarización de Colombia y Perú, así como la separación de Táchira y Zulia de Venezuela, Santa Cruz de Bolivia, Guayaquil de Ecuador, la Amazonía de Brasil y la Antártida de la Argentina buscando para lo último, declararlas zonas protegidas internacionales.
Hasta ahora el imperialismo nos ha ganado. En Honduras han obtenido lo que ellos esperaban: medir la respuesta latinoamericana y aun cuando ésta ha condenado el golpe, se prueba la ineficacia de la OEA y el fraccionamiento de UNASUR, se militariza Colombia, se activa la Cuarta Flota, las bases del Caribe y de Honduras y se obliga a Venezuela y Brasil ha gastar una millonada en armas que bien pudieran ser usadas en el desarrollo socio-económico de nuestros pueblos, y que por otro lado; ponen en peligro el proceso democrático de los mismos, ya que se le está dando estatus a viejos gorilas que tanta vida ha costado a nuestros pueblos medio moderarlos.
La situación se pone más difícil cada día para nuestros pueblos y lo peor que ninguno de los procesos latinoamericanos apuntan con claridad hacia la revolución y mientras la robolución sigue su curso en nombre de la revolución, los robolucionarios se enriquecen con el nombre, el hambre y el sudor de nuestros pueblos. Ningún tipo de reformismo, aun que lo mal coloren con el nombre del Socialismo del Siglo XXI, para el cual ni siquiera se han propuesto verdaderas tesis económicas o fundamentos filosóficos ni siquiera hipotéticos, no pasan de ser eso, reformismo barato en el discurso propagandístico altisonante de líderes que ni siquiera ellos mismo creen en lo que dicen.
Es digno de felicitar el Movimiento Popular de la Resistencia Hondureña el cual sin altisonancia de arrogantes seudo revolucionarios siguen dando la respuesta adecuada al imperialismo y a la derecha internacional la cual con sus viejos mulos siguen celebrando cumbres a lo largo de nuestros territorios.
PAUL FORTIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario