Cada 15 de septiembre se conmemora la independencia de los pueblos Centro Americanos de la corona Española en 1821. En estas fechas es común ver a “Lideres” como José Matías Delgado, Manuel José Arce y los hermanos Aguilar, entre otros quienes son populares por firmar la independencia con España y nos llenan de esa información y nos sofocan de imágenes y sus nombres a los cuales les toman relevancia absoluta.
Pero hoy más que nunca no solo debemos recordar a los próceres si no también y con mucha más relevancia a todas aquellas vidas que cayeron luchando por un ideal, por un sueño al cual llamaban libertad, libertad de una corona a la cual jamás se debió respetar ni pagar ningún honorario pues éramos indios libres con un sistema definido, con leyes, con nuestra ideología. Hoy hay q recordar a todos esos que cayeron e hicieron posible que hoy en cada 15 de septiembre veamos esos desfiles y celebremos nuestra independencia patria y hay que honrar esas vidas por las cuales estamos aquí y es posible esta realidad.
Pero... ¿independencia de qué? si somos dependientes culturales, y sobre todo el aspecto económico, ¿puede tener independencia paises que son pizoteoados, e irrespetados en su autodeterminación?
Quien seria Juan Manuel Rodríguez o Domingo Antonio de Lara o José Matías Delgado y los restantes sin aquellos indígenas y todos los campesinos que armados lucharon con alma, corazón, esperanzas y sueños, ganaron ese sueño anhelado que no solo lo soñaban los próceres, estos sólo son la cara conocida, pero ¿qué hay detrás de ellos? Un pueblo hambriento y harto de la explotación de unos pocos, un pueblo con ideales, fuertes y aunque pobres, explotados.
Debemos preguntarnos quienes hemos sido, en nuestra historia hemos sido luchadores y unidos en una sola lucha contra esos que nos han explotado en la historia, somos un pueblo fuerte que ríe de circunstancias adversas y canta las luchas y derrotas sufridas pero sobre todo la lucha a punta de flecha en un tiempo, a punta de fusil y hoy que el fusil descansa a punta de denuncias contra los opresores burgueses que siempre buscan el liderazgo para bien propio y no para el bien común, lecciones aprendidas en la escuela imperialistas: El espionaje, la corrupción, el sometimiento del pueblo a fuerza de ofensas, como creyéndose los dueños del mundo con deseos de poder, y sometimiento, como si Dios todopoderoso se los hubiera otorgado subestimando las fortalezas del pueblo, sueños e ideales que ni la muerte puede callar…
Saludos revolucionarios
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