Tomen nota: a los golpistas hondureños cada día se les termina su efímero tiempo de poder. Vergüenza para los Estados Unidos que son los que están detrás de ello, para los gorilas, para los empresarios ladrones y para los políticos apátridas.
A esta hora los golpistas han causado más mal que todos los gobiernos en la historia de ese país y como tal, tendrán que responder a la historia misma. Los militares en consecuencia están condenados como casta ya que se auto amarraron la soga, ahora sólo falta socárselas.
El golpe deja al descubierta y reafirmado que la ONU y la OEA son nada más instrumentos del imperialismo y que sin la voz del imperialismo no sirven, sino para vivir en orgia permanente, por otro lado, llama a los lideres y analistas a ser lo que su nombre indica: líderes y analistas y no dejarse llevar por emocionalismos callejeros que comprometen la historia de la democracia y de la revolución latinoamericana. 
El hecho de haber permitido la reunión de Zelaya y de haber accedido a un plan imperialista encubierto, deja mucho que decir de su agilidad de pensamiento y de su capacidad de reacción. Caso que se vuelve a repetir en las declaraciones de Evo sobre el heroico movimiento guerrillero colombiano, como las declaraciones infantiles de Zelaya de que se está preparando militarmente a grupos hondureños en Nicaragua, eso pone en peligro a Nicaragua misma y algo así es insostenible en acusaciones ante la Corte internacional de Justicia. Recordarle a Mel que los movimientos guerrilleros no nacen de la voluntad de un presidente ni son resultado de un golpe de estado, sino de la creación de condiciones subjetivas y objetivas de la lucha social.
En el momento actual cuando Estados Unidos trata de montar bases militares por todos los rincones del mundo hay que analizar el discurso imperialista: Obama dice que en ningún momento están pensando en poner bases en Colombia, cuando ya ha enviado a sus ingenieros militares a explorar el terreno donde van las piensan ubicar, al mismo tiempo; envían a Uribe a cabildear con los gobiernos más endebles de la región, lo cual es acompañado paulatinamente con la llegada de la Vice Presidenta española.
Los tahúres de Wall St. tiran los dados , los psicópatas del pentágono meten la uñas sangrientas en Eritrea y mandan a la canciller a bailar zamba con los paupérrimos africanos, mientras tratan de desgastar al movimiento revolucionario hondureño, profundizan la intervención guerrerista en México, mientras el pueblo mexicano sigue cantando como México no hay dos (seguro: tan cerca del diablo y tan lejos de dios), amordazan a INTEL por haber vendido unos viejos chips que de China llegan a Cuba, pero el discurso mediático habla de mejorar la relaciones con la Isla, meten los garfios en Georgia, mientras confabulan la separación de Zulia, Santa Cruz y Guayaquil, mueven las piezas del ajedrez para arriba y para abajo, de esquina a esquina del tablero para echar a pelear a nuestro pueblos, mientras los grandes compañías productores de armamento aumentan su producción esperando el momento cuando el mercado se enardece con carbón encendido en sus fraguas asesinas.
En El Salvador la plumocracia oscurantista cambia métodos de ataque, pero es el mismo circo con los mismos payasos, tratan de emboscar al presidente y a los funcionarios del gabinete para ponerlo en contraposición con la opinión pública, pero se olvidan que ya no son sus patronos lo que gobiernan, entonces se encuevan y ladran toda la noche como coyotes asustados.
En Honduras tarde se han venido a dar cuenta del error fatal cometido y dan vueltas como trompos coyotes tratando de remendar su gran imbecilidad histórica, sin embargo; el movimiento popular se emancipa como tromba indetenible y sacude día tras día no sólo a los golpistas, sino a las estructuras de poder detrás de la gorilocracia y de los vende patria.
Todos creyeron que habían calculado olímpicamente, pero el pueblo los patea, los desangra y debilita cada día que pasa.
Perder a Honduras para ellos significa un tiro al corazón disparado por todos los revolucionarios latinoamericanos. No es tan importante el regreso de Zelaya, lo que es importante es la maduración ideológica del pueblo morazánico.
Paul Fortis
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