Desde hace un tiempo inmigrantes indocumentados de algunos países llegan a Brasil en busca del “segundo sueño americano”, en su mayoría procedentes de Haití, país aún devastado por el terremoto de 2010.
Los citados inmigrantes, atraídos por las
oportunidades laborales de un país con bajo índice de desempleo que
prepara grandes eventos internacionales como el Mundial de Fútbol 2014 y
los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro en 2016, ingresan en la nación
suramericana a través de Acre, uno de los veintiséis estados que junto
con el distrito federal constituye la República Federativa del Brasil y
que colinda con Perú y Bolivia.
Según el gobernador de
dicho estado, Tião Viana, Acre ha sido la puerta de entrada reciente de
alrededor de 5500 extranjeros indocumentados a la mayor economía
latinoamericana, ayudados por los famosos “coyotes”, individuos que
operan en la frontera entre México y EEUU.
Hace unos
días, más de seiscientos cincuenta haitianos fueron detenidos en varios
puntos del Perú, cuando eran transportados de forma ilegal a Brasil.
Entre enero y abril del presente año, con documentos falsos, los
ciudadanos de la nación caribeña entraron en el país andino.
Las
autoridades peruanas informaron que los haitianos salen de su país por
República Dominicana, vía terrestre, y se trasladan en avión a Ecuador,
puesto que este país no les exige visa, para luego llegar fácilmente a
la frontera con el Perú, en donde reciben documentación falsa para
iniciar su recorrido hasta Loreto y Madre de Dios (noreste y sureste
peruano), donde se les hace más fácil el ingreso al país carioca.
De
acuerdo con la oficina de la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) ubicada en Perú, además de este país y Brasil, en
Ecuador, Bolivia y Colombia existe el problema de tráfico de haitianos.
Por
otro lado, la coordinadora de programas del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Beatriz Román, señaló el
año pasado que Perú acoge a 1172 refugiados procedentes de treinta y dos
países huyendo de la violencia interna, así como de la persecución
política y de la situación de miseria en que se encuentran.
En
los casos mencionados, encabezan la lista, unos trescientos
colombianos, seguidos de cubanos y haitianos, respectivamente. En el
registro de refugiados también figuran ciudadanos de Sri Lanka,
Bangladés y países árabes.
En lo que respecta a los
cubanos, cabe recordar que estos llegaron a Lima tras tomar la embajada
del Perú en La Habana, en la década de los 80, y que luego fueron
ubicados en Pachacamac. Asimismo, el caso de los ciudadanos croatas que
llegaron en la década de los cincuenta y que luego impulsaron el boom de
la pesca en la nación suramericana.
rz/as
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