Peste, epidemia, pandemia. La muerte canta en tus puertas. Poliforme, y uniforme, llega tocando a tu puerta, preguntando por tu vida, sedienta de vida y sangre.
Montada en grandes tanques o en aviones de guerra, derramando orfandad química sobre el cuerpo de los pueblos, la muerte llega a los pueblos para robarse la vida.
Llega en forma de ejércitos, de embajadas y gobiernos, traficantes y truhanes para robarse la vida.
Llega envuelta en la mortaja, el filo del arma blanca, se esconde en el silencio y en lo oscuro de las calles
Se disfraza de hospitales, ministerios e iglesias y en nombre de los dioses extermina humanidades
Ay África cuanto dueles, duelen los pueblos nativos, la muerte llega a ellos vestida en trajes de caza
Llega en forma de mujer, proxeneta corrompida y se harta los hogares dejando sólo heridas
Se disfraza de artista para destruir el arte, parece diosa dormida coitando con los diablos
La muerte llega a la escuela robándose nuestra infancia
Es tiempo de contestarle aumentando nuestras vidas
La muerte está de visita perenne en nuestros hogares
llega cantando panegíricos sin alma
Llega vestida en sotana y fatigas militares
Trayendo en su guadaña el crimen de alma caucásica.
PAUL FORTIS
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