MUJER

Bella flor cuando amanece en la permanente floración de la existencia, como gajo de estrellas adornando el infinito de edades no vividas. Bella la flor hembra, estrella hembra, luz hembra, la sonrisa y la caricia hembra, los labios femeninos como pétalos de roció amanecidos en la aurora de la vida. Bella corriente cantarina, sueño del que no quisiera despertar, realidad de la que nunca quisiera escaparme, vida permanente, alegría existencial, narración sin final, mujer sagrada, divina, sonada, mujer eterna, mujer naturaleza, amor mío, amor interminable, infinito, acaso indestructible. Démosle amor a la vida y vida al amor sagrado. Eternicemos el cuido delicado a nuestras compañeras, sembremos para siempre el jardín humano que perfume sus pasos y hagamos los ocasos auroras permanentes. La belleza de la mujer no está en el color de la piel, sino en la piel misma, no está en el estatus social, sino en su ser social, no está en su escuela formativa, sino en su sabiduría natural heredada de la Madre Tierra, no está en su tamaño, sino en su inmensa capacidad de amar porque la mujer es el todo, las totalidad de la experiencia humana. Es su instinto materno, su capacidad de ser mujer madre, compañera e hija es la que la convierte en el compendio semántico universal. Mujer eres la luz y la armonía de la vida, por ti existe el todo, sin ti nada seria y lo que es se debe a tu existencia. Los masa profundos de los pensadores desde los filósofos clásicos caen en la crasidad de ignórate sin descubrir que sin ti nada es posible. Baste preguntarse: de dónde venimos, quien nos enseña las primeras lecciones de la vida, no es acaso en vuestro vientre donde se forma la masculinidad que luego te ignora? Mujer eres belleza y manantial eterno, ánfora de la alborada de la vida, por ti se curan las heridas y vivimos lo que llamamos vida que sin ti, amor, no existiría, mujer, rio y océano, mar y cielo, paloma en vuelo hacia nidales de alegría, mujer, luz, mujer día, mujer: alborada de la vida. Paul Fortis