Foto: RIA Novosti
Sucintamente sobre la olimpíada
Historia
de las olimpíadas es rica en casos curiosos y errores, pero a veces
suceden cosas inverosímiles. Así en la Olimpíada de Los Ángeles en 1932,
el árbitro que seguía la carrera final de hombres de 3 mil metros con
obstáculos, abandonó su puesto por necesidad y no dejó a nadie en
remplazo. Esperaba regresar a tiempo. Pero se retrasó y olvido cuántas
vueltas dieron ya los atletas. Y les obligó a dar una vuelta más al
estadio, por si las moscas… Los deportistas llegaron a la meta con la
lengua afuera después de correr un círculo más. El error se reveló
rápidamente, pero…. la competición fue considerada válida. Venció el
finlandés Volmari Iso Hollo. Sin embargo, este caso curioso no fue
último en aquella olimpíada. La polaca Stanislawa Walasiewicz ganó la
carrea de 100 metros y estableció un récor mundial femenino. Solo
después de su muerte, en 1980, se aclaró que la camperona era varón.
Las
competiciones olímpicas de patinaje de velocidad y patinaje artístico
se disputarán en el palacio deportivo Iceberg en el Parque Olímpico de
Sochi. El palacio de hielo es una verdadera maravilla tecnológica. Aquí
se puede regular la escala de temperaturas a su antojo, durante las
competiciones de patinaje artístico y de patinaje de velocidad sobre
pista corta (short treck), pues para cada modalidad se requiere
determinada temperatura. Los atletas de patinaje artístico aprecian
especialmente la arena: las gradas se encuentra junto a la cancha y los
espectadores pueden ver las actuaciones en todo su esplendor.
Al
lado del palacio Iceberg se encuentra la arena de hielo Shaiba. Aquí se
disputará el torneo olímpico de hockey y el paralímpico de hockey sobre
trineo. Según la idea de los diseñadores el edificio tiene forma de un
torbellino de nieve. Por la noche, en la fachada de Shaiba se encenderán
luces blancas para crear una ilusión de nevasca. Este espectáculo de
color se consigue gracias a los llamados aparatos de luz inteligentes,
que no queman un solo kilovatio innecesario de energía. La nieve en la
fachada no se derretirá, como mínimo durante seis años.
¿En qué edad traer es mejor al niño a una sección deportiva?
Prácticamente
todos los padres se hacen tal pregunta. Dmitri Trunenkov comenzó a
practicar seriamente el deporte a los diecisiete años. A los veintiuno
por primera vez se sentó en un bob. Ahora tiene veintinueve años. Es el
mejor acelerador del equipo ruso de bobsleigh y justo en él y en el
piloto Alexander Zubkov, se fundan las esperanzas de la selección
nacional en la Olimpíada casera de Sochi.
En
los ocho años que Dmitri practica este deporte, dos veces ganó la Copa
del Mundo al término de la temporada en bob a cuartos y una vez en bob a
dos. Ahora no tiene medalla olímpica pero tiene una gran posibilidad
para actuar bien en el principal bob a dos y en el primer bob a cuarto
de la selección rusa.
Dmitri
Trunenkov nació en la aldea de Taséevo, Territorio de Krasnoyarsk.
Después de acabar sus estudios secundarios partió a Krasnoyarsk para
ingresar en un centro docente superior. Acabó sus estudios en la
Academia de Arquitectura y Construcción en la especialidad de
construcción industrial y civil. En primer año de sus estudios Dmitri
comenzó a entrenarse seriamente en atletismo, concretamente en carreras
de 100 y 200 metros. Cuando se enteró del bobsleigh, comprendió que era
"su deporte". Ahora Dmitri está concentrado plenamente en los
preparativos para la Olimpíada y rara vez ve a su esposa Elena y a su
hija de dos años. No está acostumbrado a prodigar promesas gratuitas,
por eso formula su tarea sin hablar de medallas:
–Esta
temporada se distingue de las demás. Salimos a la recta final antes de
la principal competición del cuadrienio: los JJOO. Nuestro equipo,
nuestra selección es consciente de que por adelante está la Olimpíada
para la que nos hemos preparado con gran entusiasmo y entrega. La tarea
principal es llegar a los JJOO en la mejor forma y actuar con dignidad.
Las
esperanzas de los bobsleighistas rusos de actuar con éxito en Sochi e
incluso ganar el “oro” son bien reales. Puesto que conocen todos los
pormenores de la pista olímpica, a diferencia de sus rivales
principales. No olvidemos tampoco las victorias en la última temporada
en la Copa del Mundo. A la selección rusa le ayudan mucho los
especialistas extranjeros, en primer lugar el entrenador y mecánico
austríaco Johannes Wallner y el entrenador jefe de la selección, el
canadiense Pierre Lueders, opina Dmitri:
–Este
hizo ver nuestra falta principal. Antes seguíamos los segundos que
quedaban para la salida y corrimos para mostrar el crono más corto
posible. Ahora prestamos también mucha atención a un rápido embarque en
el bob y al principal componente de la aceleración, la velocidad de
arranque, el impulso inicial, gracias al cual es posible obtener gran
ventaja en la meta. Es lo fundamental.
Dmitri
Trunenkov sigue de cerca el atletismo. Vino por un día a Moscú para
asistir al campeonato del mundo. Para alentar a su coterráneo, campeón
mundial de saltos de longitud Alexánder Menkov, que también es del
Territorio de Krasnoyarsk.
Los
huéspedes de la Olimpíada Blanca de 2014 en Sochi pueden ver los
bosques del período preglacial y acercarse a la antigüedad sin dejar las
competiciones deportivas.
A apenas dos horas de camino de la ciudad, se encuentra el Vedado
Biosférico Natural del Cáucaso, un sorprendente mundo de la flora que se
conserva desde tiempos inmemoriales, que desde hace mucho centra la
atención no solo de los científicos sino asimismo de los amigos de la
naturaleza.
El
Vedado Biosférico Natural del Cáucaso es el segundo por su área después
del Bosque de Baviera en Europa. Por su superficie, 340 mil hectáreas,
es comparable con Luxemburgo y Andorra juntos. El territorio del vedado
fue tomado en arriendo por la familia real de los Románov en las
postrimerías del siglo XIX. Ya entonces saltaba a la vista su carácter
único. El vedado recibió notoriedad mundial en 1999, al ser incluido en
la lista del Patrimonio Natural de la UNESCO. Es valioso en primer lugar
por su variedad natural, explica el experto de Greenpeace Mijaíl
Kneidlin:
–Es
el único vedado grande situado al oeste del Cáucaso que abarca
prácticamente todas las zonas naturales: bosques, prados alpinos,
montes. Aquí hay bonitos parajes que no se puede ver en ninguna parte
más. Aquí existe un conjunto único de flora y fauna. O sea, el principal
valor del vedado consiste en este conjunto.
El
principal orgullo del vedado es un bosque de tejo y boj. La edad media
de los árboles es de 400 años y la de los más antiguos, más de 2 mil
años. El número de árboles pasa de tres mil. Uno de cada cinco árboles
del vedado es un relicto, es decir que se ha conservado desde tiempos
remotísimos. Uno de cada tres está incluido en el Libro Rojo.
Frecuentemente este lugar se llama el Bosque de Cólquida. Se denominaba
Cólquida un Estado antiguo que existió en este territorio en el siglo IV
antes de nuestra era y era mencionado por Heródoto en sus obras
históricas. Es el único lugar en la Tierra donde se puede ver muestras
tan antiguas. Es posible que esto se deba a un microclima especial del
bosque, dice Alexéi Mitrofánov, vicedirector del vedado:
–Por
un lado, del Norte, la arboleda está protegida por altas montañas y una
faja de bosque. Al sur se encuentra el Mar Negro. Prácticamente durante
todo el año la humedad aquí supera el 85 %. No hay nieve ni heladas.
Las tan favorables condiciones permiten conservar esta arboleda.
No
es menos interesante el mundo de la fauna. Aquí viven tanto animales
que poblaban estos paisajes hace millones de años, por ejemplo, la
mariposa hepíolo del lúpulo y el campañol de Prometeo, como los
mamíferos en proceso de desaparición: la gamuza, el ciervo noble
caucasiano, el uro montés… Tan solo aquí es posible ver dichos animales.
Al sur el vedado limita con el Parque Nacional de Sochi, conocido por
sus saltos de agua y cañones.
Otro
lugar que vale la pena visitar es la torre en la cima del monte Ajún.
Fue construida a inicios del siglo XX, pero por su arquitectura semeja
un castillo medieval. Desde su alto se abre un panorama maravilloso de
Sochi. Los viajantes que tienen ojos de lince aseveran ver, si el tiempo
está despejado, las montañas de Turquía.
vs/lj/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2013_10_18/Con-miras-a-Sochi-2014-N-6-4078/
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