Hablando con Chomsky
Sobre Ocupa Wall Street, anarquismo, sindicalismo, poder corporativo y guerra de clases
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=148952&titular=sobre-ocupa-wall-street-anarquismo-sindicalismo-poder-corporativo-y-guerra-de-clases-
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
Noam Chomsky no solo ha
estado observando el movimiento Ocupa. Veterano de los movimientos por
los derechos civiles, contra la guerra y contra intervenciones de los
años sesenta hasta los ochenta, ha dado conferencias en Ocupad Boston y
ha hablado con ocupantes en todo EE.UU. Una nueva publicación de
Occupied Media Pamphlet Series presenta
en conjunto varias de esas conferencias, un discurso sobre “política
exterior de ocupación” y un breve tributo a su amigo y compañero de
agitación Howard Zinn. Sus discursos, y esta conversación, dejan
claro claro que el profesor emérito del MIT y autor está impresionado
por las espontáneas comunidades cooperativas creadas por algunos
campamentos Ocupa, así como por el impacto político del movimiento.
Somos
una nación cuyos dirigentes siguen políticas equivalentes al “suicidio”
económico, dice Chomsky. Pero hay destellos de posibilidad en
cooperativas de trabajadores y otros espacios en los que la gente
percibe el gusto por otra forma de vivir.
Hablamos en su oficina, para Free Speech TV el 24 de abril.
LF: Comencemos por la visión general. ¿Cómo describe, históricamente, la situación en la que nos encontramos?
NC:
Existe una crisis o un retorno a la norma de estancamiento. Un punto de
vista es que la norma es el estancamiento y que ocasionalmente se logra
salir de él. La otra es que la norma es crecimiento y que
ocasionalmente se puede caer en el estancamiento. Se puede discutir al
respecto, pero es un período de estancamiento casi global. En las
principales economías capitalistas, Europa y EE.UU., el crecimiento es
bajo, hay estancamiento y una diferencia muy aguda en los ingresos, un
cambio –un cambio impactante– de la producción a la financiarización.
EE.UU.
y Europa están cometiendo suicidio de diferentes maneras. En Europa es
la austeridad en medio de la recesión y es seguro que será un desastre.
Ahora hay una cierta resistencia a eso. En EE.UU., es esencialmente la
deslocalización de la producción y la financiarización y liberarse de la
población superflua mediante el encarcelamiento. Es un subtexto de lo
que pasó en Cartagena (Colombia) la semana pasada con el conflicto de la
guerra contra la droga. Latinoamérica quiere descriminalizar por lo
menos la marihuana (tal vez más, por cierto) EE.UU. quiere mantenerla
criminalizada. Una historia interesante. Me parece que no hay una salida
fácil…
LF: ¿Y en lo político…?
NC:
También hay diferencias. En Europa hay un peligroso crecimiento de la
ultra xenofobia que es bastante amenazante para cualquiera que recuerde
la historia de Europa… y un ataque contra los restos del Estado de
bienestar. Cuesta interpretar la política de austeridad en medio de la
recesión como otra cosa que un ataque contra el contrato social. De
hecho, algunos dirigentes lo dicen directamente. Mario Draghi,
presidente del Banco Central Europeo tuvo una entrevista con el
Wall Street Journal en la cual dijo que el contrato social está muerto; que finalmente nos libramos de esa situación.
En
EE.UU., ante todo, el sistema electoral ha sido casi totalmente
destrozado. Durante mucho tiempo ha estado en gran parte controlado por
gastos privados concentrados, pero ahora se desbordó. Con el paso de los
años las elecciones se han convertido en espectáculos [de relaciones
públicas]. Lo comprendió la industria de la publicidad en 2008, dio a
Barack Obama el premio de mercadeo del año. Este año es solo una
ficción.
El Partido Republicano ha abandonado en gran parte
cualquier pretensión de ser un partido político tradicional. Marcha a
paso trabado con los muy ricos, los súper ricos y el sector corporativo.
No se pueden conseguir votos de esa manera, por lo que tiene que
movilizar a otro sector del electorado. Siempre ha existido, pero pocas
veces ha sido movilizado políticamente. Lo llaman la derecha religiosa,
pero básicamente es la población religiosa extrema. EE.UU. está fuera
del espectro en compromiso religioso. Ha estado aumentando desde 1980,
pero ahora es una parte importante de la base votante del Partido
Republicano, por lo tanto significa comprometerse con posiciones
antiaborto, oponerse a los derechos de las mujeres… EE.UU. es un país
[en el cual] un 80% de la población piensa que la Biblia fue escrita por
Dios. Cerca de la mitad cree que cada palabra es verdad. De modo que
tenía que apelar a eso y a la población "nativista", la gente que está
atemorizada, que siempre lo ha estado… Es un país muy atemorizado y eso
aumenta ahora con el reconocimiento de que la población blanca será
bastante pronto una minoría, “nos han quitado nuestro país”. Son los
republicanos. Ya no hay republicanos moderados. Ahora son demócratas
centristas. Por cierto los demócratas derivan hacia la derecha,
siguiéndolos. Los demócratas han renunciado en gran parte a la clase
trabajadora blanca. Requeriría un compromiso con temas económicos y no
es su preocupación.
LF: Usted describe Ocupa como la primera reacción organizada a una guerra de clases de treinta años…
NC:
Es una guerra de clases, y también un guerra contra los jóvenes… por
eso los costes de educación aumentan tan rápido. No existe una verdadera
razón económica para eso. Es una técnica de control y adoctrinamiento. Y
esta es realmente, la primera reacción organizada, significativa, lo
que es importante.
LF: ¿Son adecuadas las comparaciones con la Primavera Árabe?
NC:
Un punto de similitud es que ambas son reacciones ante las víctimas
causadas por los programas neoliberales. Tienen un efecto diferente en
un país pobre como Egipto y un país rico como EE.UU. Pero son similares
en su estructura. En Egipto los programas neoliberales han significado
crecimiento estadístico, que justo antes de la Primavera Árabe era una
especie de modelo para el Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario
Internacional]: la maravillosa administración económica y gran reforma.
El único problema era que para la mayor parte de la población fue como
un golpe en el plexo solar: los salarios bajaban, las prestaciones se
eliminaban, los subsidios para alimentos habían desaparecido, y mientras
tanto había una alta concentración de la riqueza y mucha corrupción.
En
esto tenemos una analogía estructural –de hecho lo mismo vale para
Suramérica– algunos de los eventos más dramáticos de la última década (y
lo vimos de nuevo en Cartagena hace un par de semanas), Latinoamérica
se vuelve hacia la independencia por primera vez en quinientos años. No
es poco decir. Y la Primavera Árabe comenzaba a seguir el ejemplo. Hay
una contrarrevolución en los países de Medio Oriente/Norte de África
(MENA) que la está haciendo retroceder, pero hubo progresos. En
Suramérica [hubo progresos sustanciales] y lo mismo sucede en la
Primavera Árabe y tiene un efecto contagioso, estimuló el movimiento
Ocupa y existen interacciones.
LF. En los medios, hubo
mucha confusión en la cobertura de Ocupa. ¿Existe una contradicción
entre anarquismo y organización? ¿Puede aclararlo?
NC:
Anarquismo significa todo tipo de cosas para diferentes personas, pero
los movimientos anarquistas tradicionales se basaron en que habría una
sociedad altamente organizada, solo organizada desde abajo con
participación directa, etc. En realidad, buena parte de la confusión en
los medios tiene su base porque realmente hay dos líneas diferentes en
el movimiento ocupa, ambas importantes, pero diferentes.
Una se
orienta a la política: qué objetivos políticos [queremos]. Regular los
bancos, excluir el dinero de las elecciones; aumentar el salario mínimo,
temas ecológicos. Son todos muy importantes y el movimiento Ocupa tuvo
impacto. Cambió no solo el discurso sino, en cierto grado, la acción por
esos temas.
La otra parte es solo crear comunidades, algo
extremadamente importante en un país como este, que está muy atomizado.
La gente no se habla. Uno está solo con su televisor o Internet. Pero no
se puede tener una democracia que funcione sin lo que los sociólogos
llaman “organizaciones secundarias”, sitios en los que la gente se pueda
encontrar, planificar, hablar y desarrollar ideas. No se puede hacer
por sí solo. El movimiento Ocupa creó espontáneamente comunidades que
enseñaron algo a la gente: se puede estar en una comunidad de apoyo de
ayuda mutua y cooperación y desarrollar su propio sistema sanitario y
bibliotecas y tener espacio abierto para discusión y participación
democrática. Las comunidades semejantes son realmente importantes. Y tal
vez sea lo que causa la confusión en los medios… porque se trata de las
dos cosas.
LF: ¿Es el motivo por el cual los mismos
medios ignoran la violencia contra mujeres, exageran las historias sobre
supuestas violaciones y violencia en los campamentos de Ocupa Wall
Street?
NC: Es un práctica estándar. Cada vez que
quieren denigrar un movimiento escogen ese tipo de cosas. O es eso, o
vestimentas extravagantes o algo semejante. Recuerdo que en los años
sesenta, hubo una manifestación que fue de Boston a Washington y la
televisión mostró a una joven con un sombrero divertido y extraño, una
cosa o la otra. Había un canal independiente en Washington y
efectivamente, mostró a la misma mujer. Es lo que andaban buscando.
Tratan de mostrar lo que es tonto e insignificante y violento si es
posible, y en cualquier sitio se encuentra un sector marginal semejante.
Les sería muy difícil prestar atención al núcleo real del
movimiento. Concentrarse, por ejemplo, en los temas políticos o la
creación de comunidades democráticas de apoyo mutuo que funcionan y
decir, bueno, es lo que falta en nuestro país y por eso no tenemos una
democracia que funciona, una comunidad de verdadera participación. Eso
es realmente importante. Y siempre se oculta.
Tomemos, por
ejemplo, a Martin Luther King. Escuche los discursos del Día MLK y todo
es “tengo un sueño”. Pero él tenía otro sueño y lo presentó en su último
discurso en Memphis, justo antes de que lo asesinaran. En el cual dijo
algo sobre que él era como Moisés y podía ver la tierra prometida pero
cómo no vamos a llegar a ella. Y la tierra prometida eran políticas y
desarrollos que encaren la pobreza y la represión, no racial, sino del
movimiento de los pobres. Directamente después de eso [el asesinato]
hubo una marcha, [King] iba a encabezarla. Coretta Scott King la
encabezó. Comenzó en Memphis y fue por todo el Sur a diferentes sitios
donde habían luchado en la batalla por los derechos civiles y terminó en
Washington DC y establecieron una ciudad de carpas, Resurrection Park, y
el congreso ‘liberal’ llamó a las fuerzas de seguridad. El congreso más
‘liberal’ de la historia. Irrumpieron en plena noche y destruyeron
Resurrection Park y los expulsaron de la ciudad. Así encaran los
movimientos populares que amenazan…
LF: Pensando en
Memphis, donde el Dr. King estaba apoyando a trabajadores del
alcantarillado en huelga, ¿qué piensa sobre el futuro del movimiento
sindical?
NC: El movimiento se liquidó en gran parte en
los años veinte, casi lo destruyeron. Se reanimó en los años treinta y
fue muy importante. A fines de los años treinta el mundo empresarial ya
estaba tratando de encontrar maneras de derrotarlo. Tuvieron que esperar
durante la guerra, pero comenzaron inmediatamente después. Taft Hartley
fue en 1947, luego llega una inmensa campaña de propaganda corporativa
que en gran parte se orientaba contra los sindicatos: por qué son malos y
destruyen la armonía y la amistad en EE.UU. Con el paso de los años
tuvieron efecto. El movimiento sindical reconoció demasiado tarde lo que
estaba ocurriendo. Luego volvieron a empezar cpm Reagan.
Llegó
Clinton; empleó una técnica diferente para romper los sindicatos. Se
llamó NAFTA (Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica). Bajo el NAFTA
hubo de nuevo un fuerte aumento en el bloqueo ilegal de esfuerzos de
organización. Se colocaba un letrero: Vamos a transferir las operaciones
a México… Es ilegal pero si se tiene un Estado criminal, no importa.
El
resultado final es que la sindicalización en el sector privado ha
bajado prácticamente a siete por ciento. Mientras tanto los sindicatos
en el sector público se han mantenido de alguna manera [a pesar de
estar] bajo ataque, pero en los últimos años, ha habido un fuerte
[aumento del] ataque contra sindicatos en el sector público, en los
cuales ha participado Barack Obama. Cuando se congela los salarios de
trabajadores federales, es equivalente a gravar a gente del sector
público…
LF: ¿Y ataques a la negociación colectiva?
NC:
Los ataques a la negociación colectiva en Wisconsin [forman parte de]
toda una serie de ataques porque es un ataque a una parte del movimiento
sindical que estaba protegida por el sistema legal como un residuo del
Nuevo Trato y de la Gran Sociedad, etc.
LF: ¿De modo que los sindicatos tienen futuro?
NC:
Bueno, no es peor que en los años veinte. Hubo un movimiento sindical
militante muy activo en la última parte del Siglo XIX, hasta principios
del Siglo XX. [Fue] aplastado por Wilson y la amenaza comunista. En los
años veinte llegaban visitantes derechistas de Inglaterra y simplemente
se horrorizaban de cómo se trataba a los trabajadores. Había
desaparecido en gran parte. Pero en los años treinta no solo se reanimó,
fue el elemento central en el logro del Nuevo Trato. La Organización
del CIO y las huelgas de brazos caídos que fueron realmente aterradoras
para la administración porque eran un paso antes de decir “Bueno. Adiós,
vamos a dirigir la fábrica”. Y fue un gran factor en significativas
medidas del Nuevo Trato que no fueron triviales sino que tuvieron mucha
importancia.
Luego, después de la guerra, comienza el ataque,
pero es una batalla constante durante toda la historia de EE.UU. Es la
historia de este país y también la historia de cualquier otro país, pero
sucede que EE.UU. tiene una historia sindical excepcionalmente
violenta. Cientos de trabajadores fueron asesinados aquí en una época
que fue simplemente desconocida en Europa o Australia…
LF:
¿Cuál es, a su juicio, el objetivo Número Uno del poder en la
actualidad? ¿Son las corporaciones, el Congreso, los medios, los
tribunales?
NC: Los medios son corporaciones, por lo
tanto… Las concentraciones del poder privado tienen enorme, no total,
pero enorme influencia en el Congreso y la Casa Blanca, y eso aumenta
fuertemente con la fuerte concentración del poder privado y el aumento
del coste de las elecciones, etc.
LF: Mientras hablamos,
hay acciones en marcha emprendidas por los accionistas que tienen lugar
en Detroit y San Francisco. ¿Son buenos objetivos, valen la pena?
NC:
Están bien, pero recuerde, la propiedad de las acciones en EE.UU. está
muy concentrada. [Acciones de presión de los accionistas son] algo, pero
es como el viejo Partido Comunista en la URSS, sería bueno ver más
protesta dentro del Partido Comunista pero no es democracia. No va a
suceder. [Las acciones emprendidas por los accionistas] son un buen
paso, pero son en su mayoría simbólicas. ¿Por qué no? No existe un
principio económico que diga que la administración deba responder ante
los accionistas,
LF: Pero se oye decir todo el tiempo que
según la ley, se requiere que el director ejecutivo aumente los
dividendos entre los accionistas.
NC: Es una especie de
compromiso secundario del director ejecutivo. El primer compromiso es
aumentar su salario. Una de las formas de aumentar su salario es lograr
beneficios a corto plazo pero hay muchas otras maneras. En los últimos
treinta años ha habido cambios legales muy sustanciales a la gobernanza
de modo que los directores ejecutivos ahora eligen en gran parte los
consejos que les otorgan salarios y bonificaciones. Es uno de los
motivos por los cuales [la ratio] de directores ejecutivos en relación
con la paga ha aumentado de modo tan agudo en este país en comparación
con Europa. (Son sociedades similares y allá es bastante malo, pero aquí
nos encontramos en la estratosfera). No existe una razón particular
para que sea así. El director ejecutivo también podría ser responsable
ante las partes interesadas –o sea los trabajadores y la comunidad. Eso
presupone que debería haber una administración ¿pero por qué iba a haber
una administración? ¿Por qué la dirección de la industria no está en
manos de las partes interesadas?
LF: Las cooperativas de
trabajadores son un movimiento creciente. Una pregunta que oigo es
¿provendrá un cambio de propiedad si no se cambia el paradigma de los
beneficios?
NC: Es como preguntar si la votación de los
accionistas es una buena idea, o si la regla de Buffet es una buena
idea. Sí, es un buen paso, un pequeño paso. La propiedad de los
trabajadores dentro de un sistema capitalista de Estado, semi-mercado,
es mejor que la propiedad privada pero tiene problemas inherentes. Los
mercados tienen ineficiencias inherentes bien conocidas. Son muy
destructivas. La obvia, en un sistema de mercado, en uno que funcione
realmente, es que quien quiera que tome las decisiones no presta
atención a lo que se llama externalidades, los efectos sobre otros. Te
vendo un coche, si tus ojos están abiertos llegaremos a un buen negocio
para nosotros pero no estamos preguntando cómo afectará [allá]. Habrá
más congestión, los precios de la gasolina aumentarán, habrá efectos
ecológicos y eso se multiplica por toda la población. Bueno, es algo muy
serio.
Considere la crisis financiera. Desde que la regulación
del Nuevo Trato fue esencialmente desmantelada, ha habido crisis
financieras regulares y una de las razones fundamentales, se entiende,
es que el director ejecutivo de Goldman Sachs o CitiGroup no presta
atención a lo que se llama riesgo sistémico. Tal vez realiza una
transacción arriesgada y se cubre contra sus propias pérdidas
potenciales, pero no toma en cuenta el hecho de que si se derrumba puede
derrumbar todo el sistema. Es lo que es un crac financiero.
El
ejemplo mucho más serio de esto es el impacto ecológico. En el caso de
instituciones financieras, cuando se derrumban, el contribuyente llega
al rescate, pero si se destruye el medio ambiente nadie llegará a
rescatarlo.
LF: Por lo tanto suena como si usted pudiera
apoyar algo como el modelo Cleveland donde la propiedad de la compañía
está realmente en manos de los miembros de la comunidad así como de los
trabajadores…
NC: Es un paso adelante pero hay que ir
más lejos para desmantelar el sistema de producción por beneficios en
lugar de la producción para su uso. Eso significa desmantelar por lo
menos grandes partes de los sistemas de mercado. Tome el caso más
avanzado: Mondragon. Es propiedad de los trabajadores, no está
administrado por los trabajadores, aunque la administración proviene a
menudo de la fuerza laboral, pero está en un sistema de mercado y
todavía explotan a trabajadores en Suramérica y hacen cosas dañinas para
la sociedad en su conjunto, y no tienen otra alternativa. Si se está en
un sistema en el cual hay que hacer beneficios para sobrevivir se está
obligado a ignorar externalidades negativas, los efectos sobre los
demás.
Los mercados también tienen un pésimo efecto psicológico.
Llevan a la gente a una concepción de sí mismos y de la sociedad en la
cual solo se persigue el propio bien, no el bien de otros y eso es
extremadamente dañino.
LF: ¿Ha probado alguna vez un sistema que no sea de mercado –un destello de optimismo– o de cómo podríamos vivir?
NC:
Una familia que funciona por ejemplo, son grupos más grandes,
cooperativas son un ejemplo. Ciertamente se puede hacer. La mayor que
conozco es Mondragon pero hay muchas y se podrían hacer muchas más. Aquí
mismo en Boston, en uno de los suburbios hace unos dos años, había una
empresa pequeña pero lucrativa que construía equipamiento de alta
tecnología. La multinacional que poseía la compañía no quería mantenerla
en sus libros por lo tanto decidió cerrarla. La fuerza laboral y el
sindicato UE (Trabajadores Eléctricos Unidos) ofrecieron comprarla, y la
comunidad los apoyó. Podría haber funcionado si hubiera tenido apoyo
popular. Si hubiera habido un movimiento Ocupa en aquel entonces, pienso
que habría sido una gran cosa para que se concentrara en ese caso. Si
hubiera funcionado habría habido otra empresa lucrativa, de propiedad de
los trabajadores y dirigida por trabajadores. Ya hay una buena cantidad
de algo semejante en el país. Gar Alperovitz ha escrito al respecto,
Seymour Melman ha trabajado con ellos. Jonathan Feldman trabajó en esas
cosas.
Son ejemplos reales y no veo por qué empresas semejantes
no puedan sobrevivir. Por cierto van a ser rechazadas. El sistema del
poder no las quiere, igual que no quiere una democracia popular, más que
cómo los Estados de Medio Oriente y Occidente van a tolerar la
Primavera Árabe… Van a tratar de rechazarlas.
LF:
Trataron de derrotar las huelgas de brazos caídos en los años treinta.
Lo que olvidamos es que comunidades enteras se movilizaron para apoyar
esas huelgas. En Flint, cordones de mujeres se colocaron entre los
huelguistas y la policía.
NC: Vuelva atrás un siglo, a
Homestead, la ciudad dirigida por trabajadores, tuvieron que enviar a la
Guardia Nacional para destruirlos.
LF: Trayvon Martin.
¿Puede haber durante algunos minutos sobre el papel del racismo y de la
violencia racial en el tema del que hemos estado hablando? Alguna gente
piensa que la lucha contra el racismo es algo separado del trabajo por
temas económicos.
NC: Bueno, ya sabe, existe
evidentemente un serio problema racial en el país. Basta con echar una
mirada a lo que sucede en las comunidades afroestadounidenses. Por
ejemplo la riqueza, la riqueza en las comunidades afroestadounidenses es
casi nula. La historia es impresionante. Considere la historia de los
afroestadpunidenses en EE.UU. Ha habido unos treinta años de relativa
libertad. Hubo una década después de la Guerra Civil y antes de que el
compacto norte/sur volviera esencialmente a criminalizar la vida negra.
Durante la Segunda Guerra Mundial se necesitó mano de obra libre por lo
tanto hubo una liberación de la fuerza laboral. Los negros se
beneficiaron de ella. Duró unos treinta años, el gran período de
crecimiento en los años cincuenta y sesenta, de modo que un negro podía
conseguir un puesto de trabajo en una planta automovilística y comprar
una casa y enviar a sus hijos a la universidad y entrar de alguna manera
al mundo, pero al llegar los años setenta se acabó.
Con el
cambio radical de la economía, la fuerza laboral, que es en parte blanca
pero también en gran parte negra, básicamente llegó a ser superflua.
Mire lo que pasó, volvimos a criminalizar a los negros. Las tasas de
encarcelamiento desde los años ochenta han llegado al cielo, sobre todo
hombres y mujeres negros, y latinos en cierta medida. Esencialmente
rehaciendo lo que sucedió durante la Reconstrucción. Es la historia de
los afroestadpunidenses, por lo tanto, cómo puede haber alguien que diga
que no hay ningún problema. Seguro, el racismo es serio, pero es peor
que eso…
LF: Hable de los medios. A menudo discernimos el
sesgo en la información sobre un caso particular, pero podría hablar de
un modo más amplio sobre la manera en que nuestros medios
"monetarizados" muestran el poder, la democracia, el papel del individuo
en la sociedad y de qué manera tiene lugar ese cambio…
NC:
Bueno, no quieren que ocurra un cambio… Están en el centro del sistema
de poder y dominación. Ante todo, los medios son corporaciones, partes
de grandes corporaciones, están vinculados muy estrechamente a otros
sistemas de poder en lo personal y en sus intereses y antecedentes
sociales, y todo lo demás. Naturalmente tienden a ser reaccionarios.
LF: Pero de cierto modo nos dan una medida del tiempo. Si el cambio no ha ocurrido en diez minutos, no va a ocurrir.
NC:
Bueno, es una técnica de adoctrinamiento. Es algo que he aprendido de
mi propia experiencia. Una vez hubo una entrevista con Jeff Greenfield
en la cual le preguntaron por qué yo nunca fui invitado a Nightline. Dio
una buena respuesta. Dijo que la principal razón es que yo carecía de
concisión. Yo nunca había escuchado esa palabra. Hay que tener
concisión. Hay que decir algo breve entre dos anuncios comerciales.
¿Qué
se puede decir que sea breve entre dos anuncios comerciales? Puedo
decir que Irán es un Estado terrible. No necesito ninguna evidencia.
Puedo decir que Gadafi impone el terror. Suponga que trato de decir que
EE.UU. hace terrorismo, que de hecho es uno de los principales Estados
terroristas del mundo. No se puede decir eso entre anuncios comerciales.
La gente quiere saber correctamente lo que se quiere decir. Nunca lo
han escuchado antes. Entonces hay que explicar. Hay que suministrar
antecedentes. Es exactamente lo que se corta. La concisión es una
técnica de propaganda. Asegura que no se haga nada fuera de repetir
clichés, la doctrina estándar, o que suene como si fuera un lunático.
LF:
¿Y la concepción del poder de los medios? Quién lo tiene, quién no lo
tiene y cuál es nuestro papel si no somos, digamos, presidentes o
directores ejecutivos.
NC: Bueno, no solo los medios,
también vale en gran parte para el mundo académico, el cuadro es que
nosotros, la principal democracia del mundo, el fanal de la libertad y
los derechos y la democracia. El hecho es que la participación
democrática es aquí extremadamente marginal, que no entra [en la
información de los medios]. Los medios condenarán las elecciones en
Irán, correctamente, porque los candidatos tienen que ser aprobados por
los clérigos. Pero no señalan que en EE.UU. [los candidatos] tienen que
ser aprobados por altas concentraciones de capital privado. No se puede
ser candidato en una elección a menos que uno pueda reunir millones de
dólares.
Un caso interesante es ahora mismo. Esto sucede en el 50
aniversario de la invasión de Vietnam del Sur por EE.UU., la peor
atrocidad en el período de posguerra. Mató a millones de personas,
destruyó cuatro países, una historia de horror total. Ni una palabra. No
ocurrió porque “nosotros” lo hicimos. Por lo tanto no ocurrió.
Tomemos
el 11-S. Significa algo en EE.UU. El “mundo cambió” después del 11-S.
Bueno hagamos un ligero experimento con el pensamiento. Supongamos que
el 11-S los aviones hubieran bombardeado la Casa Blanca… supongamos que
hubieran matado al presidente, establecido una dictadura militar, matado
rápidamente a miles, torturado a otras decenas de miles, establecido un
importante centro internacional terrorista que realiza asesinatos,
derrocado gobiernos por todas partes, instalado otras dictaduras, y
lleva al país a una de las peores depresiones en su historia y tuvo que
recurrir al Estado para el rescate. Supongamos que eso hubiera ocurrido.
Ocurrió. En el primer 11-S en 1973. Excepto que los responsables fuimos
nosotros, por lo tanto no ocurrió. Es en el Chile de Allende. Es
imposible imaginar que los medios hablen al respecto.
Y se puede
generalizar ampliamente. Lo mismo es en gran parte cierto en el mundo
académico –excepto en los márgenes– es definitivamente un hecho en la
corriente dominante del mundo académico. En ciertos aspectos la crítica
de los medios es algo engañosa [porque no constituyen la única
institución de influencia] y por cierto, interactúan estrechamente.
LAURA FLANDERS es presentadora del Laura Flanders Show
que se presentará en canales de la televisión pública más adelante, en
este año. Fue presentadora y fundadora de GRITtv.org. Sígala en:
Twitter: @GRITlaura.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2012/04/30/talking-with-chomsky/