Crónica de la presentación del libro "Un mundo a construir. Nuevos Caminos", publicado por El Viejo Topo
Madrid, media tarde
del lunes, 17 de junio, en la Librería Enclaves, un buen lugar para
comprar libros y para presentarlos. Ese día, se presenta “Un mundo a
construir. Nuevos caminos”, el último de Marta Harnecker, psicóloga por
la Universidad Católica de Chile, escritora, periodista, una de las
principales investigadoras y divulgadoras del pensamiento y las
experiencias de transformación social de América Latina y ex asesora del
fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
Está flanqueada por
dos revolucionarios y teóricos marxistas españoles, el primero de
Córdoba, el segundo de Jaén, que la conocen desde hace muchos años y se
saben de la a la zeta todas sus obras, Víctor Ríos y Manolo Monereo. Los
dos son miembros del FRENTE CÍVICO/ SOMOS MAYORÍA, del que es referente
principal Julio Anguita y con el que formaron parte de la dirección
federal de la coalición Izquierda Unida.
Como ella, dos militantes de
primera hora, resistentes contra la dictadura franquista y luchadores
contra el capitalismo y por una sociedad sin clases. Un excelente
trío para hablar de un nuevo y sugerente libro y de algunas de las
palpitantes cuestiones que sus páginas plantean para la izquierda en
general y, de manera muy particular, para la latinoamericana y la
española.
Cada uno en su estilo, los tres aportan una muy interesante
reflexión conjunta, en un acto organizado por el FRENTE CÍVICO SOMOS
MAYORÍA, El VIEJO TOPO, que editó otros varios libros suyos, y CRÓNICA
POPULAR.
Víctor Ríos: Marta Harnecker, una gran vocación pedagógica
Víctor
Ríos, historiador y ex asesor también del fallecido presidente
venezolano Hugo Chávez, reconoce de entrada que sería una verdadera
“osadía y atrevimiento” tratar de presentar a estas alturas a Marta
Harnecker. Pero, ante el casi centenar de asistentes reunidos en la
librería Enclaves, define a Marta Harnecker como “una revolucionaria sui
géneris”. Lo hace, parafraseando el título de uno de los libros de la
autora chilena sobre la Venezuela de Hugo Chávez, y no le falta razón.
Al mismo tiempo, resalta algunos de los aspectos que conforman la
personalidad intelectual y política y el dilatado compromiso con la
izquierda de una mujer inteligente y bella, con “una gran juventud
acumulada”, según una coqueta expresión suya, chilena con raíces
austríacas, discípula del filósofo francés Louis Althusser, una
escritora y revolucionaria original, trabajadora y con una gran vocación
pedagógica, a la que se deben nada más y nada menos que unas ochenta
publicaciones, compiladas todas ellas en las páginas de. “Rebelión”.
Por
ello habla de “su joven despertar a las ideas de emancipación”, desde
la Acción Católica chilena, de sus años de aprendizaje en París al lado
de Louis Althusser, para una de cuyas obras principales, “La revolución
teórica de Marx”, Marta Harnecker escribió en 1967 una introducción a la
edición española y de cuyas clases salieron las notas que luego se
transformaron en “Los conceptos elementales del materialismo histórico”,
editado por primera vez por Siglo XXI en 1969. “Un manual – recuerda
Víctor Ríos – con el que muchos se iniciaron en el materialismo y en la
historia” y del que hasta ahora se han hecho unas 65 ediciones, con unas
tiradas que superan el millón de ejemplares. Algo frecuente en los
“best sellers” que inundan los escaparates de algunas librerías pero,
realmente, inusual en un ensayo. Y, sobre todo, resalta el sentido y
vocación pedagógica de toda su obra, que se expresa como una constante
en la forma cómo aborda sus libros, a los que aplica una metodología que
ordena sus contenidos y hace fácil el acceso del lector, y los motivos
que configuran el motivo central de sus obras.
Para corroborar lo
que dice, Víctor Ríos vuelve ojear uno de los primeros libros de Marta
Harnecker, el titulado “Los protagonistas del nuevo poder”. Está editado
en 1978, en rústica, y presenta el aspecto de haber sido leído muchas
veces, con su portada un tanto deteriorada. Marta Harnekcer lo escribió
en Cuba, donde vivió desde 1974, tras el golpe de Estado en Chile del
general Pinochet, que la llevó al exilio. En Cuba dirigió el Centro de
Investigaciones “Memoria Popular Latinoamericana” (MEPLA), con sede en
La Habana, y contrajo matrimonio con uno de los héroes de la Revolución
cubana, Manuel Piñeiro Losada, el comandante “Barbarroja”, hijo de
emigrantes gallegos, al que Fidel Castro encomendó la responsabilidad de
la Seguridad del Estado y la relación con los movimientos de liberación
de América Latina. Fruto de su matrimonio con “Barbarroja”, fallecido
en un accidente de automóvil en 1998, es su hija Camila, llamada así en
homenaje a otro de los emblemáticos dirigentes de la Revolución Cubana,
Camilo Cienfuegos, muerto prematuramente, a los 27 años. Repasando las
páginas de ese libro, Víctor Ríos recuerda que en 1978, la autora
chilena hablaba en él del poder popular, de los métodos y las luchas
contra el burocratismo y de los protagonistas de la democracia. Y, para
poner de relieve la continuidad de la obra de la autora chilena, afirma
después. “En 2013 Marta Harnecker sigue hablando de las mismas
cuestiones, sigue refiriéndose al protagonismo del pueblo y sigue
combatiendo el burocratismo. Esa es su trayectoria, su recorrido”.
Una persona que va de frente, que critica a la cara y alaba a la espalda
Pero
Víctor Ríos abunda en otras características suyas. “Marta -dice- es una
persona que va de frente. Por eso resulta incómoda a los poderes,
porque crítica a la cara y alaba a la espalda”. Y, muy a propósito del
profundo sentido que se encierra en este dicho, recuerda que fue,
precisamente, ese carácter crítico lo que, de alguna forma, le acercó al
presidente Chávez e hizo que, tras concederle una entrevista, le
pidiera que formara parte de su equipo, como asesora. “El presidente
Chávez escuchó de Marta cosas que necesitaba oir y no estaba
acostumbrado a oir”. Marta Harnecker se mantuvo cerca del presidente
venezolano varios años. Exactamente, de 2004 a 2009. Sobre él escribió
su libro “Hugo Chávez Frías. Un hombre. Un pueblo” (2002) y al país que
la acogió durante esos años dedicó el titulado “Venezuela. Militares
junto al pueblo” (2003).
Víctor Ríos sigue dibujando el perfil de
la escritora chilena. “A mí me ha interesado la Marta Harnecker que se
iba y que se va a los barrios y a los pueblos y que da voz a los
colectivos que luchan y necesitan ser escuchados. Porque una de las
grandes virtudes de Marta es saber escuchar y luego saber transmitir lo
que esos colectivos piensan e, incluso, poner en evidencia las
contradicciones y los problemas sobre los que querían pensar y que, a
pesar de estar en ellos, no sabían cómo plantearlos”. Y subraya su
particular forma de trabajar.”Marta tiene una metodología de trabajo de
cara a la formación en los movimientos sociales y en las fuerzas
políticas que creo que es de tremenda actualidad en América Latina; unos
métodos que nos vendría muy bien recoger y aprender, porque en Europa y
en España es cada vez más evidente la necesidad de actividades de
educación popular, de formación en los movimientos sociales, desde los
movimientos sociales, aunque creo que eso es también necesario en las
fuerzas políticas, en los sindicatos”
Después desgrana el
contenido de “Un mundo a construir. Nuevos caminos” y destaca sus partes
principales. Entre ellas, “el análisis del rechazo al neoliberalismo,
con una lista de movimientos populares y sociales protagonistas de ese
rechazo; una lista muy detallada que nos permite hacer calas en todo el
continente, contemplar una foto, una panorámica mejor, de los
movimientos sociales de resistencia al neoliberalismo y de alternativas
en América Latina”. O aquella otra en la que se refiere a “los gobiernos
en América Latina y a la tipología de los gobiernos llamados de
izquierda”. O la parte en la que hace “una definición interesantísima de
lo que se entiende por izquierda y de los que se llaman izquierda y no
lo son, porque hay que poner la raya en algún sitio y Marta Harnecker –
apunta – la pone clarita en la definición de lo que es y de lo que no es
izquierda”. Víctor Ríos destaca después otras dos de particular
importancia que se contienen en el libro. De un lado, “una parte sobre
la democracia participativa y la democracia delegada”, en la que
reflexiona acerca de “cuál es la relación entre la delegación y la
democracia directa, un asunto candente en los procesos de transformación
y en el seno de los movimientos”. De otro, la parte final, relativa “al
nuevo instrumento para conseguir una nueva hegemonía, que ella llama
instrumento político, no en el sentido reductivista de forma partido
sino de herramientas socio políticas de transformación”. En ella habla,
además, “sobre las nuevas formas de hacer política por parte de
formaciones que están en la oposición y de los movimientos sociales”.
Y,
dado que el acto está organizado por el FRENTE CÍVICO/SOMOS MAYORÍA
aplica estas ideas del libro a los planteamientos que presiden esta
plataforma. Porque, “en nuestro caso – señala -, intentamos construir
contrapoderes y necesitamos tareas de formación, de educación, que nos
vendrán no solo de unas nuevas formas de hacer política sino también de
una nueva metodología. Porque la forma dialógica de construir
conocimiento es algo que debe caracterizar la nueva situación”, subraya.
“No podemos seguir construyendo conocimientos desde arriba, desde
intelectuales en sus púlpitos. Ese conocimiento- sentencia – se
construye en la lucha, en el trabajo, en los movimientos, por los
movimientos y desde los movimientos, y en relación con los nuevos
sujetos políticos”.
Marta Harnecker o “escribir para ser útil”
Marta
Harnecker luce la misma melena que en sus años más jóvenes, se expresa
con soltura y trata de ser sumamente pedagógica, tal como acaba de poner
de relieve Víctor Ríos. Y, sin duda, porque su obra más conocida en
España es “Los conceptos elementales del materialismo histórico”
comienza su intervención hablando de este libro. Así, relata que “en
esta visita a España y en otras anteriores ocasiones me encontré con
gente de la izquierda de la época de Franco que habían leído mi libro en
la clandestinidad y en las cárceles y “Los conceptos elementales” les
recordaban aquellos años. Eso para mí – afirma – es una cosa muy
emocionante, porque yo escribo no para publicar libros sin más sino para
ser útil”.
Después, sin tener por qué, y, sin duda, poniéndose a
la defensiva del hipercriticismo tan típico y nefasto de la izquierda,
incluida la nuestra, rememora la génesis de aquella obra que, después de
haber circulado con gran éxito entre los militantes comunistas y
socialistas de habla española, recibió una furibunda e inmerecida
crítica tras el derrumbe del llamado “socialismo realmente existente”.
Marta Harnecker explica que el libro surgió de unos apuntes que tomó en
las clases de Louis Althusser, al que ella considera su tutor, y
confiesa con humildad, casi pidiendo perdón:”Lo hice porque había leído
poco. Queriendo hacer un libro muy pedagógico, lo escribí habiendo leído
“El Capital” y otras obras de Marx. Pero si hubiera leído mucho más no
sé si lo hubiera escrito. Quise escribir un libro sobre el marxismo con
la metodología de Althusser. Quiso ser un libro de marxismo antidogma y,
por un error mío, puse al final de cada capítulo unas preguntas de
control que fueron mal entendidas. Todo esto lo revisé en la edición de
1985”.
Después de esa inusual autocrítica, sorprendente en un país
como el nuestro en el que nadie reconoce error alguno, Marta Harnecker
habla del libro que nos congrega en la Librería Enclaves: “Un mundo por
construir.Nuevos caminos”. “Lo terminé un mes después de la muerte de
Chávez y en su introducción digo que hay un antes y un después de
Chávez. América Latina se transformó con el triunfo de Chávez en 1998 y
el libro trata de decir qué pasó desde entonces. Con él quería dar una
panorámica de la situación en toda la región. Tiene mucho de un libro
anterior
América latina y el socialismo del Siglo XXI. Inventando para no errar,
una obra que escribí aceptando una propuesta que me hicieron en Estados
Unidos para hacer un trabajo sobre hegemonía y que luego fui
ampliando”.
Pero,
además, proporciona una explicación más profunda, de más enjundia
política, del origen de este libro: “Este libro no hubiera sido posible
sin toda la práctica de lucha Quise saber lo que había pasado en América
Latina y quiénes fueron los sujetos que habían permitido que hubiera
nuevos Gobiernos de izquierda. Y ví que el triunfo de estos nuevos
gobiernos no se debió a los viejos modelos, a la clase obrera, sino a
nuevos sujetos sociales. Fueron movimientos nuevos, movimientos de los
indígenas, movimientos que surgieron contra las privatizaciones y contra
el pago de la deuda, movimientos de mujeres que se pusieron en la
primera línea de combate… Es decir, fueron movimientos que nunca habían
aparecido hasta ahora en la escena política los que crearon condiciones
primero para resistir al neoliberalismo. Luego, esos movimientos que
eran muy críticos con la política y los políticos, entendieron que era
necesario pasar de una etapa de la lucha reivindicativa, de la lucha
social, de la lucha corporativa, de la lucha sectorial, a una lucha más
general para tener gobernantes que hicieran posible que las demandas de
los oprimidos pudieran ser planteadas y resueltas con programas
antineoliberales”.
Para ella resulta obvio que “no podemos
explicar el Gobierno de Correa en Ecuador sin las luchas anteriores.
Algunas estaban en auge, otras no. Pero esos procesos de lucha fueron
creando una memoria histórica”. A la vista de estas experiencia, estamos
ante una cuestión clave que puede definir el momento actual:”El
neoliberalismo fue el que hizo que apareciese el nuevo sepulturero del
capitalismo”. Y recuerda que en América Latina “el neoliberalismo
comenzó a resquebrajarse justo cuando Fucuyama pronosticaba el fin de la
Historia…”
Marta Harnecker: “Todo lo que hago es oir y sintetizar lo que me cuentan”
Concebido
como libro testimonio, “Un mundo a construir” responde a la metodología
de trabajo valorada por Víctor Ríos anteriormente. Una metodología que
Marta Harnecker explica con claridad: “Todo lo que hago es oir y
sintetizar lo que me cuentan, porque es muy importante oir la voz de la
gente y no la voz de uno mismo. Este libro es un libro síntesis de
muchas cosas. Por ejemplo de lo que está ocurriendo en Ecuador, que a mí
me parece muy interesante, con las prácticas del Gobierno de Eduardo
Correa, un Gobierno que se acerca a la gente. Es una nueva izquierda,
aunque quizás debiera definirse ahora lo que entendemos por izquierda,
porque hay algunos partidos que se reclaman de ella y …”
Marta
Harnecker plantea cuestiones capitales en la discusión y debate de la
izquierda en los países de América Latina y también aquí, en el nuestro.
“Hay quienes dicen que no hay que luchar por el poder”, recuerda. Y,
enseguida señala que ella no está por esa opción. Por el contrario,
viene a decir, lo que relata en este nuevo libro demuestra” lo que se
puede hacer desde el Gobierno”, aunque “hay que ir paso a paso”, y
subraya:”Hay que luchar por el poder pero empezando por construir un
instrumento”. Y, en esta dirección, apunta algo en cierta manera
novedoso: “Ese nuevo instrumento político necesita un nuevo concepto de
la política”. A este respecto, se refiere a las experiencias de algunos
movimientos sociales latinoamericanos en los que primero se nombra un
“vocero” y luego se elige a quien debe controlar que aquél cumpla las
tareas que le han sido asignadas”.
Más tarde, se refiere a muchas
otras cuestiones y da a conocer a los asistentes al acto uno de los
videos que acaba de terminar tareas de formación, en los que insiste
sobre los puntos principales de su discurso y de los planteamientos
innovadores que están surgiendo con la aparición de los nuevos
movimientos. Todo un torrente de reflexiones, experiencias y análisis en
los que resalta “la audacia de Chávez”, afirma sin titubear que
“Allende fue el precursor del socialismo del siglo XXI”, hace especial
hincapié en que “estamos transitando a una sociedad alternativa al
capitalismo que no tiene nada que ver con las revoluciones del siglo
XX”, apunta que “la gente no se desarrolla en las reuniones, tiene que
tener tareas”, y fija la atención de los presentes cuando dice que “al
neoliberalismo no le molestan los movimientos sociales sino cuando se
articulan…”
Manolo Monereo: Marta Harnecker, “una clásica antigua por su pedagogía popular”
La
tercera intervención corre a cargo de Manolo Monereo, ex secretario
general del PC de Andalucía, ex miembro de la dirección federal de IU,
actualmente secretario de Extensión Cultura y Desarrollo Teórico de esta
coalición y miembro del Consejo de Redacción de CRÓNICA POPULAR.Manolo
Monereo ayuda a perfilar aún más el trabajo de Marta Harnecker de una
manera particularmente positiva: “Marta refleja algo que se ha ido
perdiendo en la vieja cultura popular de la izquierda y, para decirlo
muy en grande, para la cultura del socialismo y para la cultura hasta
del anarquismo: esa enorme capacidad que tuvo el movimiento obrero en
sus inicios de poner en relación conceptos, concepciones, prácticas con
la cultura popular y convertirlos en un sentido común de la gente”. Para
Manolo Monereo “ eso es lo que fundamentalmente hace Marta Harnecker y
que la convierte en una clásica antigua por su pedagogía popular, hasta
el punto de que difícilmente se puede conocer América Latina de los tres
últimos sin su aportación”.
Y, como buen teórico, apunta un rasgo
que observa en la autora chilena: “Cualquiera que lea el libro –
afirma- se dará cuenta de la matriz leninista de Marta. ¿Por qué digo
esto? Fundamentalmente, porque la clave de su experiencia personal, como
la de casi todas las de nuestra generación fue la derrota de la vía
democrática en Chile a la que se añade el enorme tsunami de la caída del
campo socialista, que nos dejó inermes”. Después, pone de relieve algo
que conviene tener presente en Europa:”No sabemos si el socialismo del
siglo XXI está metido de nuevo en la gente. No solo la lucha contra el
neoliberalismo sino la superación de la sociedad capitalista. Y esto
tiene mucho de fondo y nos ayuda mucho, porque, como Marta Harnecker ha
escrito muchas veces, América Latina ha sido un laboratorio de la
reacción, del neoliberalismo y ahora también está siendo un laboratorio
no solo de una salida por la izquierda del neoliberalismo, que se ha
dado en muchos países, sino de una salida socialista a la crisis del
neoliberalismo”.
Para apuntalar lo que está diciendo, recuerda a
los economistas norteamericanos inspiradores de la nueva izquierda y
creadores de la “Monthly Review”, Paul Sweezy y Harry Magdoff, autores,
entre otras importantes obras, de “El capital monopolista: un ensayo
sobre la economía estadounidense y el orden social”, y “La era del
imperialismo”, respectivamente. “Nos decían que el gran problema del
movimiento obrero de los países europeos centrales era la pérdida del
internacionalismo”. Y, a partir de ahí, subraya que “en Europa se perdió
la perspectiva de lo que significó el neoliberalismo en América Latina
hasta el punto de que pensábamos que eso no nos iba a llegar y nos
llegó. Cualquiera que conozca América Latina sabe que el paquete
completo que nos están vendiendo es el paquete completo latinoamericano.
Pensábamos que estábamos éramos inmunes y estábamos en la inmunidad
completa. Esa es la otra cara de la moneda. El socialismo del siglo XXI
en América Latina y la derrota del movimiento obrero y de la izquierda
en este mundo tan feliz que defendía con Maastrich y la globalización
capitalista el mejor de los mundos posibles”.
De otra parte,
Manolo Monereo, para quien Marta Harnecker “retoma mucho del análisis de
lo que podemos llamar viejas y nuevas cuestiones del leninismo pasado
por Gramsci”, entra de lleno en tres asuntos que recorren “Un mundo a
construir”, que “están interconectados, que, en algún momento, se
superponen pero que no acaban de engarzarse definitivamente y quedan
abiertos para otro libro”. El primero de ellos, “lo que Marx llamaba una
estrategia de poder socialista”. El segundo, “la forma del instrumento
político, la forma partido organización”. Y el tercero “el poder del
Estado y la reforma del Estado”. Para el autor del libro “De la crisis a
la revolución democrática”, “los contrapoderes sociales son la garantía
del avance hacia el socialismo. Es decir, nada se podrá hacer si no hay
un poder social, exigente, en la calle también frente a los poderes”.
Pero, al mismo tiempo, hay que definir, viene a decir, “qué relación
tiene ese contrapoder con la forma partido”, porque “no sé si, ante la
experiencia latinoamericana, tendremos que pensar que el doble poder es
la garantía de la revolución”. Por último, en cuanto a la reforma del
Estado, Manolo Monereo entiende que “ese es el gran agujero negro de la
experiencia latinoamericana. Es decir, cómo construir un Estado que
genera un nuevo poder pero sigue generando a la vez las mayores
ineficiencias y las mayores corrupciones que pueden terminar arrasando
los procesos revolucionarios. Esas cuestiones son las que el libro
plantea y que, aunque deja con conclusiones inconclusas, espero que
también nos toque situarnos en la perspectiva del socialismo como está
ocurriendo en América Latina”.
- Fuente: http://www.cronicapopular.es/2013/06/el-mundo-a-construir-de-marta-harnecker-una-revolucionaria-sui-generis/
- Vídeo de la presentación: www.bambuser.com/v/3673342