A nadie, ni siquiera a la propia familia, le
interesaba revelar las relaciones de Kennedy con la mafia, con los
complots para asesinar a Fidel Castro y comprometer a la CIA.
[
Nota del autor: Pueden encontrarse mayores detalles sobre esos episodios, con sus respectivas fuentes, en mis libros:
"Formação
do Império Americano" y "De Marti a Fidel - A revolução cubana e a
América Latina", ambos de la editorial Civilização Brasileira]
“Es
una mala noticia” exclamó Fidel Castro al enterarse del asesinato del
presidente John Kennedy, el día 23 de noviembre de 1963. En ese momento
estaba almorzando, en Varadero, con el periodista francés Jean Daniel,
editor internacional de
L’Express, que pasó antes por
Washington donde Kennedy le pidió que sondease sobre la posibilidad de
normalizar las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, con la
condición de que Cuba adoptase una posición de no alineado, como la de
Yugoslavia [1]. Además había indicado al Embajador William Attwood,
adjunto de Adlai Stevenson en la ONU, que explorase la posibilidad de
mejorar la situación con Fidel Castro, mediante el cese de sus
actividades subversivas en América Latina y con la completa retirada de
los militares soviéticos, que todavía quedaban [2].
El presidente
John Kennedy, aparentemente, había abandonado la idea de invadir la
isla, dado el alto costo político y de vidas humanas, así como también
por el acuerdo con la Unión Soviética, para la retirada de los misiles
(octubre/noviembre de 1962), que estaban instalando. Es por eso que pasó
a jugar otras cartas para resolver el problema con Cuba, antes de la
elección presidencial que tendría lugar en 1964.
No obstante, al
mismo tiempo que Kennedy ensayaba abrir un camino para la negociación,
el 22 de noviembre de 1963, el agente Desmond FitzGerald (1910 -1967),
sustituto de William Harvey como Jefe de la Cuban Task Force W, de la
CIA, presentó en París, como representante personal de Robert Kennedy,
al mayor Rolando Cubela Secades, exdirigente del Directorio
Revolucionario, representante de Cuba en la UNESCO e reclutado por CIA
desde 1961, a fin de tramar un golpe de Estado en la Habana, y le
entregó una lapicera con un dardo envenenado para que lo disparase
contra Fidel Castro, operación conocida con el criptónimo AM/LASH. Si se
eliminara a Fidel Castro antes de noviembre de 1964 y se instalase en
Cuba un gobierno aceptable para los Estados Unidos, Kennedy podría
presentarse ante el electorado estadounidense como el presidente que
había impedido la expansión del comunismo en el hemisferio
De
acuerdo con algunos de sus colaboradores, tal vez la CIA no hubiese
informado al presidente del proyecto AM/LASH, aunque no tenía prejuicios
contra los homicidios políticos. Cuando la CIA, en el año 1961,
articuló el golpe contra Leonidas Trujillo en la República Dominicana,
Kennedy declaró que Estados Unidos, "como una cuestión de política
general, no podía tolerar el asesinato", pero también autorizó en
negociaciones secretas con Vietnam del Norte, el golpe de Estado contra
el presidente de Vietnam Sur, Ngo Dinh Diem, asesinado el 2 de noviembre
de 1963. Sin embargo, el 23 de noviembre, al día siguiente a la entrega
de la pluma con un dardo envenenado a Rolando Cubelas por parte de
Desmond FitzGerald, fue Kennedy el que cayó asesinado en Dallas por Lee
Harvey Oswald. El proyecto AM/LASH fracasó como docenas de otros
intentos de asesinar a Fidel Castro.
El asesinato del presidente
John F. Kennedy constituyó un acto de terrorismo individual cuya causa,
la razón de Estado (Raison d’Etat), obstaculizó la investigación
realizada por la President’s Commission on the Assessination of
President Kennedy conocida como Comisión Warren, nombre del presidente
de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, Earl Warren. La
conclusión fue que Lee H. Oswald actuó en solitario, lo mismo que Jack
Leon Ruby, cuando lo mató en la comisaría [3].
Hubo encubrimiento
como es habitual en los Estados Unidos. Aunque la viuda, Jacqueline
Kennedy, estaba convencida de que su esposo no fue asesinado por los
comunistas, como J. Edgar Hoover y otros querían creer, sino como
resultado de una conspiración interna, nadie, ni a la familia, le
interesaba revelar vínculos de Kennedy con la mafia, las conspiraciones
para asesinar a Fidel Castro, comprometer a la CIA. El presidente Lyndon
B. Johnson temía que una investigación más profunda indicase cierta
participación de la Unión Soviética y Cuba en la muerte de Kennedy, que
inevitablemente llevaría a una guerra nuclear [4], o tal vez por alguna
razón personal.
Sin embargo, después de una investigación a
fondo, el Select Committee on Assassinations of the U.S. House of
Representatives (HSCA), establecido en 1976, constató que fueron dos
tiradores los que dispararon sobre el presidente Kennedy, que el tercer
tiro partió de Lee Oswald y que con las evidencias disponibles se podía
afirmar: "que el presidente John F. Kennedy fue probablemente asesinado
como resultado de una conspiración" [5].
El profesor G. Robert
Blakey, jefe del Consejo y director de la House Select Committee on
Assassinations, y Richard N. Billings, director editorial de la House of
Commmitte y exdirector de la revista
Life, señaló que Lee
Oswald había establecido conexiones significativas con los activistas
anticastristas y con el crimen organizado y afirmó que "a partir de
nuestras investigaciones llegamos a la conclusión de que el crimen
organizado tuvo que ver en el asesinato del presidente Kennedy" [6].
De
hecho, toda la evidencia apuntaba a la existencia de un complot, con la
participación de la CIA, de la mafia y asilados cubanos [7]. De acuerdo
con el gánster Sam Giancana, Lee Harvey Oswald trabajaba para la CIA,
participó en una serie de sesiones de capacitación intensiva en
inteligencia, mientras servía como marino, sirvió como espía en la Unión
Soviética, donde se casó, en Minsk, con Marina Prusakova y tuvo
vínculos con la mafia desde la juventud [8]. Cuando regresó a los
Estados Unidos en 1962, se declaró abiertamente a favor de Fidel Castro y
no sólo distribuyó material de propaganda del Comité Pro Trato Justo a
Cuba [9] sino que trato de obtener, en México, una visa para Cuba, que
varias veces le fue denegada [10].
Oswald estaba preparado para
desempeñar el papel de terrorista en el complot contra Kennedy [11].
Tenía características similares a las de Marinus van der Lubbe, el autor
del incendio del Reichstag en Alemania (1933) [12].
La CIA, poco
después del asesinato, había elaborado un memorando con la información
de que Lee H. Oswald había estado en México, entre el 23 de septiembre y
el 2 de octubre, y que visitó el vicecónsul Kostikov [13], conocido
agente de la KGB, experto en sabotaje, y predijo que sería asesinado,
con lo que las autoridades estadounidenses no podrían demostrar que
estuviera realmente involucrado en una conspiración extranjera. Y la
predicción se cumplió.
Dos días después, el 24 de noviembre, Lee
H. Oswald fue ejecutado por Jack Ruby, dueño del casino de Dallas y
vinculado con el crimen organizado en Chicago [14]. Había prestado
servicios a la mafia y contrabandeado dinero de Cuba en la década de
1950, cuando el sargento Fulgencio Batista era el dictador. Su
eliminación en la propia comisaría, bajo la mirada impasible de los
detectives, que lo aferraban para prevenir cualquier reacción, se hizo
con el objetivo de evitar que revelara la magnitud de la conspiración.
Era necesario eliminarlo [15].
Sam Giancana revelo a su hermano
Chuck, que escribió sus memorias, que había escogido a Jack Ruby para
realizar esta tarea porque había trabajado con la CIA en la invasión de
Bahía de Cochinos y siempre había tenido buenas relaciones con la
policía de Dallas. [16] Cada hombre involucrado en el complot para matar
a Kennedy recibió 50.000 dólares, dijo Sam Giancana, confesando que él
ganó personalmente millones con el petróleo, “from the wealth right-wing
Texas oilmen” ("de la riqueza de los petroleros de derecha de Texas",
en inglés en el original) [17].
El complot, sin embargo, no se
limitó a los miembros de la mafia, Jimmy Hoffa, Sam Giancana, Johnny
Rosselli, articulados con Frank Fiorini Sturgis, quien también trabajó
con la CIA en la invasión de Bahía de Cochinos y reclutó a Marita Lorenz
para envenenar a Fidel Castro [18]. Giancana dijo que el complot
involucraba "hasta los niveles superiores de la CIA" y "media docena de
fanáticos texanos de derecha, al vicepresidente Lyndon Johnson" y
Richard Nixon, que había promovido los preparativos de la invasión de
Bahía de Cochinos bajo la administración del presidente Dwight
Eisenhower [19].
El general Alexander Haig, Secretario de
Estado durante la presidencia de Ronald Reagan, dijo que el presidente
Lyndon Johnson, del que había sido asesor, creyó hasta su muerte que el
"deseo obsesivo" de matar a Fidel Castro [20], impulsado por Bob
Kennedy, estaba detrás del asesinato, y resaltó la existencia del grupo
secreto que estaba tramando la acción, no fuese revelado a la Comisión
Warren ni a la opinión pública, y la operación de cobertura estuvo
destinada a proteger la reputación del Presidente [21].
El
periodista Seymour M. Hersh escribió que el costo de una investigación
completa sería demasiado alto, por revelar la verdad sobre el presidente
Kennedy y su familia [22], los vínculos con Sam Giancana y Johnny
Rossely que se consideraban traicionados por causa del proceso que
promovió contra ellos Bob Kennedy como fiscal general. Robert Kennedy
tal vez por eso no testificó ante la Warren Comission [23]. El costo
sería muy alto.
La investigación revelaría que Sam Giancana, que
había sido presentado a él por la amante de ambos, Judith Campbell
Exner, lo ayudó durante la campaña presidencial en las elecciones
primarias de Virginia Occidental y Chicago, junto con otros gánsteres
como José y Meyer Lansky Frischetti y el entendimiento con la mafia fue
negociado por Frank Sinatra y conducido por su padre, Joseph Kennedy.
Los
que tramaron el asesinato del presidente Kennedy, probablemente tenían
el propósito de obligar a los Estados Unidos a invadir Cuba, sueño
anhelado por la mafia, el Proyecto Cuba plotters (conspiradores, NdT.),
la CIA y el Pentágono [24], así como por los mafiosos Sam Giancana,
Johnny Rosseli, Joseph Frischetti, Meyer Lansky, Santo Trafficante y
otro jefe de la mafia, con ganas de reabrir casinos en La Habana.
Todos
estaban molestos con el esfuerzo de Kennedy para lograr un arreglo con
Castro. Sin embargo se frustraron. Lyndon B. Johnson (1963-1968), al
asumir la presidencia, no prestó mayor atención a los conflictos con
Cuba, como lo hicieron los hermanos Kennedy, que se dejaron dominar el
deseo compulsivo de venganza después de la humillante derrota de la
Brigada 2506 en la Bahía de Cochinos. El 7 de abril de 1964, Johnson
ordenó a la CIA que cesara sus operaciones de sabotaje y que no
participase en incursiones contra Cuba, y canceló un plan elaborado
durante el gobierno de Kennedy de una segunda invasión que debería tener
lugar entre marzo y junio de 1964 [25]. Entre 1975 y 1976, cuando el
Comité Selecto del Senado para Estudiar las Operaciones Gubernamentales
con respecto a Actividades de Inteligencia (Comité Church) (Senate
Select Committee to study Governmental Operations with respect to
Intelligence Activities (Church Committee) trató de escrutar las
acciones de la CIA, el FBI, etc., su presidente, el conocido senador
Frank Church, un demócrata, amplió su ámbito de investigación haciendo
que abarcase también el asesinato de Kennedy y citó a varios gánsteres
para prestar declaración. Ninguno, sin embargo, pudo comparecer ante el
comité de la iglesia. Fueron misteriosamente asesinados para que no
traicionaran el código de silencio, la
omertá.
San
Giancana, que tenía relaciones personales con Kennedy y colaboró con
la CIA para matar a Fidel Castro, murió de un disparo en la nuca y seis
alrededor de la boca, el 19 de junio 1975 [26]. “
Undoubtedly, Giancana was murdered to prevent him from talking about CIA-Castro plot or any other Mafia secret”
(“Sin lugar a dudas, Giancana fue asesinado para impedir que revelase
la conspiración CIA-Castro o cualquier otro secreto de la mafia", en
inglés en el original), dijo el abogado del gánster (abogado de la
mafia) Frank Ragano en sus memorias [27]. Unos diez días después, el 30
de julio de 1975, el líder del sindicato James (Jimmy) R. Hoffa,
vicepresidente de la Teamsters Union, que había hecho donaciones a la
campaña de Nixon, desapareció misteriosamente durante el viaje para
reunirse en Detroit con el gánster Anthony Giacalone [28]. También fue
llamado por el Comité Church, por sus vínculos con los gánsteres Santo
Trafficante, dueño de una extensa red de juegos en Cuba, cerrada por
Fidel Castro, y Carlos Marcello, cuyo nombre apareció vinculado con el
asesinato de Kennedy. Sam Giancana, de acuerdo con lo expresado por su
hermano Chuck, reveló que antes de que le asesinaran a él articuló la
ejecución de Hoffa, a petición de la CIA, tarea llevada a cabo por cinco
soldados, dos de Chicago, uno de Boston, uno de Detroit y uno de
Cincinnati [29].
Muchos años más tarde, el 14 de enero de 1992, el
New York Post
afirmó que Hoffa, Carlos Marcello y Santo Trafficante participaron en
el complot para matar a Kennedy. El abogado Frank Ragano, en sus
memorias, confirmó que a principios de 1963, Hoffa había pedido que se
encargase de llevar a Trafficante y Marcello un mensaje relativo a un
plan para asesinar a Kennedy: “
The times has come for your friend and Carlos to get rid of him, kill that son-of-a-bitch John Kennedy”
("Los tiempos han llegado para su amigo y Carlos para deshacerse de él,
matar al hijo de puta de John Kennedy", en inglés en el original), le
dijo Hoffa [30].
Cuando se celebró la reunión en el Hotel Royal
Orleans, Ragano dijo: "No van a creer lo que Hoffa quería que yo les
dijese. Jimmy quiere que ustedes maten al Presidente". Ambos
-Trafficante y Marcello- le dieron la impresión de que efectivamente
pretendían ejecutar la orden.
En su autobiografía, publicada en
1994, Ragano contó además que en julio de 1963 Hoffa le mandó otra vez, a
Nueva Orleans, otro mensaje sobre el asesinato de Kennedy. De acuerdo
con lo que contó, Carlos Marcello, Santo Trafficante y Jimmy Hoffa
tuvieron de hecho una importante participación en la muerte de Kennedy
[31].
Santo Trafficante odiaba a Kennedy y dijo que había
traicionado a los cubanos anticastristas al no dar apoyo aéreo a la
invasión de la Bahía de Cochinos en 1961 [32]. Hoffa, por otras razones,
también detestaba a Kennedy [33]. Y todo el mundo esperaba que Lyndon
Johnson, al asumir la presidencia, cesara a Bob Kennedy como Fiscal
General [34] y acabase con la investigación promovida por él contra el
crimen organizado.
Los Kennedy habían violado el compromiso
asumido por el padre, Joseph Kennedy, cuando buscó apoyo financiero y
político para la campaña de su hijo John, en 1960 [35]. En efecto,
algunos poderosos jefes de la mafia y Frank Sinatra, vinculado a ellos,
apoyaron financieramente la campaña de Kennedy, lo que fue corroborado
por un agente del FBI en Nueva Orleans en marzo de 1960 [36]. Sam
Giancana y algunos mafiosos del noreste de los Estados Unidos,
especialmente de Chicago, pensaron que habían puesto a John Kennedy en
la Casa Blanca y tenían derecho a
quid pro quo [37]. Todos los
cubanos anticastristas y mafiosos se sentían también traicionados [38].
Su asesinato, por lo tanto, fue solo una venganza.
NOTAS
[1] Schlesinger Jr., 1965, pp. 998-1000. U.S. Senate - Alleged Assassination Plots Involving Foreign Leaders, pp. 173 e 176.
[2]
Memorandum by William Attwood, Washington, September 18, 1963;
Memorandum for the Record. Subject: Minutes of the Special Meeting of
the Special Group, 5 November 1963. Washington, November 5, 1963;
Memorandum from William Attwood to Gordon Chase of the National Security
Council Staff, New York, November 8, 1963. Ibid. pp. 868 a 870, 878 e
879 .
[3] Report of the President's Commission on the
Assassination of President Kennedy - United States Government Printing
Office - Washington, D.C. U.S. Government Printing Office, Washington:
1964
[4] Trento, 2001, pp. 265-270.
[5] Report of the
Select Committee on Assassinations of the U.S. House of Representatives -
Union Calendar No. 962 - 95th Congress, 2d Session - House Report No.
95-1828, Part 2 - Findings and Recommendations March 29,
1979.--Committed to the Committee of the Whole House on the State of the
Union and ordered to be printed - U.S. Government Printing Office,
Washington: 1979.
http://www.archives.gov/research/jfk/select-committee-report/
[6] Blakey & Billings, 1981, pp. 177-180.
[7] Ibid., pp. 173, 174 e 176. Schlesinger Jr., 1965, p. 1029.
[8] Giancana & Giancana, 1992, pp. 330-333.
[9]
Movimiento a favor de cuba existente en los Estados Unidos, sustentado
en gran parte por los militantes del Socialist Works Party (trotskista) y
también por el Partido Comunista, con apoyo financiero, como todo lo
indicaba, del gobierno de la Habana.
[10] Hinckle & Turner, 1992, p. 241. .Dobrynin, 1995, pp. 112.
[11]
Sam Giancana explico que Oswald nunca fue simpatizante de Castro, sin
embargo “CIA hasta el final”, era un fusilero naval entrenado para
hablar ruso e infiltrarse en la Unión Soviética. Hinckle & Turner,
1992, pp. 271 e 272.
[12] En 1933, agentes de la Gestapo
indujeron a Marinus van der Lubbe, enfermo mental y fichado como
comunista, a incendiar el Reichstag (Parlamento alemán), de acuerdo con
la idea de dos “próceres” del nazismo, Joseph Goebbels y Hermann
Goering. Ese acto permitió a Adolf Hitler obtener poderes
extraordinarios e implantar la dictadura, legalmente, sin revocar
siquiera una línea de la Constitución de Weimar.
[13] U.S. Senate
- The Investigation of the Assassination of President John F. Kennedy:
Performance of the Intelligence Agencies, Book V, Final Report of the
Select Committee to Study Governmental Operations with Respect to
Intelligence Activities, April 23, 1976, pp. 91 e 92.
[14] Hersh., 1997, pp. 450 e 451. Hinckle & Turner, 1992, p. 246.
[15] Vide Bakley & Billings, 1981, p. 279.
[16] Giancana & Giancana, 1992, pp. 330-333.
[17] Id., ibid., p. p. 332.
[18]
Frank Fiorini Sturgis fue uno de los cinco que irrumpieron en el Comité
Nacional del Partido Demócrata, en el complejo hotelero de Watergate,
en 1962.
[19] Giancana & Giancana, 1991, p. 333.
[20]
Johnson, después del asesinato de Kennedy, comentó: “Kennedy tried to
get Castro, but Castro got Kennedy first”. Haig, 1992, 114.
[21] Id., ibid., p. 115.
[22] Hersh, 1997, p. 456.
[23]
La Warren Commission on the Assassination of President Kennedy fue
creada mediante una orden ejecutiva del presidente Johnson. Sus trabajos
fueron dirigidos por Earl Warren, presidente de la Suprema Corte. Su
conclusión fue que el asesinato de Kennedy resultó de un acto individual
de Lee H. Oswald. No convenció y las controversias existieron siempre.
[24] Hinckle & Turner, 1992, p. 239.
[25]
Johnson tomó esa decisión, no porque respetase la soberanía de Cuba,
sino por el odio que tenía a Robert Kennedy el mentor del proyecto.
[26] Giancana & Giancana, 1992, pp. 353-354.
[27] Ragano & Raab, 1994, p. 325.
[28] Em 1983, Hoffa fue declarado legalmente muerto.
[29]Giancana & Giancana, 1992, p. 354.
[30] Ragano & Raab, 1994, pp. 144-145
[31] Id., ibid., pp. 348-349.
[32] Id., ibid., p. 154.
[33] Dallek, 2003, p. 299.
[34] Ragano & Raab, 1994, p. 359.
[35] Id., ibid., p. 358.
[36] Dallek, 2003, p. 298.
[37] Ragano & Raab, 1994, pp. 357-359.
[ 38] Id., ibid., p. 357.
Luiz
Alberto de Vianna Moniz Bandeira es escritor e historiador brasileño.
Uno de los más respetados especialistas en política exterior y
relaciones internacionales de Brasil.
Fuente: http://www.cartamaior.com.br/?/Editoria/Internacional/O-papel-da-mafia-no-assassinato-de-John-F-Kennedy/6/29609
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